CÚIDATE
Hola! Aquí estoy con mi primer fic de Slam Dunk, a ver que os parece...
No tengo mucho que decir, solo que, naturalmente, los personajes que aparecen aquí con propiedad de Inoue. Y ahora, a leer! ;)
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Ya estaba harto.
¿Para qué vivir? Algunas veces se había planteado la pregunta, pero nunca de forma tan seria. Rukawa miraba el suelo, pensando pero intentando no hacerlo. Quería olvidar todo aquello. Quería simular que no pasaba nada y seguir con su vida como antes...
¿...como antes?
Ésta también era una pregunta muy curiosa. ¿Cómo era su vida antes? Rukawa sabía la respuesta. IGUAL. Idéntica. No había cambiado en absolutamente nada. La misma casa, los mismos vecinos, la misma soledad. Pero algo si que había cambiado : él se había dado cuenta.
Era una rutina levantarse todas las mañanas, mirar el contestador y escuchar una falsa voz femenina que decía " el servicio le informa que no tiene mensajes " . Quizás la frase de ésta chica desconocida le habría dolido más que todos los insultos del mundo.
También era ya normal mirar la bústia y no encontrar nada. Pura rutina. Desayunar, coger la bicicleta, ir al instituto medio dormido, acabar de dormirse en las clases y luego entrenar. Oír los chillidos insoportables de decenas de chicas que intentaban por todos los medios enamorarse de él.
¿Qué tenía todo aquello de interesante?
Un gato blanco con manchas negras le saltó encima. Rukawa le pasó la mano por el lomo, diciéndole algo cariñoso mientras una leve sonrisa se asomaba por su rostro. Siempre le habían gustado los gatos. Le recordaban a él mismo...tan independientes, tan solos.
¿Pero a él le gustaba esto?
La respuesta era un rotundo NO. Llevaba la mayor parte de su vida completamente solo. Sus padres, siempre de viaje, cogieron cuando era pequeño la costumbre de dejarlo con los vecinos. Tres meses con cada uno. Así, cuando hubo pasado por todas las casas de toda la calle, ya sabía vestirse solo, sabía distinguir que era saludable comer, sabía abrirle la puerta a la vecina y hacerle un té mientras ella le arreglaba un poco la casa y pagaba las facturas con el dinero que el señor Rukawa le enviaba cada mes.
Sus padres solo venían a verle una semana al año, por Navidad, y hablaban con él como con un empleado más de su multinacional. Él no podía reprenderles nada. No se puede ser maleducado con los desconocidos¿no?
Con un suspiro agotado, dejó el gato al suelo con cuidado y luego se levantó. En el parque, todo el mundo parecía feliz. Los niños pequeños, cayendo por todas partes, hacían castillos de arena, mientras las madres charlaban con el ojo puesto en ellos. Los ancianos leían el periódico y discutían entre ellos. Los gatos saltaban por los arbustos, jugueteando entre ellos. Los pájaros cantaban en los árboles alegremente.
Todo parecía sacado de un cuento de hadas.
Pero sobraba él.
¿Que hacía entre aquella maravillosa perfección un chico solo, sin ningun amigo al que llamar, sin ninguna chica que llevar de la mano, sin ninguna madre a la que ayudar a hacer la compra...?
Había tomado una decisión. Con paso ligero, disfrutando por úlima vez de la brisa y de la olor de pan que hacía el horno por el que estaba pasando, empezó a andar.
El camino se hizo más corto de lo que quizá el quería, pero no pensaba volverse atrás. No ésta vez. Introdució la mano en su bolsillo y abrió la puerta de la casa.
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Por la misma calle en la que antes, alguien deprimido y arrastrando los pasos, había circulado, un chico con los ojos entrecerrados de rábia, los puños cerrados y el pelo rojo brillando al sol avanzaba rápidamente y gruñendo.
No entendía porque tenía que ser precisamente él el que fuera a comprobar si el maldito zorro estaba enfermo. ¿Y qué si no había venido al entreno? A quien podía importarle eso...Pero bueno, parecía que a Akagi si le importaba, y le había dejado el recuerdo...Sakuragui se pasó con tristeza la mano por la cabeza, notando un gran chichón que sobresalía.
" Veamos...¿que número era? " rebuscó por los bolsillos y sacó el papelito que Ayako le había dado antes. Buscó el número del piso y se acercó, murmurando algo ininteligible que hizo que dos chicas que pasaban por su lado le miraran raro y pasaran con prisa.
La puerta que daba a la calle estaba abierta, y tras dudar unos segundos empujó y entró. Sin pensarlo demasiado, abrió la puerta del ascensor y pulsó el piso en que su eterno enemigo se encontraba.
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No tenía el suficiente valor como para cortarse las venas, o tirarse por la ventana. Quizás era lo más sencillo, pero nunca había sido un chico especialmente valiente.
Rukawa se dirigió a paso lento en el lavabo y abrió el botiquín. Como creía recordar, estaba lleno de botes de pastillas que la vecina le iba reponiendo por si acaso le ocurría algo.
Sin dudar demasiado, abrió el primer bote que encontró. Solo quedaba una, lástima. Se la tragó enseguida.
Hizo lo mismo con tres botes más, con la diferencia de que aquellos tenían más de una pastilla...ocho, nueve, diez. Que más daba. Harían el mismo efecto una menos o una más.
Se sentó en el suelo mismo, preguntándose cuanto tiempo tardarían en hacer efecto. De momento no notaba moléstias...quizá estuviera horas bien...pero eso no ocurrió así. En seguida empezó a notar una sensación horrible que lo envolvía. Empezaba a tener serias dificultades para respirar. Una sudor fría le cubrió el cuerpo y sonrió cansadamente. No iba a tardar mucho.
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Una brusca sacudida hizo que el ascensor se parara y las puertas se abrieran. Sakuragui salió justo a tiempo, porque un segundo después volvieron a cerrarse y el ascensor se marchó ante la llamada de alguien en la planta baja.
El pelirrojo se encontró la puerta del piso entreabierta, y entró rápidamente.
Gritó el nombre del zorro un par de veces, y en vista de que no contestaba fue entrando en las habitaciones al azar, ya que nunca había puesto los pies en aquella casa...¿el dormitorio? Nada. ¿la cocina? Nada. ¿...el lavabo...?
"¿...Ru...Rukawa...?
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Os ha gustado el prólogo? Espero que si! U y no me miréis así, que si tuviera a Rukawa no lo mataría, en serio...
...de verdad!
Se que este capítulo es muy corto, pero como he dicho antes solo es el prólogo...
No se aún cuantos capítulos va a haber, hm, así que solo me queda suplicaros que : ME DEJÉIS REVIEWS!
Plis!