¡¡KONICHIWA n0n!! Ne este es mi primer Fic de Yu Yu Hakusho n—n, así que por favor sean amables con esta niña algo loca TT-TT
Sobra decir que Yu Yu Hakusho no me pertenece u-u, ni ninguno de sus personajes (TT-TT desgraciadamente)
Este es un KuramaxHiei n----n una de las mejores parejas n0n, claro según yo n-nUU, así que Homo fóbicos Ushale, Ushale le estoy advirtiendo Ne ¬¬
CAPITULO UNO: LA INUSUAL APARICI"N
El viento cantando al compás de las nubes, el movimiento suave y delicado propiciado a las dos figuras que se encontraban en lo alto de un edificio.
-Esto es una perdida de tiempo-
-Oh vamos Hiei no es tan malo-
La voz tranquila y amable solo hizo que gruñera por lo bajo, mientras observaba a Yusuke, Kuwabara y Botan intentar conseguir información por parte de un Youkai, haciéndole creer que eran unos mafiosos o algo así.
Kurama y Hiei solo podían vigilarlos desde ese edificio, ¿Por qué no los acompañaban?, era muy fácil la respuesta, ellos eran conocidos, un antiguo Youko y el Jaganshi.
Era otra de las misiones de Koenma, un demonio había logrado pasar al plano humano y ahora reunía a todos los Youkai que habitaban en las cercanías para preparar un gran golpe.
-No teníamos que venir todos- dijo Hiei con su habitual indiferencia- Yusuke y el idiota pueden solos.
-Koenma así lo quiso
Al diablo con Koenma, Hiei solo estaba ese lugar porque la mayoría de los demonios que estaban cerca querían eliminarlo, mejor atacar antes de que ellos lo hicieran.
Kurama conocía el temperamento de Hiei, y por eso sonrió con amabilidad viendo fijamente a su compañero que no despegaba su mirada del detective y los otros dos que estaban en el suelo, habían seguido el rastro del demonio hasta los muelles, mas la tarde ahora comenzaba a desaparecer, dándole cavidad a la noche.
Los ojos verdes de Minamino se fijaron en el atardecer, tranquilo y apacible, permitiéndole al viento jugar con su cabello, era esa fresca brisa la que lo hacia olvidar todas la preocupaciones que últimamente invadían su mente.
Y el estar con Hiei ayudaba, sabia que su amigo no hablaba a menos que fuera por algo importante, o que el mismo iniciara una conversación, pero eso no le importaba, le agradaba la compañía del Youkai de fuego.
Así que dejo que el silencio los envolviera por varios minutos, donde Hiei observo de reojo la actitud de su compañero, algo que no era común en él.
-Te veo distraído
Esas palabras sacaron bruscamente al pelirrojo de sus pensamientos, siendo visible su sobresalto al ver a Hiei, que había dejado de prestarles atención a los demás para centrar sus hipnotizantes ojos rubís en Kurama.
-No es nada- dijo sonriendo
Hiei se encogió de hombros dándole poca importancia a la respuesta de este, no era del tipo de personas que insiste en una respuesta, si el Kitsune no le quería decir, estaba bien.
-Has estado luchando en el Makia ¿cierto?-
La pregunta de Kurama lo hizo sonreír levemente, no por nada era un antiguo Youko, aquel con su astucia había robado muchas cosas valiosas.
-Si- respondió con sencillez Hiei
-¿Por qué?-
-Ellos me retan-
Hacia solo un días que el Youkai estaba con él, pero su apariencia, su manera de moverse, de hacer las cosas, le indicaban que se encontraba algo cansado, claro que Hiei nunca lo admitiría pero Kurama lo sabia muy bien después de tanto tiempo de observar a su compañero y poder determinar lo que quería sin la necesidad de hablar.
No hablaron más; Hiei siguió observando a Yusuke y los otros, mientras que Kurama volvió a su actitud pensativa y algo distraída.
