Seasons of Beautiful Wolfram

Estaciones de Hermoso Wolfram

--oOoOoOo--

Autora: HARPGO

Traductoras: Kotorichan y Petula Petunia

Traductora de este capítulo: Kotorichan

Parejas: Yuuram, y otras que irán apareciendo.

Advertencias: Yaoi, más adelante un poco de escenas fuertes.


Capítulo 1

Yuuri Shibuya estaba en su oficina, profundamente aburrido. Ha estado firmando papeles desde muy tempranas horas de la mañana, y ahora, estaba esperando tener una merienda-receso si tan solo el "alto y poderoso" conductor de esclavos Lord Gwendal von Voltaire le permitiera, sin fruncir el ceño o añadir otra arruga a su frente. Yuuri sospechaba que, aunque el administrador aceptara, él se sentiría culpable por preguntar en primer lugar.

El hombre de cabellos gris oscuro carraspeó políticamente en su dirección, un documento a mano. -Creo que debo advertir que acabas de aprobar ser el conejillo de india de Anissinia para su ultimo invento, llamado, -entonces su voz se calmó momentáneamente mientras llevaba el papel a la luz para una mejor mirada, -el Sr-Higienemático-rasca espaldas-saca barros-cortador de uñas-kun.

Los ojos de Yuuri se ensancharon al escuchar eso, agarrando el papel de vuelta.

-Me salvaste-, dijo y murmuró para si mismo -firmé la equivocada línea de punto. Ugh!

Los ojos negros de Yuuri miraron arriba, para ver la indirecta cara de preocupación de Gwendal. Nada bueno. Estaba por tener otra arruga en la frente.

-Y al final, haré una nota que diga que tu tampoco puedes ser usado como sujeto de investigación.

Había alivio en los ojos índigo de Gwendal. -Gracias Heika.

Bien, ahora, no puede enojarse conmigo por una sugerencia de descanso para comer, pensó Yuuri puntiagudamente. Y los dos conseguimos lo que queremos. Realmente necesitaba ese respiro ahora, incluso si no siempre puede distinguir la comida de Shin Makoku. Tal vez, hoy la merienda sería algo reconocible para él. No importa. Frotó sus manos en anticipación, lo que también ayudaba a calmar el calambre de escritor.

Un alto soldado de cabellos castaños se acercó a la puerta y se detuvo repentinamente. Estaba acostumbrado a las puertas cerradas. Aquellas que fácilmente podían ser llamadas. Ahora, no estaba seguro si debía esperar a ser notado o golpear a la puerta abierta. Eligió lo último. Torpemente, el soldado hecho un vistazo dentro preguntándose si estaba bien entrar o no. Lord von Voltaire era conocido por estar malhumorado en un buen día. El soldado rogó para que no estuviera de mal humor ahora mismo. Porque, si lo estaba, solo empeoraría bastante rápido.

-¿Si? -refunfuñó Gwendal.

-Me ordenaron transportar un mensaje, señor.

-¿Y? -respondió Gwendal, mirándolo.

-Um… el mensaje es que Lord von Bielefeld estará aquí en pocos minutos y quiere verle.

-Oh-, dijo su hermano con un ligero interés. Wolfram había llevado algunos soldados a patrullar la frontera norte. Era muy pronto para que ellos regresaran. Solo empezaron después del desayuno de hoy.

El soldado bajó la mirada al suelo con la cara en blanco.

Gwendal parpadeó en respuesta a eso. Repentinamente cayó en la cuenta de que el hombre parado enfrente a él era uno de los hombres en los que Wolfram más confiaba. Y, a pesar de que el rubio 'Pequeño Lord mocoso' de su hermano puede ser una molestia mayor con su fiero temperamento y arrebatos repentinos, era lo suficiente sabio para tener a este soldado particular a su lado el mayor tiempo posible. Wolfram era bueno con la espada y disfrutaba la compañía de otros con un talento similar, el no toleraba a tontos con mucho gusto. Y, cuando enviaba mensajes, el rubio prefería enviar a nuevos reclutas quienes podrían ser fácilmente reemplazados.

Fatigosamente, Yuuri dobló sus brazos sobre la mesa y reposó su cabeza en ellos. -¿Que? Ya está de vuelta? ¿Por qué yo?. -Su apagado comentario pareció dejar un poco en shock al soldado. Los ojos del hombre se entrecerraron con algo que parecía enojo apenas disimulado. Entonces, de repente se irguió, a la espera de órdenes o más preguntas. Gwendal vio eso también. Esto no iba con él.

