Mi verdad.

Me invitaste a pasear, con el pretexto de estrenar mi nuevo vestido.

Es verdad que me sentí alegre cuando me dijiste que me veía linda, pero sentí, por un instante, que aún me mirabas como en aquellos tiempos.

Tu presencia formaba parte de un todo para mi; eras chiflado, alegre y malicioso. No me molestaba del todo, puesto que tenía sus buenos momentos, pero había otros en los que me hubiera gustado que me tratara un poco mejor, que fuera más "amable" conmigo.

Te observo al caminar y tu sonrisa serena parece decirme "Soy amable, pero tú aún no te has dado cuenta"; si te pregunto, como en aquellos tiempos, estoy totalmente segura de que responderías lo mismo, comenzaríamos "esa" conversación de siempre con la que tanto daño nos hacíamos y tras la cual terminábamos de dos maneras. Una, acostándome contigo, compartiendo unos instantes mi ser con el tuyo, a través de la entrega, pero despertando sola; dos, sería quedarme sola, ahogándome en ira, sintiéndome incompetente, incapaz de demostrar lo que grito en defensa propia, usando de escudo el hechizo. Esa solía ser mi verdad.

En momentos de lucidez, deseaba que fueras diferente.

Una persona tierna y amable, pero no esa amabilidad fría que mostraban los demás; quería a una persona que me acogiera y corrigiera con cariño, sin lastimarme más de lo que ya estaba, sin dejarme como a una pequeña criatura en un callejón.

A veces, deseaba que nosotros sencillamente no "fuéramos". Ni tú ni yo, ni nadie. Que esta vida fuese solo un sueño, del cual, al despertar, se dispersara con la luz matutina.

Pero esa no era mi verdad. Al verte, quedo totalmente desarmada. Tú eres mi verdad.

Al verte, tenerte, tocarte, todo mi mundo se libera de cada una de esas emociones que me lastiman, y una voz resurge en mi interior gritando: Te amo.

Por eso, no quiero que tú te vayas, no quiero que me dejes, por que tú eres mi "espacio", la parte más importante de mi corazón, y me siento perdida cuando no estás a mi lado.

-Pareces dormida¿te sientes bien? –me preguntas dándome una sonrisa.

Y la verdad, nada me importa estando contigo. Estar a tu lado, es todo lo que deseo, lo que me mantiene con vida, y lo sabes, por eso pones tu mano en mi cintura y me miras con amor.

Esa… es mi verdad.

FIN (Dedicado a los fans de Aki-Gure) y gracias.