EXTRAÑA ACTITUD:
-¿entonces él fue el asesino?-
-sí-
-¿y ese fue su cómplice?-
-sí-
-¡¿entonces su hermana jamás mintió?!-
-¡Cabo!, si ves la película atentamente tal vez entiendas mejor!- Las noches de películas era uno de los pasatiempos favoritos de Cabo, no solo porque veían acción y suspenso, sino que también pasaban tiempo juntos como familia, algo que Cabo sin duda amaba, pero el hecho de que pregunte cosas que claramente se vieron en la película, era algo molestoso para Kowalski, Skipper y Rico, sobre todo para el más listo de los cuatro, ya que cada momento era cada análisis que sacaba, basta que dieran un caso así y Kowalski ya sabía quién era el asesino, el cómplice y el lugar del crimen, pero a la más mínima distracción podría arruinar toda la lógica preparada para resolver el caso. La película ya estaba por finalizar, el detective resolvió el caso, el culpable fue a la cárcel, y la víctima tuvo justicia por parte de su hermana, en fin, fue una noche de película casi perfecta.
-bueno muchachos, doy por terminado la noche de películas- dijo Skipper con esa voz ranchera que pocas veces utilizaba –las luces se apagan en cinco minutos, mañana tendremos un entrenamiento diferente.
-si señor- respondió su equipo al unísono.
En ese momento Kowalski se dirigió a su laboratorio, quiso ordenar sus cosas con cada pieza en su lugar y que no volviera a pasar como la última vez que dejó sus proyectos y herramientas en su mesa de trabajo, había buscado una pieza grande de metal que completaría su nuevo invento, a pedido de Skipper, pero como todo estaba desordenado pasó casi tres horas buscándolo, hasta que finalmente lo encontró, pero al buscarlo había desperdiciado mucho tiempo, y perder el tiempo era algo que Kowalski detestaba de verdad, ya que para él, cada segundo era valioso para crear algo, claro que no era mucho en el sentido figurado.
Al estar recogiendo algunos planos decidió guardarlo en el mediano cajón que tenía un poco más al costado de su mesa. Al abrir su cajón, una foto dentro del cajón lo detuvo un momento, una imagen que hizo que su corazón latiera un poco rápido, pero no precisamente de alegría.
Aquella fotografía era de Doris, aquella delfín que por tiempo había tenido al genio perdidamente enamorada de ella, quién lo había tenido con esperanzas de que algún día podría amarlo como él la amó, ella quién fue su motivo de alegría, su inspiración de varios poemas románticos, y aquella quién despedazó su corazón.
Tenía la foto en su aleta, mirando cada rasgo de su rostro que él consideraba hermoso, antes de que fuera rechazado de la peor manera, sin duda fue un día que por más que quisiera, no podría olvidar.
Una lágrima se deslizaba por su rostro hasta llegar a su pico y seguir su rumbo al suelo, todo el aprecio, el cariño, el amor que le había dado, ella simplemente lo rechazó, la segunda lagrima recorría nuevamente su rostro, fue en ese momento en que escuchó el chillido de la puerta del laboratorio entreabierta, abrirse por competo.
Kowalski se limpió rápidamente la lágrima con su otra aleta y puso la fotografía debajo de unos planos
-¿Kowalski?- el pequeño pingüino se dirigió al más alto con esa casi imposible ternura de siempre en su rostro
-¿si Cabito?- dedicó una sonrisa fingida
-Skipper te está esperando, ya es hora de que las luces se apaguen, ah, y me dijo que te preguntara que si ya estaba listo ese invento que te pidió-
- ah, sí, todo ya está listo, y ya voy, sólo déjame un momento que ordeno todo esto- respondió señalando con su aleta su mesa casi limpia.
