Fic nuevo!

Espero que les guste! ^^

Como empezó todo

Una vida sin esperanza es una vida vacía, tediosa e inútil.

No rectificar un error cometido es cometer otro error.

Pero…que puedes hacer cuando lo pierdes todo? Tus amigos, tu familia, el amor, la esperanza…todo te ha sido arrebatado y lo único que puedes hacer es luchar, luchar por mantenerte a salvo, con vida, y más, cuando te conviertes en el blanco de todos tus enemigos.

Cuando duele mirar atrás, y tienes miedo de ver al frente, a veces no hay nada mejor que enfrentarte a la propia muerte.

Tu sed de venganza es como una droga que corre por tus venas y te ayuda a calmar el dolor de esas perdidas.

Idealizar la muerte de todos y cada uno de los ninja que habían ayudado a borrar a Konoha del mapa era el "hobbie" favorito de nuestra pelirrosa. Día y noche se las pasaba imaginando como la sangre de esos mal nacidos manchaba sus pálidas manos.

Pocos habían podido salir con vida de la devastadora destrucción de aquella villa. Los más prestigiosos ninjas lucharon hasta el final defendiendo sus hogares y a su gente, pero por desgracia todos murieron, ya fuese dando su vida por otra persona, por un error en la batalla o por haber agotado su chakra. Y cuando ellos murieron…los demás vieron claro su destino.

No habría un próximo amanecer.

Pero de entre los escombros de lo que antes había sido su villa, dos cuerpos se alzaron moribundos en busca de algún otro superviviente.

[Flash Back]

Mis ojos llenos de lagrimas miraban al frente viendo como el cuerpo sin vida de mi mejor amiga caía al suelo provocando un sonido que me izo salir de aquel shock en el que estaba inmersa, y reaccionar ante el ataque de mi enemigo.

-Inooo!-

La llamé con la esperanza de que aun quedara algo de vida en su interior y así poder curar las profundas y graves heridas que aquel ataque le produjo. Pero ella no respondió.

Otro amigo más que moría, y yo no podía hacer nada.

Sollocé por última vez, y detuve mis lágrimas. No quería ser la siguiente en morir.

Nos estaban aniquilando tan rápidamente que parecía que nuestros esfuerzos por defendernos fuesen en vano.

Un gran número de armas y explosivos se dirigieron hacia mí, logré esquivar la mayoría de ellos pero varios kunais se incrustaron en mis piernas y abdomen.

-ahg…- ahogué un grito de dolor

Con decisión tiré de todos y cada unos de los metálicos objetos que estaban en mi cuerpo.

Mi cara mostraba todo el dolor que sentía en esos momentos. No solo por la cantidad de heridas sangrantes que había por todo mi cuerpo, sino que también por la cantidad de amigos que había visto morir en batalla.

Cansancio

Era otra de las tantas cosas que también sentía. Había logrado derrotar a quince de esos malditos ninjas y curado a ocho de mis amigos para que pudiesen continuar. Y al parecer, eso empezaba a pasarme factura. El nivel de mi chakra no llegaba a ser ni siquiera del veinte por ciento y ante mí, esperando un ataque, había dos enemigos.

Con suerte podría lanzar tres jutsus pero mis heridas jugaban en mi contra.

Aun así no me iba a dar por vencida, eso nunca.

-Que te ocurre niñita? Es que acaso se te han acabado los recursos?-

Su burlona voz.

Eso fue la gota que colmó el vaso.

Como alma que lleva el diablo, salí disparada hacia ellos con mi puño cargado de chakra en alto. Dispuesta a dar un golpe certero.

Pero cuando estaba a tan solo un pocos metros de ellos mis ojos se nublaron impidiéndome ver.

No me detuve. Los cerré y seguí corriendo.

Me había estado entrenando durante seis años para ser una de las mejores kunoichis. Y lo había logrado, era la mejor. Así que no pensaba dejar que ellos se fueran así como así. Sabía luchar sin necesidad de tener que utilizar los ojos, podía provechar todos mis otros sentidos.

Gracias a la facilidad con la que rastreaba los chakras, me daba cuenta de los cambios de posiciones de mis enemigos, y así, poder cambiar mi rumbo.

-Estúpida…me vas a atacar de frente?-

-Ya ves, parece que los ninjas de Konoha no son tan buenos como todos creían- le respondió su compañero carcajeándose

-Entonces vete, será fácil acabar con esta-

Sentí como uno de los chakras desaparecía.

Era el momento de llevar a cabo mi plan.