-Vamos- indico el Youkai
El detective había comenzado a moverse, así que saltaron del edificio y lo siguieron en silencio, con destreza, y esa habilidad para pasar desapercibidos ejecutando movimientos fijos y precisos.
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-¿Crees que nos hayan creído Urameshi?
Susurro Kuwabara a su amigo, el cual mantenía su mirada fija en la espalda del demonio que los guiaba hacia el que era su presa.
Mercancía robada; eso era lo que le había dicho, y aparentemente les creyó, así que ahora Yusuke, Kuwabara y Botan eran guiados a través del muelle hacia una vieja fabrica abandonada.
-No lo creo- dijo Yusuke en el mismo tono de voz- Es demasiado fácil
-Es cierto- le secundo Botan- Será mejor mantenerse alerta
Caminaron en silencio, el Youkai que estaba delante de ellos no poseía grandes poderes, era demasiado débil, pero no por eso había que bajar la guardia.
No se sentía la presencia de humanos cerca, y era mejor así, pues entre los contenedores que estaban cerca se sentían varias energías.
Sus pasos eran lentos, meticulosos y calculados a través del suelo húmedo, hacia algo de frió y tener tan cerca a los barcos abandonados hacia de este un tétrico ambiente.
-Entren- les dijo el demonio
La puerta metálica algo oxidada rechino estridentemente al abrirse, mientras ellos entraban, en un lugar bastante amplio, solo se veían los soportes de acero que sostenían el techo, y algunas cajas de madera vacías.
Yusuke reviso el lugar con su mirada, y luego se giro hacia su guía, viéndolo con desconfianza.
-¿Y bien donde esta tu jefe?- pregunto Kuwabara
-No lo verán, los humanos no se mezclan con demonios a menos que posean mucho dinero y ustedes...
Dijo haciendo énfasis en la manera en como estos vestían, logrando que fruncieran los ceños algo molestos por el insulto.
-¿Qué quieres decir con eso ¬¬?- pregunto Kuwabara
-Que a ustedes no vale la pena ni robarlos-
-¡Ya basta!- replico Botan- Mejor dinos donde esta tu jefe ¬¬
-Ya les dije que no lo verán- dijo el demonio- Y como no traen consigo algo de valor por lo menos servirán de alimento.
Trono los dedos y a su llamado acudieron mas de 100 demonios, no era la gran cosa, ya que no se sentían presencia poderosas.
-¡Yusuke!-
La voz que llamo al detective entro por la puerta que aun seguía abierta, analizando todo con su mirada.
En contestación a la aparición de sus dos compañeros Yusuke sonrió, dando paso a una inútil lucha.
Sonidos ahogados, demonios siendo desgarrados por una espada, por los puños de Urameshi y Kuwabara, además de un látigo de rosa; mientras que Botan trataba de pasar desapercibida para poder encontrar al Youkai, caminando sigilosamente entre los cuerpos inertes del suelo, o eludiendo los mortíferos ataques.
-¿Qué haces Kurama?- pregunto Hiei al ver como a este tenia problemas.
El látigo de rosa no se veía tan fuerte como suele estar, y el pelirrojo retrocedía, parecía cansado.
"Ahora no"
Pensó Kurama respirando agitadamente, su poder espiritual se estaba descontrolando, no iba a poder resistir mucho esta vez.
"Basta"
Volvió a replicar en su interior, distrayéndose completamente de la batalla.
-¡¡KURAMA!!
Escuchar la voz de Hiei lo hizo reaccionar, era la advertencia en su voz la que le hizo ver a los 40 demonios que se le abalanzaban.
BBBOOOOOOOMMMMMM
CCCCRRRRRAAASSSHHHH
Explosiones resonados en todas partes, concentraciones de poder espiritual siendo liberadas, y el temblar de la tierra al recibir el impacto.
Pedazos de asfalto destrozados, y el molesto olor de la muerte tan cercana.
-¡¡KURAMA!!
El llamado de Hiei resonó entre la espesa cortina de polvo que se había levantado en el momento en que el antiguo Youko fue atacado.