-okey, se lo diré a Skipper, no tardes- dijo Cabo dirigiéndose a la puerta volteando por un momento
-enseguida voy- con eso, el más joven sonrió y junto la puerta dejándola nuevamente entreabierta, Kowalski volteó donde había dejado la foto, realmente el amor era el único campo que no sabía resolver, no sabía exactamente por qué el corazón tenía esa clase de sensación que hacía que todo el cuerpo temblara, para él, el amor pasaba por varios factores bioquímicos, o el corazón, que pensaba que solo bombardeaba sangre y te mantenía vivo, hasta que conoció a Doris, que hizo todo sus hipótesis confusas y sin respuestas.
Dedicó una última mirada a la foto, su expresión cambió por completo a uno de odio, un rencor terrible se apoderó de él, cogió la foto con sus dos aletas y la arrugó fuertemente, la apretó con furia y a la vez tristeza, observó el tacho de basura y la tiró con fuerza dentro de ella, cogió un bocado de aire por su nariz y la soltó lentamente.
Rápidamente ordenó sus cosas y salió de su laboratorio, Skipper lo estaba esperando, Rico y Cabo ya estaban en sus respectivas literas.
-muévete soldado, nos levantaremos muy temprano y necesitamos descansar bien- Kowalski hizo caso y subió las escaleras que daba al exterior de su guarida para poder llegar a su litera, ya que era las más alta de todas, Rico en ese momento expulsó de su estómago las mantas de cada uno con sus almohadas.
-buenas noches- gruño el experto en armas acomodándose en su litera. Todos respondieron de la misma forma
Skipper viendo todo ya listo para dormir, entro en la suya y dio unas palmaditas con sus aletas y la luz automáticamente se apagaron, el que hiciera eso fue una programación del más genio, cosa que encantaba a cada miembro del equipo, incluso Kowalski se sentía orgulloso de eso. Todos pronto se quedaron dormidos, aquel día todo había sido muy tranquilo, incluso Rico fue menos explosivo, así que el equipo tuvo una buena noche, aunque no todos con la misma comodidad en su corazón.
Llegó el día muy rápido, como siempre, fue Skipper en levantarse primero, Cabo fue el segundo, contento de que amaneció y se fue directo a preparar el desayuno, el líder por su parte ya tenía tu típica taza de café pero esta vez sin un pesado dentro de ella, solo quería disfrutar de un buen café, y aunque parezca raro, si le gustaba solo, a Rico siempre le costaba despertarse, unas que otras veces balbuceaba entre sueños la palabra 'kaboom', Kowalski fue el tercero en despertar, algo de eso incomodó a Skipper, ya que siendo el segundo al mando y su teniente, tenía que ser igual de puntual al levantarse, pero decidió pasarlo, pues sabía que había estado muy ocupado realizando el invento que le había pedido y era seguro de que estaba cansado, obvio que Kowalski ya sabía para qué , pero Rico y Cabo estaban ansiosos de saberlo ya.
Ese día el zoológico abriría muy temprano, pues era sábado, ya todos los animales lo sabían, y los pingüinos solo tenían media hora para hacer su entrenamiento matutino, pero con eso bastaba para ponerlos en "forma".
-bueno chicos- dijo Skipper refiriéndose a Rico y Cabo, siendo los únicos que no sabían lo que les tenía preparado –se estarán preguntando por qué le pedí a Kowalski que realizara el invento que les tengo preparado para hoy-
-¡chí chí!- dijo en voz alta el más demente del grupo
-¿Qué es Skipper?- preguntó Cabo
-ya lo verán, Kowalski- el líder alzó una aleta haciendo entender a su teniente que trajera aquel invento, este obedeció y fue a su laboratorio.
No pasaron más de siete segundo cuando salió del laboratorio con es esperado invento, estaba tapado con una manta, ese Kowalski, siempre le encantó enmantar sus proyectos para luego dar esa gran presentación a sus casi siempre funcionales y locos inventos. Estaba siendo jalado por una pala ya que tenía ruedas, no era muy grande, pero aún tenían esa emoción e intriga de saber que es, aun sabiendo que era para entrenar.
-¡ADMIREN EL… bueno en realidad no le puse nombre fijo así que solo admírenlo- jaló la manta haciendo visible la esperada creación. Las miradas ansiosas de Rico y Cabo cambiaron al instante, realmente no era los que esperaban.
