Mas allá de la muerte... Te encontrare.

Disclaimer

Los personajes son propiedad de S. Meyer la historia es mía.

Esta historia, está dedicada al grupo "Metáforas para la fantasía" ya que tuve el honor de ser invitada por la linda de Mónica, se los recomiendo mucho porque están increíbles las dinámicas que realizan y le dan muchas oportunidades a las lectoras y a las escritoras.

Esta historia no es tanto de miedo, pero si habla de la muerte y de lo que hay mas allá de ella, las(os) dejo con la historia que espero que les guste. No esta terminada, pero lo estará en estos días.


Summary

Amores que se separan trágicamente, destinos crueles en manos de otras personas. Marie Masen tenía una vida perfecta en compañía de su esposo y pequeño hijo Ethan. Sin embargo un cruel destino en manos del demonio Ephraim Black hace que todo lo que la hacia feliz desaparezca. Ella se suicida para reunirse con su familia, pero las cosas no salen como esperaba. Una promesa, un ultimo suspiro y aunque sea más allá de la muerte... te encontrare


Capitulo 1

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Ephraim Black… detente

─No Marie durante años, he querido estar contigo y tu no haces nada más que despreciarme.

─Ephraim, ¿Cuántas veces te he dicho que solo te quiero como mi amigo? Ya déjame en paz por Dios, ya asesinaste a Anthony y a mi hijo, ¿Acaso crees que violándome voy a terminar siendo tu mujer? Yo morí el día en que lo hicieron ellos.

─No Marie tu estas viva y vas a hacer mi mujer –ríe escandalosamente

Ephraim se acerca lentamente a mí y no puedo hacer nada para detenerlo, no puedo correr a ningún lugar. ¡Quiero morirme antes que ser la mujer del malnacido este! Cierro los ojos y mi espalda topa con la mesita de noche donde Anthony guardaba un cuchillo. Abro el cajón sin despegar mi vista de la mirada de el.

─Tsk… Tsk…Tsk… Marie por fin vas a ser mía. –Dice con una voz tenebrosa el demonio de Black.

─Nunca Ephraim nunca lo seré, mi cuerpo, mi alma y mi mente le pertenecen a Anthony Masen y siempre va a ser así y conjuro que si no es en esta vida, en la que sigue mi familia y yo seremos felices por siempre ─grito y en un movimiento rápido encajo el cuchillo en mi cuello siento la sangre caer por mi cuerpo y lentamente caigo al piso. "Pronto mi amor, pronto estaremos juntos aunque sea mas allá de la muerte, yo...te encontrare" –pienso y una sonrisa aparece en mi rostro.

─ ¡No maldita! Te seguiré a donde vayas. Algún día nos volveremos a ver y ahí serás mía para toda la eternidad.

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Mi alarma comienza a sonar, me tengo que despertar para ponerme a trabajar, no se me hace tan difícil porque mi trabajo es mi pasión, no hay nada más que me llene tanto como escribir. Por que para mi en realidad no es un trabajo, es mi mayor pasatiempo. Soy muy afortunado porque lo tengo todo a pesar de tener apenas 23 años de edad, amigos, una familia genial, un perro al que adoro, un buen trabajo, mi propio departamento y mi carro último modelo que es mi vida entera.

Lo único que me hace falta es una novia, pero no ha llegado la indicada, he tenido varias , pero ninguna se ha sentido correcta. Sé que pronto llegara, no sé cuando, tal vez todavía no nace, como dicen por ahí. Pero algún día llegara, solo espero que no tarde.

Tengo en mente escribir un libro de miedo, pero no se por donde comenzar, la inspiración no ha llegado a mí. Hace días vi un reportaje en la televisión donde hablaban sobre una vieja mansión que se encuentra a las afueras de Forks, Washington. Donde dicen que hay espíritus y todas esas cosas, dicen que se renta para vacacionar, y esa es mi idea para este viernes. Irme a quedar ahí durante un fin de semana para ver si la inspiración llega por fin.

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Hoy es viernes preparo mi maleta, porque me espera un fin de semana inolvidable. Tengo un presentimiento, como si algo fuera a pasar. Ya fui a pagar el alquiler de la semana que pasare en la casa.

Tomo mi auto y mientras manejo por la carretera, comienzo a recordar el sueño que estos días se ha vuelto recurrente cuando duermo. Estoy en un bosque y una chica esta de espaldas a mi, su cabello es largo y color castaño, cae como en ondas, se ve tan suave, que quisiera pasar mis dedos por cada hebra para sentirlo.

Me acerco lentamente a ella y un olor dulzón golpea mi nariz, huele muy delicioso, levanto mi brazo para tocar su hombro y hablar con ella, pero cuando estoy a punto de hacerlo, se desvanece y un fuego comienza a arder. En ese momento mi sueño se termina.

Voy perdido en mis pensamientos y no me doy cuenta de como es que una chica se atraviesa en mi camino, freno mi carro de golpe, estoy asustado, puede que haya lastimado a la chica. Me bajo del carro para ayudarla y para mi sorpresa no hay nadie.

Subo de nuevo a el auto, aun sin poder creer la experiencia que acabo de pasar. Estoy cien por ciento seguro que vi a alguien, pero al parecer mi imaginación me jugó una mala pasada. Menos mal y no venia ningún carro con el cual pudiera causar un accidente.

