PRIMER AÑO:
Los motores del expreso retumbaban por todo el andén 9 - 3/4. Un nuevo año estaba a las puertas de comenzar. Hogwarts era ya veterano en acoger nuevos alumnos cada año, pero esta vez no sería un año cualquiera, la gente del mundo mágico estaba deseosa de rumorear sobre los grandes reencuentros que se iban a llevar a cabo ese mismo año. Hijos de lo más grandes héroes de la guerra y de los no tan héroes […] hacían por primera vez acto de presencia en la escuela de magia.
Era el primer año de Scorpius Malfoy, hijo del temido ex-mortífago Draco Malfoy. Scorpius Malfoy era un niño poseedor de una personalidad fuerte y segura, eclipsaba a los demás con suma facilidad. Todos sabían que sería uno de los mejores de su promoción. La marcada seguridad y alto autoestima que albergaba siendo tan pequeño era fascinante. Poco tardó, ya en Hogwarts, en convertirse en el más respetado líder de su respectiva casa, ¿Pero es que alguien iba a dudar de que eso fuera a ocurrir?
¿Pero que hay de la preciosa hija de Ron Weasly y Hermione Granger?. Pobre Rose Weasley, no podemos olvidarnos de ella, bueno, la verdad es que normalmente nadie hacía un gran esfuerzo en fijarse en la pequeña pelirroja. Rose era una niña callada y vergonzosa, absorta en su propio mundo, y que a diferencia de su madre, inspiraba unas expectativas muy bajas, nadie creía que desarrollaría el carácter valiente y decisivo que su madre tenía.
Aún así, el trabajo estaba hecho, todo el mundo sabía que Rose pertenecería a Gryffindor y Scorpius Malfoy a Slytherin.
Cabe decir que en el andén se formaron dos bandos bien diferenciados, nadie se atrevía a confraternizar entre los pertenecientes de un lado con los del otro. En un lado los héroes de guerra o simplemente simpatizantes con Harry Potter, y por otro lado, bueno ya podemos imaginar quien se instaló en el otro bando del andén […]
Scorpius Malfoy ya había hecho una decena de amigos y alardeaba sobre sus técnicas mágicas pese a no haber tenido hasta el momento ningún tipo de formación oficial. A varios metros de él se encontraba Rose, absorta en su pequeño libro. ¿Que diferentes verdad?
- Rose perderás el tren! – Gritó Hermione con el corazón en un puño, quizás había exagerado un poco pero no pudo evitarlo al ver que todos los primos de su hija ya habían subido al tren. –
A Rose le costó unos segundos reaccionar, pero en seguida se puso de pie patosamente y corrió todo lo que pudo y más, se podría decir que la forma en que corría mientras que todo se le caía era bastante graciosa. A la pequeña Weasley ya no le quedaba aliento, ni fuerzas, cerro los ojos intentando poner todo su esfuerzo en correr más, cuando de repente;
*Chispa*
- Jod… - chilló bruscamente el rubio mientras se giraba de forma amenazadora –
Cualquiera que fuera un poco más listo que un elfo doméstico podría haberse dado cuenta de que por unos segundos los ojos de Scorpius brillaron de manera excesiva y de que Rose hacía gala de su primer sonrojo a causa de un chico.
Estúpida –Espetó Scorpius baja la atenta perplejidad de Rose -. ¿Un poco brusco verdad? ¿Pero acaso esperabais algo más de parte de un Malfoy?
Hermione Granger fue la única que se percató de la electricidad fluida en el choque de su hija con el joven Malfoy. Bueno, digamos que ella… Ella lo supo desde el principio.