-Bien. Puedes retirarte-, dijo Gwendal y observó al alto soldado salir de la habitación. Gwendal tomó algunos pasos casuales hacia la puerta y vio al soldado caminar por el corredor, entonces tomar ritmo, casi corriendo, con la cabeza hacia la puerta frente al castillo. Nada bueno. El administrador caminó cautelosamente hacia la ventana y vio afuera a Wolfram en su caballo. Era difícil ver la expresión de su hermano solo viendo la parte superior de su cabeza rubia, pero había algo… extraño. Solo había cinco soldados con él y uno le estaba ofreciendo una mano? ¿Por qué?

-Lo siento, ¿Heika? -dijo Gwendal distraídamente, todavía viendo hacia afuera.

-Solo pregunté si podríamos tomar un descanso para merendar -gimió Yuuri detrás del escritorio. -Realmente estaba esperando a…bien… lo que sea que estamos teniendo… lo que está bien conmigo.

En algún lugar dentro de su cabeza, Yuuri pensó que podía oír una voz diciendo "debilucho."

Gwendal dio un "humph" como respuesta, caminó alrededor del escritorio de Yuuri y comenzó a revisar el documento siguiente. Oh, viva… la ciudad principal quiere un permiso para derrumbar la casa de alguien, a fin de construir una fuente con la forma de nuestro nuevo Maou, con agua saliendo de su… Oh, incluyeron un diagrama. Repugnante…

Gwendal miró de nuevo a Yuuri. Talvez, sería mejor dejar ir al joven rey después de todo. -Bien -dijo de nuevo y vio la cabeza de Yuuri levantarse, brillante y feliz. Se levantó rápidamente e hizo una pequeña y política señal con la mano en su camino a la puerta. Genial! Puedo salir un momento de aquí y escapar. Sonrió abiertamente a la perspectiva. Pero la mirada de su cara decayó rápidamente cuando retrocedió con un brinco y encontró a su rubio prometido parado en su camino.

Wolfram, usando su típico uniforme azul con su espada al costado, tenía una mirada de dolor en sus ojos esmeralda. No era el mismo dolor que vio Yuuri cuando le propuso matrimonio, que era literalmente una bofetada en la cara. La propuesta de matrimonio fue un error a pesar de que la bofetada no lo fue. Las costumbres en este mundo eran raras. Pero, ahora, Yuuri podía ver al hermoso rubio (si, Yuuri a regañadientes le reconocía como increíblemente atractivo) mirándolo, pareciendo herido por algo.

El Maou se preparó mentalmente para lo que iba a pasar a continuación. Usualmente era un tipo de rugido por parte de Wolfram seguido de las palabras "infiel" o "debilucho". Rogó para que las bolas de fuego no estén involucradas. Pero, realmente no tenía idea del porque Wolfram se sentiría de esa manera hoy. No era como si él estuvo conversando con las sirvientas o flirteando con cualquier dignatario. Se pasó toda la mañana, después del desayuno, con Gwendal firmando papeles. Por lo tanto, Yuuri estaba confundido. Sin embargo, razonó consigo mismo, sería más rápido si le dejara lanzar su berrinche y terminar.

-Ummm… ¿Wolfram? -comenzó Yuuri cautelosamente. -Luces… -herido. -Luces… molesto. ¿Hay algo que…?

Wolfram entró a la habitación, ignorando al joven Maou y fue al frente del escritorio. El rubio tenía a dos soldados con él, el alto mensajero castallo de antes y otro, de cortos cabellos rojos que Gwendal fácilmente reconoció como otro personal favorito de su hermano.

-Pueden irse ahora-, les dijo Wolfram tranquilamente. Ni siquiera sonó a una orden. Las órdenes de Wolfram siempre tenían una mezcla de espectáculo en ellas porque sus hombres eran soldados de élite y, no sorprendentemente, nunca dejó de recordarles de quien y que eran. A cambio, todos ellos le tenían un temor reverencial.

El par se miró uno a otro incómodamente y salieron con un poco de renuencia, arrastrando los pies fuera de la habitación.

Yuuri los miró, confundido.

Wolfram se apoyó en el escritorio con su mano izquierda. Su mano derecha, al parecer, estaba en su cadera. Pero Yuuri notó que su respiración era trabajosa. Los ojos esmeraldas se abrían y cerraban con cada respiración.

