Live in the smash.

Prólogo.

"-¡Cada vez hay más, Fox, no lo lograremos!-

-¡Manteneos juntos, manteneos juntos!-

Las naves comenzaron a hacer piruetas cada vez más peligrosas con tal de mantener la posición adecuada para evitar los ataques. No les quedaba mucho tiempo, pero en el fondo sabían que de una manera u otra saldrían de aquello, como tantas otras veces. Confiaban en el equipo.

De pronto, Fox ordenó nuevas posiciones, tenía una idea. Todos comenzaron a obedecer.

-¡Peppy, Slippy, a la derecha! ¡Falco!- gritó Fox.

-Ya sé dónde debo ir, Fox- dijo con su típica amabilidad.

Fox se adelantaría.

Ya con sus compañeros de equipo posicionados, aceleró hacia el punto donde se encontraban sus enemigos sin apartar la vista de ellos. De repente, un brusco sonido de la parte de atrás del Arwing le sobresaltó.

-¿Pero qué...?- Comenzó a tocar los mandos de la nave en busca del origen del sonido, cuando vio una luz intensa por el rabillo del ojo. Ya no estaban sus enemigos.

-¡Fox!- gritó Falco.

Antes de poder detenerse o dar la vuelta, había atravesado ese aro de luz, llegando a un campo vacío. Se encontraba peligrosamente cerca del suelo.

Debido a su velocidad, no pudo frenar a tiempo, chocando con fuerza contra la tierra. Tras varios golpes, Fox salió disparado de la nave.

Le llevó tiempo recobrar la compostura. Notó un picor en la oreja, y un dolor intenso en el brazo. Vio el Arwing magullado, salía humo de varias partes y había dejado completamente de funcionar, pero no parecía destrozado, tenía arreglo.

Se acordó de sus compañeros.

-¡Falco! ¡Falco! - miró a todos lados, agobiándose por lo infinito que resultaba ese vacío - ¡Peppy! ¡Slippy!

Consiguió levantarse a duras penas, y caminó unos metros. Detrás de su nave se podían ver llamas y mucho humo. Corrió como pudo, y vio otra de las naves destrozada. No sabía de quién era.

El sudor frío le impidió moverse durante unos instantes.

-¿F-Falco...? - preguntó.

No veía rastro de él - era de Slippy o de Peppy. Dio la vuelta a la nave, intentando buscar algo, con esperanzas de no encontrar nada. Suspiró, no había nadie en la nave. "Habrá escapado" pensó. Pero no podían estar muy lejos...

Pudo ver la forma perfecta de su compañero Slippy tirado en el suelo a tan solo unos metros de donde se encontraba. No se movía, debía de estar inconsciente. Se acercó a él, y le examinó. Estaba de espaldas y no tenía ninguna herida.

-¿Slippy? ¿Puedes oírme, compañero? - Los nervios le llenaron el cuerpo. No recibía respuesta alguna.

Comenzó a zarandearlo.

-Slippy, venga, amigo, soy yo, Fox, respóndeme.

Tras varios intentos debido a su dolorido brazo, logró darle la vuelta.

Y entonces supo que no estaba inconsciente.

-Slippy... no... Slippy... ¡Slippy!-

Las lágrimas le llenaron los ojos, no podía parar de temblar.

¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué estaban allí? ¿Qué era ese sitio? ¿Habrían corrido sus otros compañeros la misma suerte que Slippy?

Miró a todos lados, caminando con torpeza. Le dolía demasiado la cabeza.

Buscaba a Falco casi sin pensar, simplemente sabía que estaba bien. Esperaba que estuviera bien. Pero no veía a nadie, no veía nada. Solo era campo, campo y más campo.

No sabía qué estaba pasando, pero esperaba que no fuera real. No podía haber perdido a su amigo Slippy, no podía haber ocurrido.

De repente todo el cuerpo le empezó a doler, y no pudo andar más. Cayó de bruces al suelo, mientras perdía la noción de la realidad.

Tan solo pudo escuchar un leve zumbido."