¡Ciaossu!
Mucho gusto, mi nombre es Alice, un intento de ficker cuya OTP es el AliMor. Es mi primera y no última vez en este fandom, sean gentiles UwU/
Es algo gracioso, tenía planeado escribir romance rosa, pero terminé haciendo angustia xD Pero me fue inevitable, al leer el manga, me inspire. Aunque la muerte de Alibaba me dolió más con Aladdin. Y en esta viñeta, mi imaginación AliMor se hizo presente XD Me inspire en la canción "Ikanaide" de Kaai Yuuki.
En fin, sin más por el momento…
Disclaimer: Magi no me pertenece, todos los derechos de autor, van para su creadora Shinobu Ohtaka.
Don't Go
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Él no moriría. No podía, lo tenía prohibido. El chico de sonrisa amplia y deslumbrante, le había prometido que siempre estaría a su lado, sin importar qué podría suceder en el futuro. Palabras que, ahora, se convirtieron en añicos.
¿Por qué cuando le llamaba no le respondía? ¿Por qué mantenía sus ojos cerrados y no respiraba? Su corazón ya no latía. Eran tantas preguntas que se realizaba Morgiana, todas teniendo algo en común; ninguna tenía respuesta.
Sus ojos escarlatas no soportaban contemplarlo acostado, completamente callado y sin mover ni siquiera un dedo.
Intentó ayudarlo, mas no lo logro. Su maestro, el mago de cabellera rubia y vestimenta verde, también desconocía el paradero del alma del joven Saluja.
Nadie en este mundo podía ayudar a la persona que le otorgo libertad.
Los sueños que habitaban en la mente de la Fanalis, en los que Alibaba se encontraba a su lado y ambos sonreían, terminaron en simples fantasías que jamás se cumplirían. Sus anhelos fueron pisoteados. Ella ya no estaría a su lado. Ni hoy ni nunca.
Inevitablemente, los orbes de la pelirroja comenzaron a llenarse de lágrimas, deslizándose por sus mejillas. Ella se unió a la sinfonía de llantos que componían todas las personas que formaban parte del velorio realizado por el imperio Kou.
«No te vayas…—pensó Mor, intentando detener sus sollozos, sin éxito—. No te vayas. No me dejes sola…»
No estaba sola, eso era un hecho. Todos sus amigos se encontraban con ella y nunca la abandonarían, pero, sin Alibaba, un vacío se crearía en su corazón. No quería perderlo. Extrañaba oír su nombre siendo pronunciado por la voz del poseedor de Amón. Deseaba que todo esto se tratase de la más horrenda pesadilla, pero la realidad era completamente distinta. Él murió, era triste, pero cierto.
Una lluvia de recuerdos llegó a su mente, todos ellos momentos en los que compartió con el ex príncipe de Balbadd, mismos que no se repetirían. No los volvería a experimentar, Alibaba se había ido para no regresar. ¿Qué podría hacer ella? Nada. Las opciones no existían para Morg. Lo que ésta desconocía, era que aún permanecía la esperanza, aunque fuera frágil y pequeña, al igual que la flama de una vela. A pesar de la lúgubre situación que sufrían las amistades del Saluja, una mínima luz existía.
Y eso es todo =u= les prometo traer después algo romántico y cursi, lloraran arcoíris (?)
¡Gracias por leer!
Ciao~