CAP 1: ¿Por qué yo?
Hola a todos, espero les guste este nuevo fic.
Los personajes no me pertenecen son de la gran mangaka SHUNGIKU NAKAMURA
- ¿Me dijeron que me casaré? - preguntó un alterado muchacho de cabellos castaños.
- ¿De qué te asombras? – Habló su hermano Ritsu -O eras tú o era yo -
- Pero el mayor eres tú -dijo Misaki muy molesto al ver la arrogancia de su hermano - Además ¿Porque estas tan feliz?... ¿Acaso te alegra mi desgracia? -
- Tú lo dijiste - señaló su hermano retándolo con la mirada - Te lo tienes merecido por quitarme lo que yo quería que fuera para mí -
- ¿De qué hablas? -
-No te hagas el tonto hermanito, me quitaste a Masamune, así que convencí a nuestros padres para que el que se casara fueras tú y no yo -dijo con una sonrisa - Además sabes que aquí el hijo favorito soy yo y no me niegan nada – añadió con una pizca de soberbia en sus palabras.
¿Acaso este era su hermano? ¿El que siempre lo protegía, lo mimaba y sobre todo era su mejor amigo? Que pasó con el Ritsu de hace 2 años, la persona que tenía en frente era ahora un total desconocido. ¿Masamune era la causa de todo? Si era cierto que tenían una relación de ya 6 meses; pero Ritsu jamás mencionó estar enamorado de este, si lo hubiera sabido no habría aceptado ser su pareja, después de todo quería a su hermano por sobretodo.
- Ritsu dime que no es verdad...tú no eres así – susurró Misaki con lágrimas a punto de salir de sus ojos.
- Es verdad y así tendré el camino libre con Masamune- contestó Ritsu dibujando una sonrisa en sus labios- Y por favor, no más lágrimas Misaki que ya no eres un niño pequeño -
Misaki se fue a su habitación corriendo, después de todo lo que más le dolía era la actitud de su hermano, aunque también estaba preocupado por el dichoso matrimonio arreglado. El timbre del celular lo sacó de sus pensamientos y sin mirar quien era, agarró el aparato y contestó.
- ¿Bueno? - contestó tratando de modular su voz que en ese momento temblaba.
- Hola Misaki - era Masamune - ¿Estás bien? tu voz suena algo raro -
- E…es…estoy bien, ¿por qué me llamas? - inquirió el castaño con algo de nerviosismo.
- No sabía que tenía prohibido llamar a mi novio - dijo burlándose
- No es eso, solo que pensé que estarías en clases -
- Ya terminaron...ufff...nunca pensé que la universidad sería tan pesada -
- ¿Tú crees?, pero si eres todo un genio -contestó el castaño entre risas - Además tú y Ritsu en preparatoria eran unos "ratones de biblioteca" -
- Si claro, gracias por eso – añadió con sarcasmo – Fue así hasta que te conocí, ahora creo que soporto la universidad porque sé que ahí te encontraré...¿Misaki? - preguntó ya que este no contestaba - ¿Sigues ahí?
- Masamune mañana tenemos que hablar -contestó el castaño muy serio - Y tiene que ser a primera hora -
- Bien, ¿quieres que vaya a recogerte a tu casa? -
- Esta bien...entonces hasta mañana -
-Misaki -
- ¿Qué? -
- Te amo -
Misaki sentía como otra vez las lágrimas se escapaban de sus ojos y por consiguiente su voz temblaría- Yo igual...Hasta mañana- colgó
¿Por qué le tenía que pasar esto? ¿Por qué a él? ¿Ritsu que hiciste? Según lo que le informaron sus padres, tendría que casarse para beneficio de la familia, la empresa y para estar mucho mejor posicionados socialmente. Y era verdad, el imperio Usami era tan grande, prestigioso y poderoso a nivel mundial, era una oportunidad única, pero... Masamune también se encontraba en un buen estatus social, su familia, la empresa de esta era reconocida en muchos países...así que ¿Por qué él no? La boda estaba programada para dentro de 5 meses, Misaki ni siquiera había terminado la universidad, le faltaban 3 años.
TOC...TOC - se escuchó que tocaban la puerta.
