Ellos solo deseaban iniciar una nueva vida, lejos de aquello que les entristecía y por lazos del destino se embarcaron hacia el mismo lugar sin saber que su nueva vida sería mucho más difícil de lo esperado.

Porque la formula de la felicidad no es un modelo establecido.

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La isla de la felicidad.

Cap. 1: Naufragio.

Se lo habían mencionado con anterioridad, pero verlo en aquel momento le pareció la señal que estaba esperando de su libertad.

Sonrió mientras sus ojos se iluminaban. Con una pequeña mochila en mano miró aquel puerto con entusiasmo. Ya no volvería a aquel lugar, ya no sería lastimada.

Ella sonrió, miró el piso y su rostro se tornó nostálgico.

"- No – murmuró mientras sacudía su cabeza como queriendo desaparecer todo signo de duda."

No era una anciana, era muy joven y con la edad suficiente para realizar cualquier cosa. Sus cabellos castaños lacios y largos se detenían por un pañuelo color rojo que amarraba a su cabeza. Se había preparado para evitar ser reconocida. Su atuendo se veía masculino y aquello sería su oportunidad.

Sus ojos buscaron entre la multitud un lugar en la orilla. Estaba decidida a tomar cualquier embarcación y en ese momento lo notó.

Un joven de expresión tranquila, casi seria. Portaba una gorra azul cubriendo con ello sus cabellos dorados mientras, entre sus manos, sostenía algo que parecía ser una fotografía.

Se sorprendió así misma que estuviese mirando a una persona detenidamente y más si aquella persona era del sexo masculino.

Frunció el ceño y se molestó con aquel desconocido que parecía llamar su atención sin razón aparente.

Notó como alguien pareció empujarlo haciéndolo caminar y soltar la fotografía por error.

Instintivamente y sin pensarlo dos veces, ella se acercó hasta tomarla. No fue hasta que levantó su mirada que se dio cuenta de su error.

"- Eso es mío – murmuró el joven quien la observaba con seriedad, mas no con molestia."

L a chica miró la fotografía y se la entregó tímidamente.

"- Gracias – murmuró al sonreír casi pícaramente causando en la chica un leve sonrojo - ¿Tu nombre?"

"- ¿Qué? – balbuceó."

"- Tu nombre. Quiero agradecer a la persona que salvó tan valioso objeto."

"- Chelsea – murmuró no sin antes notar que la fotografía era de una hermosa mujer de cabellos dorados."

"- Mark – Respondió este sonriendo con astucia."

"- No hagas eso – murmuró frunciendo el ceño."

"- ¿Hacer qué? – preguntó alzando una ceja sin comprender."

Chelsea estaba a punto de explicar cuando notó que el chico miraba tras ella y maldecía por lo bajo.

"- Vamos – fue lo único que dijo al tomar su muñeca y correr con ella."

"- ¡E-Espera¡ - gritó asustada."

Al no poder soltarse del agarre corrió con él hasta un callejón donde este paró de pronto y se asomó para observar algo mientras la joven trataba de tomar aire.

"- ¡¿Q-Que te ocurre? – fue su reacción al sentir de pronto temor por aquel desconocido."

Notó la seriedad en él, más cuando volvió su mirada a ella, este sonrió enigmáticamente casi de manera infantil.

Chelsea le miró de hito a hito y comenzó a retroceder tropezando con lo que parecía ser una rama pero, para su sorpresa, el chico la había tomado del brazo evitando que cayera.

Mark se acercó demasiado intimidándola.

"- Necesito ayuda – murmuró- siento mucho si esto es extraño."

"- ¿Q-Que? – respondió incomoda con la cercanía y sospechando aun mas de él."

"- Veras – se alejó con diversión al sentirla nerviosa – necesito llegar – miró a su alrededor – a ese barco – señaló."

Chelsea observó la dirección.

"- ¿Por qué no puedes hacerlo tú?"

"- Si me ayudas – la miró con seriedad sin responder – prometo pagártelo de alguna forma."

"- No necesito dinero."

"- Dímelo entonces."

Chelsea supo que se había topado con una persona extraña, demasiado para su gusto. Mordió su labio inferior y decidió decir lo primero que vino a su mente.

"- Quiero un lugar seguro para vivir. Fuera de aquí."

Mark rió al saber que no se le estaba tomando enserio.

"- Curiosamente yo también deseo alejarme de aquí.- sonrió – necesitamos subir entonces a la misma embarcación."

"- ¿A dónde se dirige?"

"- Lejos de aquí – fue su respuesta – podría cerciorarme que bajes sana y salva en un buen sitio."

Chelsea lo miró con desconfianza y luego miró la embarcación lujosa.

"- Yo no podría costearme…"

"- Yo lo pagare – murmuró tomándola de la muñeca – andando."

"- E-Espera – respondió al sentir el tirón."

La joven de cabellos castaños pudo notar la desconfianza del chico a cada paso y como rápidamente se hizo cargo de los boletos.

Notó la educación con la que el chico respondía al capitán que les daba la bienvenida.

Y así fue, se dijo cuando miró atónita la habitación de ambos, como quedó encerrada con un chico.

