Disclaimer: Los personajes corresponden en derecho de propiedad a sus respectivos autores, esta historia es sin fines de lucro. Solo con el único fin de entretener a un publico lector; de una fan para fans.
KEI- Pierrot - 【VOCALOID】David & Vany (Cover en español)
La tarde caía en Torrington, era un viernes de primavera. Para muchos un viernes social, por lo tanto se les veía a los alumnos aliviados y felices por la llegada del fin de semana con muchos planes de fiesta y diversión.
Sin embargo, no para Diana, la castaña caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela con unos cinco DVD's de películas de terror que había rentado, su consola portátil, y tres paquetes de palomitas instantáneas en sus brazos. Si, así era. Diana Lombard cargaba con eso mientras se dirigía voluntariamente a la habitación de Martin, no era que le agradara la idea en sobremanera pero la última semana había sido extraña. Básicamente por dos razones, la primera era que no habían tenido ningún llamado del Centro, ni siquiera Billy se había aparecido. Y Java había estado muy ocupado con sus tareas en la Academia, así que básicamente fue una semana muy tranquila tachándola de aburrida. Y la segunda razón era que Martin había roto con su novia.
Bueno de por si era extraño el hecho de que Martin Mystery hubiera conseguido novia. Diana no comprendía como había pasado, Jessy era una chica normal, es decir no era bonita pero tampoco fea. Sabía que compartía gustos con Martin pero no era tan excéntrica, incluso era bastante callada. Si lo pensaba, en realidad era de perfil bajo.
Habían durado poco más de tres meses, casi cuatro y a Martin se le veía contento con ella y parecía que se llevaban bien. En realidad no supo porque habían terminado, dado que jamás llego a entablar una relación amistosa con la chica. Pero cuando Diana se enteró el lunes por la tarde, había esperado que Martin hiciera dramas y exagerara, pero al contrario de eso estaba muy... Tranquilo. En las clases de tronco común que compartían el rubio la saludaba y le sonreía como si nada, gastaba una que otra broma leve y después se iba muy campante y no volvía a verlo hasta el día siguiente, en clases.
Llegados a este punto a Diana comenzó a molestarle esa actitud, e incluso negándose a reconocer que tal vez en realidad estaba extrañando a su castroso hermanastro decidió ir a tentarlo con cosas que el rubio jamás podría rechazar. Películas y juegos donde el tema sobrenatural, era el principal.
Tocó levemente la puerta. — Martin ¿Estás ahí? — Pero no obtuvo respuesta. Suspiro mientras aun cargaba todo con su brazo derecho y volvía a golpear la puerta. — Voy a entrar — dijo al no obtener respuesta por segunda vez, giro la perilla notando que estaba sin seguro.
Al entrar encontró toda la habitación desordenada, más de lo normal. Con solo la luz en tonos naranjas de la tarde filtrándose por la ventana. Como pudo hizo espacio en el escritorio de Martín para poder poner las cosas que traía cargando.
— Oye ¿estás bien? — Le preguntó Diana al bulto que estaba envuelto en las cobijas sobre la cama — Sé que estás ahí, nunca me engañas — se quejó mientras le aventaba una de las almohadas que estaban en el piso.
— Estoy bien, solo necesito dormir — dijo removiéndose — y no despertar. — susurró, aunque eso ultimo Diana lo había escuchado perfectamente debido a que se encontraba prácticamente a lado de él, y por un momento se asustó.
— Deja de hacerte el payaso, es muy temprano para que estés envuelto en las cobijas — comenzó a jalonearlo — levántate, mira traje palomitas y películas — concluyó feliz.
Escucho como Martin suspiraba mientras se quitaba las cobijas de encima.
— ¿Qué quieres? — Le preguntó dirigiéndole una mirada apagada a la castaña.
— Ya te dije, traje películas y palomitas — le sonrió esta.
— No estoy de humor—. Y volvió a enredarse en las cobijas, volteándose hacia la pared. Mirando al rededor y sin idea de que hacer la castaña decido sentarse en una de las sillas de Martin un poco contrariada.