-¿echo es todo?- dijo un poco decepcionado Rico, esperaba un poco más de acción, parecía un parlante gigante, era cuadrado y a los costados parecía que había una entrada cerrada con un botón rojo, pequeño, o eso era lo que veía Rico, y posiblemente también Cabo.
-claro, alguien no entendió el dicho de no juzgar un libro por su portada y eso- dijo Kowalski en voz baja pero lo suficientemente audible para los demás y de manera rápida pero no lo suficiente para que lo entendieran.
-¿y qué es?- preguntó Cabo
-Esto, mis compañeros- dijo con voz soñadora- es lo que nos ayudará a mejorar en las luchas que tendremos- terminó con un aire de orgullo por su más reciente creación
-sí, pero que hace- insistió Cabo aún no satisfecho por las respuestas de Kowalski, Rico también se estaba impacientando.
-pues, lo reprogramé tal como lo pidió Skipper para que pruebe nuestras habilidades luchando, ya saben, con las vendas en nuestros ojos, ya sé que anteriormente Skipper lo hizo pero este está equipado con más de 20 armas diferentes, como en una lucha con varios enemigos, y con esto- pulsó el pequeño botón y automáticamente, como una pequeña escotilla la tapa que lo cubría en esa parte, se deslizó y podía verse una mini palanca conectado a una entrada larga verticalmente, como la palanca de cambio que tienen los autos –puedo subir el nivel de dificultad- al lado había otro botón, y al presionarlo, pequeñas alas salieron por debajo de la máquina y desaparecieron las ruedas exteriores dejándolas por debajo y con las pequeñas alas, se desplazaron a la parte superior de la máquina al punto en que parecían manos , y con las llantas por debajo así tendría menos dificultad al moverse.
-¿asombroso verdad?- dijo Skipper
-wuoo- Rico ahora sí se había sorprendido, al igual que Cabo.
En ese momento Kowalski saco una lista –tengo algunos nombres para este bebé, pero aún no me decido si ponerle "Pulverisainador" o el "Retromanizai…"-
A Rico le dolía la cabeza.
-¿que no es una máquina de lucha?- interrumpió Cabo
-pues…sí-
-¿por qué no lo llamas máquina de lucha?-
-"Maquiluch"- agregó Rico
-si si, me guta, llámalo "Maquiluch"- dijo Skipper, con esa extraña emoción que pocas veces demostraba
-Maquiluch entonces- gruño Kowalski, "burlándose" enojadamente del nombre ridículo que le querían poner.
Le recordó cuando Skipper le dijo que cambiara el nombre del "Cronotrone" por "máquina de tiempo", o esa vez que inventó el "Crono corbulador" y lo cambió por "cronómetro".
-como decía, el "Maquiluch" – lo último lo dijo ya casi renegando- nos ayudará a evolucionar más nuestros instintos
-excelentuo- Skipper le dio una palmadita en la espalda de Kowalski, y aunque no le dolió hizo que torciera un poco la espalda hacia adelante
-¡pelea pelea!- gritó Rico ansioso de ser el primero en probar el Maquiluch.
-ajustaré el nivel a básico, supongo que no habrá problemas con eso ¿verdad Rico?- él solo sonrió maliciosamente.
Así fue durante media hora, cada uno probó el Maquiluch hasta que llegó la hora de abrir el zoológico, los pingüinos salieron al exterior por el plato de comida que tenían de entrada, pero algo andaba extraño, el ambiente estaba raro, no era el mismo y eso Skipper lo percibió, observó detenidamente cualquier cosa sospechosa pero no encontraba nada, pero su instinto le ordenó estar en combate.
-alertas chicos, algo no está bien- veía como Alice abría la entrada haciendo pasar a los visitantes que estaban ansioso de entrar, pero ella se dirigía a cada hábitat feliz y empezaba alimentarlos de forma cariñosa, y cada animal hasta se asustaba por eso, y aún no era la hora de comer, espera ¿feliz?
