Disclaimer: Glee no me pertenece, le pertenece a RIB y a FOX. Yadda yadda yadda.
A/N: Hola otra vez, se me ocurrió esta idea extraña, espero que les guste. Obviamente Brittana. Saludos, Nati.
A/N2: El título es de la canción "Sing", de Kings of convenience.
Singing softly to me.
Dicen que la mayoría de los músicos que triunfan en el mundo, son los que han sabido representar las emociones más profundas en sus canciones, lo que te hacen pensar, los que al escuchar la letra de una de sus canciones, hacen que te sientas identificado. Es como si, el cantante supiera exactamente lo que tú sientes.
Y esta es la historia de una cantante, que ya está cansada de tener tan mala suerte, cansada de ver como triunfa en la música debido a su corazón roto… Lo más doloroso de todo, es que aún no encuentra a nadie que alivie ese dolor.
Santana López, es una gran cantante, sus canciones y álbumes ya han logrado varios discos de Platino y de Oro, alrededor de todo el orbe. Sin embargo, el triunfo y la aceptación, no son suficientes para detener este sentimiento que crece y crece dentro de ella. La extraña, cada segundo que pasa, piensa en todo lo que salió mal… el único problema es que no logra identificar, cuál fue el momento preciso en que todo cambió.
Flashback.
-Santana, esto ya no está bien…- dijo la joven rubia, unos cuantos metros delante de ella. Sus brazos cruzados sobre su pecho y sin mirarla.
-Quinn…- dijo tratando de alcanzar su mano.
-Lo lamento, es sólo que ya no siento lo mismo que sentí alguna vez por ti.- dijo con tristeza. Fue en ese preciso instante en que su corazón se rompió en pedazos. Fue en ese instante en que comprendió que esto no podía doler más, muchas veces había salido herida, muchas veces la habían engañado… pero cuando notas que el amor se ha agotado de pronto y realmente no sabes que es lo que has hecho mal, duele mucho más…
-Quinn, que he hecho…- dijo sollozando.
-No has hecho nada, San- dijo tomando su mano.- Eres una persona especial, eres buena y amorosa… es sólo que mi corazón ya no late como antes, no late por ti…
-Hay alguien más?- dijo de pronto, con molestia.
-No, no hay nadie más. Pero… cada vez que te beso, no siento ese cosquilleo en mi estómago, no siento ese nerviosismo…- las lágrimas caían por las mejillas de la joven morena.- No llores San, por favor.- dijo abrazándola fuertemente.
-Esto es definitivo? Te marcharás?- preguntó aún abrazada de su novia.
-Me marcho San… Debo hacerlo, pero no es por ti, tú siempre has sido perfecta… pero siento que hay algo que necesito buscar… ya no sé quien soy, no sé que debo hacer con mi vida.
-Tú eres mi vida Quinn.- dijo con tristeza, mirando esos hermosos ojos verdes, que la miraban con lástima.- Quisiera que arregláramos esto juntas, quisiera ayudarte a encontrarte, a encontrarnos.
-Ya encontrarás a alguien, que te ame igual como yo lo hice… Te lo mereces.- dijo besando la frente de su novia.- Te mereces todo lo que yo no te pude dar…
-Por favor…- dijo llorando. Quinn, peinó el cabello despeinado de su novia, y con ternura, le dio un pequeño beso en los labios.
-Hasta siempre San…- dijo marchándose sin mirar atrás.
Fin Flashback.
Sentada como siempre en ese típico bar de Liverpool, viendo un vaso lleno de whisky y con pequeños hielos flotando, se encontraba Santana. Desde el día en que terminó con su novia, ya hace varios meses, el beber se había hecho una rutina. Era su forma de ahogar el dolor que sentía siempre, pero cada vez que aparecía en un bar, no tardaban en llegar sus agentes o publicistas, que la escoltaban de vuelta a su hotel. Detestaba que le dijeran lo que tenía que hacer, era algo que no podía soportar.
-Santana.- oyó de pronto, una joven de su misma edad la miraba con molestia.- Qué haces aquí, sabes que debes estar en el hotel.
-Lo sé… es sólo que necesitaba salir de allí.- dijo aún observando el vaso.
-Debemos volver al hotel, mañana harás firma de autógrafos.
-Lo sé Rach… Es sólo…- dijo sin encontrar palabras.
-Ven, vámonos.- dijo Rachel tomando su mano y pagando al cantinero.- Guarda el cambio.
Rachel era una chica muy interesante, durante todos estos años, había sido una gran compañera para Santana. Era más que su amiga, era casi su hermana. Desde el día en que ambas chicas se conocieron, descubrieron que la música era algo que las hacía sentir felices. Rachel era una chica muy talentosa, pero a diferencia de Santana, nunca tuvo el coraje para emprender una carrera como cantante. Santana durante mucho tiempo trató que Rachel superara su miedo, pero la pequeña morena, nunca quiso intentarlo, sin embargo al ver como su amiga tenía la posibilidad de triunfar, la acompañó.
