Estos personajes pertenecen a Masashi Kishimoto pero la historia me pertenece a mí.
Prologo
Siete años antes…
-Estoy lista para confesarle mis sentimientos. Pensaba Sakura tomándose de la mano apretándosela con fuerza, con el corazón acelerado casi queriéndose salir del pecho. Con las mejillas rojas. Dando media vuelta en dirección donde se encontraba su amor platónico Sasuke Uchiha, él era un chico de piernas largas alto, con el cabello enmarañado con dos mechones azulados al costado que adornaban el rostro, con ojos color negro como dos pozos profundos, tez morena, pero con una carácter tétrico era un riquillo que no le hacía falta lo más mínimo siempre obtuvo lo que quiso sin mover un dedo. Con el orgullo por delante. Era muy popular entre todas las chicas del colegio. Pero siempre mantenía una tristeza y seriedad en los ojos. Se acercó lentamente hacia el con la miradas clavadas en las espalda sentía el aura de sus amigas cerca. Sus manos estaban húmedas por la tensión que desataba, se puso por delante de Sasuke. Era la primera vez que Sakura se enamoraba y se confesaba delante de todo la preparatoria en pleno receso. La tensión manaba demasiado que cada segundo el corazón se aceleraba, las piernas le temblaban sentía como le revoleteaban las mariposas en el estómago el efecto del amor, las miradas cada vez se hacían más desgarradora, los cuchicheos y risillas se hacían más audibles que la atenazaban se apretaban las manos con más fuerzas. Junto al pecho que el corazón se salía a tamborazos.
- ¿Se te ofrece algo? Pregunto Sasuke con un tono seco. Con las manos en los bolsillos del pantalón. Mirándola con esos ojos negros profundos sin interés franqueando las miradas clavadas en ellos.
-Sí, sí. Titubeo con tono tímida con una sonrisa en los labios tomándose un mechón de cabello rosado acomodándose atrás de la oreja. Cabizbaja encogiéndose de hombros. –necesito confesarte algo que desde mucho te eh querido decir. Alzando la mirada con brillo en los ojos como dos zafiros en medio del desierto bajo la luna. Con las mejillas sonrojadas como un tomate, el aire se le acortaba haciendo que su corazón se acelerara mucho más, la tensión la mataba. Hacía que cada vez se pusiera nerviosa.
Sakura tenía dieciséis años de edad era un chica inteligente con grande ojos verdes como dos zafiros tenía el cabello rosa largo y sedoso, con una piel blanca nívea. Pero con baja autoestima por los insultos que le traía por tener un enorme frente. Sakura era una chica con escasos recursos económicos en casa. Su padre trabaja en una fábrica como empleado de medio tiempo.
-Sasuke estoy enamorada de ti desde hace mucho tiempo. Te amo. Quisiera que algún día me aceptaras y saliéramos juntos. Con una sonrisa con la cara roja. Apretándose las manos con fuerza junto al pecho sintiendo cada latido se hacía más fuerte. Por la confesión que había hecho en su vida en frente de toda la escuela. Las chicas del colegio la miraban con una sonrisa burlona, mientras ella esquivaba cada mirada o vulgaridad que decían esperando con anhelo la repuesta de Sasuke. Enarcando una ceja con una sonrisa sacándose las manos de la bolsa de los pantalones. Esperaba con ansias sus repuesta con una sonrisa con la manos apretadas la tensión del amor la mataba cada segundo que pasaba. Mirándolo con anhelo. Con sus mejillas sonrojadas por el amor.
Entonces el soltó un carcajada. Sakura borro la sonrisa de sus labios formando una expresión confusa. Parpadeo tres veces y volvió a mirarlo pero esta vez su corazón dejo de latir como antes tan solo mirarlo a los ojos, el hielo se apodero de ella.
-¿Salir juntos? ¿Con una frentona? Por favor Saku. Cuando ame una mujer de verdad se lo diré yo mismo. No ella me lo vendrá a decírmelo haciendo el ridículo en frente de todos. Meneando la cabeza de un lado para otro, dándose medía vuelta dejándola plantada en medio del colegio frente a todos callados observándola mientras se burlaban. Sakura quedo helada sin decir ni una sola palabra sin poder moverse. Marchándose como si nada. Las risillas se escuchaban por el pasillo. Sus amigas las quedaron viendo preocupadamente. Sakura estaba estupefacta por lo que sus oídos habían escuchado del chico que amaba tanto, sin poder moverse. En ese momento tomo una decisión adulta que nunca había hecho en su vida:
Jamás volveré a dejar que otro chico me humille ni mucho menos Sasuke Uchiha.
