Era una mañana de Agosto, una hermosa mañana donde los pájaros cantaban y pequeños rayos de luz comenzaban a entrar por la ventana de cierta joven que dormía plácidamente. Era una joven hermosa de largos cabellos castaños, donde la parte superior terminaba en punta y el resto era lacio, de una figura envidiable y un rostro perfecto.

Esta joven es una noble que mandaron, junto con su hermana gemela, a supervisar una gran porción de tierra que se les encomendó, pero esta joven en vez de quedarse todo el día en la mansión que se les fue otorgada, prefirió trabajar junto a los campesinos de esas tierras, y en vez de gozar de los lujos de una noble decidió quedarse en una humilde cabaña cerca del resto. Esta joven era admirada, no solo por su belleza, sino también por su gran corazón y su aura blanca y pura.

El sol comenzaba a entrar recorriendo a la joven de los pies a la cabeza, y esta, al sentir los rayos del sol, comenzó a despertar, abriendo lentamente sus enormes ojos castaños.

-Buenos días princesa- se escucho una voz muy conocida por la joven

-¡Johan!- la joven al ver a su amado sonrió ampliamente- ¿Qué haces por aquí tan temprano? – la chica se reincorporo rápidamente.

-Quería verte, antes de que tu hermana te ponga a trabajar como esclava- el joven blunette, que llevaba un pantalón negro y una camisa blanca de lo más sencillas, se sentó junto a su joven doncella.

-Mi hermana no me pone a trabajar- la chica miro a Johan un poco molesta- yo lo hago porque quiero.

-Está bien, pero tu hermana te odia. Si fuera por ella te mandaría a que te pudrieras en un calabozo- El blunette tenía un tono severo, muy poco utilizado por él.

-No digas tonterías- la chica tomo a su novio por los hombros, y en redo sus brazos alrededor de este- Mejor, vamos a jugar un rato- Judai tenía un tono juguetón y pervertido muy encantador.

-Adoro tus juegos- Johan agarro a su mujer por la cintura y la beso ardientemente, cayendo sobre ella.

Y, para los que pregunten, Johan es un noble, al igual que Judai, y de igual manera, le gusta ayudar a los demás en cualquier tipo de trabajo, al igual que a su hermano gemelo. Al encontrarse de que su amada se mudaría al campo, los gemelos Anderson quisieron seguirla y ayudarla en lo que necesite, al igual que a los campesinos, claro está que nuestro guapo joven Johan seguía su damisela por otras intenciones, y entre ellas se encontraban las bellas palabras que son: Pedirle matrimonio.

-Disculpen tortolos- el hermano gemelo, Yohan, quien se encontraba posado sobre la puerta, se dirigió a la pareja de enamorados, quienes al escucharlo dejaron de besarse- No quisiera interrumpir, pero se hace tarde- el hermano llevaba un pantalón negro, junto con una blusa, sin mangas, del mismo color.

-He-he, lo siento Yohan- la joven alejo a su novio para poder reincorporarse- pero, ¿podrían salir un momento en lo que me cambio de ropa?

Ambos hermanos salieron de la cabaña, cerrando la puerta tras de sí.

-Tú sí que no pierdes el tiempo hermanito- comento el ojí ámbar con un tono burlón en su rostro.

-Cállate tonto- Johan solo atino a sonrojar

-¿Ya le pediste matrimonio?- Yohan ya se notaba más serio al tema, cruzando los brazos.

-No, aun no…

-¡HOMBRE! Como te tardas- Yohan le metió un buen zape a su hermano

-¡CALLATE!, además que estas peor que yo, aun no te le declaras a Haou

-¿Haou?, Nah, no es mi tipo, además, últimamente se vuelto muy estúpida y egocéntrica.

-Buen punto…

-¡Pero vamos!- Yohan paso su brazo por los hombros de Johan, tomándolo por el cuello- Si te sigues tardando quizás yo pida la mano de Judai ¬ w ¬

-Sobre mi cadáver ¬¬

-¿Quieres que te mate ahora?- el joven tenía un sonrisa torcida en su rostro

-Muerte ¬¬

-¡Listo!- la joven salió de la cabaña, con un lindo vestido azul cielo y un pequeño chaleco café. De pronto el viento soplo lentamente alborotando la falda de la chica junto con su cabello, dejando al aire su fresco aroma a frutas, a lo que ambos chicos sonrojaron instantáneamente- Vamos- la joven tomo de la mano a los chicos y los tres salieron corriendo hacia el comedor, listos a degustar las delicias que preparo Johan.

Mientras tanto, en lo alto de la mansión Yuki, unos bellos y maléficos ojos dorados miraban la escena con rabia y frustración.

-Perra mal nacida- la chica de cabello cortó cual chocolate, hablaba mientras veía a su hermana con odio.

-¿Qué sucede su majestad?- decía un mayordomo trayendo el desayuno de la joven noble en un carrito de comida.

-Que le importa, largase de mi vista- los ojos de la joven comenzaron a brillar maléficamente.

-Si- el lacayo se arrodillo ante ella- su majestad- y con eso retiro de la habitación.

La joven noble de volvió su vista a la enrome ventana, localizando rápidamente a su hermana jugando con su amado Yohan.

-Puta maldita- la chica, con sus largas y afiladas uñas, comenzó a rasgar las finas cortinas de su alcoba- Te destruiré, juro que lo hare.

ILZzE: Bien, aquí vamos, un nuevo fi con el que me voy a embarcar

Zelda: Lamentamos mucho no haber actualizado ninguna de las demás historias u.u

ILZzE: Así es u.u, formatearon mi computadora y todas las historias se borraron, junto con sus actualizaciones

Zelda: No es que no hayamos querido actualizar, pero es que son muchos proyectos, y la joven no se acuerda de que había escrito

ILZzE: GOMEN! TTOTT me pondré a trabajar para tenerles sus actualizaciones TTOTT

Zelda: Mientras tanto, disfruten este Fic que fue escogido primero entre varias ideas

ILZzE: Así es, Gotcha!, y gomen TTOTT