La Usurpación
Capitulo 1
-Buenos días mi amor- exclama un hombre de gran estatura, de cabello plateado y unos ojos dorados que son cariñosos e inexpresivos a la vez, besando los labios de una mujer que abre los castaños ojos llenos de frialdad e indiferencia, su cabello negro, lacio y largo reposa en el brazo de su esposo que se acerca mas a ella, tratando de hacer lo mismo que la noche anterior, pero la joven de aproximadamente veinticinco años voltea su rostro pálido a otro lugar.( o.0??esta lokita esta mujer o que le pasa?)
-Basta, ya es tarde y tengo que estar en la empresa en menos de veinte minutos- responde la mujer levantándose de la cama y cubriendo su cuerpo desnudo con el edredón, su esposo se queda mirándola como entra en el cuarto de baño.
-Kikyo, no seas así, sabes que todavía falta una hora para que empiece a funcionar la empresa- reclamó Sesshoumaru sentándose a la orilla de la cama con una expresión llena de frustración al ver lo fría que se porta su esposa.
-No me cuestiones Sesshoumaru… además no me case contigo para que me estemos haciendo el amor a todas horas- replicó Kikyo cerrando la puerta del cuarto de baño, la regadera dejo escapar el agua caliente de la ducha(O.o!! entonces pa´que se caso con ese bombon??).
-Maldita sea Kikyo, eres mi esposa, llevamos dos años casados y ya te portas como si no me soportaras- grito Sesshoumaru dirigiéndose al segundo baño que daba a otra habitación, dando un portazo tras entrar.
-Eres un idiota… -susurro Kikyo con el agua recorriéndole el estilizado cuerpo -¿Cómo puedo divertirme si tu siempre quieres mi atención, además pronto llegara Naraku y pienso divertirme de lo grande con él- se decía a si misma mientras enjabonaba su cuerpo -¿Cómo podré escaparme por todo un año para estar con Naraku?- se preguntaba cerrando los ojos bajo la regadera.
-Buenos días hijo- exclamó un hombre maduro bajando las escaleras, al ver que su hijo salía de la habitación ya con un traje de chaqueta de color negro con una camisa blanca y una corbata azul marino, con aquellos cabellos plateados se veía exquisitamente atractivo.
-Buenos días padre- respondió Sesshoumaru con enojo debido a la discusión con su esposa, su padre que era tan parecido a él se acerco tratando de saber el motivo de su enojo, pero su hijo menor salio de repente bajando las escaleras rápidamente.
-Inuyasha¿piensas ir a la empresa?- preguntó Inutaisho bajando lo que restaba de las escaleras junto con su hijo mayor que solo veía a su hermano con frialdad.
-Si padre, tengo unos asuntos que arreglar- respondió el joven de cabellera plateada sentándose en el comedor con una sonrisa cínica en el rostro.
-¿No vas a desayunar?- preguntó Inutaisho al ver a Sesshoumaru dirigirse a la puerta, mientras que Kikyo bajaba las escaleras de una forma elegante, con un vestido rojo que entallaba muy bien las curvas de su cuerpo, sin mangas, sostenido en la parte de atrás del cuello con la espalda descubierta hasta la cintura, con una gargantilla de oro y unos aretes haciendo juego, un brazalete en la mano derecha y un reloj de oro, delgado y elegante, en la mano izquierda.
-No padre, tengo que arreglar unos asuntos- contesto Sesshoumaru abriendo la puerta –Te veo en la empresa "Cariño"- dijo antes de salir, su esposa se quedo con la expresión de fastidio dirigiéndose al comedor donde su cuñado y su suegro estaban empezando a desayunar.
-Kouga, trae mi auto- ordenó Sesshoumaru con frialdad en la puerta principal, Kouga, un joven de más o menos veintiséis años asintió y fue a la cochera a sacar el vehículo color bronce.