- Adelante - dijo el castaño aun recostado en su cama.
- Disculpe señorito, sus padres lo esperan en el estudio - habló el mayordomo
- Gracias...bajaré en 5 minutos –
-Bueno, con permiso -dijo el mayordomo haciendo una pequeña reverencia para luego retirarse.
- Propio -
POV MISAKI
Bajé las escaleras lo más rápido que pude y entre al estudio de mi padre; sin embargo, tenía un mal presentimiento de todo esto. Toqué la puerta.
-Pase -dijo la voz grave de mi padre
Entré y vi a mi padre recostado en el sillón detrás de su escritorio, a su lado de pie, se encontraba mi madre y mi hermano se hallaba en una esquina, se veía tan radiante, tan feliz.
- ¿Para qué me llamaste papá? –pregunté curioso
- Para decirte que en una semana conocerás a tu prometido - contestó mi padre muy indiferente a la situación
- ¿Qué? -
- Lo que escuchaste - dijo mi madre muy seria.
- Pero no me quiero casar y menos ahora...yo aún no he terminado la universidad y... -no pude terminar porque mi madre me había interrumpido.
- Ya no hará falta que estudies, solo concéntrate en ser un buen esposo para Akihiko -
Así que ese era su nombre. - ¿Por qué yo? – les pregunté con evidente molestia.
-Eres el más indicado - contestó mi padre - Ritsu no puede porque nos mostró los planes que tiene a futuro - señaló
- ¡Yo también tengo planes, proyectos! - grité, toda mi ira empezó a salir - Acaso no preferían a mi hermano para mostrarlo ante la sociedad, lo llevaban a reuniones importantes y todo eso... ¿Por qué no lo hacen ahora? -
- No está a discusión, ya puedes retirarte - ordenó mi padre
Me tragué mi ira y salí con dirección hacia la salida de mi casa.
Me encontraba en las calles, solo y sin nada que me importara en esos momentos, ¿Qué yo era el más indicado?, claro si como no, mi hermano sí que se las ingenió para convencer a nuestros padres, pero era obvio que lo haría, yo siempre noté que ellos hacían diferencias entre ambos y muy notables, que más daba, Ritsu siempre era el mejor hijo, bueno en los estudios, el primero en clases, deportes, medallas, premios y hasta hace unas horas para mí era el mejor hermano del mundo. Estaba perdido en mis pensamientos, me agaché y recogí una pequeña piedrecita que tenía forma de corazón… Masamune, que diablos te voy a decir, te amo tanto que en verdad me dolería mucho perderte, mi mejor amigo, mi primer amor, con razón dicen que los primeros amores nunca duran y parece que lo comprobaré en carne propia dentro de muy poco. Agarré con fuerza la piedrecilla y lo tiré con todas mis fuerzas sin haberme percatado que le di a alguien.
- Auch -
- Lo siento mucho - dije mientras me acercaba a la persona a la cual le había llegado la piedrecilla.
- ¿Quién te crees que eres mocoso?- me preguntó el sujeto a quien aún no veía bien porque estaba muy oscuro.
"¿Cómo se atrevía a llamarme así?"
- ¿A quién le dices mocoso? – me enojé
- Pues no veo a otro mocoso más que tú -
Se acercó hasta mí ya que yo me había distanciado un poco, pude observarlo con claridad, bueno era muy alto, creo que sus cabellos son grises pero no lo puedo asegurar porque en verdad está muy oscuro, sus ojos son de un color violeta, bueno al menos uno de ellos ya que el otro estaba cubierto por su mano….Si creo que la piedra cayó en su ojo izquierdo. Tenía que admitir que era muy guapo a simple vista; pero su arrogancia, ya lo califiqué….Esta sería la última persona con la que saldría en toda mi vida.
- Aparte de agredirme ¿ahora me examinas?- cuestionó con algo de molestia.
Hasta ese momento en que lo dijo no me había percatado que mi mano derecha reposaba en mi barbilla y peor aún lo estaba mirando de arriba hacia abajo….!Qué vergüenza ¡ ¡Trágame tierra!
