Nota: Los personajes de este fic no son de mi autoría, pertenecen al anime-manga Naruto Shippuden.
INGENUIDAD
La tarde había caído, y con ella la gran ilusión de su aniversario, llevaba su primer año de matrimonio con Uchiha Sasuke, aunque era un joven serio y andaba hace como un par de semanas algo distanciado, Hinata sabía que él la amaba, tanto como ella a él, seguramente cosas de la oficina, por lo que tenía entendido su hermano, Itachi, vendría para quedarse, ella no lo conocía, tenía sabido que hace cinco años él había partido hacia Europa, ni a sabiendas de su compromiso volvió, Sasuke vivía resentido con él, intentaba superarse, para cuando llegara notara que nunca hizo falta en su vida, tal vez aquel estrés lo haya obligado a ausentarse varias noches de su hogar, Hinata planeaba darle una sorpresa, sea lo que sea que esté haciendo en ese momento tendría que dejarlo, pues iba completamente decidida a pasar lo que restaba del día con él y en especial, la noche…
Un hermoso vestido blanco con un listón violeta ceñía su figura, hasta su cadera, terminando en vuelo justo a la altura de sus rodillas, tacos violetas y su corto cabello adornado con una sencilla diadema, algo de delineador en sus ojos y un par de apliques de su delicioso perfume (algo que gustaba conservar, a lo largo de su vida ocupó la misma fragancia), estaba lista para salir, saliendo de su departamento, bajando la grada hacia el garaje subió a su vehículo y manejó hasta la empresa de su esposo.
Estacionó el coche y se escabulló por el pasillo, evitando el ascensor, quería que ello fuera una sorpresa, cuando llegó al último piso, se fijó en la ausencia de la asistente de Sasuke, -¿Será que se encuentran en reunión?- se dijo para ella misma, cuando abrió la puerta de la oficina suspiró viendo aquello…
-¿Sasuke?-
Todos los documentos tirados al piso y en su lugar, sobre el escritorio, se encontraba la pelirosa semidesnuda completamente sonrojada, y Sasuke sobre ella, besándola con aquel fervor, que hace mucho no había tenido con ella, su respiración se agitó y lágrimas comenzaron a correr por su rostro.
-Hinata… no es lo que piensas, yo…-
-NO, NO ES LO QUE PIENSO, seguramente querías revisar un oficio entre sus piernas…- Hinata dio media vuelta y salió de aquel lugar, tirando la puerta de un golpe.
Corrió lo más que pudo saliendo por donde vino, casi llegando al primer piso golpeó con alguien, con tal fuerza que resbaló, pero ese alguien la detuvo antes de tocar el suelo
-Señorita, discúlpeme- Aquel extraño la tomaba firmemente entre sus brazos.
-Pe-Perdóneme, n-no fue mi intención- se incorporó y comenzó nuevamente su marcha.
Avanzó hasta su auto, manejó como loca hacia su departamento, entró a la habitación que compartía con el azabache, lloraba mientras sacaba la maleta y la llenaba con su ropa, cuando en ello.
-¿A dónde piensas ir?- Sasuke llegó, con una sonrisa burlona en sus labios.
-Y después de todo, ¿Te ríes? ¿Después que confié en ti? ¿Después que te amé y te di todo lo mejor de mí?, eres un maldito…- las lágrimas caían incesantes, cerró con fuerza el cierre y se dispuso a salir.
-Te estoy haciendo una pregunta- Sasuke agarró con fuerza su brazo, empujándola hacia la pared.
Hinata lo miró con rencor, -Lejos, muy lejos de ti…-
-¿Sin dinero? Sabes que me necesitas, sin los lujos que te doy sabes bien que no podrías vivir… deja de ser tan ingenua amor- se acercó hacia ella limpiando grotescamente sus lágrimas, -Todo hombre tiene sus deslices, para vivir en sociedad debes saber tolerarlos-
Hinata suspiró mirándolo a los ojos y esbozó una pequeña sonrisa, -Sasuke, entonces, para vivir en TU SOCIEDAD debo aguantar tus humillaciones- lo empujó volviendo a tomar su maleta, -NO TE NECESITO, NI A TI NI A TU DINERO…. NO VUELVAS A BUSCARME…- Hinata se sentía herida, ¿Acaso ese era su Sasuke? ¿El hombre por el que hubiese dado su vida entera?, y es que… en ese momento recién lo estaba conociendo, pasó un año de matrimonio y recién conoció como era su marido… aquel hombre con el que había compartido sus alegrías, sus tristezas, sus noches, de quien había cuidado con tanto amor, por quien había abandonado sus sueños, en ese momento habría querido desaparecer.