— Jenny me preguntó por ti — dijo después de un silencioso rato, pero siguió sin obtener respuesta. Se puso de pie y camino hacia la ventana abriéndola un poco para que se filtrara el aire. En el suelo vio varias revistas tiradas. Decidió al menos, que si iba a hacerle compañía a su hermano, limpiaría un poco el lugar, con eso en mente comenzó a recoger varias cosas.
— Deja eso, ya te dije que te vayas — escuchó la voz de Martín bajo las cobijas. Sin hacerle mucho caso siguió recogiendo libros, papeles y revistas del suelo.
— Eres todo un caso — susurró para si la castaña, acomodando el último libro de ciencias maltratado en el pequeño librero de su hermano, al bajar la mirada pudo ver en el suelo una última cosa, además de la ropa sucia del chico; una tira de papel blanca, que al ver en la marca de agua la imagen de una cámara, rápidamente identifico que se trataban de fotos instantáneas. Se agacho a alzarlo dándole totalmente la espalda a la cama. Lo tomó. Y volteándolo se dio cuenta que efectivamente se trataban de fotos instantáneas donde figuraban Jessy y Martin, el primero haciendo todo tipo de caras, la segunda solo riéndose apenada, con un leve sonrojo en las mejillas.
— ¿Ya terminaste de limpiar mamá? —escuchó atrás de ella el tono irónico en la voz de Martin.
— ¿Por qué terminó Jessy contigo? — preguntó Diana dándose la vuelta. El rubio se sentó en la cama mientras revolvía sus cabellos con su mano derecha, le sonrió.
— Que poca fe me tienes — dijo levantándose y quitándole la tira de fotos — Yo terminé con ella — finalizo aventando el papel a algún lugar de su escritorio — Ahora ya que estas aquí y que no piensas dejarme en paz, veamos que de bueno pudiste escoger para las películas de terror que trajiste. — Tomó tres de los cinco DVD's que estaban en el escritorio y comenzó a leer la reseña de la parte de atrás de cada uno.
— ¿Tú? ¿A ella? ¿Por qué? — Preguntó incrédula Diana siguiéndolo con la mirada. Había visto muy feliz a Martin con la chica. Realmente no entendía por qué él la desecharía a ella, y no al revés.
— ¡Oh! Mira, esta se ve decente — contestó Martin animadamente mientras sostenía en alto la caja donde el nombre "Las abejas asesinas" ocupaba la mayor parte del espacio.
— No me dirás ¿Cierto? — dijo Diana yendo a sentarse a la cama aun observando a su rubio hermano.
— ¿Qué palomitas quieres que haga primero, las de caramelo o las naturales? — le preguntó el rubio ignorando la anterior pregunta de la chica.
— Naturales — contesto Diana suspirando, mientras lo veía dirigirse a un costado de la habitación donde estaba el microondas que Martin había dispuesto para ese tipo de ocasiones, ella se limitó a tomar el DVD e introducirlo en el reproductor. Con el sonido del aparato anunciando que las palomitas estaban listas Martin y Diana no tardaron en acomodarse y comenzar a ver la cinta.
El tiempo comenzó a transcurrir, y las palomitas a disminuir en cantidad. La noche había caído por completo en la ciudad y solo la pantalla era la que alumbraba el cuarto. Llevaban más de veinte minutos de película, película que en realidad era bastante mala, con efectos especiales bastante decadentes y eso solo era la opinión de la castaña que se lamentaba por haber escogido tan mala producción, y se preguntaba porque Martin estaba tan serio, en realidad esperaba que él fuera quién le dijera que esa película era realmente un fraude.
— Me engaño — escuchó al rubio en medio de la escena donde un enjambre de abejas picaban hasta la muerte a una persona. Diana volteo su mirada hacia él — había ido al centro de la ciudad para comenzar a buscar el regalo para nuestro cuarto aniversario...
—Martin — dijo Diana en un susurro cuando comprendió de que le estaba hablando su hermanastro.
— Había estado toda la tarde dando vueltas por el centro comercial. Y entonces la vi, con un chico. Paseando por los locales, feliz y sonriente — continuó, en ningún momento volteo a ver a Diana, sólo miraba hacia al frente, a la pantalla, pero sin prestarle atención a la escenas de la ahora olvidada película — Los vi salir y los seguí hasta un parque, a él jamás lo había visto, creo que no es de la academia; se besaron. — guardo silencio.