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Sin darme cuenta llego a la casa, se ve tan tenebrosa por fuera, es una casa imponente, grande con un jardín inmenso, con grandes ventanales y un balcón del que supongo es la habitación principal. Tomo las llaves que me dio la señora encargada del hospedaje y abro la puerta. Entro y no hay ningún ruido, todo está en silencio, y esta pulcramente arreglada a pesar del tiempo, sus paredes son de un color blanco y de el cuelgan varios cuadros. Dicen las leyendas que aquí murió una familia a causa de la envidia de un hombre que no pudo aceptar que el amor de su niñez se casara con otro y tuviera un hijo y mato de una manera sangrienta al esposo de la mujer y al hijo. Y que el día que iba a hacerla suya a la fuerza, ella cogió un cuchillo y prefirió darse muerte para alcanzar a su amado y a su hijo.

Las personas de alrededor dicen que a veces pueden ver vagando a la mujer, porque su alma no ha descansado en paz, por una promesa que no ha logrado cumplir, no ha podido reunirse con su familia. También dicen que el hombre vendió su alma al diablo para encontrarse un día con la mujer e impedir que sea feliz con el hombre al que amaba.

Sé que en la casa se siente una fuerte vibra, desde que entras es como si en verdad las leyendas contadas por la gente de los alrededores sean ciertas. Al menos espero que mi semana aquí sea productiva.

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Después de una larga tarde explorando cada rincón de la casa, me dirijo hacia la habitación, me siento muy cansado, abro la puerta y por alguna extraña razón es como si ya hubiera estado aquí, no se , pero hay algo de la recamara que me llama, pero no logro descifrar que es. Cierro la puerta y paso a paso camino por toda la habitación, dejo mi maleta en el piso. Decido que es momento de tomar un baño, así que estoy apunto de tomar una ducha, abro la llave para que la tina se llene de agua. Mientras espero , me despojo una a una las prendas de mi cuerpo. Cuando estoy desnudo meto una mano al agua para comprobar su temperatura y me doy cuenta de que esta tibia justo como la necesito. Introduzco todo mi cuerpo y cierro los ojos y por unos segundos me relajo tanto que me quedo dormido.

Despierto, porque siento que alguien me está observando, de repente una corriente eléctrica corre desde mis pies hasta mi cuello. Abro los ojos y la puerta está abierta, el agua comienza a enfriarse, me enjabono y me lavo rápidamente. No recuerdo haber dejado la puerta abierta.

Salgo de la tina, me seco y me visto. Me dirijo hacia la habitación y de repente escucho un leve llanto. Comienzo a sentir curiosidad, bajo las escaleras para revisar de donde proviene el llanto. Me dirijo hacia la cocina y me encuentro con la luz prendida. Una rara sensación se instala en mi cuerpo y de pronto veo a una mujer sentada en el piso, se encuentra de espaldas a mí y lo único que puedo percibir son unas cuantas hebras de cabello de color gris. Levanto mi brazo para tocarla, me acerco lentamente a ella y con mis dedos rozo su hombro, ella voltea lentamente y suelta un grito desgarrador y yo me desmayo de la impresión de ver su rostro cadavérico, de lo ultimo que estoy consciente es de mi cuerpo golpeando el piso y la oscuridad invadiendo mi vista.

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─Anthony… Anthony… Anthony… eres tu… despierta por favor…

Escucho una voz a lo lejos, siento que alguien me está moviendo, pero no puedo abrir los ojos, siento mi cuerpo muy pesado, tal vez se me subió el muerto como dicen. De pronto un recuerdo viene a mi memoria, el de la mujer con la cara desfigurada y obligo a mi cuerpo a despertar de esta pesadilla, tengo que salir de esta casa del demonio.

Abro los ojos y lo que veo, me deja confundido, más que la aparición de hace no se cuanto tiempo.

Una chica de piel clara, ojos color verde como los míos y largo cabello marrón, esta sollozando, tiene la cara completamente roja. Volteo a mi alrededor y me doy cuenta de que sigo en el piso, no se cuanto tiempo ha pasado, ni como esta chica entro aquí y peor aún no se porque razón me llama Anthony.

─Anthony mi amor ─solloza fuertemente y se acerca a mí, no puedo dejar de mirar sus ojos, son tan hermosos. Ella me abraza y una cálida sensación llega a mi cuerpo, rodeo con mis brazos a la chica y es como si ellos estuvieran diseñados para abrazar sus suaves curvas.

Me mira fijamente de nuevo y después mira mis labios, lentamente acerca su cara a la mía y me besa tiernamente, no puedo hacer nada más que corresponderle el beso. Nunca me había sentido así, de esta manera como si el estar besando a una chica de la cual no sé ni siquiera su nombre fuera algo normal para mi.

Ella se separa de mi y un leve sonrojo inunda su hermosa cara.

─Lo siento, si te espante hace unas horas, no vi cuando llegaste y el espantar a las personas es mi manera de que se alejen de esta casa.

─Yo… no te preocupes perdón por mi manera de reaccionar. Mi nombre es Edward Cullen ¿Cuál es el tuyo?

─Mi nombre es Marie Masen, lo siento también por el beso de hace rato, pero es que eres tan parecido a mi esposo, que te confundí con él. ─bajo la mirada avergonzada por la situación

─ ¿Tu vives aquí? ─le pregunto

─Emm… se puede decir que si ─se voltea y me da la espalda

─ ¿Se puede decir? ¿Ósea que no estás segura?

─Edward esta es mi casa, pero hay un pequeño detalle

─¿Cual detalle Marie? ─pregunto nerviosamente

─Yo no estoy viva, Edward

─ ¿A qué te refieres Marie? –pregunto dudoso sintiendo la adrenalina recorrer lentamente mi cuerpo.

Seriamente Marie me mira, sus ojos reflejan que algo importante esta apunto de revelarme.

─ Hace 80 años me suicide –me contesta y ya no se qué pensar…

Continuara…