Entré a la misma cafetería de siempre. Estaba cansado de lo mismo. No me gustaba la rutina. Pero no tenía de otra. Levantarme casi todos los días de la semana a las 5am, bañarme con agua fría, comer lo mismo, hacer lo mismo,... era difícil.
Me dolían los hombros, más uno donde tengo la mayor fuerza para hacer todo, el codo y la cabeza. No podía dormir bien hace unos días, me quedaba dormido hasta la de la mañana. Sabía que tenía ojeras, pero encontré un tipo de crema hidratante con bloqueador solar para ocultarlo. Es Minnesota, pero bueno, uno nunca sabe cuando puede amanecer soleado, al menos una vez cada 6 mil años. No había estado comiendo mucho y el trabajo pesado estaba acabado conmigo, mi cuerpo colapsaba en el descanso y cuando llegaba a la comodidad de mi sillón remendado de mi departamento, me sentía una mierda.
Mi vida se había vuelto más frustrante y complicada desde hace unos años. No quiero pensar en este momento sobre mi vida, el trabajo ya es lo suficientemente pesado y estresante para ocupar mi mente ahora. Mi jefe es una mierda, con costo mi salario me alcanza para comprar la comida. Creo que lo único positivo de esto es que tengo a mis mejores amigos conmigo y creo que no todo mundo tope con esa suerte. Supongo que en algún sentido soy afortunado.
-¡Hey, Logan!
-Hola, Carlos.- saludé a mi amigo y caminé al lugar donde están los casilleros. Abrí el mío y metí mis cosas, nada más mi billetera, bufanda y abrigo, agarré mi delantal y lo amarré en mi cintura. Tomé el pequeño bloc de notas y un lapicero. Salí de la parte de atrás y fui al salón.
-Parece que alguien está de mal humor.
-No estoy de mal humor, Carlos. Es sólo que...-un bostezo no me dejó terminar la oración. Tapé la boca con la mano. -Ahh, tengo un poco de sueño, es todo.
-Claro que es sueño, amigo. Anoche te fuiste a casa muy tarde. Tu turno terminaba a las 6.
-Lo sé, pero...- otro bostezo. -En verdad necesito el dinero extra, Bitters me llamó hace una semana para decirme que le debo 2 meses de renta y siempre me mira cuando paso hacia las escaleras. Creo que no podré seguir en la escuela este trimestre... O tal vez todo el año.
-¡Ow, Logie!- se dio la vuelta en la barra para poder abrazarme -Ya te he dicho que te puedes ir a vivir conmigo.
-Lo sé... Pero creo que a James no le gustaría mucho.
Carlos se separó de mí -No seas tonto, Logan. Claro que no. James es tu amigo. No creo que se enoje o algo.
-Aún así... Si me voy a vivir con ustedes, dormiría menos.
Carlos hizo una expresión de confusión. -¿Por?
-¿Recuerdas la vez que me quedé a dormir en tu casa? Eran como las 3 de la mañana y se escuchaban unos ruidos arriba. Te iba a hablar, pero no estaba en la colchoneta. Me levanté del sofá y subí las escaleras, llegué a tu cuarto, ¿y que vi? A mi mejor amigo y su novio sobre la cama en medio acto.
El rostro de Carlos se volvió de un rojo muy brillante. -L-Logan, yo...
-¡No digas nada! Aún tengo pesadillas...
Después de ese ligero momento incómodo, Carlos hizo una expresión de sorpresa y después una sonrisa enorme, tuvo una idea. -Loges, escucha: tú eres mi mejor amigo y yo no permitiré que mi mejor amigo este en estás condiciones. Por favor, múdate a casa conmigo y James. Si te incomoda que tengamos sexo, sólo le dijo a James que...
-No, no, Carlos.- negó con la cabeza. -No quiero que por mi culpa las cosas contigo y James sean así. Ustedes son una pareja y... eso hacen las parejas, se besan, tienen sexo... y yo no quiero que dejen de actuar como una pareja por mi culpa, ¿entiendes?
-P-pero...
-Nada de peros. Yo veré como me las arreglo, ¿sí? Eres un gran amigo, Litos.
-Está bien, Loges. Pero sabes que cuando necesites algo, estaré siempre para ti. Te quiero amigo.
-Yo también te quiero, Litos.
-Disculpe mesero...
-Creo que tienes trabajo.
-Ni me lo recuerdes...
[...]
Pusé la bandeja junto a las demás para ser lavadas. Ya habían pasado unas cuantas horas desde que llegué a este infierno. Habían llegado muchas personas, eso era bueno ya que me dejaron mucha propina, pero lo malo era que solo estada yo en el salón atendiendo y eran más o menos 8 mesas adentro y 4 afuera. No sabía cuánto más pudieran aguantar mi pies. Cada vez que cerrada los ojos y me dejaba caer en una silla, sentía que iba a caer dormido. Lo único que estaba en mi mente en este momento era "¿Cuándo llegará James?"