-Santana…- dijo Rachel, quien fue la primera en romper el silencio.
-Qué sucede Rach?- dijo con una sonrisa un poco triste.
-Es por ella?- sólo esa simple pregunta, y Santana sintió que todo se venía abajo una vez más. Rachel comprendió de inmediato y su mano tomó tímidamente la de su mejor amiga.-Ya ha pasado mucho tiempo Sanny. Debes dejarla ir.
-No puedo Rach… todo me recuerda a ella, absolutamente todo… Cada vez que canto, sé que es sobre ella…
-Lo sé… pero quiero que te sientas mejor San, quiero que vuelvas a ser esa chica que tanto amo.- dijo con una sonrisa Rachel.
-Lo intentaré…- dijo Santana.- Pero, tendrás que ayudarme.
-En qué?
-Quiero que me cocines hoy, sabes que tus galletas siempre me suben el ánimo.- dijo riendo.
-Trato hecho.- dijo Rachel abrazando a su mejor amiga.
-Te quiero Rach.
-Y yo a ti San.
…
Al día siguiente, Santana despertó debido a la odiosa alarma de Rachel, la pequeña morena siempre se levantaba antes para arreglar su horario, cosa que Santana odiaba, detestaba ver como su amiga actuaba como su empleada o algo así, sin embargo a Rachel le encantaba.
-Buenos días.- dijo Santana aún en pijama.
-Buenos dí… Santana, aún no te levantas!- dijo Rachel con evidente desesperación.- La limosina pasará por nosotras a las 10, ve a tu habitación y te cambias ahora.- gritó. Santana sólo pudo reír al escuchar a su amiga.- Es enserio!
-Muy bien, iré de inmediato Berry.- dijo Santana.
-Y te quiero ver con tu mejor sonrisa, cuando vuelvas López!- Santana sólo levantó su pulgar y se marchó. Rápidamente se cambió de ropa y salió para encontrarse con Rachel otra vez.
-Listo…- dijo casi sin ánimo.
-Muy bien, muy bien… la limosina ya nos está esperando.- dijo Rachel, tomando su cartera y empujando a Santana para que saliera de la habitación.
No tardaron en llegar al lobby, cuando notaron, a las afueras del hotel, una multitud que esperaba a Santana, en cuanto la joven morena salió, los gritos aumentaron, los flashes de las cámaras la cegaron, pero sonrió y saludó a toda la gente que ahí se encontraba. Amaba a sus fans, en cierta parte, la ayudaban a entender que no era la única persona que alguna vez sufrió o sufre por amor. Al fin y al cabo eran ellos los que compraban sus discos y los que se identificaban con sus canciones, lo menos que podía hacer era ser amable.
Rachel ya en la limosina, se asomó y la llamó para que se subiera.
-Santana sube a la maldita limosina.- dijo riendo.
-Espera un segundo, sólo quiero que sepan que los quiero.- dijo sonriendo, mientras les lanzaba unos besos a todos. Los gritos aumentaron y su corazón se alegró al ver como algo tan simple, hacía que todos estuvieran más felices.
En cuanto la limosina llegó a la disquera, donde estaría firmando algunas cosas para sus fans, Santana notó como la fila de personas era de bastantes metros, y trató de imaginar desde que hora podrían haber estado ahí. Miles de pancartas, caras sonrientes, canciones y poleras con su rostro era lo único que podía ver.
Rachel se bajó de la limosina y Santana la siguió, la joven morena entró a la disquera y esperó que Rachel le dijera lo que debía hacer.
-Muy bien San… Esto será así, les sonríes, la foto, el autógrafo y el adiós.- dijo Rachel mirando su horario.- No más de 1 minuto por persona.
-Un minuto?- dijo Santana.- Rach, tal vez lleven horas esperando!
-Lo lamento, pero si es más tiempo, el horario se arruinará.
-4 minutos?
-Estás loca! 1 minuto y medio.
-3 minutos.- negoció Santana.
-2 y es mi última oferta.- dijo la pequeña morena.
-Está bien…- dijo aún un poco molesta.
-Ahora siéntate aquí y disfruta a tus fans.- dijo Rachel dejando bajo una mesa plumones y fotos de Santana.
Ansiosa, Santana espero que los fans comenzaran a entrar, cosa que no tardó mucho en suceder, ya que en cosa de segundos, la sala en donde se encontraba, estaba llena de jóvenes, y algunos no tan jóvenes.
