Capítulo I: ¿Feliz Navidad?
Los preparativos estaban listos. La familia entera había ayudado en algo: Ron había puesto el árbol, los gemelos se habían encargado de la decoración y la iluminación, Charlie había colocado la mesa, Bill había ayudado a su padre con las bebidas y Percy se encargaba de cuidar a los mas pequeños de la familia. Las mujeres: Hermione, Fleur, Penélope, Lorna, Ginny y la señora Weasley estaban a cargo de lo mas importante: la cena.
No cabía la menor duda, aquella parecía ser una de las Navidades mas especiales que la familia Weasley pudiera tener. Además ahora había mas integrantes en la familia y eso le daba una nueva atmósfera a la situación. Ninguno de los Weasley o los demás podía ocultar la alegría que sentían por estar juntos en esa época.
Al atardecer, ya todo estaba casi listo. La pelirroja y mas pequeña de los Weasley había subido a su habitación, ya que no había terminado de envolver algunos regalos. Cuando estos quedaron listos, la noche había caído por completo y ella admiraba el hermoso vestido azul cielo que estrenaría para aquella ocasión.
Había salido de la ducha y ahora estaba dándole algunos toques a su cabello para que se viera hermoso y con una caída perfecta que llegaba a la mitad de la espalda. Cuando terminó de maquillarse con tonos muy claros pero que le resaltaban las facciones de su cara, se colocó el vestido y se miró en el espejo sorprendida. El vestido parecía perfecto, ya que le resaltaba su pequeña pero bien formada figura.
Satisfecha por su arreglo, caminó a la mesita de noche que tenía a un lado de la cama. Sacó de un cajón una foto de toda su familia, incluidas las ahora esposas de sus hermanos y por supuesto sus sobrinos.
La sonrisa que dibujó su rostro irradiaba una alegría a medias, ya que para sentirse plenamente feliz sabía que le faltaba Harry, que se había ido hacía un año y lo único que sabía de él era por cartas: su carrera iba de maravilla, pero ya no le hablaba como en las primeras cartas, cuando le decía que la extrañaba y que pronto regresaría por ella.
Ahora en cada párrafo la chica se daba cuenta de lo feliz que parecía estar en Estados Unidos, es más no dudaba de que ya tuviera un amor, pues sentía una pasión especial en lo que le contaba y ya la veía como una amiga, ya no le decía que volvería por ella, solo le decía que algún día regresaría.
Una lágrima cayó silenciosa al recordarlo, que ella limpió con cuidado mientras colocaba la foto sobre su mesita. Sin embargo cuando se levantó escuchó un ruido detrás de ella. De inmediato volteó y se dio cuenta de que la foto se había caído y el cristal que se había roto. De inmediato lo levanto y al mirar la foto se dio cuenta de que estaba totalmente estrellada excepto una parte.
Con cuidado quitó el cristal y la colocó así otra vez. Tiró los pedazos en su bote de basura y luego volvió a mirarse en el espejo para salir de su habitación. Se le hizo muy raro no escuchar ni un solo ruido abajo, es por eso que inconscientemente ella caminó con cuidado por el pasillo que conducía a las escaleras, tratando de hacer el menor ruido posible. Sintió una punzada en el pecho y no sabía porque, pero tenía miedo.
Estuvo tentada a bajar rápido, ya que también la desesperación la estaba matando, pero su conciencia fue más fuerte y siguió a paso lento hasta terminar el pasillo. Cuando comenzó a bajar los escalones lo hizo con el corazón latiéndole a mil por hora y apenas iba a llegar a mitad de la escalera cuando sintió que ni la respiración controlaba.
Escuchó unas risas estridentes en la sala que le helaron la sangre. Terminó de bajar las escaleras y se puso detrás de la pared que dividía la antesala de la sala.
-Que creíste Arthur? Que tú y tus adorables hijos podrían librarse así de fácil. Se los advertí, les dije que pararan la investigación y no lo hicieron… Ahora por eso, todos los presentes la van a pagar. Siento mucho que hayamos interrumpido así su cena, pero… era hoy el día perfecto para hacerlo, porque hoy menos que nunca habrá alguien que los pueda ayudar jaja…
Ginny se tapó la boca para no gritar cuando escuchó un disparo en la sala y luego mas risas de los hombres que estaban agrediendo a su familia. Se giró un poco para asomar la cara y ver lo que sucedía.
Su padre estaba tirado a mitad de la sala con la cara sangrada. Sus hermanos estaban amordazados y sentados en el sillón y su madre lloraba mientras un tipo la sujetaba fuertemente. La pelirroja no pudo evitar comenzar a sollozar bajamente, un sollozo que se cubría por las risas.