Capturar a un demonio parecía una tarea fácil, mas no contaban con que estuviera acompañado.
Mas de 100 demonios contra ellos 5, contando con Botan que corría mas de lo que luchaba.
-¡¡KURAMA!!
Volvió a llamar, pero parecía imposible poder ver entre el polvo, que por cierto había sido causado por el pelirrojo en el momento de defenderse.
No tenia necesidad de ver para encontrarlo, bastaba con sentir su presencia, pero esta vez era diferente, no podía sentirlo cerca, parecía que de un momento a otro había desaparecido.
El Kitsune no pudo haber sido derrotado, ¿cierto?
Maldijo por lo bajo, destrozando a cualquier demonio que quisiera enfrentarlo, teniendo como único objetivo dirigirse hacia el lugar donde había visto a Kurama por ultima vez.
-¿Están todos bien?-
Le escucho decir a lo lejos a Yusuke, y en contestación obtuvo respuesta en direcciones distintas.
-Cof, cof, cof, no se puede ver nada- replico Kuwabara
-¿Dónde esta el demonio?- pregunto Botan
Hiei pudo sentir la presencia de los demás agruparse excepto la del Kitsune, ¿Dónde diablos estaba?, suspiro algo cansado, Kurama siempre le traía muchos problemas; estaba seguro que hubiera dejado de buscarlo sino fuera porque últimamente lo había visto demasiado meditabundo.
Giro para reunirse con Yusuke, pues ya habían terminado con todos esos estorbos y no había caso alguno seguir en ese lugar.
Como ya lo había dicho, todo esto fue una perdida de tiempo, ni siquiera tuvo que usar sus poderes, basto con cortarlos con su espada.
Pero de un momento se detuvo, una presencia demasiado poderosa, tan conocida, pero, no podía ser...
-... ¿o si?- se cuestiono quedándose hay parado, incapaz de moverse.
El poder parecía crecer, ¿Qué significaba esto?
-¡HIEI! ¡KURAMA! ¿D"NDE ESTÁN?
Los gritos del detective no parecieron ser escuchados por el Youkai de fuego, el cual mantenía su mirada fija en el lugar que emanaba tanta energía.
-¡Hiei aquí estas!- exclamo Botan- ¿Por qué no contes...
De un momento enmudeció al sentir la concentración de poder espiritual, que de un momento a otro fue expulsada con tanta fuerza que mando una rápida y fría ráfaga de viento, la cual disperso todo el polvo en cuestión de segundos.
Subieron un poco los brazos intentado protegerse del viento que alzo algunas rocas, hasta que finalmente todo ceso, dejándolos en un intenso silencio.
-¿Qué fue eso?
Dijo Kuwabara estando al lado de Yusuke, pero este no respondió parecía que se había quedado en un estado de Shock, así que siguió con su mirada aquello que había impresionado tanto a Urameshi.
Primero dio un rápido vistazo a Hiei y Botan, que estaban unos cuantos pasos mas adelante de ellos.
Hasta que fue alzando lentamente sus ojos para centrar su atención en el ser que poseía tan grandiosos poderes.
-¡Youko Kurama!
Exclamo Kuwabara dando unos cuantos pasos atrás, no podía ser posible lo que sus ojos le mostraban: un cuerpo atlético bien formado, penetrantes ojos dorados, y el largo cabello plateado.
-¿En realidad es Youko?- le pregunto a Yusuke, el cual se encogió de hombros dando a entender que no tenia ni idea.
-No es posible ¿Por qué aparecería Youko Kurama?- cuestiono Botan
Que ellos supiera el Kitsune no podía aparecer por si solo, así que desconfiados concentraron todos sus sentidos, listos para algún ataque sorpresa, sin despegar ni un momento las miradas del astuto zorro.
Lentamente comenzaron a acercarse, esperando alguna reacción por parte de este, mas el Youko plateado no reparaba mayor atención en ellos, al contrario parecía algo desorientado, pues sus profundos ojos dorados divagaban por todo el edificio.
-¿Kurama?
