Disclaimer: Todo pertenece a SM, la idea es mía. Notas: Pertenece al reto del foro LOL, "Palabras para el Recuerdo" con la palabra caramelo. Advertencias: Yaoi, relación chico-chico y lime.


Lips Like Sugar

A Jake le gusta lo dulce, tierno, meloso. Le gusta el caramelo.

Seth es joven, inocente, amoroso, tierno… Y sobretodo dulce, muy, muy dulce. Tiene todo lo que un joven adolescente ha de tener, buen ver, inocencia y pasión, mucha pasión. Y a Jake le gusta. No sabe por qué pero es como un caramelo, es difícil de resistir y cada vez que lo ve siente ganas de llevárselo a la boca y besarlo, lamerlo

Como en ese preciso instante en el cual Seth esta sonriendo de una forma tan condenadamente sexy que Jake está empezando a perder los estribos, la paciencia y el control. Porque Seth sabe que es exactamente lo que le pasa por la cabeza a Jacob Black en aquellos instantes y sabe que tiene un nombre propio, su nombre propio, así que sonríe picara y tentadoramente mientras alza una ceja en el proceso, tentando al joven Black a que mueva ficha.

Pero Jake también tiene sus ases bajo la manga. Él no es dulce, él es abrasador, pasional y sobre todo feroz. En otras palabras, condenadamente sexy cuando quiere, si le preguntan a él. Así que, se cruza de brazos con cierta sonrisa de superioridad en el rostro instando a Seth a que dé el primer paso. Pero el pequeño Clearwater no va a dar su brazo a torcer y sonríe de forma inocente mientras se cruza de brazos también.

Ambos quieren, pero ninguno mueve ficha.

Así que Jacob, dándose por vencido, decide atacar. Empieza a andar lentamente como si estuviese a punto de atacar a la presa y él fuese el depredador. Seth era su presa y él el lobo que quería comérselo. Literalmente.

Uno, dos, tres pasos y ya está delante de Seth, quien sigue de brazos cruzados y con una sonrisa de satisfacción en los labios y es Jacob quien lo agarra con ferocidad pro la cintura y lo empotra contra la pared mientras acorrala sus labios en el proceso.

Un gemido sale de su garganta al probar los labios de Seth. Son condenadamente dulces, tanto que cree que va a perder todo el control mental que tiene en aquellos momentos. Siente como si un sabor a caramelo se esparciese por su boca, dándole más placer del que nunca había experimentado. Dulce y tierno, así era Seth besando. Jake era todo lo contrario, pasional y feroz. Como un lobo.

Seth sonríe contra sus labios y se deja llevar por las manos de Jake. Lena y dulcemente introduce su lengua en la boca de su amigo y Jake siente que va a perder la cabeza cuando la dulce lengua de Seth roza la suya, haciendo que un gemido escape de nuevo entre sus labios.

—Seth… —gime Jake contra los labios del pequeño—. Joder…

—Jake.. —susurra el joven mientras siente como Jake introduce su mano dentro del pantalón.

Y entonces, perdieron el control y se dejaron llevar por el caramelo, por el dulzor y por la pasión.

Porque Seth es condenadamente dulce, tan dulce como un caramelo. E irresistible, jodidamente irresistible.