-Regresaras Hinata…- Sasuke se acercó mirando por la puerta como su esposa se iba, se sentía culpable, las ganas de detenerla fueron grandes, pero intentó pensar en que no la necesitaría, Sakura tenía más que ofrecerle, podría Hinata tener mejor cuerpo que ella, pero no sabía usarlo, en esta última semana Sakura le hizo vivir más de lo que vivió en su matrimonio, cerró la puerta y entró nuevamente a su alcoba, miró hacia el armario, aquel lado vacío de ropa, -Te arrepentirás de lo que hiciste…- al fin y al cabo, él era Sasuke Uchiha, jamás pedía perdón, y ella era Hinata Hyuga, la mujer más bondadosa y contemplativa del mundo.
Hinata manejó a toda velocidad, las lágrimas no cesaban, realmente no entendía porque lo hizo, tal vez, ¿Ella tenía la culpa? Miró por el espejo retrovisor y se concentró en su imagen, no era nada agraciada, pasada de peso, ojos espantosamente anormales, cabello demasiado corto, es más, siempre se hizo esa pregunta, entre todas ¿Por qué la escogió a ella?, aquel día parecía entristecerse, pronto las gotas de lluvia cayeron, ella aumentó aún más la velocidad, no sabía hacia dónde ir, no había caso vivir… si aquella persona a la que había amado incondicionalmente le había fallado de tal manera, ¿Qué caso habría el seguir luchando? ¿Luchando para qué?, en ello no se percató que estaba saliendo de la ciudad, un tráiler venía contra-vía a toda velocidad, rápidamente intentó esquivarlo, un chillido agudo de las llantas y un fuerte golpe, luego de ello, perdió la conciencia.
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Sasuke había vuelto a la oficina, se sentía nervioso, pero debía estar seguro, cualquier mujer hubiese muerto por tener a Sasuke Uchiha como esposo, pronto Hinata se daría cuenta y volvería pidiéndole perdón, subió por el ascensor y llegó al piso donde se encontraba su oficina, Sakura se encontraba nerviosa.
-¿Qué paso?- disimuladamente se acercó con un sin número de documentos.
-¿Quién la dejó pasar sin avisarme?- Sasuke mantuvo su mirada sobre ella, Sakura tragó pesado, daba la impresión que en cualquier momento le lanzaría un puñetazo.
-Nadie, la vio Tenten, dijo que la miró subir por las gradas y bajar por las mismas-
Sasuke estaba furioso, retomó su caminar hacia su oficina.
-Espera Sasuke…- Sakura intentó detenerlo, pero era muy tarde, había abierto la puerta, encontrando a cierto azabache dentro.
-¿Itachi?-
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-Entonces tu esposa no se encuentra en la ciudad- El mayor de los Uchiha había vuelto, justo el día de su aniversario, esperaba reponer de alguna manera el no haber estado junto a su hermano todo ese tiempo, pero Sasuke lo rechazaba.
-Sí, ella se encarga de algunos negocios de la empresa-
-Ya veo, parece ser una mujer muy capaz-
-Y muy inteligente sin duda, ¡Sé que pronto volverá!- esto dio más para el que para su interlocutor.
Las horas fueron pasando, cayendo la noche, aquella fría charla fue extendiéndose, rozando puntos en los cuales parecía que estaban a punto de discutir, cuando el teléfono de la oficina sonó, Sasuke lo tomó
-¿Si?- En ello su respiración se hizo más errática.
-Muerta…- Sasuke no sabía que decir, su mano comenzó a temblar en un tic nervioso, no, sencillamente esto no estaba dentro de sus planes, Hinata muerta…. Hinata, ¿Muerta?, ¿Su esposa estaba muerta?, no definitivamente eso debe ser un error, Ino debe de estar equivocada, ¡Hinata debía volver pidiéndole perdón y diciéndole que lo amaba!, ese era el plan, dejó caer el teléfono, completamente ido en sus pensamientos, cuando sintió como su hermano lo sacudía, volvió en sí.
Lo empujó y lo miró con sumo odio, salió corriendo de la oficina al parqueadero y subió a su coche, manejó con gran afán llegando al hospital.
-La señora Hyuga Hinata- Preguntó a la enfermera que estaba en recepción.
-Muerta…- respondió Ino encarándolo.
-No, eso es mentira-, tomó sus brazos con brusquedad, -¡DONDE ESTA!-
En eso llegó Itachi quien lo había perseguido en su auto, empujándolo obligándolo a soltar a la rubia, -Señorita, disculpe a mi hermano-
-¿Qué rayos haces aquí?- Sasuke lo miró furioso.
- Así que… ¿Mi cuñada se encuentra de viaje en los Ángeles?- Itachi miró a su hermano.
Ino soltó una carcajada, -¿Hinata? ella huyó de este perro infiel, mire que engañarla con su secretaria… y el día de su aniversario- Ino dirigió su mirada fúrica hacia Sasuke -sufrió un accidente- intentó tranquilizarse, regresando su mirada al mayor de los Uchiha.