-me parece señor, que…- dijo Kowalski esperando que su líder completara la frase, aún fingía su ánimo.
-Alice está de buen humor este día- dijo contento Cabo, suspirando y rogando internamente que continuara así todo el día
-bahhh- a Rico también le disgustaba esta actitud extraña, expulsó un bate de béisbol y dio golpecitos en su aleta
-No rico, no creo que se haya golpeado y borrado la memoria y olvidado de que trabaja en un zoológico, guarda ese bate- ordenó Skipper, Rico fastidiado estiro su bate pero por accidente le dio un fuerte golpe al estómago de Kowalski haciéndolo toser, casi como si estuviera vomitando, y lo hizo tirar al suelo por el golpe, que más por dolor, lo había dejado sin aire.
Alice, que pasaba por el hábitat de los pingüinos contenta, vio a Kowalski en el suelo con sus aletas al estómago, viendo como si él quisiera vomitar, su rostro cambió a uno de tristeza y rápidamente fue a su oficina.
-¡Kowalski! ¿Estás bien?- preocupado Cabo de puso al lado de Kowalski para ayudarlo a levantarse, pero este al instante volvió al suelo por el mareo
-lochento- recibió una disculpa departe de Rico
-hay que tener más resistencia soldado-
-si Skipper- dijo casi en susurro, aún sentía su estómago dando vueltas y eso lo mareaba un poco
-¡Alice!- gritó cabo
Todos se formaron a excepción de Kowalski, quién con los mareos aún se estaba poniendo de pié
-a ver pingüinito, vamos a quitarte esos dolores de estómago- dijo Alice mientras colocaba la tabla para cruzar el estanque
-¿Qué?- dijo en voz baja Skipper, ¿había llamado a uno de sus soldados "pingüinito"?
Kowalski quién recién se había puesto de pié fue sujetado por Alice y sacó un pequeño biberón de medicina y cariñosamente lo puso en el pico del más listo, este sorprendido de que no supiera feo como los que daba a los otros animales y la delicadeza en como lo hizo, este sin más remedio solo tuvo que acceder a tomar aquel jarabe, luego de que tomara los suficiente, Alice guardo el biberón y puso a Kowalski en su pecho con los brazos sujetándolo atrás, como si estuviera cargando a un bebé, Skipper, Rico y Cabo estaban con los picos abiertos por la sorpresa de la delicadeza de Alice, definitivamente, habían cambiado a su cuidadora con un robot o algo así, vieron como Alice pasaba su mano de arriba abajo en la espalda de Kowalski, que extrañamente empezó a sentirme mejor y cerró los ojos para poder disfrutar de aquel sueño que seguro ya iba a despertar.
-muy bien pingüinito- esa frase otra vez –volveré más tarde a darte nuevamente la medicina que acabo de darte y te sentirás mucho mejor-eso último lo dijo poniendo un dedo en su pico y sacándolo, como si hubiese presionado un botón, lo dejó en el suelo y antes de levantarse, paso su mano acariciando la parte parietal de la cabeza del pingüino que aún estaba atónito al igual que los otros, no se fue antes de realizar la misma acción a los demás pingüinos, Skipper retrocedió cuando vio como la mano de Alice se acercaba a él, pero ella sonrió –tranquilo, no voy a morderte- y finalmente lo acarició, se paró y se acomodó el pelo, los pingüinos aún no que quitaban la mirada de Alice, y ella al ver eso rió levemente.
En eso recibió una llamada de su woki toki radio
-sí Derek… no hay problema…sí… estoy aquí, para nada, son lindos, sí, estoy segura de que el próximo integrante de los pingüinos se llevará muy bien con sus amigos,… sí, tal vez con alguno de ellos-
Y eso fue la gota que colmó el vaso, Skipper ya no sabía si estaba muerto o vivo
¿integrante?… ¿como que, "alguno de ellos"?
Muy corta, lo sé, el próximo será más largo, sí, Alice también tiene su lado tierno :3