Llamo algo dudoso Yusuke, haciendo que toda la atención de este se centrara en el pequeño grupo que se acercaba con desconfianza.
Los observo con curiosidad por un momento, manteniendo siempre su rostro serio, con cierto tinte de inocencia y astucia.
-Tú eres Yusuke ¿cierto?
Una sensual voz salía de sus finos labios, tranquilizándolos un poco, bajando completamente la guardia mientras se acercaba a su compañero.
-Cielos nos asuste Kurama- dijo Kuwabara- ¿Por qué cambiaste?
No hubo una respuesta, Kurama solo analizaba a las personas que estaban cerca y el lugar en que se encontraba.
-¿Puedes dejar de ser Youko?- pregunto con tranquilidad Botan pero no obtuvo ni una palabra.
-¡No me digas que no sabes como hacerlo!- exclamo Yusuke- Tú madre se va a preocupar mucho si no llegas a casa.
-Bien calmemos chicos- dijo Kuwabara- Tal vez en algunos minutos volverá a ser Kurama, la primera vez que tomo esa forma ocurrió lo mismo.
-Tienes razón pero ¿Por qué otra vez apareció Youko?- dijo Botan
-Puede que se haya sentido acorralado cuando lo atacaron- recapacito Yusuke- Y así libero todo su poder.
-Si, tal vez tengas razón Urameshi- le secundo Kuwabara.
Mientras que los demás divagan sobre lo sucedido, la mirada de fuego de Hiei observaba al zorro con desconfianza, ninguna de las conclusiones le parecía la acertada.
Y de un momento a otro el zorro plateado alzo su mano, la concentración de poder espiritual los sobresalto completamente.
Yusuke y Kuwabara tomando sus posiciones de batalla, con sus rostros serios y desconfiados hacia el embelezante ser que parecía atacarlos.
PUM
El poder fue lanzado y detrás del pequeño grupo exploto el cuerpo de un demonio, demasiado débil como para haber sentido la presencia de este.
Observaron hacia atrás viendo el cuerpo inerte tendido en el suelo, y nuevamente vieron al Youko estando igual de inmutable que siempre.
-Eso fue algo inesperado
Dijo Yusuke bajando la guardia, viendo con detenimiento lo que restaba de su atacante.
Muy diferente de lo que pensaba Hiei, ya que desde que comenzaron a buscar al demonio, había visto a Kurama demasiado pensativo, algo cansado, pero cada vez que se acercaba el pelirrojo cambiaba su expresión por una mas alegre y amable, cosa que no podía engañarlo, y la repentina aparición del Youko lo dejaba desconcertado.
Kurama era su amigo y compañero de batalla, y para que el confiara en una persona tenia que conocerla, puede que no conociera al Kitsune como quisiera, pero eso era debido al comportamiento Nigen que aun lo confundía un poco, mas lo que si podía hacer era descubrir cuando algo le molestaba, y desde hace algunos días lo veía preocupado.
-Muy bien ya esta decidió- concluyo alegremente Botan- Iremos hasta la casa de Kurama y si en ese trayecto no a cambiado lo llevaremos con Koenma.
Se encogió de hombros y siguió a los demás, no tenía nada mejor que hacer, prefería descubrir la inusual aparecían de Youko, en especial porque Kurama era su amigo, aquel que cuando se encontraba herido lo curaba, ahora Hiei trataría de apoyarlo, ¿Cómo?, no tenia ni idea pero al menos estaría ahí para él.
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Tuvieron suerte de no encontrar muchas personas en su trayecto, y si acaso veían a alguien los rápidos movimientos les ayudaban a pasar desapercibidos.
Hiei vigilaba atentamente al Youko, le parecía extraño que se dejara guiar así de fácil, y aun le parecía mas extraño ver como este analizaba con detenimiento los lugares por lo cuales pasaban.
Pero era difícil determinar lo que el zorro planeaba, sus expresiones eran mas serian, demasiado frías en comparación con las de Shuichi, era frustrante pero no sabía que era lo que pensaba.