-Fuimos víctimas de una emboscada cuando estábamos patrullando en el norte de aquí. ¿Recuerdas el lugar donde el camino se bifurca? -Gwendal, con los ojos abiertos ahora, dio un corto asentimiento con la cabeza mientras caminaba hacia la ventana, vio por ella el camino que lleva a la puerta norte, como si haciendo esto consiguiera más información.

Wolfram tragó duro. -Ellos eran habilidosos, no solo bandidos comunes. Y eran humanos. -Se apoyó en el escritorio un poco más y sacudió la cabeza, parpadeando fuertemente.

-Oi, ¿Wolfram? -dijo Yuuri con preocupación. Colocó una mano en el brazo de Wolfram. Para su sorpresa, el rubio retiró su brazo, no queriendo ser tocado.

-Déjame decir esto-, respiró, con los ojos esmeraldas entrecerrándose en los negros peligrosamente. Se volvió hacia su hermano. -Gwendal, creo que eran asesinos.

-En plena luz del día? Es audaz o increíblemente estúpido -dijo bruscamente el otro hombre .

-Es audaz -reconoció Wolfram -si estuvieran buscando a alguien en particular. Alguien que ellos sabían estaría ahí. -Presionó su mano en sus costillas de nuevo.

-¿Quien? -Preguntó Yuuri.

El rubio dio una mirada afligida a su hermano. Wolfram quería a Yuuri fuera de la habitación, pero su hermano no estaba captando la pista.

-Pregunté, 'quien', Wolfram-, se quejó Yuuri con más fuerza esta vez. Estaban por tener otra de sus clásicas peleas. El adolescente japonés podía decirlo. Todos en el castillo pensaban que se trataba de "peleas como un viejo matrimonio," pero Yuuri se sabía muy joven para el matrimonio. Y, les guste o no, no se iba a casar con alguien a quien no amaba. Para empeorar las cosas, y hacerlas imposible para él, Wolfram era un chico. De ninguna maldita manera se casaría con un chico. No le atraían los hombres. Al menos, eso pensaba.

-¿A quién crees que ellos buscaban? -preguntó Gwendal agudamente, sabiendo lo que estaba por venir.

-A mi. -Wolfram miró a su hermano porque era fácil. Podía imaginarse la cara de su prometido a la mención de eso y no quería verla por si mismo. Bien en el fondo, nunca quiso que Yuuri lo mirara con esa cara. -Y por más que odie admitirlo… -no quería continuar. Pasaron unos incómodos minutos donde forzó aire a sus pulmones en lugar de continuar.

-¿Y bien? -Dijo su hermano cautelosamente.

-Yo… Necesito tu ayuda -dijo secamente. Apretó los dientes y dejó salir un pequeño gruñido. Débil. No puedo mirar a Yuuri. Esto es tan de débiles.

-¿Para qué? -presionó Gwendal.

-Para esto. -Wolfram se sacó su abrigo azul, dejándolo caer al piso. Tenía una cada vez mayor mancha, de color rojo brillante, esparciéndose por su camisa blanca, que ya había sido abierta. Estaba rezumando sangre. El hoyo en su camisa estaba bajo sus costillas y el sangrado, que estaba empeorando, necesitaba la presión de la mano de Wolfram para frenar el flujo rojo. Para consternación de Yuuri, estaba goteando en el suelo. Y fue en ese momento en el que el rey demonio notó que Wolfram había dejado una prueba de sangre en el suelo desde el momento en el que entró.

-¡Wolfram! -dijo Yuuri, mirando a su mejor amigo perder todos los colores de la cara.

-Necesito un curandero… creo… pero tenía que entregar mi reporte primero. Es mi deber.

Gwendal asintió, muy rápidamente, y fue volando al corredor por ayuda. El eco de sus pisadas se escucharon a la distancia.

Wolfram se sostuvo en sus temblorosas piernas, mirando con ardiente dolor la ida de su hermano. Sabía que, ahora, no habría forma de deshacerse de su reacio prometido. El estará a mi lado por lastima y culpa. Odio eso.

-¿Wolfram? -dijo Yuuri de nuevo, pero el otro estaba fuertemente apoyado al escritorio ahora con la cabeza baja. El rubio odiaba estar a solas con él. El rey adolescente debió haber sido, de algún modo, persuadido para irse antes de ser capaz de verlo en este estado decrépito. Y, sobre todo, Wolfram odiaba ser visto como débil.

-Es por eso que huiste de mi toque -dijo Yuuri, ahora molesto. -¡Estabas tratando de esconder tu herida!.

