Este fict esta inspirado en la canción "Tu" de Kudai (de nuevo yo y mis historias sacadas de canciones), solo que en esta ocasión quienes sufren la separación no son un padre y su hija…digamos que es una versión muy modificada de la historia original.
Los personajes de Naruto no me pertenece, ustedes lo saben, yo lo se, el planeta entero lo sabe y esta historia no me esta dando ningún tipo de ganancia monetaria ni en ningún otro tipo de activos, así que no hay problema
TU
Capitulo I: No Podrán Alejarte De Mí
La hermosa vista de la casa de los Uchiha, el tranquilo aire de la mañana, el canto de las aves, la fresca hierba del jardín y las coloridas flores adornadas con las gotas de rocío de la madrugada…todo arruinado al escucharse un grito
– ¡NO ERES QUIEN PARA DECIRME ESO! – Decía enfurecida una pelinegra a su cónyuge
– ¡SOY TU ESPOSO! ¡ESO ME DA DERECHO DE DECIRTE LO QUE ME VENGA EN GANA! – alegaba el hombre, continuando una pelea que no llevaría a ningún lado, una pelea que solo estaba trayendo miedo sobre un par de niños, que en su alcoba sentados en la cama escuchaban a sus padres pelear, uno de 7 años y el otro de 15
– ¡RECUÉRDAME POR FAVOR CUAL FUE EL MOTIVO DE QUE ME CASARA CON UN IMBÉCIL COMO TU! – Escucharon los niños, para oír seguido de eso el terrible sonido de una mano que golpeaba el rostro de alguien
– Tengo miedo Itachi – decía el menor mientras se abrazaba con fuerza a su hermano buscando protección
– Tranquilo Sasuke – le consolaba el mayor mientras le devolvía el abrazo y aprovechaba para taparle un oído
– ¡REPITE ESO, PERRA! – Ordeno el hombre a su esposa luego de abofetearla
– Dije…que no recuerdo que fue lo que te vi de bueno…imbécil – respondió la mujer con voz suave pero imponente, esta vez la pelea iba para largo.
En la habitación ambos hermanos seguían abrazados, el ruido producido por la pelea de sus padres ya había cesado, pero el miedo del menor no, el mayor simplemente le acariciaba la cabeza a su hermano que temblaba en sus brazos
– Sasuke, vamos al parque ¿Si? – Le dijo de pronto Itachi al niño que lloraba en sus brazos
– Pero… – comenzó a decir el pequeño, pero fue interrumpido
– En serio, vamos… – pensó en que decir, en ese momento su elocuencia habitual le fallaba – ahora papá y mamá necesitan estar a solas para hablar, de seguro cuando regresemos…ya no estén peleando – dijo tratando de sonar lo mas convincente posible, la respuesta que recibió fue una sonrisa de su hermanito, que a pesar de aun tener los ojos llorosos había logrado recobrar algo de alegría
- ¿Y me compras un helado? – Pregunto con inocencia el niño
– si, pero tenemos que irnos bien calladitos y rápido ¿Ok? – le respondió el Uchiha mayor a su hermano y seguido caminaron hacia la puerta de salida, al pasar por la sala Itachi cubrió los ojos de su hermano, no quería que viera la "escenita" que estaban montando sus padres, acelero el paso, y pronto saco a su hermano menor de la casa…terrible decepción sintió cuando se percato de que sus padres habían estado tan ocupados peleando que no habían notado que sus dos hijos salían de la casa.
Ya había pasado un mes desde eso, ahora se encontraban los hermanos sentados en un pasillo, muy serios, con trajes formales sentados en una banca, el menor sentado en las piernas del mayor, mientras este trataba de distraerlo con una Nintendo DS
– Niños, ya pueden entrar – dijo un hombre rubio de ojos azules con traje formal, Itachi trato de levantarse, pero su hermano tenia otros planes
– No quiero – decía el pequeño que se aferraba con fuerza al saco de su hermano
– Sasuke, tranquilo – decía el mayor mientras haciendo alarde de su fuerza física, levantaba a su hermano y lo hacia entrar al enorme recinto donde se encontraban sus padres, sentados ambos en diferentes mesas, una separada de la otra, el pequeño se bajo de los brazos de su hermano y le tomo la mano para dejarlo caminar con mas facilidad, en eso entro una mujer rubia que se sentó al frente, fue presentada como la juez Tsunade, la mujer que tomaría las determinaciones en el juicio de custodia de ellos.
El juicio comenzó, los abogados de ambos padres daban lo mejor de si para demostrar porque su cliente era el más apto para cuidar de los niños
– Minato sama…– llamo Itachi al hombre que los acompañaba en tono bajo
– Dime, Itachi – contesto el hombre en el mismo tono
– con sinceridad… ¿esto acabará bien? – El rubio coloco una cara comprensiva para luego responder:
– Eso espero, pero recuerda que pase lo que pase el es tu padre y ella es tu madre – le decía señalando a la pareja que había comenzado a discutir – y eso nadie ni nada lo va a cambiar – completo con tono amable.