- Lo único que faltaba para hacer de este día un total asco….toparme con un mocoso y peor aún que me agreda y me acose – me dijo mientras me miraba a los ojos.
- Eso no es verdad, yo no te estoy acosando -
- Bien ya no me importa, muévete que estorbas y quiero pasar – me dijo e hizo un gesto con su mano para que me alejara, diablos este tipo es de lo peor - ¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso te gusto? – preguntó nuevamente con arrogancia en cada una de sus palabras.
- Por favor, jamás me fijaría en alguien como tú – le dije soltando un bufido
- Lo mismo te digo, tu serías la última persona con la que yo quisiera tener algo – dijo burlándose de mi mientras seguía su camino –Adiós mocoso – se despidió sacudiendo las manos.
¿Qué más podía pasarme hoy? Me dijeron que me casaría en 5 meses con un perfecto desconocido, mi hermano me decepcionó por completo, tendré que terminar con mi novio, y por último me topé con un perfecto engreído y arrogante.
- ¿Algo más tenía que sucederme? – pregunté en voz alta mientras miraba al cielo con los brazos abiertos, fue en ese momento que sentí como un chorro de agua caía sobre mí, pero que asco era agua sucia que cayó de una tubería….mire hacia arriba otra vez y dije "Gracias, era la cereza del pastel lo que me faltaba"
Llegué a casa, eran las 10pm y como siempre nadie se preocupó por mí, en otras palabras nadie estaba esperándome, ni siquiera para regañarme. Con total pesadez subí escalón por escalón y vi a mi hermano recostado en la puerta de mi habitación.
- ¿Dónde estabas? – Preguntó conteniendo la risa ante mi aspecto tan decadente – ¿En qué charco te metiste? – arrugó la nariz.
- ¿Qué ahora te preocupas por mí? – dije fastidiado por la burla.
- No me respondas con otra pregunta, todavía soy tu hermano mayor así que me debes respeto – mencionó escupiendo cada palabra.
- Exacto eres mi hermano mayor, deberías velar por mí, cuidarme y no arrojarme para ser la prostituta de quien sabe quién – ahora sí, mi ira volvía emerger.
- Porque velo por ti es que deje que te casaras en mi lugar….deberías agradecerme que vivirás entre muchos lujos - dijo sonriendo – Y a todo esto… ¿cuándo se lo dirás a Masamune? -
- No te importa -
- Si me importa, así sabré cuando tener que consolarlo ¿no crees? -
- Me das pena, Masamune me quiere a mí – le dije con una gran sonrisa
- Pues falta poco para que deje de hacerlo – murmuró dándome la espalda para irse a su habitación – Hasta mañana hermanito –
Entré a mi cuarto azotando la puerta, me di una ducha rápida para quitar ese desagradable olor de mi cuerpo, me coloqué mi pijama y me fui directo a la cama, para así poder dormir y olvidarme de todo.
POV NORMAL
Los rayos del sol se filtraban por las cortinas despertando a un castaño quien tenía unas enormes ojeras causadas por no dormir y solo estar dando vueltas en la cama, se desperezó y se levantó rápidamente, eran las 8 de la mañana de un caluroso día sábado y su novio llegaría en una hora, al pensar en eso, un fuerte apretón en el pecho le hizo comprender que tenía miedo…miedo de perderlo.
Llegó al comedor y vio sentados a sus padres y a su hermano charlando amenamente entre risas y buenas caras – Buenos días - saludó mientras se acomodaba en su silla.
- Parece que se te pegaron las sábanas- dijo su padre - ¿Qué harás hoy? -
- Iré a pasear con Masamune – contestó el castaño llevándose a la boca una cucharada de avena.
- Espero que hoy mismo cortes tu relación con él – habló seriamente su madre – Dejamos que fuera tu novio porque es de una buena familia; pero ahora ya estas comprometido, así que no deben de verte frecuentar con él -
- Pero, ¿qué les parece si mejor me caso con él? – Preguntó tímidamente
- Misaki no quiero discutir, te dije que ya todo está decidido – frunció su ceño haciendo notar su molestia – Además, si tanto quieres que forme parte de nuestra familia…- miró a Ritsu – Ritsu se podría casar con él… ¿verdad hijo? -
-Claro que sí padre, "YO" jamás los desobedecería –contestó Ritsu
-Lo sabemos cielo – dijo la señora Onodera con voz dulce.