-Casi funcionó -dijo el soldado cuando sus piernas finalmente cedieron bajo él.

Wolfram, ahora de rodillas en el suelo, con la cabeza dandole vueltas. Se tambaleó ligeramente por lo que se sentó. Al instante, sintió un cálido cuerpo detrás de él, sujetándole para no colapsar y unos brazos rodeando sus hombros.

-Acuéstate, Wolf.

-No. N-No puedo… no me obligues.

-Si tu lo dices. O, ¿solo estas siendo… terco otra vez?. -La voz de Yuuri se rompió al final de la oración.

El rubio apretó los puños. -No quiero tu lástima -respiró, deseando tener la fuerza suficiente para mirar atrás y fulminarlo con la mirada.

Yuuri contuvo sus sollozos. -Pero… ¡Wolfram! Fuiste acuchillado….

-¿Acuchillado? -repitió Wolfram molesto. Hizo lo que pudo para sentarse recto, pero el dolor lo envolvió, y se encontró a si mismo apoyándose contra Yuuri. -Mira de nuevo, debilucho. Es un agujero, no una marca de cuchilla.

-¿Entonces que?. -Los ojos negros se entrecerraron.

-Continua dentro mio -dijo el rubio con la respiración temblorosa -Fui disparado con una flecha.

-Wolfram, no. -El pelinegro se inclinó para tener un mejor vistazo, pero movió a su mejor amigo cuando lo hizo, causando un gemido de dolor.

-Duele. -Empujó la última palabra fuera de sus dientes apretados. Estaba comenzando a sentirse mal del estómago también.

-Lo siento- respondió Yuuri. Enterró su cara en los hombros de Wolfram y apretó los brazos alrededor de él. -Dime que paso de nuevo.

El rubio entrecerró los ojos con fuerza y esperó que sus nauseas pasaran rápidamente. -Yuuri, ellos esperaban emboscarnos. Pero, no tiene sentido. Los ochos de ellos tenían espadas y solo uno tenía arco y flechas. Mientras que los otros estaban peleando, una distracción creo, me di cuenta que el único con las flechas estaba apuntado solo a mi. Pude haberle asado con una bola de fuego… pero vacilé.

El dolor era fuerte otra vez y Wolfram llevó su cabeza hacia atrás. Yuuri lo miró, pero todo lo que podía hacer era ganar tiempo.

La mano de Wolfram no era suficiente para detener la sangre que se derramaba, ahora desde su cadera hasta el suelo, en un delgado y calido riel. -Gwendal se enojará, estoy estropeando su piso, no que me importe.

-No trates de distraerme -dijo Yuuri, sosteniendo a su mejor amigo. -Al imbécil egoísta que yo conozco no le importaría eso. -Se inclinó y dijo suavemente: -Wolfram, ¿por qué vacilaste? Sabías que iba a dispararte una flecha.

-Por ti, debilucho.

No entiendo.

El rubio sintió que su mente quedaba en blanco y peleó por quedarse despejado. -Tu odias que la gente muera. Quieres paz total a través de la negociación. -Tomó un respiro doloroso. Yuuri apretó su agarre sobre sus hombros. -Si hacía lo que mi instinto me dictaba, ahora mismo estaría bien. Pero, te conozco. Sé en lo que crees. Y, aún cuando me cueste caro, haría lo que sea por ti, porque…-, vacilantemente, Wolfram puso una mano sobre la mano izquierda de Yuuri, tentado a retirarla, pero también, tentado a intentar enlazar sus dedos con él. Peleó con su corazón por un momento, pero se dio por vencido al final. -Eres una persona especial para mi. -Bajó su mano y sus hombros temblaron.

Yuuri parpadeó aguantando las lágrimas. -Wolfram… yo… uh…-No sabía que decir. Incluso ahora, el rey demonio se enorgullecía de él mismo por no mentir al rubio. Eran amigo, los mejores amigos, desde su punto de vista. Pero, aparte de eso, no podía prometer nada y no lo haría.

-Esta bien -dijo Wolfram sinceramente. -Al menos, volví esta vez. -Movió su mano a su lado sangrante. Sus ojos eran un débil brillo verde. -No puedo pensar con este dolor.

-Pero, ¿a que te refieres con 'esta vez'? -Yuuri limpió sus ojos con su manga negra.

-Idiota-, el rubio amonestó quietamente, -soy un soldado. Y nunca cambiaré quien y que soy. Entonces, ¿que piensas que me pasará un día?