El juicio y la familia rota salió del enorme edificio
– Entonces…está decidido – dijo la mujer con determinación mientras tomaba a Sasuke de la mano
– Aún podemos rectificarnos…no nos hagas esto – Le suplicaba su ex esposo mientras la miraba con ojos interesados
– ¡Ni lo digas! – Ordenó la mujer provocando de nuevo una reacción de sorpresa en sus hijos – te aguanté durante 15 años, ¡Los 15 peores años de mi vida! Y en todo ese tiempo no fuiste capaz de mostrarme un poco de respeto o cariño y ahora me vienes con el cuento de que te perdone y así seremos una familia feliz…debes estar loco si crees que caeré en eso de nuevo – el tono de la mujer era agresivo, puntualizaba las palabras y dejaba muy en claro que no planeaba cometer el mismo error dos veces – Sasuke, despídete de este tipo y de tu hermano – le dijo la madre al niño que tenia tomado de la mano
– ¿Cuándo podré ver a Sasuke? – preguntó el hombre interrumpiendo a su ex esposa
– El día en que a las serpientes les salga bigote. Ya escuchaste a la juez, tienes una orden de restricción, no puedes estar a menos de veinte metros de mi, así que no lo estarás de Sasuke – respondió obteniendo así la mirada perpleja de sus dos hijos
– ¡Sasuke es también mi hijo! ¡¿Y que hay de Itachi? ¡¿El tampoco volverá a ver a su hermano? – Alegó el hombre quien ya comenzaba a alzar la voz
– ¡Eso no parecía importarte antes! ¡¿Por qué habría de ser diferente ahora? – le contestó la mujer iniciando así lo que probablemente sería la ultima pelea que tendrían. Las voces se desvanecían alrededor de los hermanos Uchiha, el mundo se les tornaba sin imágenes, hasta el punto en que sólo quedaban ellos dos en una enorme habitación negra "¿No vernos de nuevo?" fue lo único que se escuchó en sus cabezas en ese momento. No podían pensar en nada, ni siquiera en articular palabras, por sus cabezas comenzaron a pasar todos los momentos que juntos habían vivido, desde el nacimiento de Sasuke, el rechazo que al principio sentía Itachi hacia ese "horrible bebe" que había llegado y le quitaba la atención de sus padres, el cariño que finalmente se tomaron el uno al otro, las peleas, las risas, el llanto, el consuelo a media noche cuando Sasuke se levantaba asustado porque tenía una pesadilla y se encontraba con Itachi que sin motivo aparente estaba al lado suyo – ¡Sasuke, nos vamos! – La voz de su madre los sacó de su trance trayéndolos de nuevo al mundo real
- ¡Itachi, camina! – el tirón de manos de ambos padres fue la señal que los terminó de ubicar en la realidad
– ¡NO! – Gritó el mayor zafándose del agarre y corriendo hacia donde estaba su hermano, quien ya había conseguido zafarse de su madre también
– No quiero ir…no te dejaré – decía el mas joven entre sollozos a su hermano mayor
– Yo tampoco...tú eres todo para mí, Sasuke – le respondió Itachi, quien por primera vez derramó una lágrima en frente de su hermano
– ¡Suficiente los dos! – Regañó su padre mientras se acercaba y tomaba a Itachi de los hombros
– Obedezcan y caminen – decía su madre mientras, imitando a su ex, tomaba a Sasuke por los hombros…genial, quince años y justo ahora era cuando les daba la gana de ponerse de acuerdo en algo. Con un tirón de parte de ambos padres, los hermanos se separaron
– ¡SUÉLTAME! – Exigió el mayor mientras por medio de patadas y puños trataba de soltarse de su padre
– ¡ITACHI COMPÓRTATE, MALDITA SEA! – Regañó su padre quien comenzó a alzarlo hasta que sus pies ya no tocaron el suelo – ¡YA ESTAS MUY GRANDE PARA ESTOS BERRINCHES! – Por su parte, la madre ya había levantado al hijo menor y se lo estaba llevando al auto
– ¡ITACHI! – Llamó el pequeño, recibiendo como respuesta el grito de su hermano diciendo su nombre – ¡HERMANO! ¡NO DEJES QUE ME LLEVE! – Gritaba el pequeño en medio de un mar de lágrimas mientras golpeaba el vidrio trasero del auto que su madre ya estaba tratando de colocar en marcha
– ¡SASUKE! ¡NO ME IMPORTA CÓMO! ¡PROMETO NO DEJARTE! ¡NO PUEDEN ALEJARTE DE MI!– fue lo último que escucho el menor de la boca de su hermano…el auto ya andaba y parecía que no habría vuelta atrás.
