Disclaimer: Cualquier personaje o situación que reconozcan es propiedad del juego Amour Sucré y de sus respectivos creadores :D

Love, The Hardest Way

Prólogo.-

Apenas fui capaz de enfundarme en un par de jeans y ponerme una camiseta negra desteñida. Sentía un poco de frío así que me puse una bufanda antes de salir. No soportaba de luz, luego de la borrachera de anoche. Sentía en la boca el agrio sabor que deja el vomito que sólo es alcohol seco.

El sol brillaba fuertemente. Era de esas mañanas en que sólo había un sol frío que lastimaba los ojos, por lo que me puse unas gafas oscuras que a la vez me ayudarían para esconder las profundas ojeras que delataban que hacía mucho que no dormía bien.

Fui conduciendo apenas consiente de lo que hacía. Por suerte nadie se me atravesó. Llegué a la disquera con tiempo de sobra. Mis compañeros y Stefan, el manager se sentirían muy orgullosos, pues hacía muchos meses que no llegaba a tiempo.

Iba camino a reunirme con la banda, pero vi a alguien sentado en la sala de juntas. Su larga cabellera castaña y excéntrica ropa la delataban como esa chica a la que no terminaba de soportar, sobre todo teniendo en cuenta los últimos acontecimientos. Delante de ella tenía una laptop, estaba viendo lo que parecía una pista de video de una sala oscura y un ruido poco definido.

-¿Qué hay, castaña?-le pregunté a la chica

Ella volvió sus bellos rasgos a mí.

-Gabrielle-me dijo.

-Gabe-dije, o mas bien mascullé llevándome un cigarro a la boca, era tabaco, pero quizá mas tarde tendría la oportunidad de fumar algo mas interesante. -dime Gabe, Debrah, odio mi nombre.

Ella hizo una mueca de disgusto

-¿Tienes que hacer eso aquí?-preguntó molesta- Quizá a ti no te importe preservar tu voz pero a mí sí, es mi herramienta de trabajo.

-Claro, claro Debrah-dije apagando el cigarro en un cenicero cercano.-No me vengas a mí con alardes, que se bien como mantienes a tu banda junta, querida. Bueno, mantenías. Ed se marchó de la banda, ¿no es cierto?

-Ya, supongo que Stefan te lo ha dicho-dijo mirándome molesta.

-¿Stefan?-me burlé- Debrah querida. Deberías estar mas al pendiente de tus apariciones en la prensa, todo el país lo sabe... bueno bueno... toda la localidad lo sabe. Ha aparecido en esa revistucha de música de pacotilla.

-¿De verdad?-preguntó sonrojada.

-Deb, Deb, cálmate o empezarás a echar humo.-dije regodeandome.- Si saliste en todas las revistas, pero me lo han dicho los chicos de The End of the Reason- vaya nombre mas largo.

-Claro, los amigos de juerga de Ed y tú-dijo molesta.

-Con alguien tengo que divertirme-dije sintiendo la garganta reseca.-Mejor dime que piensas hacer-añadí robando su vaso de agua.

Ella me rodó los ojos, pero sonrió con satisfacción.

-Bueno pues, creo que ya he encontrado un sustituto-dijo y movió el portátil hacia mí.-El pelirrojo, el guitarrista. Es Castiel, mi ex novio.

Escuché con atención la pista. Era un buen guitarrista sin duda, algo verde, pero hábil. Aunque vi algo que robó mi atención.

-¿Quién es él?-pregunté señalando a la pantalla

-¿Quién es quién?-preguntó desconcertada.

-El vocalista, el raro de pelo blanco, de los pasadores-dije señalando aún la pantalla

Ella se inclinó y sonrió.

-Lysandro Ainsworth-dijo Debrah- Es el mejor amigo de Castiel, muy reservado, por cierto.

-Pues yo lo veo muy liberado-dije, mirando a ese chico de cabello extrañamente blanco.

-La mayoría de los cantantes tiene dos personalidades, una para su vida diaria y otra para el escenario.-dijo Debrah- Hasta tú, encima eres caos y locura sin sentido, y abajo, eres peor.

-Hago mi trabajo, Deb-dije sin darle importancia al comentario- y entonces, ¿vas a pedirle al tal Castiel que sea tu guitarrista?

-Que sea el guitarrista de la banda, no mi guitarrista, Gabe-dijo

Me reí.

-Debrah, tu no sabes que es estar en una banda-le dije- Pero suerte, espero que lo consigas.

-Lo haré, Gabe, sabes que lo haré.

Debrah, una mujer de armas tomar. Miré el reloj.

-Mierda- dije- Debo irme, voy tarde de nuevo.

Fui hacia nuestra sala de ensayos, donde efectivamente ya estaban todos esperándome. Me miraron con cara de pocos amigos y mas de uno señaló el reloj.

-Lo siento, lo siento-dije- Me entretuve por ahí.

-Espero en nada interesante-dijo Alexander, el bajista de la banda.

-No, por desgracia no-dije haciendo una mueca fingida- Ni modo.

Stefan se aclaró la garganta.

-Bueno chicos, la cosa es esta... le he pasado a los jefes unas maquetas de las nuevas canciones que han compuesto. Puedo decir que están bastante complacidos, pero opinan que quizá debería haber un poco mas de diversidad... ya saben, algo diferente, ya que es parecido al álbum anterior.

-¿Cómo que diferente?-pregunté mirando a Stefan fijamente.