-Que tenga un buen día señor- exclamó el joven de cabello negro y ojos violeta entregándole las llaves a su jefe, un hombre importante que llevaba los asuntos de la Taisho Corp, desde que había cumplido los veinticinco años, su padre le había dado la presidencia de la empresa, y durante los tres años siguientes hizo que la Taisho Corp fuera una de las empresas mas importantes y millonarias de Tokio.
En Una ciudad cercana a Tokio una joven sale de su casa para dirigirse al trabajo, el cual consiste en asear el tocador de una discoteca muy famosa, la mujer de veinticinco años, ojos castaños y cabello negro y ondulado, con la tez blanca, trabaja para mantenerse después de que su madre muriera de un ataque al corazón, su padre también había muerto en un accidente automovilístico hacia ya tres años, lo único que tenia en su vida era su abuela que vivía en Shibuya y solo le mandaba un poco de dinero, así que decidió trabajar para mantenerse(T-T pobresita de mi Aome bonita).
-Hola corazón- saluda un joven de tez bronceada y cabello negro sostenido en una trenza, sus ojos azules la miran de pies a cabeza al darse cuenta del uniforme de su trabajo(ò.Ó??).
-Hola Bankotsu- responde la joven sonriendo con aquella timidez que la caracteriza, el joven se acerco y deposito un calido beso en los labios rosados de su novia que correspondió de una forma suave y tranquila.
-¿Vas a trabajar?- preguntó Bankotsu pasando su brazo por los hombros de Aome que lo miro con alegría, era la única persona cerca que le brindaba cariño y apoyo(eso no le kita lo menso, la verdad, si ve que tiene el uniforme de su trabajo¿como se atreve a preguntar?¬.¬!!).
-Si, ya se me hizo un poco tarde- respondió Aome con una sonrisa mientras estiraba el brazo para pedir un taxi, su novio se despidió de ella tomando un camino contrario al de la joven, Bankotsu trabajaba en una agencia de viajes, su padres eran dueños de "Viajes Primavera", una agencia muy famosa por la comodidad y sus precios económicos.
-Que bueno que llego señorita Higurashi, comience a trabajar- ordeno una mujer robusta con un vestido color verde con el cabello recogido en un moño y unas zapatillas altas, su rostro reflejaba amargura y su actitud arrogancia.
-Si señora- exclamó Aome entrando al tocador para limpiarlo, mientras que la señora de cabello rojizo se sentó en una de las sillas cerca de la barra, un suspiro emano de los labios de Aome que tomo la escoba y comenzó a limpiar el piso.
-Estoy harta de tus reclamos- gritó una mujer dando la media vuelta, enojada al ver que su marido no iba a permitir que viajara nuevamente, solo tenia menos de dos meses que había vuelto de Noruega y ahora quería largarse a Italia¿Qué necedad por viajar? Se preguntaba Sesshoumaru pasando los dedos a través de su cabello plateado.
-Kikyo, solo tienes dos meses de haber regresado- reclamó Sesshoumaru subiendo el tono de su voz varonil que dejaba en claro su autoridad(si muestrale quien manda òó!!).
-Soy tu esposa, no tu esclava, además si yo lo deseo me iré- dijó Kikyo con mas enojo, pero su esposo se levanto de su silla del escritorio, con actitud imponente se acerco a ella y la tomo de los hombros.
-No te vas a ir, por que si no… -reclamó Sesshoumaru deteniéndose al ver que no tenia nada con que atacarla mas que en lo que mas le dolía –Si no te cancelare las tarjetas de crédito- dijó con tal seguridad que su esposa lo miro con furia.
-Eres un maldito Sesshoumaru- gritó Kikyo y salio corriendo de la oficina de su esposo, saco las llaves de su automóvil color carmín y se subió para después irse de ese lugar.(definitivamente esta mujer esta bien loca... ¿quien en su sano juicio despreciaria aun hombre como mi Sessho Ò.ó!!)