-Donde está…- volvió a acercarse Sasuke furioso.
-¡MUERTA!- Ino no dejaba de repetírselo, hasta cuando se acercó a preguntárselo a la enfermera.
-Señorita, ¿Qué sucedió con mi cuñada?- Itachi preguntó calmadamente.
-Ella está muy grave, su cadera recibió todo el golpe, además…- Ino tragó pesado, -Ella llevaba mes y medio de embarazo, ella… esperaba un hijo de ese bastardo…-
Itachi suspiró, su hermano era un completo patán, si no se hubiese ausentado tanto tiempo, tal vez hubiese ayudado para un correcto cultivo en él, pobre jovencita, todas sus ilusiones y sueños fueron tirados a la basura.
-Uchiha- Ino lo sacó de sus pensamientos, -Prometí hacerme cargo de ella, así que le pido, que por favor evite a ese simio que la vea, no está en condiciones de verlo, se encuentra muy mal-
Cuando se volvieron encontraron a dos enfermeras y un médico luchando para impedirle el paso al azabache, entonces Itachi e Ino se acercaron.
-Déjenme pasar- exigía Sasuke.
-¿Usted es Sasuke Uchiha?- Preguntó una de las enfermeras.
-Sí, soy esposo de Hinata, déjenme pasar…-
-La señora me dijo que no lo permitiéramos pasar-
Sasuke sintió su corazón deshacerse, cuando sintió la mano de alguien posarse en su hombro, miró a Itachi suspirar y a Ino reír, cuando volteó encontró a un par de guardias, que lo sacaron a arrastras de la sala de emergencias.
-¿Puedo verla?- preguntó Itachi, mirando a las enfermeras, las cuales sonrojaron levemente.
-Y ¿Para qué?- Ino lo miraba con desconfianza.
-Necesito hablar con ella- Itachi dirigió su mirada hacia ella. Ino suspiró cansada.
-No entiendo que desea hacer dentro, jamás la ha visto antes y ahora quiere… ¿Verla?-
-Es necesario Señorita-
Ino dio media vuelta mientras era seguida del Azabache, caminó por el pasillo hasta llegar a una de las habitaciones.
-Espere aquí- Ino entró a la habitación y cerró la puerta, una vez dentro encontró a su amiga, su mirada perdida en algún punto, al menos había dejado de llorar.
-Nunca… debí haber deseado morir, si hubiese sabido que yo… estaba…- entonces comenzó a sollozar.
-Hinata, tienes visitas…- dijo Ino acercándose a la cama.
-Si es ese dile que…-
-Es alguien más, un desconocido que quiere conocerte…- Ino sonrió mientras Hinata la miraba con un deje de duda.
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Itachi estaba aún de pie fuera, odiaba los hospitales, suspiró pesadamente, nunca pensó que su hermanito hiciera algo tan estúpido y carente de dignidad, engañar a su esposa, era algo grave, siempre lo vieron como un anciano al escucharlo hablar sobre el matrimonio, para él esto era algo sagrado, ¿El motivo?, el corazón de una mujer era algo demasiado sensible, algo delicado, que al simple toque corría el riesgo de quebrarse, y la manera que había quebrado su hermano el corazón de esa chica es algo imperdonable, cuando observó Ino salía de la habitación.
-Pase… que sea una visita corta, aún se encuentra algo aturdida por la anestesia…-
Itachi entró, encontrando a la peliazul recostada sobre la cama, la contempló por un segundo, recordándola del momento que subía a la oficina de Sasuke, tropezaron y él avanzó a parar su caída.
-Soy Itachi Uchiha, hermano de Sasuke…- supo decir al momento de acercarse a ella, sentándose en una silla.
-Se parece mucho a su madre…- Hinata intentaba conservar la calma.
-Lamento mucho que mi hermano haya sido tan estúpido con su persona- Itachi mantuvo la mirada sobre la joven.
-Si viene a ofrecerme algo de su parte… pierde el tiempo, no quiero saber nada de él- Hinata no podía llorar, sintió que las lágrimas se habían acabado.
-La dignidad de una mujer no se compra ni con todo el oro del mundo- Itachi era sincero, eso era lo que pensaba.
-¿Lo dice en serio o simplemente intenta simular que es diferente a él?-
-Lo único que deseo es ayudarla, me siento culpable por todas las atrocidades que mi hermano hizo con usted, si lo hubiese acompañado en su formación estoy seguro que no hubiese cometido tantos errores ahora-
-N-No… se sienta culpable por algo que no ha hecho Señor Uchiha- Hinata lo miró a los ojos algo nerviosa, su semblante era pálido, sin color, Itachi lamentó mucho el estado de aquella jovencita.