Misaki se levantó de la mesa totalmente indignado, como era posible que dijeran eso sabiendo que aún era su novio, fue a su habitación, se arregló y salió al jardín a esperar, Takano al cabo de 15 minutos apareció en un coche negro, bajó y se dirigió hasta donde se encontraba el castaño al cual le dio un tierno beso en los labios.
- ¿Me extrañaste? – Le preguntó
- Mucho - se sinceró el menor entrando al coche.
Se alejaron de la pequeña mansión dirigiéndose hasta un pequeño parque rodeado de mucha vegetación, árboles y una pileta en medio que tenía la escultura de un ángel en medio. Estacionaron el carro y se fueron a sentar hasta una de las muchas bancas que había alrededor.
- ¿Y esas ojeras?... Ya sé, anoche tanto pensaste en mí que no pudiste dormir – dijo el oji avellana tocándole la mejilla, pero este no le dio respuesta – ¿Misaki que pasa? – Preguntó al notar el decaído semblante del muchacho.
- Es que yo….- no pudo terminar al escuchar un fuerte ruido.
En ese momento vieron como un auto deportivo rojo se estacionaba y frenaba con mucha fuerza cerca a donde estos se encontraban, del auto bajó un joven de cabellos grises y ropa informal.
- Otra vez ese sujeto – murmuró el castaño con incomodidad al reconocerlo.
- ¿Lo conoces? –Preguntó el oji avellana haciendo una mueca de disgusto al ver que el mencionado se acercaba.
- Miren a quién tenemos aquí, al gran Takano Masamune – habló el peli gris haciendo una reverencia en forma de burla.
-¿Qué quieres? – Inquirió con molestia el mencionado.
-De ti nada – le dijo y luego miró al castaño – Pero….Ya sé tú eres el mocoso de anoche –dijo apuntando a Misaki.
- Que desgracia volver a verte – salieron esas palabras de la boca del menor sin remordimiento alguno.
- Lo mismo digo…bueno no los interrumpo más y como saben o deberían saber mi tiempo es oro, así que adiós o mejor dicho: piérdanse – se alejó.
- ¿Por qué te dijo mocoso? –
- Eh….por nada, ¿tú lo conoces? -
- Por desgracia nuestros padres son amigos y tuve que cruzarme varias veces con él, no tienes ni la más mínima idea de cuanto lo desprecio –
- ¿Cómo se llama? –
- Su nombre es…. –
El timbre del celular de Misaki empezó a sonar - ¿Diga? – Contestó el castaño.
- Se lo dijiste ¿sí o no? – era Ritsu
- No te interesa -
- Será mejor que le digas de una vez, o se lo dices tú o lo hago yo – colgó dejando a Misaki sin muchas opciones.
- ¿Quién era? – Preguntó Takano
- Mi hermano –
- ¿Me dirás que es lo que te pasa? –preguntó el oji avellana tomando el rostro del castaño entre sus manos y viéndolo fijamente a los ojos.
Con mucho temor de no saber lo que pasaría, dijo: Yo me voy a casar -
- Misaki no juegues así, no me gustan este tipo de bromas – dijo el oji avellana restándole importancia.
- Pero si no es una bro….- no pudo terminar ya que sus labios fueron callados por los labios del otro, el castaño le dio paso a esa lengua tan traviesa que exploraba todo su interior sin pudor alguno, ambas lenguas se acariciaban a más no poder. El oji avellana se separó de este y lo vio muy agitado debido al beso tan repentino que le había proporcionado, lo cual generó en él una sonrisa.
Misaki lo miró algo confundido mientras trataba de regular su respiración, Takano pensaba que lo que le acababa de decir era una broma…..y ¿por qué no? Llegaría a su casa y rechazaría nuevamente el compromiso, además no podían obligarlo ya que era mayor de edad y más, bueno tenía 20 años así que ya podía decidir sobre su futuro y eso es lo que haría.