Caminaron con rapidez y sutileza, alarmándose de cada sonido inusual, pues podían ser descubiertos; mas todo su esfuerzo dio recompensa en cuanto llegaron a la casa de Kurama, pero se quedaron parados en la entrada.
-¿De quien fue la brillante idea de venir a la casa de Kurama?-
Pregunto molesto Yusuke cruzándose de brazos con el ceño fruncido, ya que se habían olvidado de un pequeño detalle, si el pelirrojo ahora era un Youko, como iban a entrar.
-Todo esto es tu culpa Urameshi- le regaño Kuwabara- Si no fueras tan despistado no hubiéramos perdido la venida.
-¡¡¿¿COMO QUE MI CULPA??!!! ¡¡¡SI LA IDEA FUE DE USTEDES!!
-¡¡NO FUE MI IDEA, NO RECUERDO HABER PROPUESTO ALGO TAN RIDICULO!!
Y demás cosas así se escucharon entre las desoladas calles, ahora cubiertas por un manto oscuro, proporcionado por la noche.
-Se complican demasiado- intervino Hiei con simplicidad- Se puede entrar por esa ventana
Dijo señalando dicha cosa, la cual estaba en el segundo piso, haciendo que los otros se separaran y vieran en direcciones contarías, como era lo usual.
-Ya lo sabia- mintió Kuwabara
-Si como no ¬¬- dijo Yusuke- Mejor démonos prisa, no quiero quedarme toda la noche aquí.
Un salto hábil, sencillo y sin ningún esfuerzo en un árbol cercano, les permitió llegar hacia la ventana.
La luz estaba prendida, por lo que entraron en la que era la habitación de Kurama; el Youko los siguió todo el tiempo, pero no hablo, manteniendo esa expresión seria e ilegible.
-Kurama aun no a cambiado- dijo preocupada Botan- ¿Qué debemos hacer?
-Nada- respondió Yusuke- Ya se le pasara, por ahora tenemos que irnos.
Botan lo miro con desaprobación, no podían dejar al mejor ladrón de Makia solo, y si le daba por cometer algún delito, pero al ver la mirada dorada puesta en ella no pudo sino sonreír nerviosamente.
-n-nUU mejor vamonos- dijo abriendo la puerta de la habitación
No tenía pensado bajar por la ventana como si fuera un ladrón o algo así, mas hubo algo que los dejo de una sola pieza, el sonido de la puerta principal abriéndose y una voz sonando desde el primer piso.
-¡SHUICHI YA LLEGUE!
-O-OUUUU
Cabe decir que prácticamente se desmoronaron de los nervios al escuchar a la madre de Kurama.
-¡Y ahora que vamos hacer!- exclamo desesperado Kuwabara
Y es que no era muy normal ver a 5 extraños, los cuales uno de ellos tenia orejas de perro, otro llevaba una espada en su cinturón, además de una joven peliazul y dos jóvenes con apariencia rebelde y descontrolada.
-Muy bien calmemos- dijo Botan- Nosotros bajaremos a hablar con la madre de Kurama mientras que ustedes se esconderán.
Hiei alzo una ceja elegantemente en señal de desacuerdo, él no se escondería, mas lo último que escucho fue el fuerte portazo cuando los otros tres se marcharon.
Bueno él ya había cumplido, acompaño a los demás hasta la casa de Kurama, vio que este estaba bien, así que ya no tenia nada que hacer en ese lugar; dio media vuelta y camino hacia la ventana dispuesto a marcharse.
-Ya te vas
Esa profunda voz lo detuvo de golpe, el Kitsune no había hablado desde que se transformo, por lo que levemente lo observo.
-No tengo nada que hacer aquí-
Se limito a decir logrando que el Youko sonriera, era tan distinta esa sonrisa de la del pelirrojo, esta era juguetona y con cierta malicia.
-Pensé que les interesaba saber porque regrese-
-Hm-
El Youkai se fuego se cruzo de brazos, estando a unos cuantos pasos de la ventana, mientras que el zorro plateado se acercaba.