-De todos modos, me gustaría ayudarla en algo-
-Señor Uchiha, ¿Quiere ayudarme en algo?- Itachi asentó y la miró fijamente, -Ayúdeme a escapar, no quiero que su hermano me detenga-
-La cubriré en cuanto lo decida-, Itachi sacó su agenda y anotó su número de teléfono, entregándolo mientras ella lo tomaba con sus temblorosas manos, -Si puedo hacer algo más por usted, no dude en hacérmelo saber, señorita…-
Hinata sintió su corazón romperse, el que la llamaran Señora en cuanto se casó era algo bonito, "la Señora de Uchiha", su corazón se sentía emocionado, aquella ilusión de la nueva aventura junto al hombre de su vida estaba latente en ese momento, pero ahora, estaba más que muerta y enterrada junto con su hijo, aunque no fue mucho tiempo de embarazo ese pequeñito era su bebe, ese maldito mató todas su ilusiones y esperanzas.
Miró fijamente al hombre frente a ella, parecía ser correcto, ¿Por qué había desaparecido durante tantos años?, tal vez eso no debía importarle, a partir de ese momento la relación con esa familia se rompería, solo lo necesitaba el momento que se recuperara, para que le ayude con Sasuke, así que hizo un movimiento con su cabeza, agradeciéndole, el azabache asentó levantándose y dirigiéndose a la puerta con completa paciencia, bajo ese demacrado semblante y todo ese dolor él notó que aquella muchacha no era fea, ni ambiciosa ¿Por qué Sasuke la engaño?
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Pasaron los días, los intentos de Sasuke por verla hicieron que Ino sacara una boleta de alejamiento del juzgado, de vez en cuando Itachi visitaba a escondidas de su hermano a su pronto ex-cuñada, y posible nueva amiga, visitas cordiales y charlas casuales las cuales hicieron subir un poquito el autoestima de la lastimada peliazul mientras se recuperaba, a expectativas del gran día.
Hinata cambió sus ropas rápidamente, mientras Ino se encontraba recogiendo las cosas, a fuera, esperaba un chofer mandado por Itachi, el cual había comprado un par de pasajes, con rumbo a Alemania (gran idea de la rubia).
Corrieron rápidamente fuera del hospital y se embarcaron en el vehículo, el chofer manejó con gran lentitud, mientras cierta persona vigilaba, llamando de inmediato a Sasuke, el cual se encontraba con Itachi.
-¿A dónde vas?- preguntó, mirándolo partir, a lo que esbozo una gran sonrisa, -Estúpido hermano menor…-
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Sasuke llegó al parqueadero, encendió su auto y manejó mientras el espía le daba las rutas que estaban tomando, todo señalaba que se dirigían al aeropuerto, pero en ello, el carro soltó un ruido ensordecedor, el motor estaba fallando, se bajó y le dio una patada, caminó en busca de un taxi, el cual por arte de magia apareció, lamentablemente tomó la ruta más congestionada.
-¡Muévase!- Sasuke gritó impaciente
-Joven, el transito no me deja avanzar, más el aeropuerto se encuentra a un par de cuadras-
Sasuke no tuvo más que bajarse y correr, llamó al detective que seguía a Hinata y a Ino, el cual certificó haberlas visto pasar al andén, no llegaría a tiempo, corrió lo más rápido que pudo, cuando entró…
-¿Qué haces aquí?- lo miró confundido, Itachi miraba fijamente hacia el avión, el cual estaba despegando.
-Despidiéndome de una amiga…-
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…Ingenuidad no fue creer, ¡TU ENGAÑO FUE LA INGENUIDAD!
Hola a todos, ¿Cómo están?, vaya que los extraño! Me hacen tanta falta, y es que en este momento me encuentro en exámenes y casi no puedo actualizar...
Bueno, tenía curiosidad, y me di cuenta de que muchos no quieren a cierto personaje rosa, que no diré su nombre pero que empieza con Sakura y termina en Haruno, ¿Por qué?
Según yo Naruto le pertenece a Sakura, no es de mi agrado el NaruHina, Naruto, ¿Qué puede ofrecerle? Sé muy bien que él fue la inspiración de Hinata desde niña, quien la ayudó a progresar fue su recuerdo, pero de allí, estar segura que Naruto sea lo que necesita, no lo creo… son polos opuestos, en cambio, desde un principio, Naruto y Sakura tienen cierta afinidad, se complementan, desde el fondo de mi corazón hubiese deseado un ItaHina, o viendo las cosas como estaban en la guerra, antes de cierta muerte, un NejiHina, ahora ahogo mis esperanzas en el SasuHina.
Otra cosa, para este fic utilizé como inspiración la canción INGENUIDAD de Maia, en este momento me identifico con esta cancion... pero diganme, para la siguiente parte... ¿Cual es la canción con la que se identifican?
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Deseándoles una linda semana me despido sin antes recordarles que…
Los amo!