- Misaki – llamó el oji avellana acercándose a él para tomar posesión de sus labios otra vez, sin embargo fue interrumpido por el timbre de su celular – Diablos ahora… ¿quién es? – dijo mientras veía quien era el que lo llamaba.
- ¿Qué quieres? – Contestó irritado – Si, si ya voy para allá – dijo antes de colgar.
- ¿Quién era? –Preguntó el castaño
- Un amigo de la universidad, al parecer el muy idiota borró accidentalmente un proyecto el cual nos costó hacer un mes…. Y para el colmo tengo que ir a solucionarlo ya que él no sabe qué hacer y está desesperado -
- Entonces te vas y me dejas solo y abandonado….- dijo el castaño haciendo un puchero.
- Perdón amor; pero te juro que mañana te rapto todo el día…. ¿qué te parece? – le preguntó mientras le daba besitos por todo su cuello haciéndolo reír.
- Esta bien, pero llévame a mi casa- contestó el castaño tratando de alejarlo.
Masamune llevó al castaño de regreso a su casa y luego se fue como alma que lleva el diablo a poner fin a la vida de su amigo por arrebatarle ese hermoso día. Misaki entró a la habitación de sus padres dispuesto a enfrentarlos.
- No me casaré y no pueden obligarme pues ya soy mayor de edad- habló el castaño sin preámbulos.
- Te casarás – contradijo su padre
- No, no lo haré y ya lo he decidido –dijo el castaño con mucha seguridad en sus palabras.
- Eres igual a ella – hizo acto de presencia su madre quien mostraba mucho desprecio en sus ojos - Será mejor que te diga de una vez la verdad -
- Querida por favor no... - rogó su esposo.
- Silencio, tengo que hacerlo, es necesario -
- ¿Mamá a que te refieres? - cuestionó el castaño
- No me llames así, tú no eres mi hijo...ni mío ni de tu padre -dijo la señora Onodera con mucho odio.
- Sé que estas enojada mamá, pero no digas esas cosas- susurró el castaño sin poder creer lo que su madre decía.
- Es cierto, tú no eres hijo mío, eres hijo de mi hermana...por eso no fue tan difícil hacerte pasar por mi hijo, tienes los mismos ojos que los de mi hermana y por eso también son iguales a los míos; sin embargo, ese cabello color chocolate y algunas de tus facciones lo heredaste del imbécil de tu padre -dijo la señora Onodera con verdadero odio irradiado en sus ojos.
- No entiendo, si tú no eres mi madre... ¿Dónde está ella? – Exigió una respuesta con lágrimas en los ojos - ¡DONDE ESTÁ! - gritó al no escuchar nada.
-Tu madre no está bien de la cabeza, tus abuelos nunca aceptaron a tu padre así que mi hermana se escapó con él, tu padre era de condición humilde y ella salió embarazada de ti a los 17 años, el día que naciste, tu padre murió en un accidente automovilístico. Tus abuelos te arrebataron de mi hermana y te entregaron a mí para criarte como a un hijo y así lo hice. Tu madre está viva si es lo que quieres saber, pero está loca...si Misaki el perder al gran amor de su vida y a su hijo al mismo tiempo la condujo a la locura - concluyó
- ¿Hijo estas bien? -preguntó su supuesto padre al ver el rostro pálido de su hijo.
- Son unos monstruos - dijo el castaño entre lágrimas
- No tengo tiempo para esto Misaki, este es el trato, con tu boda nuestra familia ascenderá mucho más y a cambio te diremos dónde está tu madre- dijo la señora Onodera - Además nos debes mucho, te criamos desde que eras un bebé como a nuestro propio hijo y nunca te falto nada... ¿qué dices?... ¿no quieres conocer a tu madre? –
- Nunca mencionaste tener una hermana - murmuró el castaño
- No merece ser mencionada pues fue una deshonra para la familia -contestó la señora Onodera.
- Ritsu... ¿lo sabe? –
- Siempre lo supo y aun así te trató como a un hermano, sin embargo tú le arrebataste a su único amor –
Misaki no dijo nada, no preguntó nada más y salió despacio de aquella habitación y ni bien subió un escalón para dirigirse a su habitación se desplomó.