-Ejem...-se aclaró la garganta y dio un paso hacia atrás. Alexander me tomó del brazo con suavidad.- Pues, algo un poco menos... crudo... ya sabes, algo mas digerible.

-¿Qué?-solté un grito histérico.- Tuvimos que volver el disco anterior mas "digerible". ¿Es que acaso piensan hacernos una banda prefabricada?

Alexander me tomó de los dos brazos antes de que pudiera alcanzar a Stefan.

-Bien o mal son ellos quienes pagan nuestro sueldo. En todo caso-dijo el manager- creen que debemos hacer algo que enganche a la gente, ya que el último álbum de la otra banda no dio los resultados esperados.

-¿Y qué propones?-preguntó Alexander

-Bueno, creo que deben seguir en su línea normal de composición, pero quizá debemos probar algo un poco mas complejo para un tema en especial y tener un invitado...

-¿Quieres hacer un dueto?-pregunté

-Sería positivo, sería diferente, no sería tan drástico y así impediría que acabaras con mi rostro de una patada.-dijo Stefan.

-Muy bien-dije frunciendo los labios después- Que otra.

-Bueno, entonces debo ir a encontrar candidatos-dijo Stefan- Quizá encuentre alguno que la reina apruebe-añadió con sorna.

Entrecerré los ojos y salió deprisa.

-Bueno-dijo Julian el guitarrista- Yo tengo otras cosas que hacer. Nos vemos.

-Y yo-dijo Will el baterista- Hasta otra.

Alexander y yo nos quedamos solos en la sala de ensayos. Él aún me tenía tomada de los brazos, y me hizo girar hacia él.

-¿Estuviste bebiendo otra vez, verdad Gabe?-preguntó en tono muy serio

-¿Y eso a ti que te importa?-dije de forma muy grosera soltándome de su agarre- No es asunto tuyo.

-Si es mi asunto guapa-me dijo- No esta bien esto que te haces.

-Tu lo dijiste, me lo hago a mí. No ha ti, y si crees que ya no sirvo a la banda, adelante, busca otra maldita vocalista-le espeté.

-No es por eso y lo sabes-me dijo- Pero es suficiente, Gabrielle. Debes de concentrarte en la banda, y en recuperar tu vida... no puedes seguir culpándote por lo de Jim...

-Cállate-le grité fuera de mí- No vuelvas a decirme eso nunca mas, ¿me oíste?

Alexander parecía avergonzado, pero no cejó.

-Lamento si eso te incomoda, pero es la verdad; desde que él murió tu no has sido la misma.-dijo-

-Llámame cuando dejes de ser un maldito bocazas.-le dije y me marché

El asunto de Jim, pese a que no me gustara admitirlo era algo que aun ahora, luego de casi un año me incomodaba enormemente. Y probablemente, Alexander tenía razón y yo aún me culpaba por lo sucedido.

Llegué a mi apartamento, y destapé una botella de vodka, luego hice a un lado el desorden del sofá y me dediqué a beber de la botella.

Los días siguientes, Stefan nos estuvo llevando prospectos para hacer el dueto, pero ninguno de los niñatos estúpidos que llevó me servían para nada, no podían seguir mi ritmo y eran unos idiotas.

Y definitivamente no cumplían con el requisito de ser alguien que nos hiciera destacar.

-Es que debes elegir a alguien ya, princesa-me dijo Stefan, parecía muy enfadado pues hacía un rato había despedido a Debrah, aunque la verdad ella se lo había buscado y mas de uno en la disquera dio un enorme grito de felicidad, dado que nadie la soportaba.

-No descargues tu maldita ira conmigo, Stefan-le dije- que yo no tengo la culpa de lo que ha pasado. Además, a mí no me engañas, tu sólo buscabas un pretexto para despedirla.

-Sea como fuere, tu a lo que te concierne, elige un maldito vocalista para hacer el dueto-dijo con labios apretados.

-Muy bien, muy bien-dije- Pero ninguno de estos me agrada

-Es que nunca te agrada nada-dijo Stefan

-Bueno, ¿quién va a cantar con él? ¿Tu o yo?

Stefan bufó enojado.

Salí de la disquera bastante tensa y mientras caminaba alguien me abordó.

-Gabe-dijo Debrah - Gabe, espera.

Estaba llorosa y afectada como yo jamás la había visto.

-Debrah, ¿qué sucede?¿estás bien?-pregunté.

Ella negó con la cabeza.

-Me tendieron una maldita trampa, Gabe, una maldita y estúpida mocosa me arruinó-dijo

La llevé a casa, donde ni siquiera se tomó la molestia de hacer un gesto de asco por el desorden. Me contó todo lo que había pasado en su antiguo instituto, la verdad me sorprendía que ella cayera ante una trampa tan infantil.

-Esa idiota y sus amigos-susurró enojada.

-Y sus amigos-repetí yo pensativa- Oye, ¿uno de los amigos de esa niña no es el vocalista de la banda de tu ex?

-sí-dijo Debrah con voz nasal- ¿por qué?

-Dime de nuevo su nombre, debo encontrarlo-dije.

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Sé que es un capítulo cortito, pero espero que les haya gustado, es sólo el principio, y sé que no hay nada de Lysandro mas que algunas menciones, pero les prometo que el el próximo capítulo aparece :D

Espero que la historia sea de su agrado, y si es así, por favor, háganmelo saber