No dijo nada, no había necesidad de hablar, su sola mirada le indicaba a Youko que hablara, por lo que este sonrió notoriamente, teniendo cierta chispa burlona en sus profundos ojos dorados; estaba cerca de Hiei separados por una distancia prudente, pues el Jagashi le indicaba que no se acercara mas.
-Habla- le ordeno Hiei
Pero este no respondió, era comprensible pues él no aceptaba órdenes de nadie, y Hiei no estaba dispuesto a seguir perdiendo el tiempo de esta forma así que giro dándole la espalda con destino hacia la ventana.
-Es el ultimo robo
Sus pasos fueron detenidos al escucharlo hablar, y sus ojos rubís se abrieron grandes de sorpresa.
-¿Qué?- pregunto algo incrédulo.
-Este será mi último robo- dijo divertido Youko.
Ahora si que no entendió nada, Kurama no robaría a menos que fuera de vida o muerte como lo fue el caso de su madre.
-¿Y que vas a robar?- pronuncio ya recuperando su habitual porte frió.
-No tengo porque decírtelo- dijo acercándose- Tendrás que descubrirlo antes de que sea demasiado tarde.
¿Qué se suponía que era eso? ¿Una amenaza?, lo observo con desconfianza y antes de que pudiera decir algo, el zorro plateado lo había tomado por los hombros empujándolo, y ya que lo había tomado desprevenido le fue imposible mantener el equilibrio, así que ahora tenia a un astuto Kitsune encima suyo.
-¡¿Qué esta...
Uno de los delgados dedos de Youko se coloco contra sus labios, estaban demasiado cerca por lo que cuando este hablo pudo sentir el aliento de este fundirse con el propio.
-Silencio-
Susurro con suavidad deteniendo cualquier intento de escape por parte del Youkai que estaba debajo de él; uno de sus brazo a un lado de la cabeza de Hiei y su cuerpo apoyado contra el de este pero sin llegarlo a incomodar con su peso.
Hiei intento mantenerse inquebrantable pero le era demasiado difícil teniendo al zorro encima, es decir la presión de su cuerpo contra la de él, y aquel aroma de rosas era perturbarte.
Entreabrió los labios para hablar, siempre manteniendo su mirada fija en los ojos dorados.
-¡SEÑORA MINAMINO LE ASEGURO QUE KURAMA ESTA BIEN!
Dijo Botan a fuera de la habitación, siendo perfectamente audible los rápidos pasos del pequeño grupo.
-Solo quiero ver a mi hijo
Y la puerta fue abierta de golpe, dejándolos a todos en un profundo silencio.
-O-OUUU
Yusuke, Kuwabara y Botan se quedaron completamente estáticos, mientras que la madre de Kurama no sabia que decir.
-Aquí no hay nadie ¡¿donde esta Shuichi?!- dijo
Efectivamente no había nadie en la habitación, estaba completamente sola, y el reclamo de la mujer pareció sacarlos con brusquedad de su asombro.
-¿Shuichi? n-nUU él...él esta ¿Dónde Botan?- dijo nerviosamente Yusuke
-O-OUU...él, bueno esta...mejor dile tú Kuwabara-
Todas las miradas recayeron en el mencionado haciendo que comenzara a sudar frió y sonreír torpemente, colocando una mano atrás de su nuca.
-Esta en... en...en el supermercado
-¿El supermercado?- preguntaron tres voces al mismo tiempo
-n-nUU ¡ah si! El supermercado- dijo Yusuke- Es que necesitaba terminar su proyecto
-Así que mejor lo esperamos abajo ¿quiere?- pregunto Botan sacándola de la habitación.
Con las palabras en la boca la madre de Kurama fue saca del cuarto, permitiéndoles a Kuwabara y Yusuke registrar la habitación para ver donde se habían metido los otros dos, mas una voz los interrumpió.
-¿No quieren galletas mientras esperan a Shuichi?-
El alegre asentimiento fue audible en cuanto bajaron las escaleras, cerrando nuevamente la puerta, dejando todo en un profundo silencio.
