Ni Harry Potter y sus personajes no me pertenecen, son de JKR y sus respectivos. Tampoco es mío nada de El mensajero de los corazones rotos, le pertenece a Alexander Vance.
Esta historia es de mi autoría y ESTA BASADA en el libro antes mencionado. NO ES LO MISMO, SOLO ESTA ACOPLADA A HARRY POTTER. Se repiten algunos diálogos e ideas para hacer referencia al libro.
Por último:
Olvídense del quinto libro. Por su atención, Gracias.
The Heartbreak Messenger
De como comenzó todo:
Todo comenzó tres semanas después de que iniciaran las clases. Los chicos, ahora de quinto año, escuchaban a Dean hablar de lo que había hecho en las vacaciones, añadiendo cada uno un pequeño comentario. Harry, como siempre cuando hablaban de estos temas, permanecía callado, riendo de vez en cuando por alguna broma bien añadida. Pronto todos estallaron a carcajadas cuando Neville admitió haber caído de las escaleras más de cinco veces ese verano.
Las cosas seguían un tanto tensas, sobre todo con lo que había pasado el año anterior. Estaba feliz de que sus amigos lo hubieran apoyado. Vio a Dean poner una mirada picara y picotearle el brazo a Seamus, quién no parecía tener su humor usual.
-Escuche que estás saliendo con Susan…- presionó Thomas, pero no obtuvo la reacción deseada. En vez de sonrojarse y balbucear, Seamus suspiró y pareció deprimirse aún más.- ¿Qué sucede?- urgió el chico negro.
-Estoy en problemas.- dijo, con los ojos hundidos.
-¿De qué hablas? Cuando comenzó el año lo único que hacías era presumir que te la habías ligado en verano.- apremió Ron.
-Es justo ahí donde está el problema.- Seamus los miró con cara de preocupación.
-No entiendo.- opinó Longbottom.
-Pasar el verano con ella fue fantástico… pero creo que ahí acabo todo, ya saben.- dijo, alzando ambas cejas.- Amor de verano…
-Eso es estúpido…
-¿Sabes lo que hemos estado haciendo desde que inició el año? ¡Pelear!- extendió los brazos, disgustado.- Que si quiero ir al comedor, ella dice: no mejor a la biblioteca. Que si debo regresar al dormitorio porque mis zapatos ¡NO COMBINAN! Me hizo cargar las bolsas de sus amigas cuando fuimos a Hosmeade. Por suerte me escapé, le dije que me sentía enfermo.
Harry poco a poco estaba perdiendo el interés, los temas relacionados al amor no le interesaban. Poco tiempo tenía para eso, sin embargo la estridente voz de Finnigan le impedía desconectarse por completo de la conversación.
-Ayer me vio pasándole una nota a Parvati, me ha hecho una escena terrible.- Neville y Dean, que estuvieron presentes en la mencionada discusión, negaron con la cabeza, abatidos.- Cambió tanto de lo que teníamos en verano, era pura risa y diversión, ahora… ahora me siento atrapado y…
-Pues termínala.- aconsejó Harry, ya harto.- si ya no la aguantas, termínala.
-Es fácil decirlo, es que…- el irlandés tragó duro.- no sé cómo hacerlo. Nunca lo he hecho antes.
-Cierto, usualmente las chicas de tan el batazo primero.- se burló el único pelirrojo.
-¡Oh Cállate!
-Envíale una carta.- ofreció Neville.
-¡Claro que no! ¿No escuchaste lo que le pasó a Miles Bletchey cuando hizo eso mismo a Daphne Greengras? ¡Estuvo un mes en la enfermería! Ahora nadie le da la siquiera la espalda a esa chica.
-Eso es cosa de Slytherins.- le restó importancia Weasley.
-No pienso arriesgarme, mujeres son mujeres. Aunque sean Slytherins…- pronto abrió los ojos como platos y miró a Dean.- Hazlo por mí
-¿Qué? Ni hablar, no soy un desalmado.
Harry solo quería que la conversación se terminara, así que no pensó muy bien sus siguientes palabras.
-Yo lo hago
Lo que nos lleva a donde estamos ahora.
Contrario a la teoría general, que era una apuesta sobre que la chica iba a estar destrozada, véase entonces a los chicos escondidos en un rincón observando mientras él buscaba a Susan, a quién poco o nada pareció importarle cuando Harry, después de apartarla de sus amigas y llevarla a un lugar discreto, le comunicó que Seamus rompía con ella. Harry se sorprendió al verla soltar una carcajada de forma ácida, de esas que les salen perfectamente a las chicas Slytherin, o a todas las chicas, ya no estaba seguro.
-¿Te ha enviado a decirme eso?
-Eh… sí. Yo…
-No importa.- por un momento pensó que iba a mandarle un mensaje para su ahora ex, pero lo que dijo lo dejó perplejo.- ¿Sabes Harry? Si alguna vez vas a romper con una chica, hazlo tú mismo, eso al menos muestra respeto.- se dio la vuelta pero regresó los pocos pasos que había dado.- Y llévale flores y bombones, las flores dicen "gracias por los buenos recuerdos" y los bombones…bueno, tampoco querrás que se quede completamente sola.*
Y se fue sin más.
Estaba un poco sorprendido. Poco sabía él de chicas, y poco le importaban de hecho, pero por lo que sabía ella debía haberse ido llorando y él debería sentir un poco de culpa. No había pasado ninguna de las dos.
Qué bueno que no había apostado.
-¡No puedo creer que lo hicieras!
-Vamos Hermionie, no es para tanto…- mitigó Ron.
-¡Harry!- exclamó. Tratando de que la ayudara a hacer entrar en razón al pelirrojo. Pero el moreno se encogió de hombros.
-Ella se lo tomo muy bien…- fue lo único que dijo.- Mírala, ni siquiera ahora se ve deprimida.- los tres observaron a la chica en la mesa de Hufflepuff, estaba riéndose de algo con sus amigas. Hermionie bufó.
-Por supuesto no le va a dar el gusto
-Vamos Herm, no fue nada serio…
-Ronald, si entendieras algo de chicas sabrías que…
-¡Hey! Harry…
El susurro había detenido los regaños de la castaña, los tres miraron hacia la mesa de Ravenclaw donde Anthony Goldstein les miraba nervioso. El chico se levantó de la silla y se acercó a ellos, mucho más a Harry.
-Escucha amigo, he oído lo que hiciste con Susan…
-¿Ven? - dijo la chica.- incluso a Anthony le parece malvado…
-Eh… si, claro.- contestó el aludido.- Verás Harry.- ahora trató de que solo el moreno lo escuchara infructuosamente.- yo he estado saliendo con Marietta Edgecombe ¿La recuerdas? Es amiga de Cho… Las cosas no están tan bien y me preguntaba si…
-¡Oh! ¡No me quedaré a oír esto!
Las cosas no habían salido tan bien con la chica de Ravenclaw. Marietta había agarrado su varita y lo había acribillado a hechizos, menos mal que había aprendido el Protego. Le armó una buena bronca a Goldstein por no advertirle que su novia estaba loca y lo calmó el hecho de que parecía sentirse culpable, fue cuando le ofreció hacerle los deberes de Encantamientos durante toda la semana a modo de compensarle. Y Harry no había podido decirle que no.
Se dice a sí mismo, que no lo hará de nuevo.
*Esta es una frase que Melissa le dice a Quentin.
Este capítulo fue corto, pero es como la introducción para los que no han leído el libro.
Donot:)