Risas y palabras de afecto era lo único que recibía la joven cantante, chicas que le decían lo hermosa que era y chicos que le preguntaban si se quería casar con ellos. De pronto, alguien llamó la atención de Santana. Una chica de cabello rubio, alta y esbelta, sin embargo, Santana sólo podía verle la espalda; por un segundo creyó que podía ser Quinn, pero en cuanto la chica se volteó, todo cambió.
-Te amo.- gritó una niña frente a ella. Cosa que la hizo volver a la realidad.
-Y yo a ti.- respondió con una sonrisa. La chica le acercó el disco.- Cómo te llamas?
-Jane.- dijo la joven, emocionada.
-Muy bien Jane.- dijo tomando el plumón.- Con mucho amor para Jane, de Santana.- dijo mientras escribía.
-Muchas gracias, Santana… te adoro!- dijo mientras le tomaba una fotografía.
-Siguiente.- gritó un hombre, y la chica tuvo que irse.
-Adiós Jane.- dijo Santana.
Cuando Santana miró quién era la persona que seguía, notó que era la chica que había estado mirando, una sonrisa salió de su rostro al ver lo hermosa que era la joven.
-Hola.- dijo Santana.-Cómo te llamas, amiga?
-Hola, bueno estoy aquí por mi hermana, ella está en el hospital y me pidió que viniera…- dijo con una mueca de molestia.
-Muy bien.- dijo Santana un poco decepcionada.- Cómo se llama ella?
-Su nombre es Nicole.
-Nicole…- repitió Santana. La chica le acercó el cd para que Santana pudiera firmarlo.- Bueno, Nicole tiene una muy linda hermana…- dijo mirándola.
-Brittany…- dijo de pronto.
-Perdón?
-Me llamo Brittany.- dijo con una sonrisa.
-Mucho gusto Brittany.- dijo Santana estirando su mano para estrechar la de Brittany. La joven rubia sonrió y estrechó la mano de la joven morena. Cuando la mano de Santana tocó la de Brittany, la joven latina sintió que algo en esa chica era más que especial, su corazón latió fuertemente y casi hipnotizada, Santana se perdió en esos hermosos ojos azules.
-Siguiente.- volvió a escuchar Santana, quien de inmediato soltó la mano de la chica.
-Peter, espera un segundo.- dijo preocupada de que la chica se fuera.- Brittany, tu hermana está muy grave?
-No, hoy la dan de alta.- dijo Brittany.
-Les gustaría ir a mi concierto, la próxima semana?- dijo con timidez.
-Es enserio? Mi hermana se va a morir cuando se entere.
-Tomaré eso como un sí.- dijo con una sonrisa. En ese momento, Santana llamó a Rachel, quien apareció de inmediato.- Rach, me gustaría que le dieras unas entradas a Brittany.
-Está bien. Ehm… Sígueme por favor.- dijo con una sonrisa Rachel.
-Adiós Brittany.
-Adiós, muchísimas gracias.- dijo Brittany mientras seguía a Rachel.
…
Ya en el hotel, Santana se sentó en el sillón, bastante exhausta; Rachel rápidamente se sentó junto a ella.
-Este día si que fue agotador.- dijo Rachel apoyando su cabeza en el hombro de Santana.
-Lo sé, gracias por todo.- dijo Santana.
-Ya te he dicho que no debes agradecerme, San.
-No puedo evitarlo, sin ti… nada saldría bien, además eres mi mejor amiga Rach.
-Y tú la mía San.- dijo con una sonrisa Rachel.-Cambiando de tema…
-Sí?
-Quién era esa chica a la que le regalaste entradas?
-Brittany?
-Sí, por qué le diste entradas?
-No lo sé… quiero decir… su hermana… estaba en el hospital y yo pensé… no lo sé Rach…
-Santana López… no me mientas, qué sucedió en esa habitación?
-No sucedió nada.- dijo con una sonrisa, al recordar el simple roce de su mano con el de Brittany.
-Santana! No me digas que...
-Rachel por favor, hablé con ella 2 minutos.- dijo poniendo énfasis en "2 minutos"
-Entonces por qué tienes esa cara, cómo de embobada?
-No sé a que te refieres.-dijo tratando de parecer ofendida.
-Dime la verdad San…
-Está bien… sentí algo… cómo con Quinn.
-Con esa chica?-preguntó Rachel.
-Sí, con Brittany, pero bueno… sé que no podrá pasar nada, sé que nunca más la veré.- dijo resignada.
-Bueno bueno… mañana nos vamos a Manchester y harás el primer concierto, luego iremos a Londres y volveremos la próxima semana a Liverpool.- dijo sin tomar mucho en cuenta lo que Santana había dicho.
-Está bien, Rachel… mejor iré a dormir.- dijo levantándose lentamente.
-Descansa.- dijo la pequeña morena.
-Tú también descansa.- dijo Santana dándole un pequeño beso en la frente a su amiga.