Seguramente los habrían visto de no ser porque el Youko empujo a Hiei, dejándolos acostados en el suelo al lado de la cama, la cual les ayudo a ocultarse.
Permitiéndole a Hiei ver por debajo de la cama a los que habían entrado, y en cuanto se fueron volvió a mirara al Kitsune.
-Quitate- dijo con seriedad Hiei.
-¿Por qué?- pregunto divertido al mismo tiempo que con rápido movimiento tomaba las manos de Hiei y las colocaba a cada lado de su cabeza, aprisionándolas contra el suelo.
El Youkai se inquieto, ese desquiciado zorro no lo iba a soltar tan fácilmente, así que intento retirarlo por su cuenta, siendo todo en vano.
-Hm- gruño molesto al verse preso bajo este.
Una mortífera mirada que bien podría matar con tan solo verla, pero el Youko sonrió divertido, sabia perfectamente que Hiei no podría escapar debido a la batalla de hace un momento.
-¿No estas cómodo?
Pregunto haciendo que Hiei se sorprendiera del improvisto y atrevido movimiento de caderas presionándose sutil y tentadoramente contra las suyas, en una enloquecedora fricción, ocasionando el leve tono carmesí de sus mejillas.
Centro su atención en la mirada del Youko, encontrando los ojos dorados que de un momento se habían acercado demasiado; forzó otra vez, pero era inútil, lo único que hacia es que el Youko plateado sonriera divertido.
-SI NO TE QUITAS YO...
La amenaza de Hiei se vio entrecortada por unos delgados labios posarse sobre los suyos, si antes estaba desconcertado ahora no sabia que hacer, su mente se nublo y sus ojos se abrieron grande de sorpresa, por lo que lo único que sentía era el sutil movimiento los ardientes labios.
¿Qué se suponía que debía pensar o hacer?, estaba aprisionado bajo el Youko, sus manos estaban fuertemente sujetadas a cada lado de su cabeza, y el cuerpo alto y atlético le impedían cualquier movimiento.
Entreabrió los labios para hablar, decir algo, lo que fuera con tal de quitarlo....
....grave error.
Una sutil y húmeda intrusa irrumpió atrevidamente en su boca, sus ojos se cerraron fuertemente al sentir la invasión y como la lengua del Youko acariciar la suya, sumergiéndose en la deliciosa boca, probando el sabor de fuego de este, logrando un muy tentador estremecimiento por parte de Hiei.
El Kitsune lamió con detenimiento los labios del Youkai, delineándolos finamente con su lengua, al mismo tiempo que colocaba las manos de este arriba de su cabeza, sujetando sus muñecas con una sola mano, mientras que la otra se deslizaba por la camiseta negra.
Un muy leve 'mmmm' escapo de sus labios, haciéndolo reaccionar al darse cuenta que desde hace mucho había dejado de oponer resistencia, así que forcejeo otra vez, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo el imprudente y desquiciado zorro, pero él no iba a permitirle hacer ese tipo de cosas a Kurama...
...¿o si?
Se movió otra vez, para deleite del Youko, pues le era bastante entretenida la resistencia de Hiei, así que profundizo mucho mas el beso e introdujo su mano libre en la camiseta de este, sintiendo la tersa y fina piel debajo de sus dedos memorizando pacientemente lo que se encontraba a su alcance.
Hiei se estaba quedando sin aliento, ese devorador beso había logrado descontrolarlo lentamente; los ojos se encontraban fuertemente cerrados, sentía sus mejillas arder, y como la lengua intrusa jugaba con la suya, tocando, lamiendo, recorriendo perfectamente cada rincón de su boca.
Y le fue imposible no estremecerse en cuanto el Kitsune mordió gentilmente su labio inferior mientras que la mano de este comenzaba un trayecto a través de su pecho, alzando al mismo tiempo la camiseta negra, dejando al descubierto su abdomen, y seguía subiendo.