"- ¿Por qué la misma habitación? – retó escondiendo su temor."

Mark hizo una expresión de terror. Como si pensar estar ahí con ella le pareciera el peor castigo.

"- No deberías pensar así – sonrió con burla – No deberías creer que eres tan atractiva como para querer raptarte."

"- ¿Qué? – preguntó indignada - ¡¿Cómo te atreves a…?"

"- No soportas una broma ¿Verdad?"

Chelsea lo estudió y pensó que aquel sujeto era la persona más odiosa del mundo.

Furiosa, tomó su pequeña maleta y se dirigió hacia la puerta.

"- ¿A dónde vas?"

La joven no respondió. Cerró la puerta con fuerza y se encaminó hacia a la cubierta del barco.

Comenzaba a oscurecer para cuando se sentó en el piso de la zona y miró el cielo oscurecido por densas nubes.

Salió para librarse de aquellas personas y ahora terminaba con otra que pareciera divertirse con herirla.

En realidad odiaba a los chicos por eso. Limpió su rostro con fuerza al sentir que comenzaba a derramar lágrimas y fue cuando sintió algo sobre ella.

"- Oye – le llamó haciéndola girar - te resfriaras aquí."

Chelsea notó la chaqueta marrón de él sobre sus hombros y le miró sorprendida.

"- Veo que eres muy sensible ante bromas – la miró con detenimiento – pero eso no significa que debas pasar aquí la noche."

A la joven le sorprendió deducir algo. La sincera preocupación que parecía mostrar el chico.

No parecía hacerlo para agradarla solo…parecía que era algo normal en él.

Debía ser una mentira, se dijo al fruncir el ceño, nadie era tan bueno como para no querer algo a cambio. Aquel pensamiento lo había aprendido muy bien.

Apunto de negarse estaba cuando el barco se movió bruscamente haciéndola levantarse de inmediato y sostenerse de la orilla del navío.

"- ¿Qué está pasando? – preguntó asustada."

"- Es una tormenta – exclamó Mark al tomarla de la muñeca. –regresa a la habitación."

"- Pero…"

"- ¡Regresa¡ – gritó furioso, algo que Chelsea no había visto en aquel rostro."

L a chica obedeció tragando saliva y decidió regresar a su habitación pero, para cuando la sacudida había terminado comenzaba una más agresiva haciéndola caer de inmediato al piso oscureciendo todo a su paso.


"- Creo que está bien."

"- Pero papá…"

"- Claro que está bien – afirmó la voz de lo que parecía ser un anciano – creo que has sido muy valiente muchacho."

Chelsea los escuchaba pero no entendía donde estaba. Sentir lo que parecía ser arena entre sus manos la hizo reaccionar.

"- ¡Ya está despertando! – se escuchó a una mujer."

Enfocó bien sus ojos y notó que a su lado en la arena estaba Mark quien le observaba con seriedad mientras tras él estaba una hermosa mujer de cabellos rosas y un anciano que tenía una expresión gruñona.

La joven se sentó con dificultad y sintió un dolor intenso en sus costillas.

"-Calma – exclamó la dulce mujer quien sonreía."

"- ¿Dónde…?"

"- El barco en el que íbamos naufragó – explicó el anciano - ¿Iba alguien más con ustedes?"

Ambos chicos negaron con su cabeza.

"- Lo bueno es que todos estamos a salvo – la mujer puso su atención en Mark – Tu novio es muy valiente – sonrió."

"- ¿Novio? – preguntó Chelsea sin comprender."

"- Él se encargó de salvarte – murmuró sorprendiendo a Chelsea."

Mark no pareció escuchar el comentario. Se puso de pie y sacudió su ropa cubierta de arena.

"- Mis nietos están investigando la zona – exclamó el anciano – esto parece ser una isla."

"- ¡Ah! – la mujer de cabellos rosas asustó a todos con la expresión – no nos hemos presentado."

Chelsea no pudo evitar reír por lo bajo. La mujer parecía ser demasiado enérgica y amigable.

"- Deben disculpar a mi hija – murmuró en anciano suspirando – Mi nombre es Taro."

"- Yo Soy Mark – se presentó con seriedad y miró de reojo a la chica sentada en la arena – ella es Chelsea."

La joven parpadeo sorprendida ¿es que estaba molesto con ella?

Escuchar pasos fue lo que la distrajo.

"- Ya han vuelto – murmuró Taro."

Chelsea parpadeó al ver a dos jóvenes. Una muy hermosa y de expresión seria y el otro apuesto con una expresión más amigable.

"- Ellos son mis hijos – sonrió la mujer – Ella es Natalie, Elliot – señaló – y yo soy Felicia mucho gusto."

Los recién llegados observaron a los dos chicos.

"- Veo que ha despertado – murmuró Elliot sorprendido mientras arreglaba sus gafas."

"- ¿Por qué demonios tardaron tanto?– regañó el anciano."

"- ¡Escucha! – murmuró Natalie que parecía molesta con la actitud del viejo – Hemos echado un vistazo y no hay nadie que habite este lugar."

"- Hay pequeñas casas en mal estado – murmuró Elliot pensativo – es como si todo mundo lo hubiese abandonado."

