Bueno, la cosa está así, algunas naciones decidieron que a lo mejor sería buena idea pasar unas vacaciones juntos, para navidad. No es de sorprender que la idea haya sido de América o de Italia, pero sorprendentemente la idea fue nada más y nada menos que de nuestro querido caballero inglés, Arthur o también conocido como Inglaterra. A varios le sorprendió que al señor "Soy feliz estando solo" propusiera aquella idea. Claro que algunos ni lo pensaron y dijeron que si, como Francia. Rusia pareció feliz al escuchar decir a alguien que sería una navidad para amigos, y aceptó. Invitaron a los nórdicos pero solo Dinamarca y Finlandia aceptaron. China lastimosamente no pudo ir, dijo que pasaría estas echas con Hong Kong, Corea del sur y Taiwán (También posiblemente Islandia, ya que cierta ciudad siempre lo invita). España sugirió invitar a algún latino, e invitaron a Colombia, la alegre muchacha cafetera.
La cosa estaba así: Por parte del axis, irían Alemania, Italia -Norte y sur- y Japón, Prusia no iría pues quería hacer no sé qué cosa en Chile. Los Aliados y Canadá iban todos excepto, como ya antes se mencionó, China. De los nórdicos solo Dinamarca y Finlandia. De latino América iban Colombia y México del sur, que se coló simplemente porque iría Canadá. También estarían Holanda y Austria.
Lo siguiente era buscar un sitio lo suficientemente grande para que pudieran estar todos sin sentirse apretados, Estados unidos quedó descartado por el mero hecho de que iba Matthew y podrían aparecer sus instintos piro maniáticos, y Alfred no quería que sucediera lo que pasó hace un tiempo. A Francia no llevaban a Inglaterra ni amarrado y viceversa. En Rusia se congelarían. Al final decidieron ir a la isla Victoria, Seychelles. La morena se puso contenta de que irían a vacacionar en su isla.
Partirían el 15 de diciembre todos juntos hacia Seychelles, donde la morena los esperaba felizmente. Cuando llegaron, Sey los guio por un sendero hasta una parte bastante profunda y alejada en el bosque, en la cual se encontraron con una casona bastaaaaante grande.
-Bueno chicos, adentro tiene todo lo necesario para que pasen unas excelentes vacaciones, pero lastimosamente yo no podré estar con ustedes, le prometí a Mónaco que estaría junto a ella para estas fechas y no puedo romper este compromiso- Dijo apenada Seychelles.
-No te preocupes ma petite fille, te entendemos.
-¡Nos vemos! ¡Ah, y antes de que se me olvide!, no hagan escándalo, que mi gente dice que hay espíritus en esa casa, ahora sí, ¡Adiós!- La chica se fue saltando hacia quien sabe dónde.
-¿¡Ghost!?- Exclamó asustado América.
-¡No seas idiota bastardo! ¡Lo-los fant-fantasmas no existen!
-Mejor entremos- Habló Alemania, y todos le hicieron caso.
Por dentro, por imposible que sonará, pareciera que era aún más grande de lo que se veía por fuera. Italia, siendo muy Italia, y Dinamarca, también siendo muy Dinamarca, corrieron por toda la casa, curioseando y esas cosa, Finlandia sonrió y Alemania suspiró, con esos dos no había caso, así que con los demás, desempacaron sus cosas y buscaron las habitaciones donde dormir. Empezaban unas vacaciones que no olvidarían nunca.
Bueno, empiezo este fanfic, ¿Por qué? Porque salió la inspiración de la nada. Este capítulo es cortito porque es el prólogo, pero no se preocupen, los demás los haré larguitos.