Así que decidió no enamorarse de ningún chico en su vida si lo haría sería selectivo. A lo que llamarían mojigatería. Sakura en ese momento no se dio cuenta de que le había roto el corazón. Si no año más tarde.
Se dio media vuelta en dirección al salón, olvidando la estúpida confesión que había hecho. Olvidando que era receso. Pero con el corazón dolido y haciendo añicos esos sentimientos.
Capítulo 1
Necesito casarme con un hombre que le sobre medio millón de dólares. Y rápido.
Sakura Haruno, contemplaba el fuego en silencio de la chimenea que estaba en el costado de la sala. Con un sombrero de brujas puesto. Oficialmente se consideraba una loca. Con la revista TimeZone en la mano con los ingredientes y pasos que conseguiría su alma gemela. Unas cucharita del amor, una mezcla de pétalos de rosas (seguramente que sea apasionado y encantador) una ramita de hierba aromática (para que el hombre ideal fuera honesto, tierno y lleno de lealtad y no fijara en su enorme frente si no en sus sentimientos) una cucharita de azúcar (si llegara el hombre perfecto para ella seria con un buen sentido del humor). Suspiro mezclando con una enorme y larga cuchara de madera en la caldera que estaba cocinando. Se sentía un poco tonta por hacer elixir y hechizos de amor, era la única opción que le quedaba para encontrar el hombre perfecto para ella. Su trabajo constaba de ser una cajera de un supermercado económico que ya era remplazado por las enormes cadenas famosas de tiendas de Tokio. La única opción que le quedaba era hacer elixir, hechizos del amor y rezarle a la diosa griega del amor Afrodita haciendo altares, ofrendas y extendiendo las manos hacia al cielo esperando un milagro que cayera de Afrodita. Así que recordó que tenía que hacer una lista de las cualidades que quería que tuviera el hombre que ella deseaba. Enarco la ceja lo primero que recordó fue que le sobrara medio millón de dólares. Para salvar la biblioteca familiar que su madre iba a perder en menos de dos semanas si no liquidaba la hipoteca. Y al menos le sobraba dinero para sobrevivir y pagar el alquiler del departamento que apenas podía pagar una hipoteca de medio millón de dólares. Sakura se sentía triste y derrotada, por no poder hacer nada y lo único que podía hacer es conseguir casarse con millonario pero con las cualidades que deseaba. Rápidamente hecho un vistazo en todo el departamento pero no tenía que vender nada más que un collar de perlas que había heredado de su bisabuela. Resoplo tirándose al viejo sofá que había comprado en bazar. Sin embargo Sakura tenía veinte y cincos años de edad, y no tenía ningún galán que la invitara a salir, o de compras, y seguía siendo virgen. Ella debería estar viviendo en una mansión con treinta y tres sirvientas, tres mayordomos, varios automóviles de lujos, vestir con ropas de marcas y salir con los hombres que quisiera. Se rendía por ultimo reflexionando que su elixir y fórmulas de hechizos no servirían de nada, ni con eso salvaría la biblioteca familiar. Esa era la cruda realidad. El timbre de la puerta grietada sonó. Frunció el ceño haciendo una mueca de molestia. -¿Quién será? Se preguntó incorporándose del sofá, sacándose el sombrero de brujas tirándolo en el piso. Abriendo la puerta enarcando una ceja.
-¿Qué demonios haces? Que no abres rápido la puerta.
Suspiro dándose media vuelta dejando la puerta abierta para que entrara su mejor amiga Ayumi Uchiha enarco una ceja echando un vistazo alrededor de la casa y oliendo lo que cocinaba en la caldera.
-preparo elixir y hechizos del amor. Y ofrendas para la diosa afrodita. Dejándose caer en el sofá viejo cogiendo la revista del suelo. -¿para qué quieres eso? ¿Quién es Afrodita? Enarcando una ceja con una sonrisa burlona.
- para conseguir el hombre perfecto para casarme. Y afrodita es la diosa griega del amor. Ayumi se acercó a la caldera para echar un vistazo del elixir del amor. Hizo un mohín. –Eso más bien parece hechizo para convertir a un príncipe en un sapo. Riéndose burlonamente señalando la caldera.
-jajá que graciosa Ayumi. Entrecerrando los ojos meneado la cabeza de un lado Sakura hablo rápidamente. –por cierto ¿Dónde está Ino? Se supone que siempre viene contigo siempre.
