Privet! heme aquí con un nuevo drabble (es casi lo único que he escrito) hace un tiempo quería escribir algo así, con Suzuno de chica -y Nagumo- porque ya he puesto a Gazell de chica -con Genda- era turno del tulipán

Advertencias - Lime, posibles faltas de ortografía

Inazuma Eleven no me pertenece.

Disfruten su lectura.


Good mornig.

(NagumoxFem!Suzuno)

Por años Nagumo vivió con la ignorante de si Suzuno era chico o chica, cuando estuvieron juntos en Alius, en Caos y en los dragones de Corea nunca tuvo oportunidad de corroborar sus dudas, hasta hoy, frente a él Suzuno de ahora 18 años le miraba con una sonrisa maliciosa y con solo una camisa perteneciente al peli-rojo cubriendo su cuerpo

-¿No recuerdas nada?- pregunto con fingida tristeza, Nagumo negó aun sorprendido -¿Nada de nada?- a medida que Fuusuke se acercaba Haruya retrocedía hasta chocar con el escritorio, contuvo una mueca de dolor al ver como su antiguo compañero de equipo desabrochaba uno por uno los botones de aquella prenda –Si quieres puedo ayudarte a recordar- sugirió dejando caer la única prenda que cubría su cuerpo, el rostro de Haruya paso por multiples tonalidades antes de cubrirse de un rojo más intenso que el de su cabello

-¡¿Q-qué crees que estás haciendo?!- grito sin saber cómo reaccionar, una sonrisa surco los labios de Fuusuke cuando se encontró finalmente frente al chico de orbes ámbar

-Te ayudo a recordar- respondió con calma, rodeo el cuello del peli-rojo con sus desnudos brazos antes de anular la distancia entre ambos rostros, Haruya en un principio reacio termino por rodear la desnuda cintura de Fuusuke, sus labios se separaron de forma mínima, el oji-ámbar acaricio su rostro antes de volver a juntar sus labios, con lentitud los dirigió a ambos a la cama en la que anteriormente ambos dormían

-Realmente eres una chica- susurro cuando la tuvo bajo su cuerpo, Fuusuke soltó un suspiro al tiempo que los labios de Haruya descendían por su cuello, una sonrisa llena de malicia se instaló en sus labios cuando las manos del chico descendieron por su cuerpo, llevo sus manos a la ancha espalda de Haruya y soltó un gemido cuando el chico mordió su cuello, una de sus manos acuno unos de sus pechos mientras la otra acariciaba su trasero, agradecía a todos los dioses que el oji-ámbar hubiera aceptado su invitación la noche anterior y por sobre todo que se emborrachara con tanta facilidad.


Si llegaste hasta aquí, muchas gracias