Día 1: Amarillo - Optimismo

La noche caía con tranquilidad y gracia sobre la ciudad de Kanto.

Sin embargo, aquella paz era rota por el sonido del motor de una motocicleta. El conductor se apresuraba para llegar lo más rápido posible a su nuevo hogar, donde su madre, Delia Ketchum, y hermana menor, Leaf Ketchum, se mudaron ya hace casi un año. Ash Ketchum se vio obligado a quedarse en su antiguo hogar hasta terminar con los exámenes y no pudo acompañar a su familia en la mudanza, pero ahora todo finalizó y podía transferirse sin problemas a la universidad de Kanto.

Su apuro, sin embargo, se debía a la cita de última hora que le arreglaron con la mejor amiga y compañera de clase de Leaf, Misty Waterflower. Llamarlo cita era demasiado, aquel muchacho de veintiún años de edad, de cabello color azabache simplemente entendía que era la última opción para ser la pareja de baile de la muchacha de quince años de edad que iba a conocer. Sin embargo, ya le tenía un gran cariño por toda la ayuda que le brindo a su hermana en la escuela y a su madre mostrándole la ciudad; pero algo que le parecía extraño era que nunca le enviaron una fotografía de la muchacha, solamente fueron mensajes de texto o conversaciones telefónicas donde le comentaban lo maravillosa que era Misty.

Aquella actitud lo ponía en alerta ante cualquier plan que estuvieran tramando sus familiares, pero ya se encontraban bastante retrasado y no podría investigar nada. Precisamente fue para eso que Ash llego con dos horas de anticipación a la ciudad, pero al no conocer las calles terminó perdiéndose y ahora le quedaban únicamente diez minutos para ir a la fiesta.

Finalmente pudo distinguir la silueta enfadada con los brazos cruzados de su madre al doblar una esquina, y con un suspiro de resignación estacionó su motocicleta. Entonces comenzaron los regaños por preocuparla y no haber llamado, la entrada de la casa se abrió dejando salir a Leaf, que se encontraba echando humo por las orejas, y se unió a los regaños.

Ash pudo notar que su madre y su hermana se veían fabulosas y hermosas, quizás Leaf estaba demasiado fabulosa, pero ya se encargaría de hablar con su pareja de baile para dejarle en claro los limites de esa cita.

La puerta de la casa se abrió una vez más y Ash supo que se trataba de Misty, su pareja de baile a quien le debía una tremenda disculpa, pero al mover los ojos para al fin conocerla el mundo pareció desaparecer de inmediato. Solo quedaban él y aquella hermosa muchacha que caminaba de manera tímida, pero sensual; el cabello color naranja, los ojos color aquamarina, la bella y delicada figura femenina envuelta en un maravilloso vestido de una pieza color amarillo.

— Mucho gusto. Me llamo Ash Ketchum— dijo Ash hipnotizado, avanzando un paso con gran dificultad.

Ash se olvido de todo, incluso que su madre y hermana estaban a su lado mirándolo con interés, el espectáculo frente a sus ojos era lo único que le importaba. Aquella fiesta solo era una formalidad y no tenía muchas expectativas de divertirse, pero la luz que irradiaba aquella muchacha, o tal vez se trataría de aquel color amarillo del fabuloso vestido que resaltaba la belleza de la muchacha e iluminaba todo el lugar; cualquiera fuera la razón su optimismo se elevó al máximo y no le quedaba ninguna duda que esa noche seria maravillosa.

— H-Hola. Mi nombre es Misty Waterflower, y… y me alegra que no me dejaras plantada— comentó Misty con una sonrisa nerviosa y un ligero rubor en las mejillas.

— No, nunca lo haría. Me perdí en la ciudad. Lamento haber demorado— se disculpo Ash bastante nervioso, pero observar aquella sonrisa hizo que su corazón diera un brinco.

— Lamento interrumpir— la voz de Delia saco a ambos de su pequeña burbuja— Pero debemos irnos ahora. Ash tu traje esta en listo sobre la mesa del comedor, también te deje una muda limpia de ropa interior, apresúrate a cambiarte y nosotras te esperaremos…— Delia consulto su reloj luciendo preocupada.

— U-Ustedes adelántense, por favor. Yo iré en mi motocicleta— sugirió Ash tratando de sobrellevar la vergüenza que estaba haciéndole pasar su madre— Acabo de pasar por la escuela, ya conozco el camino— explicó dando un aplauso para calmarse.

— Más te vale llegar a tiempo esta vez, o le conseguiré otra pareja a Misty— comentó Leaf con tono burlón, mostrando una sonrisa triunfante ante la expresión irritada de su hermano mayor.

Mientras Delia conducía el automóvil y Leaf mandaba mensajes desde su celular sentada en el asiento del copiloto, Misty se encontraban sentada en el asiento trasero mortificándose e intentando explicar su comportamiento cuando conoció al hermano mayor de su mejor amiga e hijo de la mujer que consideraba su segunda madre. En un principio estaba furiosa y molesta por aquel retraso, en cuanto ese hombre llegó estaba dispuesta a decirle algunas cosas, en fin, tenía planeado actuar como ella misma; pero al verlo desde la ventana, conociéndolo por fin, su actitud cambió radicalmente; el nerviosismo se apoderó de ella, se olvido de su enfado y verifico su aspecto en el espejo antes de salir al exterior caminando lentamente y contoneando ligeramente las caderas; luego controló su tono de voz para sonar delicada y femenina, mencionando que se encontraba feliz de que apareciera y no la plantara. La sirena de la secundaria Kanto tuvo que controlarse para no golpearse la cabeza contra el cristal de la ventana para sofocar la vergüenza que estaba abrumándola, no llegaba a entender porque demonios actuó igual que sus hermanas mayores cuando coqueteaban con un hombre. A menos que…

— ¿Te encuentras bien querida?— la voz preocupada de Delia tenia cargada un ligero tono picaresco, provocó que Misty diera un respingo.

— ¿Eh? Ah. Si. Estoy bien, no se preocupe, Delia— contestó Misty de manera mecánica tratando de tranquilizarse y borrar sus últimos pensamientos.

— ¿Y que tal te pareció Ash?— Leaf asomó su rostro desde el asiento delantero observando de manera picara a su mejor amiga.

— Es-… Está bien, supongo— Misty en vano trato de no sonrojarse al recordar a aquel hombre— ¿Por qué no me dijeron que era tan mayor?— Misty quiso cambiar de tema al problema que ahora tenía encima, iba a asistir a un baile escolar con un hombre claramente mayor que ella— Siempre me mostraron fotografías de cuando era niño, y me dijeron que asiste a la universidad. Pero nunca comentaron su edad, ni una sola vez— trató de transformar su nerviosismo en enfado para volver a tener el control de la situación.

— ¿En serio? Lo lamento, querida. Creo que no nos dimos cuenta— se disculpó Delia, sin atreverse a mirar a esa maravillosa muchacha al rostro.

— Si fue un error, pero no esta mal ¿No crees?— Leaf tampoco se atrevía a encarar a su mejor amiga, pero si compartió una sonrisa conspiradora con su madre al recordar la expresión de Ash.

Misty sintió un escalofrío cuando aquellas mujeres, delante de ella, compartieron una sonrisa que implicaba que sus planes salieron a la perfección. Decidió dejar de pensar en esas cosas y trato de concentrarse en el vestido que traía puesto; como Delia le explicó, el color amarillo representaba felicidad y optimismo, y su corazón estaba desbordando de ambos por la gran noche que seguramente le esperaba junto a su pareja de baile.