Ayumi se llevó la mano en la barbilla cerrando los ojos. –ella se fue con una galán adinerado que la invito a cenar esta noche. Y quizás tenga sexo esta noche. Guiñándole el ojo a Sakura. Observando a Sakura se aventó al sofá viejo junto a Sakura. Que suerte tiene Ino pensó Sakura suspirando observando la revista. -¿para qué quieres un hombre? Pregunto Ayumi sonriendo curiosamente estirando los pies en el sofá. Tirando la bolsa a un costado. ¿A caso ya no quieres ser virgen? Echando una carcajada apretándose el estómago dejando caer para atrás la cabeza.
-No, no es eso en realidad. Sakura necesitaba un hombre urgentemente y ya. Pero no quería que Ayumi se enterara, por demasiadas cosas. La primera porque es prima de Sasuke Uchiha. La segunda no entendería su problema. – Sakura ¿Qué pasa? Sabes que me puedes contar todo dime porque te quieres casar repentinamente. Con una sonrisa tristona observando la revista TimeZone. –quisiera ser como Ino y tú ¿Sabes? Sakura suspiro hondamente con desanimo. Necesito casarme con un hombre que le sobre medio millón de dólares. Alzo la mirada borrándola sonrisa. –necesito detalles.
-¿Para qué?
- para pagar la hipoteca de la biblioteca
-¿Biblioteca? Ayumi parpadeo.
-Sí, la biblioteca familiar de mi madre que ha pasado en generación de mi bisabuela a mi abuela, de mi abuela a mi madre y de mi madre a mí. ¿Recuerdas la última vez que fuimos para un libro de universidad hace medio año? Desde esa vez no te he contado lo mal que lo hemos pasado. Mi madre ya quiere vender la biblioteca pagando la deuda de la hipoteca al banco, pero yo me opongo. Además si la vende no alcanzaría a juntar todo el dinero, solo dos ciento cincuenta mil dólares y les faltaría los demás del dinero. Y entonces es donde venderían la casa y no tendrían ni dinero y ningún sitio donde ir. Se quedarían completamente en la calle. Yo haría lo que fuera por ayudarlos incluso casarme. Aunque mama quisiera que me casara por amor no por interés. Ayumi suspiro cogiendo su bolso sacando el celular marcando números.
-¿Qué haces? Pregunto Sakura con demasiada preocupación por si Ayumi no entendiera su problema por cual buscaba un hombre por primera vez para solucionar sus problemas.
-Estoy marcando desde mi consultorio cancelando las citas. Y aparte llamando a Ino. Debemos discutir las tres este tema con delicadeza Sakura. Mirándola de reojo. Ayumi es una doctora muy muy buena y reconocida en Tokio. Sakura sonrió.
-Ayumi te quiero a ti a Ino son muy buenas amigas.
- Lo somos…
Sasuke Uchiha, tenía una enorme fortuna, sin embargo para lograr manejar lo que quería necesitaba casarse. Sasuke mantenía el duro trabajo y el esfuerzo para lograr su objetivo. Como manipular empresas, cerrar contratos con otros socios y empresas del mismo nivel de la suya. Todo eso daba un toque de sentido a su vida. Pero Sasuke no creía en el amor, ni en casarse y tener una familia. Esas cosas lo tenían repugnado y decidido a no mantener una relación amorosa ni casarse jamás y disfrutar de lo que diera sentido a su vida. Sin embargo Itachi el hermano mayor de Sasuke era todo lo contrario lo que pensaba Sasuke y decidió cambiar las reglas. Sentía el plomo en la garganta que se atoraba en medio, el estómago se le revolvía, y hacia cambiar el sentido del humor que quería soltar una carcajada. Se levantó de la cama se desvistió quitándose la ropa de dormir puesta, entro encendiendo la regadera metiéndose a la tina mientras se llevaba una mano al rostro para despertarse completamente. Pasaron más cinco minutos para que las ideas se acomodaran por completo. Salió en rollándose una toalla bajo el abdomen marcados buscando en su vestíbulo, una traje negro carísimo con una corbata roja. Una estancia de buitres de socios lo estaría esperando por la atracción de sangre con un conjunto de abogados. No había voces alta, ni cuchicheos en frente del solo un montón de miradas y el testamento, Sasuke meneo la cabeza y releyó dos, tres veces el testamento con un lapicero dorado en mano. La traición de su hermano lo debilitaba, Itachi había agonizado por los últimos meses pasado de vida y siempre diciendo la importancia de una familia, ya que él no podía llegar a tener una, por la causa de su enfermedad. Sasuke no comprendía lo demasiado bien porque le resultaba difícil de comprender a su hermano. Solo comprendía una sola cosa: todas las mujeres querían casarse, tener niños y el matrimonio es un problema. Violencia intrafamiliar, niños traumados victimas causado por los problemas, y hasta el final de manera como todos los matrimonios terminaban. Divorciados. No gracias pensó Sasuke.