Era una sensación diferente, nunca antes experimentada, sentir como lo besaban con suavidad pero con cierto toque lascivo, definitivamente muy excitante, pero él no podía sentir ese tipo de emociones.
'mmmm'
Volvió a escapar de sus labios, tenia que hacer algo rápido o definitivamente ese desquiciado Youko no lo soltaría.
Mas esa enloquecedora fricción de sus cuerpos y el lujurioso beso no lo dejaban pensar con claridad; pero de un momento a otro el poder espiritual del zorro bajo, y la fuerza en sus muñecas aminoro, sin embargo los finos labios aun recorrían los suyos, al igual que la mano en su pecho.
Con lentitud se fueron separando, los ojos se abrieron con suavidad, aun rozando sus labios, un muy tentador toque que permitía a sus respiraciones mezclarse en una sola, era un aire caliente que entraba a los pulmones con desesperación.
Cuando sus ojos rubís se abrieron completamente, vio una mirada verde analizándolo con detenimiento.
De nuevo sus ojos se abrieron grandes de sorpresa, aun mientras se encontraba debajo del cuerpo de su opresor.
-¿Kurama?
Si, era el pelirrojo, el cual no sabia que decir, ni siquiera se había movido, su mano todavía dentro de la camiseta de Hiei, sus piernas a cada lado de este, y la mano que sujetaba las muñecas del Youkai.
Bonita situación en la que lo había dejado Youko, sus labios aun rozan los de Hiei, y de vez en cuando se abrían para decir una palabra, mas inmediatamente desistía de su intento.
Ambos se observaban fijamente, Hiei pidiendo una silenciosa explicación, y Kurama intentado pensar, aun viendo como los labios húmedos y sonrojados del Youkai intentaban capturar algo de aire.
-¡¡¡SHUICHI!!!
La puerta se abrió de golpe, y rápidamente entro la madre de Kurama junto con los demás; sin pensarlo se paro inmediatamente, como aquel que ha sido descubierto en pleno robo.
Aun con la respiración algo descontrolada y las mejillas teñidas de un muy encantador escarlata, vio como su madre entraba algo preocupada, estando detrás de ella el detective, la peliazul, y el de cabello naranja.
-¡¿Shuichi cuando regresaste del supermercado?!
-¿El supermercado?- pregunto algo dudoso, mientras que sus compañeros le hacían señas detrás de su madre- Ah... el supermercado, no hace mucho
Respondió dándole una calida sonrisa, que también la hizo sonreír, y de paso que Yusuke y los demás pudiera respirar con tranquilidad.
-Oímos un ruido y pensamos que había entrado un ladrón- dijo preocupada su madre
El pelirrojo vio hacia un lado, Hiei aun estaba acostado en el suelo viendo el techo, pero sonrió al ver el leve rubor en las mejillas de este.
-No te preocupes madre- dijo Kurama viéndola y haciendo que se tranquilizara- No sucede nada.
Hiei sonrió, si había entrado un ladrón, uno que le había robado un beso; y que quizás planeaba regresar.
¿CONTINUARA?
WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ñ0ñ ¡¡TERMINE!! Ne n—n hacia mucho que tenia ganas de escribir un Fic de Yu Yu Hakusho, y a pesar de que me quedo medio raro TT-TT y no tan interesante como hubiera deseado TT-TT no sean malitas (os) y me dicen como me quedo TT-TT, y de paso si quieren que lo continué.
¿Por qué regreso Youko O.O? ¿Qué planea O.ô? ¿Qué se quiere robar O-O(¬¬ aunque esto es algo evidente)? si me dejan un Reviewer se podrán enterar n-nUU.
Cualquier sugerencia n-n, amenaza de muerte O-O, tomatazo TT-TT, o lo que se les ofrezca me dejan un Reviewer o me escriben a mi E-mail, el cual lo encontraran en mi Profile, es que el FanFiction no me deja ponerlo ¬¬
Se despide:
Ann Saotomo n—n
"SI NO LUCHAS POR TU VIDA ¿QUIÉN LO HARA?"