"-Tal parece que estamos atrapados – el anciano farfulló – No sabemos dónde estamos, por lo tanto debemos buscar un lugar para refugiarnos."

Los demás asintieron con la cabeza y comenzaron a andar. Chelsea intentó ponerse de pie pero al sentir las molestias desistió.

Se sorprendió al ver a Mark de cuclillas delante de ella dándole la espalda.

"- Tendré que llevarte – murmuró con la misma seriedad."

"- ¿E-Estas bien? – preguntó con timidez. Si él la había salvado de verdad, ella debía por lo menos agradecer."

"- Si – fue su respuesta cortante."

"-Mark… - llamó cuando ya se había sostenido a él."

"- Que extraño que digas mi nombre – sonrió con ironía."

Chelsea permaneció en silencio. Él parecía no querer conversar con ella y era mejor permanecer callada.

Se reclinó a él y se dejó llevar y sin darse cuenta siquiera, sonrió.

Cuando alcanzaron a los otros, Felicia los observó y Chelsea notó como la mujer reía pícaramente haciéndola ruborizar.

"- Creo que aquí podremos resguardarnos mi familia y yo – murmuró Taro señalando una pequeña cabaña – pero ustedes…- el hombre giró y observó una pequeña vereda."

"- Las demás edificaciones están demasiado dañadas – murmuró Elliot mientras miraba a su abuelo – hay un pequeño sitio que parecía ser un rancho pero..."

"- ¿Qué? – preguntó el anciano rápidamente mientras sus ojos se iluminaban."

"- ¡Papá! – regañó Felicia - sabes que estás muy viejo para eso."

Mark les miraba sin comprender y por ello intervino Elliot.

"- A mi abuelo lo apodaban el Rey granjero – rió."

"- Entonces – murmuró el viejo – mi nieto se encargara de…"

"- ¡Claro que no! – se defendió Elliot."

"- Pero…"

"- Te he dicho que no es mi sueño ser granjero."

El anciano miró con desanimo a su descendiente pero sus ojos se iluminaron nuevamente al ver a los dos jóvenes nuevos.

"- Ya sé donde podrás vivir Mark – sonrió el viejo con malicia – Si quieres cuidarla – señaló a Chelsea - y formar una familia, deberás hacerlo."

"- ¿Qué? – preguntó Mark incrédulo mientras Chelsea les miraba."

"- Se quedaran en ese rancho – ordenó – eres joven y parce que ambos necesitan una casa."

"- Espere un momento…"

"- ¡No se diga más! – sonrió mientras caminaba al susodicho rancho – Vamos."

Mark permaneció de pie incrédulo y fue Chelsea quien llamo su atención.

"- Deberíamos seguirlo… por ahora no tenemos opción."

"- ¿Te gustan los ranchos? – preguntó mientras comenzaba a caminar."

"- Pues… solo un poco – murmuró ruborizada pensando que eso es lo que siempre quiso hacer para poder vivir por sí sola."

"- ¿Qué demonios quiso decir con "cuidarla" y eso de "formar familia"? – preguntó frunciendo el ceño."

"- Ellos creen que soy tu novia -suspiró cansada."

"- ¿Y no le has desmentido? – preguntó con una sonrisa astuta haciéndola ruborizar."

"- ¡No me han dado la oportunidad! –exclamó molesta."

Mark rió mientras ella se enfurecía más.

"- Veo que se llevan muy bien – murmuró el anciano al llegar – pues… - miró a su alrededor. Un campo descuidado y una casa casi intacta – Creo que para empezar esta bien."

"- Escuche… – tomo la palabra Mark – yo nunca he…"

"- Aprenderás – reprendió – y tu…"

"- ¿Yo?- pregunto Chelsea."

"- Le ayudaras –ordenó – una buena mujer debe estar al lado."

"- Espere, yo no soy…"

El anciano, balbuceando cosas sobre los jóvenes de su época, se alejó.

"- ¡Que anciano! – murmuró molesta."

"- Como sea – respondió – él tiene razón en algo, podremos resguardarnos y vivir de esto por un tiempo."

"- Pero…"

". Yo deseaba marcharme y tu también… supongo que esto es lo que queríamos ¿No?"

Entraron a la cabaña y pudieron notar una alfombra en mal estado, un pequeño sofá y una cama.

"- Lo mejor es que descanses."

"- Tu también."

"- Saldré a revisar un poco y tu no puede ponerte en pie."

"- Sacudiré la cama y podrás descansar."

Chelsea permaneció sentada en el sofá mirándolo incrédula. El que le hubiese salvado y le ayudase… en realidad aquel chico era una buena persona… algo que le sorprendió comprender al fin.

"- Mark… - le llamó con sinceridad captando su atención – gracias… prometo ayudarte en lo que pueda."

"- Solo recupérate – respondió encogiéndose de hombros sin mucha importancia."


Continuara...


N/A: es mi primer fic basado en un video juego, este me gusta y he optado por adaptar la historia original del juego a esta parejita que me encanta (elijo a Mark cuando quiero casarme en el juego XD)

cuidence espero sea del agrado de quien desee leerlo.