El pelinegro no tenía una respuesta a eso.

-Al menos, puedo estar contigo una última vez.

A Yuuri no le estaba gustando hacia donde iba la conversación. Frunció el ceño. -Para -dijo suavemente. -Estamos consiguiendo ayuda. Si no fuera por la flecha, lo haría por mi mismo. Pero, yo no soy ningún curandero.

-Esta flecha dentro mío… se siente como… está hecha con… alguna clase de magia… Cuando intenté sacarla, el eje se rompió con un choque azul. Me quemó la mano. -El rubio alzó su mano derecha, manchada de sangre, para mostrar las quemaduras sobre su pulgar, dedos y palma.

No puede ser…no!

-No suenes tan…-tan miserable. Deberías estar celebrando, pensó ácidamente. -Si muero, eres libre para casarte, Yuuri -dijo el rubio, cerrando los ojos y recostándose más de lo que era su intención.

-Cállate y aguanta ahí -dijo Yuuri con ira.

-Tienes razón. Todavía puedo lograrlo… de todos modos… si no lo hago… la próxima vez -dijo Wolfram tristemente -elige a una mujer. -Sus palabras sonaron amargas ahora. Arrancó su corazón para decirlo, pero era la verdad. Intentó reírse, pero le dolía demasiado para intentarlo, causando, en cambio, un jadeo de dolor.

-Cállate.

-Después de todo una mujer es lo que quieres, ¿cierto? -dijo Wolfram, sus ojos esmeraldas mirando a lo lejos. Yuuri, arrodillándose un poco ahora, miró sobre el hombro de Wolfram para ver que la chispa estaba abandonando los ojos verdes. Esto lo aterrorizó.

El soldado dio un respiro tembloroso. -Si, elige a una mujer… alguien a quien desees. No puedo ser una mujer para ti, Yuuri. No puedo darte hijos, tampoco. -Sentía lágrimas tibias en sus mejillas ahora. -Todo lo que puedo darte es…-Mi corazón y eso no es suficiente para ti. Otra delgada lágrima rayaba la mejilla de Wolfram. Maldijo a si mismo. Solo Yuuri podía hacerlo llorar. Era débil.

-Tengo frío -dijo repentinamente. Tal vez, llorar le hizo tener frío.

El pánico se estaba apoderando del joven rey. Pero tengo que estar calmado ahora! -¿Frió? Hey, no lo estarás diciendo para que continúe abrazándote. ¿Cierto, Wolf? -Yuuri trató de bromear. Era inútil, pero de pronto comprendió que 'cállate' era una mala idea. Tenía que mantener a Wolfram hablando hasta que la ayuda llegue.

-También estoy cansado. -Su mano cayó lejos de su parte sangrante.

Yuuri descanso su mentón en el hombro de Wolfram, giró la cara para tratar de leer la del rubio. -Entonces, supongo… que eso significa que te encontraré en mi cama de nuevo esta noche.

Esta vez, obtuvo una sonrisilla débil. -Algún día, probablemente no estaré allí.

Pasos se escucharon en el corredor. Yuuri cerró los ojos con alivio cuando escuchó el sonido de personas apresurándose hacia ellos.

-Están viniendo Wolf. Estarás bien -prometió Yuuri.

-Debilucho. -El rubio tomó un aliento bajo y cayó hacia atrás cuando los colores de la habitación se desvanecieron en la oscuridad. La última cosa que sintió fue aflojamiento. Los brazos confortables a su alrededor ya no estaban.

Estaba solo de nuevo. Como siempre.

Esto es tan típico de ti, Yuuri. Me dejas ir muy fácilmente. Espero que estés feliz ahora.

Continua...


Bien, aqui esta mi nuevo proyecto, este fic es uno de los mejores que he leido en ingles, tiene, hasta ahora, 33 capitulos, no suelo traducir algo incompleto, pero la historia se esta poniendo demaciado buena para aguantarme, además Harpo actualiza muy rápido, asi que estoy segura que no lo dejará incompleta.

Otra cosa, este proyecto es más que nada para practicar mi ingles, que no es muy bueno, asi que lo hago con mucho esfuerzo pero no puedo acergurar me salga perfecto.

El título, Estaciones de Hermoso Wolfram, se refiere a las flores de Hermoso Wolfram. Más adelante entenderán mejor que tiene que ver esto con la historia ;)

Bueno, espero lo disfruten, más adelante las cosas se pondrán muchos más emocionantes, asi que espero me dejen RW como insentivo ;)