Insociable y taciturno
Fitzwilliam Darcy nació en cuna de oro. Su familia llevaba muchas generaciones siendo propietaria de la mitad de Derbyshire y saboreando los más de diez mil libras de renta anuales en la lujosa Pemberley. Institutrices de alta calidad le educaron desde muy pequeño para ser todo un caballero: sentarse correctamente en la mesa, quitarse el sombrero frente a las damas y reverenciarlas, ser cortés y nunca gesticular o hacer signos obscenos. Del mismo modo, fue instruido en Literatura, Artes, Ciencias, Matemáticas y todo aquel conocimiento que el dinero pudiera cubrir.
Nunca recibió reprimenda alguna de sus padres o maestros, su buen comportamiento era motivo de elogios entre adultos y envidia entre los hijos de éstos. Lo único que preocupaba a sus superiores era esa tendencia a pasar la mayor parte de sus ratos de esparcimiento en completa soledad. No es que Darcy careciera de amistades –muchas veces jugaba con el hijo del administrador, George Wickham –sino que simplemente se sentía a gusto estando solo. Cosas como leer un libro, cabalgar por toda la campiña o escuchar una pieza musical le parecían actividades mucho más entretenidas. El nacimiento de Georgiana, y su cariño casi paternal hacia ella, hizo que adoptara a una actitud taciturna y sobre todo desconfiada.
Los eventos sociales siempre fueron una tortura con la que lidiar; el tener que trabar conversación con cualquier desconocido le resultaba muy difícil, pero en calidad de señor de Derbyshire estaba obligado a asistir a cada una de esas veladas, por muy aburridas que fuesen. Allí donde la mayoría veía una fiesta, Darcy sólo veía a un montón de bufones susurrándose chismes al oído y le irritaba tanta frivolidad de modo que se mantenía apartado, sumido en sus propios pensamientos. No tardó en ser tachado de arrogante y grosero por casi toda la aristocracia inglesa.
Quizás la única vez que se sintió bien durante una fiesta fue cuando conoció a Charles Bingley, en esa ocasión se encontraba de pie en una esquina –contando las horas para largarse –y su tía Lady Catherine se acercó con el joven caballero a fin de presentarlos. Darcy creyó entonces que se trataba de otro de esos nobles vanidosos sedientos de relaciones poderosas; no obstante para su sorpresa el extraño resultó ser una deliciosa compañía. Se hicieron amigos al instante a pesar de sus distintos temperamentos. En efecto, mientras Darcy era de carácter reservado y algo snob, Bingley era simpático y abierto con los demás. A cualquier lugar que fueran juntos, uno siempre acaparaba la atención y el otro el desprecio de los presentes.
Aún así, Darcy le agradecía profundamente a Bingley que nunca reprochara su naturaleza huraña.
Y además tenía otra razón por la cual estar agradecido con su amigo: aquella invitación Hertfordshire. De otra manera jamás habría podido conocerla a ella.
Referencias:
-Todos los personajes aquí mencionados son propiedad de esa mujer que vivió hace más de doscientos años y que aún sigue cautivando a muchos llamada Jane Austen.
-Mi objetivo aquí fue mostrar un pequeño extracto de la personalidad introvertida de Mr. Darcy y por qué los que le rodean tienen una impresión tan mala de él: su "falta"de habilidades sociales (espontaneidad, galantería) es a menudo confundida con malos modales y, por ende, con arrogancia. Como introvertida puedo dar fe de ello. por eso es que puedo comprender a Darcy mejor que a cualquier otro personaje de la novela.
-Dada la razón anterior dedico este one-shot a todos aquellos que somos introvertidos. A veces los demás mal interpretan nuestro comportamiento, ¿verdad?