James y Carlos trabajaban en la cocina y yo de mesero, pero algunas veces Carlos o James me ayudan en el salón. Sí, necesitaba más ayuda, pero el estúpido de Gustavo era un tacaño que no quería contratar a más empleados... Sólo nosotros cuatro contra todos los clientes.
Dak Zevon era un salonero igual que yo, era mi novio, pero tuvo que ir a Los Angeles, -su cuidad natal- porque está pasando algo muy frágil con su familia. Hacía una semana que su mamá lo había llamado para decirle que su padre estaba saliendo todas las noches a tomar y llegaba muy ebrio en la madrugada y cuando llegaba, destrozaba todo lo que estaba a su alcance: adornos, platos, sofás, objetos valiosos, jarrones... Hasta que llegó una noche y le dio una GRAN cachetada a su mamá. Dak al oír eso, no lo pensó mucho y empacó. Estaba muy preocupado por todo, yo solo esperaba que no le pasara nada malo a él en el viaje ni con su familia. Dak y yo éramos novios hace más o menos dos años.
Tal vez pensarán... "¿Porqué, Logan, no le dices a tu novio de tu situación económica?" Bueno, Dak lo sabe y me ha dicho casi lo mismo que me dijo Carlos, que me fuera a vivir con él, pero no lo iba a hacer, no soy terco, siempre digo que no, pero es solo porque no lo quiero molestar. Lo amo y no quiero darle problemas o algo.
Soy perfectamente maduro para cuidar de mí mismo. Él ya hizo suficiente con ayudarme a pagar el departamento hace unos meses.
Volviendo a la actualidad... terminé de limpiar la ultima mesa y me iba a sentar un momento para descansar y esperar que una señora y uno niño terminaran de comer, en este momento no quería pensar en NADA, no quería pensar en absolutamente nada. Sólo quería descansar y relajarse antes de que...
-...Muchas gracias, señor Rouque.
-No es nada, perro. Sólo no vengas tarde mañana, o si no... ya sabes lo que pasa.
-N-no se preocupe, Sr. Rouque. Estaré aquí a primera hora, se lo prometo.
-Más te vale, perro. Ahora ya vete.
Escuché a Gustavo y a un chico salir de la oficina de Gustavo y caminar hacia la puerta, yo de curioso vi y... era el chico más guapo que había visto en toda mi vida. Un cabello rubio arenoso hermoso, ojos verdes hipnotizadores, piel suave, y la sonrisa más hermosa que jamás vi. Sólo me sonrío y se fue, fueron segundos, pero... wow. Únicamente lo vi irse, siendo sincero, era lindo y sexy...
"¡No, No Logan! ¡No puedes pensar eso! Tu novio es Dak y... estás pasando por algo muy... muy, eh, muy difícil. No puedes ser un puto y meterte con otro chico y..."
-¡Perro! ¿Qué haces así sentado? ¿Qué no ves que ya llegaron más clientes?
-A-ahm, yo...
-¡A trabajar!- me levantó y caminé donde la gente. Esperaba que el día pasara rápido, pero... ¡apenas eran las 10! Esperen, ¿10? ¡10! ¡Sí! Perfecto en cualquier momento llega James. Y sí, al instante llego James con un casco de moto en la mano y con una chaqueta negra.
-¡James!- grité y lo abrazé.
-Jeje, también me alega verte Logie.- Lo solté y fuimos a la cocina. Dejé la bandeja en su lugar y unas notas con pedidos.
-¡JAMIE!- al voltear vi a Carlos sobre James besándolo.
-Chicos, no en la cocina.- James y Carlos se separaron, se sonrieron el uno al otro y volvieron a sus labores de siempre.
[...]
Dejé escapar por milésimas vez un suspiro en el día, en esta ocasión al entrar a mi departamento, mi solitario, oscuro y triste departamento. Cerré la puerta detrás de mí, arrojé las llaves en un sillón y caminé cabizbajo al sofá, en donde me desplomé y dejé escapar un gran suspiro, otra vez. Mis pies dolían, y mucho, a regañadientes me levanté y fui a la cocina para prepararme algo de comer. Al llegar a la alacena agarré lo primero y más rápido de hacer y comer, cereal con leche. Me serví en un plato hondo y me senté de vuelta en el sillón, agarré el control remoto que estaba sobre la mesa y puse las noticias (que ya casi terminaban). Muerte, muerte y más muerte, era lo único que anunciaban. Era triste saber que habían personas que terminaban con sus vidas, pero no las culpo, por un tiempo yo igual pensé en acabar con la mía, pero fue allí donde apareció Dak y me hizo volver a sonreír. Lo amaba tanto... y ahora me siento mal por haber pensado mal del chico rubio de la tarde. Maldición, creí que lo había olvidado. No sé porqué siento que ya lo había visto antes... no sé dónde, pero ya lo había hecho.
