Manual sin instrucciones
Prólogo
¿Cómo puedo salvarte de las cosas que he sido?
No puedo negar el pasado, está escrito en mi cara
¿Cómo puedo salvarte del desastre en el que estás?
Cuando no puedo hacerte abandonar este tortuoso abrazo
Emilie Autumn, Save you
Erik Killmonger regía su vida por tres principios básicos y elementales: romper las reglas, el fin justifica los medios y no te enamores. Cada paso avanzado lo llevaban aproximarse a su objetivo máximo: destruir a aquellos que le arrebataron todo. ¿Y el resto del mundo? Solía decirse a sí mismo que también lo hacía por ellos, el bien común de aprovechar lo que Wakanda podría proveerles, pero muy en el fondo, sabía que no le importaban. Era cierto que las marcas en su cuerpo le dolían únicamente cuando asesinaba a hermanos de origen, pero al recordar a su padre y lo que le había sido negado, los rastros de culpa inexistente se esfumaban.
¿Romper las reglas? Era algo innato en él. Por algo había descubierto los tesoros de su padre, sus ideales, su verdadera procedencia, y eso le había permitido saber que fueron ellos quienes lo mataron y lo dejaron abandonado a su suerte. Y desde entonces se había tomado como bandera personal quebrantar los esquemas de los demás, convirtiéndose en el más inteligente y fuerte de cada equipo al que perteneciera. Y si lo retaban o intentaban vejarlo, resultaba más excitante humillarlos en su terreno. ¿Y qué mejor manera de bombardear el sistema desde adentro que infiltrándose en su equipo de seguridad? Convertirse en el fantasma más letal, capaz de asustar al más experimentado del grupo.
¿El fin justifica los medios? Lo había aprendido desde niño, su tan querido tío y Wakanda se lo habían enseñado de primera mano, y él memorizaba rápido. Así que pronto se dio cuenta que para obtener lo que necesitaba, era indispensable tergiversar las fichas a su favor. Alternaba verdades a medias, aprendió a mentir mirando a los ojos, traicionó a sus aliados, tranzó con enemigos. Asesinar se convirtió en un deporte, así que romper corazones, literal y metafóricamente, era tan fácil como respirar. Lo cual lo llevaba a su tercera ley.
No enamorarse. La más sencilla de todas. Erick no quería amar a las mujeres, nunca tuvo en sus planes la idea de la familia feliz y para siempre, porque no existía en verdad, al menos no para él. Así que sólo quería tenerlas y marcarlas, que no se les olvidara que él era el mejor en todo, y si podía obtener algo más de ellas, como acceso a información confidencial, entonces se esmeraba un poco más, mentiras y actuaciones para luego descartarlas. Fácil y efectivo, poseer por diversión y placer.
Todas sus normas las seguía como preparación fiel para acabar con T'Challa, cada día se probaba a sí mismo que era mejor que él, y no habría muerte más placentera que esa. Y entonces, la conoció a ella, la excepción a la única regla que le faltaba romper.
Nota de Autor: después de ver Black Panther, quedé completamente prendada de esta saga de Marvel. Me encantó a sobremanera cómo caracterizaron los personajes y la trama que desarrollaron. Así que después de ver un par de veces la película, vine corriendo a Fanfiction, ¡y cómo faltan historias por aquí! Creo que podría leer cientos y miles, sin cansarme. Así que decidí contribuir con mi granito de arena para expandir un poquito más este fandom :) El nombre del fic está basado en la canción homónima de V for Volume
