Yo no soy dueña de nada ni gano dinero vendiendo mis fics. Todo pertenece a JK Rowling.
Disfruten.
Draco Malfoy estaba recostado "elegantemente" en la cama de aquel hotel de paso. Harry estaba en el baño aseándose para poder marcharse de ese lugar, que por cierto, era de pésima calidad.
—Draco. –Harry atravesó la puerta del aseo con un pedazo de tubería en la mano izquierda. Totalmente desnudo. –Procura que se te pare afuera de hoteles de tres estrellas hacia arriba.
Sí Lucius Malfoy supiera lo que hacia su hijo cuando no llegaba a dormir a casa, preferiría estar en Azkaban compartiendo celda con el señor Weasley; y es que, el señor Malfoy no tenía ni idea de que su hijo era adicto al sexo, y más aún si era con Harry Potter.
Cada tarde, cuando caminaban por la calle y Draco se excitaba al ver algo lo suficientemente sugerente, ya fuera una madre amamantando o un joven con culo de diez, terminaban; él y Harry, follando en cualquier lugar como locos. Al moreno le encantaba ver a Draco tan "necesitado" de desahogarse.
Habían comenzado a salir al día siguiente de que se encontraron en una fiesta. Por azares del destino ambos fueron invitados y, sin saberlo, Harry le hizo una mamada al Sly cuando el pasó su miembro erecto por un orificio en uno de los cubículos del baño.
De esto se enteraron la primera vez que mantuvieron, oficialmente, relaciones sexuales; una semana después de empezar a salir. El rubio se había cansado de la "manita sudada" y los calentones que se ponían en la noche antes de despedirse.
A Draco le excitaba todo de su novio; desde su forma de caminar, su forma de comer, su manera de pararse y cuando se lamia los labios por la razón que fuera. A Harry le excitaba el rubio por su forma de hablar cuando se dirigía a los demás con esa forma tan acida; arrastraba las palabras como si tuviera lengua bífida; porque lo abrazaba como constrictor y se repegaba a él tanto que le cortaba el aliento.
En la cama, baño, arbusto o mesa era el más apasionado. En las discusiones entre ellos, se emocionaba tanto que Harry tenia que darle la razón siempre para evitar darle motivos por los que Draco le fuera infiel.
Él sabía que Harry había terminado con Voldemort, así como también conocía lo que el moreno era capaz de hacer cuando se cometían canalladas sin justificación y eso lo había aprendido la primera vez que tuvo la desgracia de exhibirse con una mujer de piernas largas en pleno centro de la ciudad. Desde entonces tenia problemas en la mano Izquierda y se le engarrotaban los nervios de la pompa derecha.
Draco se puso de pie y se encaminó a donde estaba Harry. Lo abrazó por la cintura y comenzó a besarlo con ansiedad.
— ¿Qué quieres que haga? No puedo controlarlo. Así me pones.
Draco estaba duro de nuevo. Harry pudo sentirlo inmediatamente y además, era fácil saberlo porque todo lo ponía, desde la forma de caminar de alguien, la forma de comer, los labios, los susurros, las espaldas, las manos, la quijada.
—Draco, eres adicto al sexo.
—Soy adicto a ti. -Dijo mientras le besaba el cuello.
—Eres adicto al sexo conmigo. -Se corrigió.
Presentado tmb en el Torneo de criticos de LMF.