Sentí una vibración y escuché una música desde mi bolsa del pantalón, era mi celular avisándole que tenía una llamada. Saqué el teléfono celular y vi en la pantalla quién era, Dak. Deslizé el dedo por la pantalla y puse el móvil en mi oído.
-¿Aló? ¡Dak!
-¡Hola, bebé! ¿Cómo estás? No sabes cuánto te extraño.
-¡Dak! ¡Ow! Yo también estoy así. Me siento mal, no tienes idea de cuánto me haces falta y lo mal que me siento de trabajar tanto.
-Ow, nene. Te he dicho millones de veces que te vayas a vivir conmigo.- tal vez no debí de decir eso, ahora va a tratar de convencerme de nuevo. -Hemos sido pareja hace mucho, al vivir juntos no tendrás que trabajar porque YO te...
-Dakie, te amo, pero ya te dije, no me siento preparado, ¿entiendes?
Se escuchó a Dak suspirar. -De acuerdo, Logie. Me tengo que ir, te amo.
Sentí mi corazón romperse y mis ojos aguarse -Adiós, Dak.
-Que descanses, te llamo mañana...- ¡Oh, es cierto! ¡Soy un idiota!
-¡Dak, espera!
-¿Qué sucede?
-¿Cuándo vuelves?
-Probablemente dentro de una semana, estoy ayudando a mamá a combatir su temor hacia papá.
-¿Dónde está tu papá?
-Está en... la cárcel. Lo encontraron drogado cerca de una escuela y los de la policía se lo llevaron.
-Oh, por Dios. Lo siento mucho, amor.
-No te preocupes, Logie. Me tengo que ir, te amo mucho.
-Yo también te amo Dak. Adiós.
-Qué descanses, de veo pronto.
Aparté el celular de mi oreja y colgué. Estaba triste. Hace mucho que no veía a mi novio y lo extrañaba; me sentía sofocado de estar sólo en un lugar pequeño, sin nada que hacer, ni estar con nadie y lo peor de todo era que no podía hacer nada, mi pies dolían y quemaban.
Apagué el televisor y caminé hacia mi cuarto, dejando por completo mi cereal ya horrible sobre la mesa, me senté en la cama y me empezé a desvestir para darme una ducha caliente. Al terminar de quitarme la ropa, fui a mi armario para sacar un paño, luego entré en el baño, me metí y encendí la llave del tubo. Calculé que el agua no saliera tan fría ni tan caliente, quería relajar mi cuerpo de todo el estrés.
-Ahhh...
Se sentía más relajado con forme le caía agua sobre mi cuerpo, la tensión y el estrés desaparecían. Agarré un poco de jabón y limpié mi cuerpo; mi mano se dirigió a hacia mi estómago, un dedo enterando en mi ombligo y después bajando hasta mi pelvis y luego a mi polla en donde "accidentalmente" hice un poco de fricción.
Mi cabeza se lanzó hacia atrás al sentir un ligero placer, un placer que hace meses no sentía. Me empezaba a poner más duro cada vez. Sin pensarlo dos veces volví hacer con un poco más de velocidad imaginando que era la mano de Dak quién me tenía. En unos minutos sentí un cosquilleo familiar. Me recosté en la pared y fui más rápido, pasé mi pulgar por mi abertura y un placer intenso se apoderó de mí y semen espeso y caliente bajó desde mi miembro estimulado.
Al terminar de bañarme, envolví el paño en mi cintura y salí. Me puse unos bóxer y me acosté en mi cama. Extrañaba lo reconfortante y cálido de Dak detrás mí, con sus brazos abrazándome. Extrañaba sus besos y su voz, su aliento caliente y oloroso a menta. Siempre fue un adicto a la limpieza. Necesitaba sus palabras dulces y sus besos en mi nuca para dormir.
Lo extrañaba tanto a él. Él era mi todo. Él es mi familia y la persona que estuvo conmigo desde que mi vida acá empezó. Lo amo y lo necesito tanto ahora mismo.
Una sola lágrima bajó de mi ojo izquierdo. Me dolía todo. Física y sentimental.
-Mi vida apesta. Esto es una mierda...
Cerrando sus ojos, di una vuelta para dormir de lado. Necesitaba a Dak conmigo lo más posible. Sentía que iba a morir sin él.