-Maldición…- exclamó Sesshoumaru dando un golpe en el escritorio, otra vez habían discutido, eso era muy común en ellos, incluso después de hacer el amor ella reclamaba por cualquier cosa, era una situación demasiado molesta para él que intentaba ser lo mas complaciente con ella, no tenia amantes, llegaba temprano a casa, era cariñoso, pero Kikyo era demasiado terca, le gustaba salir por las noches sola, divertirse y no tener ataduras, por eso no tenían hijos, por que para su esposa eran solo un estorbo.
-Señor Taisho, tiene una llamada en la línea dos, se trata de los proveedores de cerámica- dijo Kagura a través del teléfono, Sesshoumaru tuvo que apartar aquellas dudas de su matrimonio para atender sus negocios (--.--!!).
Mientras tanto Kikyo manejaba hacia la discoteca que tanto le gustaba, paso por Naraku, uno de los tantos hombres en su vida, entre risas y besos habían decidido ir a divertirse(que lokilla no?).
-Vamos Kikyo, siempre te las habías ingeniado para poder safarte de tu aburrido esposo- exclamó Naraku entre caricias y besos, mientras la mujer de castaña mirada conducía y endurecía las facciones de su rostro.
-Lo se Naraku, pero ese estupido ahora quiere tenerme metida en la casa- respondió la joven apretando las manos en el volante, la sonrisa de Naraku no se borraba de su rostro y seguía besándola en el cuello.
-Ya se nos ocurrirá algo- le dijó a la mujer con una sonrisa cínica en los labios. Cuando llegaron al lugar ya eran las siete de la noche y la "Flor de la Diversión" ya estaba en servicio, aparcaron el auto en el estacionamiento y después de entregarle las llaves al ballet parking se dispusieron a entrar.
-Este lugar me fascina- dijó Kikyo con una sonrisa, se sentó frente a la barra y pidió un martiní mientras que su acompañante saludaba a unas mujeres atractivas, Kikyo se quedo mirando a Naraku, con aquel cabello azabache y esos ojos rojo-oxido, era mas que atractivo y que decir en la cama, era todo un experto, por ello estaba ahí con él, le gustaba tener aventuras, sentir la adrenalina en todo su ser, quería ser libre pero también le gustaba el dinero y las joyas, por eso se había casado con Sesshoumaru.
-Ven preciosa vamos a bailar- le dijo un hombre tomándola de la mano, ella acepto gustosa y bailo sensualmente, después Naraku la saco a bailar y cuando iba por el tercer baile sintió ganas de retocarse el maquillaje así que se disculpo con su pareja de baile y entro en el tocador. De su bolso color rojo saco su estuche de maquillaje y se retoco el labial, mientras se observaba en el espejo una joven de cabello negro y ondulado salio de unos de las puestas que cubrían un retrete, volvió la mirada hacia la elegante mujer que la observaba con asombro(0.0!!!).
-Siento haberla molestado, solo estaba terminando de limpiar esta parte- se disculpo Aome amablemente, pero Kikyo no dejaba de verla, era fascinante el parecido entre ellas, casi podría decirse que eran idénticas, excepto por su cabello que era ondulado y el de Kikyo lacio, de ahí en fuera todo era idéntico, su estilizada figura, su piel blanca.
-¿Cómo te llamas niña?- preguntó Kikyo con tono dominante y frió, haciendo a un lado su asombro.
-Aome Higurashi señorita- respondió Aome con timidez bajando la mirada al ver lo elegante y sofisticada que era esa mujer de vestido rojo(¬.¬??).
-ven aquí… -exclamó Kikyo tomándola del brazo y jalándola hacia el espejo –Mira el parecido… eso me da una idea- dijó la mujer con una sonrisa cínica sin soltar el brazo de Aome que frunció el seño ante las palabras de la mujer que estaba a su lado.
-¿Disculpe?- interrogo la incrédula Higurashi viendo a Kikyo como si estuviese loca(¡¡¡¿como?!!!...esta loca), pero la mujer tenia una sonrisa de oreja a oreja.
-Tu puedes hacerte pasar por mi… te pagare muy bien por hacerlo- explicó Kikyo acercando a Aome hacia ella, enfrascando sus fríos ojos castaños en el rostro de ella que poseía una expresión de miedo y confusión.
