¤ Claim: Hao/Pascal Avaf.
¤ Prompt: Nada ha cambiado.
¤ Extensión: 532.
¤ Advertencia: Shonen ai, spoiler del tomo 23.
¤ Notas: Raro (¿Cuándo no?), pero me gustó ~~. Hecho para el DTM de Crack&Roll.


Hao lo reconoce fácilmente, a pesar de la extraña forma que tiene en ese instante. La sensación de su alma es la misma de hace mil años. Y sonríe, con prepotencia, cuando esos ojos dorados le miran. Le demuestra así que no lo ha olvidado y Pascal Avaf frunce el ceño al entender el gesto.

Cuando la noche cae, y el problema con el Golem está resuelto, Avaf se marcha, pues cree que las cosas deben de aclararse en ese instante, así podrá seguir con su decisión de ayudar a esos chicos sin remordimiento alguno.

Llega a la base donde Hao y los suyos están instalados. No le cuesta dar con el japonés, puesto que este se encuentra a fuera, como si lo esperara (y Avaf no duda de que así sea).

―Prefiero tu aspecto de la última vez que nos vimos ―dice Hao, en el momento en que se coloca a su espalda. Avaf bufa, cruzándose de brazos. Hao voltea un poco la cabeza, mirándolo de reojo―. ¿No me cumplirás ese pequeño capricho?

El espíritu olmeca gira los ojos, notando que él al parecer no ha cambiado. Se concentra y deja su aspecto amorfo para recuperar su forma humana. Hao se voltea a verlo, sin poder evitar sonreír por la ironía. Hace mil años Pascal Avaf le había parecido tan joven, tan inexperto, y ahora él mismo se presentaba de esa edad al torneo, como si el destino quisiera jugarle una (muy mala) broma.

El autoproclamado Rey de las Estrellas se acerca al moreno, gira a su alrededor, inspeccionándolo, para después detenerse frente a él. Avaf frunce el ceño, pero no se aparta cuando Hao extiende su mano y le acaricia la mejilla. El tacto lo siente extraño, aunque está seguro que su espíritu solamente reacciona ante los recuerdos de antaño.

―¿Sabes? Tu aspecto siempre me gustó. Tan exótico, tan misterioso ―murmura Hao, siguiendo con su caricia lejana, sumido en las memorias de su primera vida. Pascal Avaf se aparta, dando un paso atrás, antes de que esas mismas memorias le dominen. Y Hao sonríe, con malicia, al notarlo.

―Es suficiente ―dice el espíritu, perdiendo su forma humana y recuperando aquella que le hace parecer un dios―. He comprobado aquello por lo que vine. Así que me marcho ―Se dio media vuelta, dispuesto a salir flotando de ahí, pero la voz de Hao lo detiene.

―¿Decepcionado por lo que has descubierto?

Pascal Avaf le mira y Hao no puede descifrar su mirada.

―¿Y por qué lo estaría? Eres el mismo de hace mil años. Un poco más joven, un poco más emocional. Pero el mismo al fin y al cabo.

Y se marcha, y Hao sonríe, a pesar de que no acepta sus últimas palabras. Él también se dio cuenta que Pascal Avaf no ha cambiado, sigue siendo el mismo iluso de siempre. Pero está contento, porque el tenerlo ahí significa que las cosas serán más divertidas que hasta el momento.

Y esa noche Hao Asakura se permite soñar con aquellos días en los cuales conoció al joven guerreo, y en los que disfrutó haciéndole dudar de la humanidad, al grado de haber estado a punto de tenerlo a su lado.


¿Review? :3