Diana ya no sabía qué hacer, no creía que la razón hubiese sido algo como eso, apago la pantalla y parándose de su asiento fue a encender la luz.
— Y entonces terminaste con ella —. Finalizo Diana mientras se sentaba de nuevo, el chico asintió —. De haberlo sabido antes habría ido a golpearla yo misma — continuo la chica, Martin volteo a verla extrañado.
— Sí, claro— comenzó a reírse un poco por las ocurrencias de ella — yo la quería, Diana. Solo me dijo "no es lo que parece Martin" — y solo una sonrisa melancólica estaba en su rostro.
— Pero entonces porque has estado tan tranquilo, digo conociéndote estarías haciendo... — calló la ojiverde cuando se dio cuenta de lo que iba a decir. Martin podía hacer dramas por todo, generalmente porque era un exagerado. Pero los rechazos anteriores a su relación con Jessy solo eran parte de la personalidad egocentrista de su hermano. Ahora que lo pensaba, el fin de su relación con Katlin pasó sin gloria, ni llanto, mucho menos dramas. — ¿Es por eso qué la última semana solo te he visto en clases? — el rubio asintió.
Por eso lo había encontrado en su cama, enterrado en las cobijas. Salía a sus clases y fingía que no le importaba y cuando regresaba a la soledad de su habitación se sumergía en la depresión en la comodidad de su cama.
— Que nena eres —concluyó la chica y tomando una almohada lo golpeo con ella en la cara.
— Déjame en paz, no iba a llorar en público que una chica se burló de mi por quién sabe cuánto tiempo. — le reclamo enojado mientras buscaba otra almohada con la cual vengarse de Diana.
— ¡Ah, entonces si llorabas! — Le encaro la castaña mientras tomaba varias de las cobijas de Martín y se las aventaba encima, haciéndolo caer por el peso.
— ¡Solo era un decir! — Gritó el chico mientras se quitaba las telas de encima y comenzaba a perseguir a Diana por la habitación.
— Claro, un decir — río Diana mientras aventaba otra almohada al rostro del rubio.
— Me las vas a pagar Lombard — amenazó alcanzando por fin una almohada y arrojándosela en la cabeza lo cual la hizo caer en la cama volteando, a su vez, el tazón que aun contenía palomitas. Cuando Diana se pudo incorporar tenía el cabello adornado por rosetas de maíz y manchado de salsa y limón en algunas partes. Martin al verla no pudo evitar soltar una sincera carcajada.
— Ya estarás feliz — le recriminó la castaña quitándose algunas de las rosetas de la cabeza.
— Tú empezaste — dijo el rubio ayudándole a quitarse los pedacitos de maíz que se escondían entre sus cabellos.
— Ya, pero te reíste y ya no estás tan triste. Eres bastante simple — Dijo la chica ahora recolectando las palomitas de la cama y volviendo a ponerlas dentro del tazón, pero el sonido de su celular la interrumpió.
— Bueno creo que me voy, Jenny me llama — le dijo enseñándole el celular y en ella la foto de su peliroja amiga en llamada entrante. El chico asintió y con un ademán de su mano le dijo que se fuera.
La vio desaparecer tras la puerta y poniendo la caja de DVD en el escritorio con las demás, encontró de nuevo la tira de fotos. La tomó, sonrió y sin más la dejo caer en el cesto de basura.
...
Hola!
jajaj bueno para los que me leen en "Promesas" trabajo en eso, no me golpeen, ya saben como soy uwu, pero en compensación les traigo un OneShot -que tenia por ahí y no sé por qué no había subido-.
Siempre eh pensado que lo mío es más las historias cortas, por eso creo que es buena idea subirles historias random, cortas y concisas :3 Pero con su buen dote de Martin Mystery. Espero esta historia les haya agradado.
La idea es que estén basadas en canciones -Random que tengo en mi reproductor, así que verán de todo-. Al inicio de cada historia podrán encontrar el titulo, y así pueden buscarlo en YT, si gustan.
Sin más, me despido, cualquier comentario, recomendación, idea, saludos, tomatazos(?) ya saben como hacérmelo llegar :) . Gracias por leer.
Pd: Ya estoy escribiendo "Pormesas" no me ahorquen.. bueno estan en su derecho. Adelante. uwu