"Quedan 20 segundos para llegar hasta él…

15…

10…

5…

4…

3…

2…

1…"

-Hunp…baka…-susurré

Y desaparecí para un segundo después aparecer detrás de él con un kunai en la mano y rasgarle el cuello.

-Nunca me subestimes- dije mirando su cuerpo inerte tirado en el suelo

Mi pecho subía y bajaba de forma acelerada, mi cuerpo pesaba como si estuviese hecho del el metal más pesado, y empezaba a perder las fuerzas. Sabía que no iba a aguantar mucho más.

Deposité mi mano derecha en mi estomago. A ese imbécil aun le había dado tiempo a clavarme un kunai antes de morir, así que examiné la herida antes de retirarlo.

-haha…serás carbón…-reí tristemente- aun te ha dado tiempo a matarme…-

El kunai había cortado una arteria. Moriría desangrada tanto si lo quitaba o no, solo que si lo hacía, tardaría cinco minutos en morir porque el sangrado sería más rápido. Y si no lo hacía, el sangrado sería más lento y tardaría media hora.

Pero lo que pasó a continuación ocurrió demasiado rápido como para darme tiempo a reaccionar.

Un silbido ensordecedor alertó a todos los enemigos, era como si de esa forma les indicaran un cambio de planes, puesto que en ese mismo instante todos empezaron a abandonar la aldea.

Se les podían oír frases como, "El hokage ha caído" o "Ya han matado al hokage, debemos salir de aquí rápido."

"Han matado a Danzou?"

Me pregunte sorprendida. No era que me la noticia me entristeciera, sino todo lo contrario. Ese imbécil nos había estado haciendo la vida imposible a todos después de arrebatarle el puesto de hokage a Tsunade.

Cuando no quedó ninguno de lo enemigos dentro de la villa, una gran ave de arcilla dirigida por un hombre de pelo rubio la sobrevoló y dejó caer justo en el centro una especie de muñeco gigante que provocó una explosión masiva.

Después de eso…todo se volvió negro…

Me desperté como de una pesadilla, asustada, sudada y agitada. Pero me di cuenta de que todo a mí alrededor era pura oscuridad.

-Donde…estoy?-

Me levanté con dificultad y volví a observar el lugar en el que me encontraba. No podía orientarme, así que empecé a caminar para poder encontrar algo que me ayudara a hacerlo.

Caminé y caminé asta que vi una pequeña y intensa luz, entonces sentí una sensación extraña en mi interior que me atraía hacia ella. Empecé a correr hasta tenerla justo en frente y ahí me detuve. La luz fue bajando de intensidad hasta que me permitió ver que había tras ella.

Y fue ahí donde lo vi.

Era la entrada de Konoha, y en ella estaba toda la gente que conocía, Ino, Kakashi, Shikamaru, Choji, Kurenai, Shizune, Kiba, Shino, Sai, la dueña de la frutería, los niños de la escuela, mis tíos…mis abuelos…mis…

Entre todos ellos logré distinguir a mis padres. No los había visto desde que había empezado el ataque y no sabía que había sido de ellos.

-Papa? Mama?- dije con la voz quebrada

-Cariño-

-Hija mía-

Todos sonreían y me miraban, parecían estar esperándome.

Quería traspasar esa especie de cristal que separaba la oscuridad en la que yo me encontraba de la luz que les envolvía a ellos. Pero era como si unas manos me cogieran y me reteniesen allí.

-Que es todo esto?- pregunté

Estaba confusa y asustada.

-No te preocupe Saku, este es un lugar de paz y tranquilidad. Donde a gente respeta a los demás, donde no existen las guerras ni la muerte. Un lugar donde inluso el más pequeño de los seres es tratado como se merece, donde no existe el dolor ni el sufrimiento. Un lugar donde permanecer con la gente que quieres, con tu familia, tus amigos. Podríamos decir que es donde todo el mundo ha soñado alguna vez estar, y que en algún momento de su vida ocurre algo que lo trae hacia aquí.- dijo su madre esbozando una sonrisa- Pero este no es tu momento, cariño.-

-No estas destinada a venir aquí aun – siguió su padre – Ahí fuera aun hay gente que te necesita. Es que acaso no oyes sus voces?- pero la pelirrosa negó con su cabeza – Vamos princesa, concéntrate y escucha…busca sus voces-

Cerré mis ojos y me concentre todo lo que pude, tal y como había dicho mi padre. Pero aun así no lograba oír nada, y cuando ya estaba apunto de rendirme, un susurro me acarició los oídos como si de la voz más armoniosa se tratara. Una voz que poco a poco iba creciendo y me llamaba con más fuerza hasta que se convirtió en gritos desgarradores llenos de dolor.

