¤ Prompt: ¿Acaso olvidaste el porqué estamos aquí?
¤ Extensión: 504.
¤ Advertencia: Spoiler de la saga de CP9. Leve, levísimo shonen ai.
¤ Notas: Uso uno que otro termino de carpintero (?). Hecho para el DTM de Crack&Roll.


A Kaku, recientemente convertido en capataz, le había tocado inspeccionar la obra más grande que tenía en ese momento Galley-La. Se subió al codaste del buque, admirando el tamaño del mismo, pues fácilmente cabían sentadas tres personas sin necesidad de estar pegados el uno del otro.

Desde esa altura, miró a su alrededor, disfrutando de la vista que Water 7 le presentaba. Bajó la mirada y observó con un deleite casi infantil las actividades que se realizaban en el muelle uno. Los carpinteros iban de un lado a otro, algunos transportaban tablas, otros se dedicaban a armar y pulir tanto cañones como mascarones. Tanta vida, tanta armonía y compañerismo se podía sentir en el ambiente que inevitablemente Kaku se sentía contagiado por los mismos.

Se sentó, para después recostarse, dejando que la brisa marina lo arrullara. Dos años y medio, es lo que llevaba ahí y ya podía asegurar que no existía mejor que no existía mejor lugar para vivir que no fuera Water 7.

Tan relajado se encontraba que no se dio cuenta de que no estaba solo, hasta que la sombra de alguien lo cubrió por completo. Miró hacía arriba y se encontró con el inexpresivo rostro de Rucchi, pero no hizo movimiento alguno de querer levantarse.

―¿Qué estas haciendo? Koo, koo ―habló Hattori, desde el hombro de Rucchi. Kaku soltó una risita, divertido.

―En verdad que te has acostumbrado a hablar a través de él. Mira que has perdido totalmente tu característica seria ―y siguió riendo. Rucchi frunció el ceño y de un brinco se colocó en cuclillas sobre Kaku, acercando su rostro al suyo. Hattori había volando, posándose sobre el codaste, cerca suyo. Kaku guardó silencio, reconociendo la fría mirada que tenía el hombre.

―Y tu te has metido tanto en tu papel que pareces haber olvidado el porqué estamos aquí, Kaku ―La fría voz de Rucchi sobre su rostro estremeció al más joven, a la vez que lo hacía regresar a la realidad (su realidad).

―Por supuesto que no lo he olvidado ―Kaku lo empujó hacia atrás, para poder sentarse. Rucchi se cruzó de brazos, momento que Hattori aprovechó para volverse a colocar en su hombro. La expresión de tranquilidad había desaparecido del rostro de Kaku, siendo reemplazada por una seriedad que resultaría extraña para cualquiera de los habitantes de esa Isla que lo mirara― Pero sino logro convencerte a ti no lograré convencer a nadie. ¿No crees?

Rucchi alzó una ceja, un tanto incrédulo.

―Haz lo que quieras, koo, sólo no te olvides de nuestra misión, koo, koo ―habló Hattori. Rucchi saltó hacía el suelo y fue aplaudido por los demás carpinteros, admirados por la destreza del capataz.

Kaku, al estar sólo nuevamente, fijó su vista en la gran fuente que adorna el centro de la isla. Un suspiro taciturno escapó de sus labios.

―Ojalá esta misión termine antes de que me encariñe completamente ―murmuró para si, antes de levantarse y regresar a trabajar, recuperando esa falsa personalidad que se había creado desde que llegó a esa isla.


¿Review? :3