¡Yeah! ¿Cómo están todos por aquí? Bueno pues lamento no haber podido subir nada antes, el ánimo anda bajo en estos días, pero como sea, hoy vengo con unos pequeños... am, ¿drabbles? no sé, pero en fin, no tengo mucho tiempo así que los dejo con esto

Aclaraciones: La Corda D'Oro ni ninguno de sus personajes me pertenecen, no recuerdo derechos pero que conste que yo sólo los tomo por mero amor al arte y sin ningún fin lucrativo. En algún otro momento pondré los derechos correspondientes


~Ai no Melody~

Composition 1: Ave María

Para él el Ave María había sido la más importante de todas las canciones que había tocado en su querido violín dorado, era relajante y desprendía la tranquilidad que todos deseaban, siendo él por supuesto, el que más la disfrutaba al tocarla. Un fuerte lazo con esa melodía había nacido, tocándola siempre después de sus prácticas e inclusive estando solo en su residencia

Un día, después de las clases y como siempre, se dirigió a las Salas de Prácticas, en el camino se encontró con Ryoutarou Tsuchiura con quien mantenía una rivalidad como jamás con nadie la había tenido; lo miró fríamente y con firmeza ante la sonrisa llena de confianza que el pianista mantenía en sus labios

–¿Qué es lo que tanta gracia te hace?– interrogó seriamente

–Nada, Estudiante de Música-sama– respondió sin quitar la sonrisa de los labios –Sólo que, no te dejaré las cosas tan fácil. Claro, si me entiendes– añadió señalándole sin mirar atrás y con el dedo pulgar la entrada a las Salas que reposaba a su espalda

–Tus amenazas me tienen sin cuidado– comentó pasándole por el lado sin mirarlo, escuchó como el peliverde comentaba los pocos modales que tenía para después seguir con su camino hacia lo que él supuso sería el Campo de Fútbol para las prácticas del equipo; chasqueó la lengua restándole importancia, entró mirando como varias salas estaban ocupadas por los alumnos de Primero y Tercero de Música, casi al final, en la Sala que él había reservado escuchó el sonido de un violín, sin pensárselo dos veces abrió la puerta encontrándose con la persona causante de la melodía

–¡Ah, perdona, Tsukimori-kun!– se disculpó la mujer de cabellos rojizos, en su rostro se formó una sonrisa avergonzada mientras dejaba el violín sobre la Cola del Piano y se estiraba por el entumecimiento de sus brazos –Creo que se me fue el tiempo practicando– comentó riendo tranquilamente

–No me importa, pero… eso que tocabas hace un momento, ¿era el Ave María?– inquirió dejando el estuche azul del violín también en la Cola del Piano; Kaho dejó de estirarse en seco mirando al bocchama con curiosidad y sorpresa pues él no acostumbraba preguntarle nada a menos que fuera necesario

–¿Eh? Ah… sí– respondió

–Sonaba desafinado– comentó serio haciendo que la chica inflara las mejillas infantilmente –Pero aún así está bien para ti– agregó dándole la espalda para colocarse el violín en el hombro

–¿Te sientes mal, Tsukimori-kun? Tal vez tengas fiebre– mencionó acercándose al peliazul que afinaba las cuerdas de su instrumento, al mismo tiempo éste dejó de hacerlo para mirarla con extrañez al no comprender el motivo de la pregunta

–¿Qué intentas decir?– cuestionó frunciendo ligeramente el ceño al sentirse ofendido

–¡No, no te pongas así!– pidió haciendo movimientos rápidos con las manos frente a su pecho –Quiero decir… um… eto…– balbuceó nerviosa

–Habla ya, Hino–

–Um… es que... siempre sueles decir: "retírate, interrumpes mis prácticas" ó "estorbas"– explicó jugando con sus dedos, Len por su parte entrecerró los ojos sin quitarle la mirada de encima –Además, no sueles preguntar mucho por lo que toco–

–No te sobreestimes, sólo me causó intriga que tocaras el Ave María–

–Ya…– bufó frunciendo el ceño –Lo toco porque me gusta, ¿no se trata de eso? La música es para divertirse y disfrutar–

–Si tanto te gusta demuéstramelo– retó –Hagamos un dueto, ahí lo comprobaré–

–¡De acuerdo!– accedió tomando a su querido Corda que aún se mantenía en la Cola del Piano, caminó pocos pasos hasta donde se encontraba Tsukimori, pronto ambos después de lanzarse una mirada comenzaron a tocar

Las dulces notas que cobraban vida al desprenderse de las cuerdas de ambos violines inundaron la sala, era sin lugar a duda una bella melodía que expresaba paz, armonía y tranquilidad, aquel perfecto sonido que desde hacía bastante tiempo no producían, el que sólo ellos dos podían crear y que con sólo una vez durante el espacio entre la Primera y Segunda Selección habían conocido; ambos, en una bella Villa bajo los resplandecientes rayos plateados de la Luna en todo su esplendor, rodeados de los pétalos que bailaban con la brisa nocturna que había soplado en aquella ocasión. Los dos se hallaban tocando despreocupadamente, el primero dejando de lado toda la presión por ser el hijo de una famosa pianista y de un conocido empresario, y la segunda, esforzándose al máximo en transmitirle lo sentimientos que sentía a su preciado violín

Después de varios minutos de tocar tan bella pieza ambos terminaron, Hino respiró entrecortadamente por la mezcla de sentimientos y nerviosismo en su pecho, se sintió feliz pues esa había sido la primera canción que había tocado gracias a la maravillosa interpretación que había escuchado por parte de su acompañante, lo miró de reojo, él también lucía agitado pero en menor medida que ella; sin proponérselo le sonrió ampliamente satisfecha

–¿Y, qué piensas, Tsukimori-kun?– inquirió con las manos cruzadas tras de sí y sin borrar la dulce sonrisa de sus labios; el chico la miró fijamente por varios segundos haciéndola sentir nerviosa –¿Q-Qué?–

–Hino, estás interrumpiendo mis prácticas, retírate por favor– pidió casi seriamente sorprendiéndola, por dentro una sonrisa se quería escapar de sus labios, pero por el momento se mantenía sereno

–¡¿Qué dices?– exclamó incrédula, instantáneamente su ceño se frunció infantilmente mientras alegaba la forma de ser del violinista –Tsuchiura-kun tenía razón, ¡que pocos modales!– bufó molesta mientras guardaba a Corda en su estuche y caminaba a grandes zancadas hacia la puerta

–Realmente… son unos ruidosos– comentó antes de que ella saliera. Pocos segundos después se halló solo dentro de la Sala, sabía que la mujer sólo estaría molesta por minutos y después se le pasaría, inmediatamente recordó el comentario de Tsuchiura -"No te dejaré las cosas tan fácil. Claro, si lo entiendes"- se regañó mentalmente, justo en ese momento caía en cuenta del motivo de su comentario: no se refería a la música, se refería a Kahoko

Chasqueó la lengua alejando esos pensamientos de su mente, sus dedos temblaron sintiendo aún la sensación de la composición que habían tocado juntos, anotó mentalmente que el tener un dueto con ella, el escuchar su música y la actitud que le tenía era el motivo por el cual mantenía un sentimiento especial por su querida Ave María: había sido la primera melodía que tocaran juntos