-Esa voz…yo…conozco esa voz…es Naruto-

-Si cariño, es él-

-Parece…que esta llorando, pero porque?-

-Porque no estas a su lado, porque te necesita y no estas junto a él. Por eso debes irte, debes seguir su voz-

-Pero…-

-Vamos frentona! Que es para hoy y ya estoy harta de oír a ese escandaloso- dijo Ino

-Fea tienes que irte con él-

-Nos veremos dentro de un tiempo, no te preocupes y vete-

Todos me animaban a que me fuera, pero aun así yo no sabía que hacer. Quería estar con Naruto y decirle que ya todo iba a salir bien, pero también quería estar con ellos.

-Y que va a pasar con vosotros?-

Y antes de que alguien contestara, sentí como alguien depositaba una de sus manos sobre mi hombro. Entonces me giré y la vi, mi maestra, la persona a quien admiraba, a la que consideraba como una segunda madre y de quien lo aprendí todo.

-Tsunade-sama…-

-No te preocupes Sakura, yo me quedaré aquí con ellos en tu lugar-

Me dedicó una sonrisa, atravesó esa especie de cristal de agua y se reunió con todos los demás.

-Hasta pronto…Sakura…-

En ese mismo instante, las manos que parecían retenerme tiraron de mí alejando me cada vez más de ellos hasta que hicieron que me golpeara conta algo y cayera inconsciente.

Volví a despertar abriendo mi boca lo máximo posible y aspirando todo el aire que mis pulmones me permitiesen, para encontrarme en brazos de ese rubio que quería como a un hermano.

Levanté la cabeza para mirarle a los ojos y vi su rostro bañado en lágrimas.

-Sakura-chan…al fin despiertas…hehehe –izo un esfuerzo por sonreír – menudo susto me has dado, pensé que ya no volvería a ver nunca más estos ojos jade-

Pasé mi mano por su mejilla retirando algunas de sus lágrimas.

-Pero ahora estoy aquí, a tu lado. Y eso es lo que importa.-

-Debemos darle las gracias a Tsunade-obachan, que utilizó la técnica de Chiyo para traerte de nuevo a la vida-

Giré mi cabeza hacia la dirección donde miraba Naruto, y allí estaba. El cuerpo sin vida de mi maestra tendido en el frío suelo. Mis ojos se llenaron de lágrimas que salían sin mi permiso.

-Pero ahora tenemos que ser fuertes – dijo estrechándome más contra él – Puedes caminar?-

Yo asentí y él me deposito en el suelo.

-Debemos mirar si hay algún superviviente más-

Era verdad, ahora recordaba todo lo que había pasado. La batalla, la gente asustada, el muñeco bomba…

Mantuve mi mirada fija en el suelo, tenía miedo de levantar la vista y encontrarme con la cruda realidad. Pero sentí como la mano de Naruto estrechaba la mía ofreciéndome apoyo, fuerza y la valentía que necesitaba para afrontar mis miedos.

Lentamente fui levantando la mirada hasta encontrarme con todo el horror que había ante mí. Miles de cuerpos muertos y escampados, las calles ya no existían, pues sobre ellas no había más que escombros, y las casas…que podía decir de ellas?...no quedaba ni una en pie.

Los ojos se me abrieron como platos por el impacto visual y mis manos taparon mi boca.

-Vamos…-

Como pudimos fuimos apartando algunos escombros mientras gritábamos para que, si aun quedaba alguien con vida, pudiese oírnos y respondernos.

Nueve horas.

Nueve horas de intensa búsqueda y solo encontramos a tres personas, Neji, Tenten y Hinata, los cuales parecían estar en las mismas condiciones que nosotros, totalmente destrozados.

-No hay nadie más?- preguntó Hinata con tristeza

-Parece que no- respondió Naruto abrazando a su novia

-Y que vamos a hacer ahora?-

-Lo único que podemos hacer es…- Sakura iba a terminar de responderle a Tenten pero Neji la interrumpió.

-Detecto cuatro chakras acercándose a gran velocidad. Tenemos que escondernos.-

Utilizando nuestros dotes de ninja, nos escondimos entre los escombros, escondimos nuestros chakras, y estuvimos atentos para ver quienes eran y por si en algun momento debíamos huir.

Tres minutos después, un grupito de cuatro ninjas apareció.

