Antes de empezar…

Hola a todos aquí les traigo un nuevo fic, esta vez un crossover de DMC y Kodomo no Jikan. Cabe mencionar que los personajes al igual que las series no me pertenecen. Ahora comencemos con el fic…

Habían pasado ya casi tres años, tres años desde la última vez que lo vio, que se despidió. Su promesa se mantenía y así seria hasta que volvieran a encontrarse. Todos los días el nombre de Aoki Daisuke recorría la mente de Rin.

Era una bella mañana, el sol brillaba en las calles por las que transitaban diferentes personas. Rin iba ocupada en sus pensamientos y recorría el camino hacia su escuela casi de forma espontánea. Pero una voz la saco de sus pensamientos.

-Vamos Rin, camina que se nos hace tarde-le decía una chica de la misma edad.

-Ya voy, lo siento Mimi-se disculpaba la rubia casi sin importancia.

-No sé porque estas tan interesada en llegar temprano, es ya el tercer día-se quejaban una joven de menor estatura y de cabellos negros.

Mimi solo hizo un leve gesto de enojo con su compañera pero siguió caminando.

-Por cierto Rin ¿Por qué tan distraída?-le pregunto Kuro Kagami ignorando a Mimi.

-Por nada-le sonrió Kokonoe.

-Como digas-suspiro la más baja.

Siguieron caminando hasta doblar a la izquierda en una calle. A unos pocos metros se veían los muros de la institución a la que concurrían. Ya en la entrada principal estaba gravado el nombre del instituto en una placa, "Secundaria Hellingstone" decía claramente.

Apenas entraron se toparon con el gran patio frontal, al que ya estaban acostumbradas a ver hace ya más de dos años. Presenciaron un rato la fuente que tenía en el centro y luego prosiguieron a entrar.

El edificio era bastante amplio (igual a las escuelas de los anime) tenía un reloj justo en el centro que marcaba que ya eran más de las 7:00.

-Apúrense, estamos retrasados para la reunión-apuraba un hombre de pelo blanco peinado hacia atrás y que traía puesta una gabardina azul.

-Tranquilo hermanito, no creo que sea para tanto-decía despreocupadamente un hombre del mismo color de pelo que traía una gabardina roja.

-¿Podrías alguna vez tomarte enserio las cosas?-le reprochaba un joven que venía un poco más atrás y que era casi idéntico al de chaqueta roja.

-¿Tú también, niño? Parece que Vergil te contagio lo responsable-rio el segundo acomodándose un estuche que parecía ser de una guitarra.

-Camina imbécil-le dijo el de gabardina azul y así los tres entraron a la escuela.

Apenas entraron fueron recibidos por un hombre que parecía ser un secretario, que los condujo hasta la oficina del director (o rector).

Ellos golpearon la puerta y al segundo escucharon "Pase" y entraron.

-Los estaba esperando-los saludo un hombre de cabello negro que denotaba algunas canas, de expresión seria en el rostro, que se encontraba en su escritorio-Tomen asiento-dijo el director.

Al segundo el hombre más adulto de gabardina roja se sentó en una de las sillas y apoyo sus pies arriba del escritorio.

-Siempre igual Dante-murmuro para sí mismo el más joven.

-Bueno, díganos sin rodeos ¿Por qué nos llamó?-pregunto Dante mientras que sus acompañantes se acomodaban en las sillas.

-Si…-dijo este ignorando la falta de modales de Dante-Vera ya deben más o menos saber para que los traje, últimamente hemos tenido problemas con…

-Demonios-concreto la frase Vergil cruzándose de brazos.

-Exactamente, se dice que han asechado a estudiantes mientras volvían a sus casas-dijo el hombre de alrededor de cuarenta o cincuenta-Yo mismo los he visto una vez, pero me parece raro que no hayan hecho daños graves a los alumnos.

-Es como si estuvieran buscando algo o tal vez sigan ordenes-dijo pensativo el más joven del grupo.

-No lo sé, solo quiero que se encarguen de proteger a los estudiantes y a esta institución-dijo el rector-Seguro habrán leído los documentos que les mande.

-Si, al igual que usted espero haya cumplido con las instrucciones que le di-dijo Vergil que recibió una afirmativa del profesor y las miradas de sorpresa de sus compañeros.

-¿A qué se refiere, Nero?-pregunto Dante a el más joven, este solo se encogió de hombros y negó con la cabeza.

-¿Entonces comenzaran hoy?-pregunto el director.

-Claro, solo díganos nuestros horarios-respondió el de chaqueta azul.

-¿Horarios? ¿Qué pasa aquí?-preguntaron Dante y Nero confundidos.

-Idiotas ¿Acaso no leyeron los documentos que les di?-dijo algo fastidiado Vergil.

-Pues…-dijeron al unísono los otros dos.

-No puede ser-el albino de pelo peinado hacia atrás se llevó la mano a la cara-Se los explicare rápido, para justificar nuestra presencia nos haremos pasar por personal del colegio.

-En otras palabras serán profesores-añadió el director.

-¿¡Que!?-exclamaron al mismo tiempo Dante y Nero.

-Dante, tu serás profesor de música, aquí tienes tus horarios-Vergil le lanzo una libreta a su hermano.

-¿Y yo?-pregunto Nero.

-Tú serás asistente de los profesores de educación física –le dio otra libreta el de chaqueta azul.

-¿Enserio? A Dante le dan el cargo de profesor y a mí el de asistente-dijo algo enojado Nero.

-Lo siento, pero no alcanzaría el presupuesto para enviar de vacaciones pagas a tres profesores durante más de dos meses-dijo el rector-Además tengo que pagar su recompensa.

Nero solo suspiro y se encamino a la puerta.

-¿Y tú hermanito?-pregunto Dante Sparda.

-Yo seré profesor de historia-dijo este y entonces Dante soltó una leve carcajada-Ya váyanse, Dante enseguida tendrás que dar clases.

-Si, como digas-dijo fastidiado el gemelo-Por cierto amigo, no se te olvide el adelanto del dinero por el trabajo-le dijo Dante al director mientras se iba, este solo asintió.

-La próxima vez no pidamos un pago tan grande…-murmuro desalentado Nero por el puesto que le toco.

-Bien, yo también me retiro-dijo Vergil abandonando la habitación.

-Hasta luego y por favor manténgame informado-fue lo último que dijo el rector.

Ya bajando las escaleras…

-Je, es lo peor que me podría pasar, tener que ser maestro de unos mocosos-suspiraba Dante.

-Tú por lo menos eres maestro-imitaba el gesto Nero.

-Ya dejen de quejarse y ocúpense de lo suyo-les regaño Vergil-Además, mantengan los ojos bien abiertos a cualquier señal de actividad demoniaca-no termino de decir esto cuando se cruzaron con el curso de Rin.

Los tres albinos sintieron una sensación rara y discretamente se voltearon.

-¿Muchachos sintieron eso?-pregunto el más joven de los tres.

-Sí, es una energía que se me hace conocida-se quedó pensativo el de gabardina azul.

-Pues creo que podré investigar, me toca con ese curso-rio Dante.

-Solo trata de actuar discretamente-pidió el chico del Devil Briger que traía el brazo vendad para ocultarlo.

-¡Let´s rock baby!-el caza demonios se dirigió a su primera clase.

Fin.

Este sería una especie de prologo para el fic. Pronto subiré el segundo capítulo. Hasta entonces saludos.