Los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi, autora del manga de Ranma ½, obra del cual se basa esta historia
Mi vida después de ti
Prologo
Metió más velocidad a su caminata una vez que noto la hora en su pequeño reloj de mano que marcaban cuarto para las ocho.
Frunció el ceño e hizo una mueca de disgusto a la vez pues si no se apuraba, probablemente llegaría tarde a su primera clase en la facultad de ciencias de la comunicación.
Para empeorar un poco más la situación, el día de hoy, su primera clase era madamas y nada menos que con el profesor Tanigawa que impartía la materia de Antropología.
Todo mundo sabía lo sensible y estricto que era el experimentado pero a la vez joven profesor en cuanto al tema de los retrasos por lo que si realmente no quería sufrir de algún tipo de sanción, Akane tendría que llegar lo más pronto posible a casa, alistarse e irse a la universidad lo más rápido que pueda.
Una vez que cruzo el portal principal de su casa, observo como su padre revisaba el buzón buscando algo de suma importancia en el, aunque no había ningún rastro de dicho objeto.
Se tocó la sien un poco desesperada por la terrible insistencia de su padre, pero eso no fue motivo para que no diera los buenos días a su progenitor.
— Buenos días papa —El señor Tendo miro a su hija de reojo y respondió el saludo de una forma un poco apagada, incluso se podría decir que de manera cortante.
Suspiro Akane un poco desanimada. La relación con su padre había cambiado bastante y más que bien fue para mal.
Hace poco más de tres meses atrás había anunciado que ya no le interesaba dirigir el dojo a lado de su prometido y mucho menos tenia las intenciones de seguir adelante con ese absurdo compromiso de matrimonio con el hijo de Saotome Genma.
Inmediatamente, aquel día el Señor Soun exploto pues vocifero a los cuatro vientos que era una enorme falta de respeto al igual que sería una mancha a su honor el cancelar el acuerdo que desde antes que ellos nacieran se había pactado.
En ese instante, Akane se hizo de oído flojos y tras escuchar toda la perorata del señor Tendo, le informo que su decisión era inapelable y que además tenía la intención de continuar sus estudios universitarios rechazando así a la vida doméstica que le aguardaba junto a Ranma.
Obviamente Soun se opuso a la decisión de su hija pero afortunadamente ella había cumplido la mayoría de edad por lo que ya tenía las facultades legales para poder actuar según sus criterios.
Después de todo, quien podría querer casarse con una persona que la había abandonado por más de un año.
Es cierto que el chico le había dejado una carta explicando los motivos de su partida pero realmente le disgustaba que no hubiera tenido el valor para poder decírselo en la cara y más aún, informarle que se había ido con Shampoo a china para buscar la cura a su maldición, un hecho del que se enteró días antes de tomar la decisión de romper su compromiso y seguir sus estudios.
Lo peor de todo es que se había enterado de una forma bastante desagradable que en su momento le destrozo su corazón para posteriormente guardar rencor hacia Ranma. Y es que a pesar de su partida, había mantenido la ilusión de poder tener una vida a lado de su ex-prometido a su llegada, con el pasar del tiempo poco a poco la ilusión de estar con él se escurría y desvanecía a la vez.
A lo largo de ese año el chico había mantenido contacto por medio del correo y llamadas telefónicas ocasionales, pero como transcurrieron los meses se hicieron menos frecuentes y hasta que llegó el momento en que dejaron de llegar las cartas al igual que el teléfono dejo de sonar.
—Papa, deberías dejar de revisar el buzón es obvio que él ya siguió con su vida con alguien…
Soun solo grazno inconforme y entro de nuevo a la casa dejando con palabra en boca a su hija.
La actitud de su progenitor que sostenía a su persona en verdad le dolía pero no iba a dejar que eso le afectara, nada le iba a hacer cambiar de decisión.
Ya estaba harta de que los eventos se desarrollaran sin importar su opinión personal por lo que había decidido que ella sería quien llevara el rumbo de su vida.
Miro una vez más su reloj y se alarmo pues ya pasaban de las ocho de la mañana.
Entro lo más pronto posible a su casa y tras tomar una ducha, por no decir remojón de agua, prosiguió a secarse y vestirse con unos vaqueros un poco gastados por su uso acompañados de una blusa de color rosa bastante linda que dejaba al desnudo sus hombros y mostraba un bonito escotado.