-¿Habla de usurpación?- preguntó Aome con la voz temblorosa e intentando liberar el brazo que era sostenido por Kikyo que la miraba detenidamente.
-Si, te pagare con treinta mil dólares y te construiré una casa donde tu quieras- propuso Kikyo tratando de convencerla, pero Aome no podría creer lo que escuchaba ya que si la descubrían iría directo a prisión, algo que no deseaba debido a que su abuela se tendría que enterar y un susto de esos podría ocasionarle algún daño en su salud.
-No señorita, lo que usted propone es una locura donde yo saldría perdiendo mucho- respondió Aome soltándose por fin, pero la expresión en el rostro de Kikyo se endureció trato de insistir pero Aome se negó rotundamente provocando el enojo en Kikyo que tenia que ingeniar un plan para convencerla u obligarla, así que en lo que Aome iba saliendo con su material de limpieza, entre ellos una pequeña canasta que contenía toallas donde Kikyo se las ingenio para meter su brazalete de oro, grito antes de que Aome pudiese salir del tocador y la encargada del lugar fue rápidamente a ver que ocurría(que oportuna no? ¬¬!!).
-Señorita ¿Qué ocurre?- preguntó la señora de vestido verde entrando como un rayo en el tocador impidiendo que Aome saliera por la puerta.
-Mi brazalete de oro desapareció, lo deje aquí, sobre el tocador- exclamó Kikyo con la voz temblorosa y los ojos con lágrimas, la encargada hecho un vistazo al lugar donde dijo que lo había dejado, pero casi al instante volvió la mirada hacia Aome que sostenía la canasta
-¿Qué llevas ahí?- preguntó la señora de cabello rojizo arrebatándole la canasta y sacando todas las toallas, arrojándolas en el suelo, al caer una sonó.
-Ahí esta- gritó Kikyo señalando el lugar donde se había escuchado el sonido, Aome rápidamente negó que ella lo tuviera al ver que la encargada lo recogía del suelo.
-Eres una ladrona- la acuso su jefa tomándola bruscamente del brazo –Llamare a la policía- aseguro la señora tratando de salir con Aome del tocador.
-No por favor, yo no lo tome- lloriqueaba Aome jalándose para poder soltarse de la mano que sostenía con fuerza su brazo(T-T!!), volvió la mirada hacia Kikyo que sonreía de manera burlona ante la expresión en el rostro de Aome.
-Espere… -dijó Kikyo antes de que saliera la encargada- jovencita, podemos llegar a un acuerdo y así haré como si esto no hubiese pasado-sugirió volteando a ver a la señora del vestido verde dándole a entender que las dejara solas( en pocas palabras le dijo que se largara-).
-De acuerdo señorita, estaré en la puerta por si necesita algo- exclamó la encargada al salir del tocador y cerrándolo, Kikyo volvió la mirada hacia Aome que tenia los ojos llenos de lagrimas(T-T!! y quien no?).
-Quiere que tome su lugar en su casa ¿verdad?, por eso hizo todo esto- reclamó Aome apretando los puños ante la impotencia que sentía ante esa mujer llena de poder y arrogancia(a parte esposa del guapote de Sesshoumaru .).
-Si Aome, vendré por ti mañana y pobre de ti si no vienes, haré que te metan a la cárcel y nunca salgas de ahí- amenazo Kikyo saliendo del tocador, un suspiro salio de los labios de Aome que no pudo contener mas sus lagrimas, estaba metida en un gran problema(TT!!!!!!! buaaaaaa!!!!).
Continuara.
Espero que les haya gustado, a decir verdad se me ocurrio poner la pareja de Kikyo y Sesshoumaru para hacer mas dramatico esto y si todas las que aman a Sessho y odian a morir a Kikyo desean aniquilarme, haganmelo saber por medio de reviews, asi sabre si puedo continuarla o no ... Ok les deceo un bonito dia/noche hasta la proxima -!!!