Pero el infarto de Itachi había sido fulminante, que una bandada de abogados se presentaron al minuto siguiente que Itachi murió. Sin embargo nadie de la familia quería hacerse cargo de él gran negocio que Itachi había dejado ni siquiera su prima Ayumi ya que no quería saber nada del negocio. Era la primera vez en toda su vida que creí en la suerte. El heredaría la fortuna y la mayoría de acciones de las empresas de RelthUchihas solo en cuanto se casara. El matrimonio debía durar tan solo año y medio y con una mujer de su selección. Si Sasuke no cumplía con los deseos de su hermano heredaría el cincuenta por cientos de las acciones y la otra mitad de las acciones se repartiría a los del consejo administrativo. La vida solo de Sasuke no consistiría en manejar las empresas, ni cerrar contratos con otras empresas a su nivel y solo consistiría a ir a reuniones dando opiniones si aceptaban cerrar contratos con otras empresas. Era lo que justo no quería. Itachi lo sabía definitivamente. Sasuke tenía dos semanas en encontrar una mujer que amase y casarse antes del plazo.
Sasuke se sentó en su sillón color marrón tomando una copa de champan suspirando tranquilizándose, para poner en acción su mente para que se le ocurriera en tomar una decisión de quien accedería ser su esposa. Después de un sorbo se le vino a la mente a Karin una supermodelo pelirroja que hace meses salía juntos ella era perfecta salir a ceremonias sociales, y presentarla como su esposa. Aparte de eso ella comprendía demasiado Sasuke y se llevaba demasiado bien con él. Y disfrutaba demasiado su compañía. Pero no aparto en alejarla de su mente. Karin hace unos días le comento como seria su hombre ideal y acerca de tener bebes cuanto se casase. El sospechaba que ella se estaba enamorando de él. Y no sería buena idea en tomarla en cuenta como esposa farsante. Le traería consecuencias ser posesiva y mandona si se estaba enamorando de él. Justo lo que no quería. Sasuke necesitaba una mujer que cumpliera las reglas en no enamorarse, no tener ningún sentimiento que estropeara los planes, no desee tener hijos, que no haya sexo, no sea posesiva, pero sí que fuera conversadora, inteligente. Y sobre todo que acate las reglas. Sería el fin. Suspiro dejando la copa un lado en su mesa redonda de madera aflojándose la corbata de seda. Cogió una revista TimeZone y leyó sobre escribir las cualidades como quisiera ser la mujer u hombre ideal. Tomo una pluma y una hoja de papel empezó a escribir. Aunque no creyese en las ideologías griegas que emitían en las revistas. Una mujer que no le guste tener niños, una mujer que no sea celosa, una mujer que no se enamore, una mujer que no desee hijos, una mujer que no le guste los animales, una mujer que no sea posesiva, una mujer que sea inteligente, una mujer conversadora. Sasuke se sentía tonto por hacer esto. Aunque no creyese. Pero tenía que hacerlo por si algo pasaba. La puerta de su despacho se abrió sonrió desde su sillón. Dejando un lado la revista con la pluma y la hoja. Ayumi era la única mujer que le hacia sonreír aparte de otra. Ella le tenía demasiada confianza cuando la más necesitaba estaba justo allí.
-¿Y qué tal ya conseguiste esposa? Enarcando una ceja sentándose en un sillón marrón dejando un lado su bolsa.- En eso estoy. Comento llevándose una mano hacia a la frente despejando las hebras de cabello.
-pues ya te conseguí esposa. Sonrió sirviéndose una copa del champan espumoso que estaba en la mesa redonda de madera. –pero tienes que escuchar sus propuesta pero es algo sencillo de resolver. Sasuke alzo la mirada enarcando una ceja sonriendo. ¿Quién es Ayumi? -¿Quién crees tú? Pregunto desafiante Ayumi tomándose un sorbo sin quitarle la vista de encima. – No lo sé. Repuso Sasuke sonrió cruzando las piernas sonriendo. Rindiéndose ante la pregunta, -Sakura Haruno. Exclamo. Con tan solo escuchar ese nombre. En ese momento Sasuke viajo hasta los últimos recuerdos de hace aproximadamente siete años atrás acordándose de aquella chica pelirrosa que se confesó y rechazo humillándola en frente del colegio dejándola plantada en medio de la nada. Con el corazón hecho pedazos en mano. Ni loco pensó Sasuke.
Hola chicos espero y esta historia les guste pues eh trabajo y eh dado esfuerzos y espero que sea de su agrado.. nun