Como pudo tomo sus libros y diversas libretas de materias y los introducía a su mochila a la vez que trataba de atar su pelo en una coleta de caballo pues ya no le daba el tiempo para poder pasarse algún peine en su cabellera.
Con un look un poco descuidado por lo apresurada que estaba, bajo las escaleras y se dirigió a la cocina en donde tomo una rebanada de pan blanco a la cual le unto un poco de mermelada de fresa y en cuestión de segundos la devoro.
Posteriormente se sirvió un vaso de leche, que de igual forma como había sucedió con la rebanada de pan, el líquido desapareció en cuestión de segundos y así, una vez que acabo con su improvisación de desayuno salió de casa tratando de llegar lo más pronto posible a su universidad. Aunque las esperanzas de que aquello sucediera estaban bastante frágiles pues en menos de diez minutos empezaban sus clases de antropología.
La cara que reflejaba total y absoluta reprobación e incluso podría jurar que había algo de enojo en el rostro del señor Tanigawa, fue suficiente para que se dijera estúpida así misma por creer que era mejor entrar a clase en vez de saltársela. Total, veinte minutos de clases eran mejor que nada. ¿No es así?
Con movimientos bastante lentos para su edad, se quitó sus gafas y se aclaró su voz antes de hablar.
— ¿Tiende usted a interrumpir las clases señorita Tendo? —Instintivamente negó con la cabeza bastante apenada— ¿Tiene idea alguna de que hora es?
—Si señor…—Musito muy bajamente y algo apagada.
El profesor pareció examinarla por unos instantes, después que transcurrió un breve lapso de tiempo volvió a hablar.
—Tome asiento, una vez que terminen las clases pase a mi despacho para que se entere de las características de su trabajo ¿ok?
Afirmo completamente derrotada y odiándose a sí misma. ¿Por qué diablos había pensado que era buena idea entrar a clase? Que esperaba, que le dejara entrar así, sin más cuando ya sabía del carácter de su maestro de antropología.
El breve trayecto hasta su lugar, lo hizo arrastrando los pies pesadamente y procurando ignorar las miradas puestas en ella.
¡Justo lo que necesitaba! un trabajo especial, cuando los exámenes parciales estaban a la vuelta de la esquina.
Una vez que tomo asiento, poso su mochila en sus piernas mientras buscaba el libro de la materia para poder seguir la lectura que en estos momentos se desarrollaba.
Tras examinar una y otra vez sus libros que había en su mochila, suspiro pesadamente al darse cuenta que lo había olvidado en casa. Sonrió irónicamente y agradecía por el "grandioso" día que estaba llevando hasta el momento.
Sorpresivamente su vecino de lugar se acercó lo suficiente para que los dos pudieran observar el libro y así seguir la lectura.
— ¡Gracias! Te debo una Yamato…—Por primera vez desde que se despertó, su rostro se destenso un poco y fue capaz de brindar aquella sincera sonrisa que tenía en esos momentos en la cornizuras de sus labios
El joven de nombre Yamato le guiño un ojo de forma coqueta a Akane, lo cual logro arrebatarle otra sonrisa a la chica, aunque esta fue un poco más atrevida que la última.
— Según yo, ya son más de una Akane Tendo…
—Lo siento je, algún día te pagare todos los favores que te debo—El chico de cabellos castaños respondió con un alegre "Ok". Ambos empezaron a seguir la lectura de aquel libro, que por cierto estaba ya estaba bastante avanzada por lo que tardaron un rato en hallar donde se encontraban el resto del salón.
Fin de prologo
Realmente no sé por qué subo una historia nueva, considerando que tengo varias sin actualizar, pero bueno, lo hecho está hecho.
La idea de este fic, surgió una vez que termine el último capítulo de "Aprendiendo a querernos". De momento solo puedo decir que esta historia será contraria al fic que previamente mencione, pues aquí, por así decirlo, el que va a sufrir más será Ranma y bastante, pues tendrá que lidiar con las consecuencias de ir a china tras la búsqueda de su cura.
Comente y dejen un review para saber sus opiniones, se los agradeceré enormemente.
Tomoya-san
