Disclaimer: El universo de Harry Potter es de J.K. no pretendo robarme nada, bueno, si pudiera, me robaría a Draco *w* okya.
«Este fic participa para el reto especial de aniversario "Lo bueno viene de a Cuatro" del foro
La Noble y Ancestral Casa de los Black.»
Justicia: Que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde.
Tarde, demasiado tarde, faltan cinco minutos para el toque de queda y no llega, tendré que esperar para hablar con él.
El enojo desborda por cada uno de mis poros, segundo día que me deja plantado sin una explicación, no se quien piensa que soy o si cree que puede jugar conmigo de esta manera. Salí de la Sala de Menesteres, cubriéndome con la capa, no tengo ánimos de hablar con nadie.
Llegue a la torre de Gryffindor sin ningún percance en el camino, Ron y Hermione están hablando sobre alguna tarea, me dirigí directo a las habitaciones, me encerré en mi cama, poniendo todos mis deseos en que nadie se acercara ni pudiera abrir la cortina, al terminar de hacer el hechizo me agoté, la noche anterior no pude dormir por estar pensando en las posibles causas de que esté en ese estado, que me evite todo el tiempo. Mi mente comenzaba a convencer a mi corazón de que es el fin, que en algún punto de las vacaciones se rindió y ahora ni siquiera quiere hablar conmigo.
Avente mis lentes para poder tallar mis ojos, de repente escocían demasiado, limpie un par de lágrimas antes de que se derramara. Nadie tiene idea de lo que pasa, solo tres personas, he soltado indicios para que Ron y Hermione saquen sus conclusiones, no conté con qué pensarían que estoy paranoico.
No supe en que momento el agotamiento pudo conmigo, ocasionando que durmiera temprano y por ende, despertara aún más temprano, por lo que pude alistarme antes de que alguno de los chicos despertara, sigo sin ganas de hablar con alguien, me di un baño para poder bajar a desayunar, apenas termine, baje casi corriendo y cuidando de no encontrarme a Hermione, ella ya debe estar despierta.
El comedor está casi vacío, solo algunos Ravenclaw están presentes, mismos que se giraron cuando entre, volviendo a sus asuntos en cuanto me dirigí a mi mesa, tomé lo primero que vi, un racimo de uvas. No tardaron en aparecer los demás, por alguna broma del destino el tiempo se había pasado demasiado rápido.
No preste atención a mi alrededor, seguí comiendo hasta acabar con lo de mi plato, estaba por levantarme cuando la mano de Hermione me hizo sentarme de nuevo.
— ¿Qué ocurre? —Cuestione mirándola con un poco de irritación, ella no tiene la culpa, Harry.
— ¿No acabas de ver lo que ocurrió?
—No ¿De qué hablas? —Gire la cabeza para localizar de lo que estaba hablando, no logre encontrar su objetivo, así que me levante.
—En Slytherin, Harry. —Susurro con insistencia y un poco curiosa.
Voltee a ver hacia donde ella me indico, Malfoy está lleno de una sustancia verde y que a simple vista se ve demasiado pegajosa, una enorme sonrisa surco mi rostro, me senté de nuevo, las expresiones que pasan por su rostro son deleitantes, todos lo están observando, lo que siempre quiso ¿No?
—Se lo merece, dicen que hechizo a Mcmillan.
— ¿Sabes porque lo hizo?
—Dicen que fue porque el tipo no se le quitaba de encima, pero igual Malfoy se lo merece, justicia divina ¿Cómo rechazar a alguien de esa manera?
Una punzada de celos me incomodo, mire hacia la comida y decidí que es momento de salir, al parecer Malfoy y sus amigos ya tienen controlada la situación, me levante y fui directo a la puerta, me esconderé en la biblioteca, nadie me buscara ahí.
Claro, no pude llegar a la biblioteca, a medio camino alguien tomo mi brazo haciéndome trastabillar hasta un aula vacía, sobe mi brazo, el agarre fue demasiado fuerte.
— ¿Qué demonios te pasa? ¡IDIOTA! No vuelvas a hacer eso. —Dije antes de que pudiera hablar.
—Quiero que me escuches, no lo volveré a repetir. —En cualquier momento le salían volando los dientes de tanta presión a la que los está sometiendo.
— ¿Qué quieres? No tengo tiempo, tengo que terminar treinta centímetros de Adivinación, así que ¿Terminaste?
Los dos podemos meternos en el papel ¿Por qué quedarme atrás?
—Joder, Potter, no te pongas en ese plan, déjame…
— ¿Qué te deje? Bien, entonces me voy.
De nuevo puso su mano sobre mi brazo, me solté suave y me gire hacía él, su varita está apuntando a la puerta y sus labios se mueven.
—No te iras hasta que hablemos. No puedo creer que no me hicieras caso en el comedor.
—No me hablaste ¿Cómo querías que te hiciera caso?
—Todo el desayuno traté de interceptar tu mirada, y luego esa estúpida carta de los gemelos, debí suponer que tomarían medidas disciplinarias.
—Yo no les dije nada. No necesito que ellos hagan lo que me corresponde. ¿Por qué si querías terminar no lo dijiste simplemente? No me hubiera molestado, Draco.
—Es que ese no es el plan, Harry. Estoy en problemas.
— ¿Fue en estas vacaciones?
—Sí, se paseó por la Mansión como si fuera el dueño, no te lo pediría si no lo pudiera tolerar, no quiero destruirme en el proceso, sé que prometí ser un espía, no puedo, Harry.
Lo vi quebrarse frente a mí, cayó sobre sus rodillas y cubrió su rostro, estoy seguro de que está llorando, me puse a su altura y separé su rostro de sus manos, puse las mías sobre sus mejillas.
—Hay otras maneras, lo estuve pensando todo el verano, ya lo hablé con Hermione y está de acuerdo.
— ¿Qué es?
—No vamos a seguir pidiéndole permiso a Dumbledore, muchas personas le son fieles ciegamente, pero un trabajo de investigación reveló que Tonks no, Remus está más que dispuesto a apoyarnos, y sí, tuve que hablar con el profesor Snape. Me dijo que nunca tome una decisión tan acertada como esta.
—Entonces… ¿Tú me protegerás? ¿Cómo haremos eso?
—Fácil. ¿Dónde quieres vivir? ¿En la Mansión Potter o en la Casa Black? Si me permites opinar, la mansión está en mejor estado, y tiene elfos más agradables, además de que cuenta con la seguridad de que Dumbledore no tiene acceso a ella.
— ¿Cómo la encontraste? Todos dicen que se perdió cuando murió tu abuelo.
—Sí, estaba perdida hasta hace unos meses, llego una carta de Gringotts.
—Así que te la dejo. —Sus ojos ya no lagrimeaban, su voz ya está controlada. Se sentó y me jalo hacía su regazo.
—¿Entonces? No has respondido mi pregunta.
—Está por demás decirlo, ya conozco la Casa Black, la de los Potter no, además tengo curiosidad ¿Dónde está?
—No lo puedo decir, tiene un fuerte fidelio.
Me miro condescendiente, una sonrisa se mostró en sus labios.
—Entonces tendrás que hacerme parte de ti.
—Exactamente.
¡Hola! Sí, no pude evitarlo, necesitaba explorar este tema x'D Así que aquí esta, yo creo que lo terminare para el jueves que entra, si no es que antes, espero que les guste.
Nos estamos leyendo, ranitas.