-Vaya, vaya…parece que tu estúpido muñequito de plastilina si funcionó Deidara-

-Acaso lo dudabas?-

Uno de ellos empezó a hablar por una especie de walkitalki.

-Si, repito. Aquí no hay nadie, han muerto todos.-

-Buen trabajo…aun así, quiero que examinen los alrededores. Y si ven a alguien, lo aniquilan. Me escucharon! No quiero que haya ningún superviviente.-

-Entendido!-

Apagó el aparatito y lo guardó.

-Que pesado es Madara, mis artilugios no fallan nunca.-

-Como te oiga ya puedes darte por muerto.-

Y así, haciendo bromas entre ellos, se fueron de allí.

Teníamos que hacer algo para que nadie descubriera quienes éramos y de donde éramos. Y lo único que se podía hacer era un cambio tanto de aspecto como de personalidad.

Así pues, empezamos con el cambio.

Utilizando el jutsu de cambió de aspecto cada uno de nosotros se creo su propio "yo", y nos prohibimos volver a nuestra apariencia original a no ser que fuese en lugares donde nadie pudiese vernos. También nos prohibimos el hecho de ser ninjas, a no ser que fuese en situaciones extremas, y comunicarnos entre nosotros…eso tan solo podríamos hacerlo tres veces al año y mediante pergaminos, ya que cada uno de nosotros seria destinado a un país o aldea distinto distinta.

Hinata y Naruto irían al país de las olas.

Tenten y Neji a la aldea de la luna.

Y yo les dije que conocía a una persona en la aldea de la lluvia que podría ayudarnos, y aunque me costó convencerlos puesto que iría yo sola, al final me dejaron.

Finalmente, lo último que nos faltaba por cambiar eran nuestras historias. Quienes ramos, de donde veníamos, de quien éramos hijos…

Una vez echo todo y sin nada más que hacer o decir, nos despedimos y cada uno se fue por su camino.

Pero nada más adentrarme en el bosque me detuve.

Les mentí, no conocía a nadie que nos ayudara, y no iba a cumplir ninguna de las normas y prohibiciones que nos habíamos puesto porque en mi mente solo existía una palabra.

Venganza

Deseaba la muerte a todos y cada uno de los que había destruido por completo mi vida.

Así que deshice el jutsu de cambió de aspecto y fui en busca de los cuatro ninjas que habían aparecido hacía un cuarto de hora en Konoha, o mejor dicho, lo que quedaba de ella.

No me costó mucho encontrarlos puesto que aun estaban por los alrededores y avanzaban lentamente. Se detuvieron en un punto, parecía que los muy estúpidos estaban peleando entre ellos, así que use el momento.

Me escondí a detrás de un árbol que estaba aun metro de distancia y esperé a que se diesen cuenta de mi presencia.

-Deforme, eso es lo que eres-

-Pues anda que tú no te quedas corto bicho planta-

-Pues…- se quedó cayado

Sabía que acababan de descubrir mi presencia.

-Sal de ahí quien quiera que seas!-

-hahahaha-sonreí como una niña, con la voz más inocente, pura y sádica que pude mientras salía de mi escondite

-Quien eres?-

-Que quien soy? Soy la persona que va a inundar todas y cada una de vuestras pesadilla. A la que le rogareis por vuestra vida, la que os torturara tanto en vuestros sueños como el día de vuestra muerte. Porque no me contendré, y vais a pagar por todo lo que le habéis hecho a Konoha y a su gente.-

Los cuatro se pusieron en posición de defensa ante las palabras de la pelirrosa.

-hahaha…tranquilos, no temáis que ahora no os voy a hacer nada. A cada uno ya le llegara su momento. Así que decidle a vuestro jefe que Sakura Haruno ninja de Konoha sigue viva. Y estad alerta…porque ya estáis avisados.-

Los ninjas, dándose cuenta de quien era, se abalanzaron sobre ella. Pero ya era demasiado tarde, pues Sakura se desvaneció en un remolino de flores de cerezo.

[Fin Flash Back]

Ahí empezó mi nueva vida, mi lucha, mi venganza.

Y no me detendré hasta que la cumpla.

Así que, por todo eso, hoy, después de dos años, después de haber tachado a veinte nombres de los de mi lista. Me encuentro en uno de los pueblos más escondidos del mundo ninja, Tebaki, haciendo masar por una concubina real para poder llegar asta el emperador y así matar a uno más de los tres que me quedan.

Ya que el verdadero nombre de este emperador es…Deidara.

.

.

.

Continuara...

Reviews please! *w*