No sabía que hacer, se sentía impotente de poder ayudar a su familia. De pronto volvió a revisar la sala y se dio cuenta de que faltaban Fleur, Hermione, Lorna, Penélope y sus tres sobrinos.
Comenzó a buscarlos con desesperación, pero en ese momento vio como sus hermanos Charlie y Percy comenzaban a moverse como locos. Ginny siguió su mirada y vio con tristeza como Lorna y Penélope salían llorando de la cocina mientras un pequeño era arrastrado a un lado de las chicas.
Se apretó mas las manos sobre la boca mientras buscaba a las otras mujeres. Desde su lugar podía ver la sala perfectamente bien, incluso una pequeña parte de la cocina. No podía concentrase fácilmente ya que la escena de la sala la obligaba a temblar de miedo.
De pronto se fijó en Ron, que la había visto. Sus ojos suplicantes le indicaban que se fuera, pero Ginny estaba tan aterrorizada que no podía moverse. Después vio como le desviaba la mirada indicándole que uno de los hombres lo había visto y que miraba justo al a dirección en la que ella estaba.
Volvió a esconderse detrás de la pared y escuchó los pasos que se acercaban lentamente. No supo si fue su conciencia o instinto pero se movió con cuidado y se dirigió al reloj que había en la antesala.
Desde niña había sido su lugar favorito para esconderse. De frente no se podía ver el gran espacio que había atrás de la caja, que parecía clavada. Como pudo se escondió mientras sentía que su corazón la delataba por lo fuerte de su palpitar.
-Que pasa Tom?- gritó un hombre desde la sala
-Me pareció escuchar ruidos… como si hubiera alguien más- dijo el tal Tom muy cerca de donde estaba Ginny.
-Anda, no hay nadie, la familia completa está aquí- le volvió a gritar el otro
-Pero falta la hija menor- volvió a decir Tom, mientras Ginny se daba cuenta de que observaba la foto familiar.
-Escuché por teléfono que hablaba con su novio y le decía que Harry la había invitado a Estados Unidos y que iría para allá. Seguro salió hoy en la tarde.
Ginny sintió que la respiración le regresaba cuando escuchó al hombre regresar a la sala con los demás. Gracias a Dios, le había hecho esa broma a Colin en un intento por librarse de él, ya que la relación le comenzaba a aburrir y lo había hecho para herirlo un poco, porque era la única manera en que se atrevía a decirle que ya no quería seguir con él.
Sin embargo un segundo disparo y el grito de su madre la hicieron regresar a la situación actual. Salió del reloj y volvió a su sitio anterior, descubriendo con tristeza que Percy yacía en la alfombra y de su pecho salía sangre.
No supo cuanto más pasó antes de ver como cada miembro de su familia era baleado por aquellos infelices.
Ron, que era de los últimos, la vio con unos ojos llenos de tristeza y luego su mirada cambio a suplica cuando la vio con todas las intenciones de acercarse.
Ginny estaba a punto de delatarse, ya que no encontraba ningún sentido a vivir sin lo mas valioso que tenía. Pero la mirada de Ron la detuvo. Sabía que le pedía salvar su vida y había algo más.
Cuando notó que el pelirrojo rodaba los ojos en torno al árbol de Navidad, siguió su mirada y descubrió con infinita tristeza que unos pequeños ojos miraban la escena desde la apenas abierta caja de regalo mas grande que había.
Reconoció de inmediato a Neithan, el hijo de dos años de Ron, que miraba todo tan asustado y confundido. Ginny volvió a retroceder y sin saber porque, su mirada esta vez se detuvo en lo poco que vislumbraba de la cocina, para ver a otro pequeño: era Jonathan, el hijo de Bill.
La pelirroja miró nuevamente la escena que se concentraba en la sala y vio con una tristeza mas profunda a Ben, el hijo de Charlie que también yacía sobre la alfombra junto con los demás.
Su mirada se posó en el hijo de Ron, escondido en la caja de Regalo y luego volvió a mirar a Ron. Ginny descifró en su mirada que le pedía cuidar a su hijo y también notó la despedida.
Fue entonces cuando escuchó el último disparo, que le quitó el brillo de sus ojos, que lo hizo caer de lado para luego derramar su sangre como todos los demás.
-Vámonos- gritó uno de los hombres y todos caminaron a la salida.
Ginny apenas tuvo tiempo de volver a esconderse detrás del reloj y luego escuchó como se cerraba la puerta.
Pasados unos momentos cuando ya no escuchó ruido alguno se dejó caer y comenzó a llorar.
NOTAS DE LA AUTORA: Hola, bueno pues este es mi primer fic, así que los invitó a que dejen sus reviews para continuar y ayudarme a mejorar. Se que la historia comenzó un poco trágica, pero no será así siempre lo prometo.
Cuídense mucho y los esperó en mi siguiente cap. Bss
