Cap 1
Era tarde, muy tarde y como siempre acostumbraba últimamente, me levantaba a media noche, siempre esperando, el momento perfecto para poder dejar salir a flote mis emociones. Contemplo el cuerpo dormido de mi hermano en el otro borde de la habitación, hay yace la causa de mi desvelo, Yukio.
Últimamente me sentía diferente con mi querido hermano, lo pensaba a cada momento, como si fuera lo único que me importara todo el tiempo, y si que lo era. Hace solo unos meses comenze a ver a mi hermano con otros ojos, de otra manera, calificaba a mi hermano como: Perfecto, y es que absolutamente eso es lo que era, completamente perfecto, Me sentía locamente enamorado de el, como cualquier otra persona enamorada. El único problema, Somos hermanos.
Tal vez era un problema, o tal vez no, depende de uno como ve esta situación, en mi caso, estaba completamente frustrado por tal posición en la que me encontraba cada noche, todas, absolutamente todas desde hace meses, no pudiendo evitar mis estúpidos y egoístas deseos.
Trataba de evitarlo, no hacer contacto visual, no hablar con el, ya que cualquier contacto me emocionaba, me ponía nervioso e incomodo. Si, lo amo pero me incomoda, es solo que, desde que comenze a percatarme de mis sentimientos hacia el, me fijaba en los mas mínimos detalles, los mínimos roces. Era inevitable, incluso sentía que podía predecir el momento exacto en que Yukio levantara sus lentes por su nariz, cada ver era mas predecible para mi, pues si me la pasaba observándolo. Tales detalles me daban miedo hasta a mi mismo. El miedo me carcoma en el momento de rozar lo mas delicadamente una parte de nuestros cuerpos, tal era el miedo e impresión que trataba alejarme y evitarlo lo mas que podía, Estúpido no?.
Camine lentamente en dirección de Yukio, la luz de la luna me ayudaba a divisar el cuerpo de mi hermano, ya cerca de el, lentamente moví la cabeza de Yukio para que esta quedara mirando hacia arriba. Contemple aquellos labios entre abiertos, Sintiendo la gran opresión en mi corazón. Mis sentimientos querían salir, desbordarse sin miedo alguno, transmitir todo el amor incrustado en mi corazón. La locura me carcoma, la ansiedad de poseer sus labios, los cuales están tan cerca y a la vez tan lejos, solo debo dar el siguiente paso, sentía la gran adrenalina de lo "Prohibido". Dejando salir mis deseos que estuvieron guardados durante el día, me incline ligeramente quedando a solo centimetros del rostro de mi hermano, todas las noches, siempre en la misma posición. Entreabrí mis labios mientras incline aun mas mi cabeza, Yukio solamente permanecía dormido, no sabiendo lo que ocurría, Me acerque cada vez mas, cada segundo se hacia eterno, estaba apunto. Toque sus labios. El tacto, fue... inigualable, por mas que besara y besara esos preciados labios, sentía como si fuera la primera vez. Busque la mano de Yukio, se encontraba al costado derecho de su cuerpo, me afirme sobre ella mientras que a la vez entrelazaba mis dedos con los suyos. Unidas, comenze a mover delicadamente mis labios sobre los de Yukio.
Continué presionando sus labios y a la vez introduje mi lengua en la cavidad de mi hermano, sintiendo el calor en la boca de Yukio, fue una punzada directamente en mi pecho. Recorrí con mi lengua cada rincón de la cavidad de Yukio, sin pudor alguno, sin embargo, este aun estando dormido comenzó a mover lentamente sus labios al compás de los míos. Me sorprendí enormemente por tan especial e imprevisto movimiento, no desaprovecharía tal oportunidad, Sentía como si Yukio correspondiera mi beso con amor. De pronto sentí la lengua de Yukio jugar con la mía, Diablos! Yukio estaría despierto?, me descubrió?.
Espantado enormemente, me aleje despacio, extrañando el preciado calor de su boca. Mantuve silencio unos segundos, observando atentamente a Yukio, esperaba algún movimiento para asegurarme de que estuviera despierto. Gracias a dios no lo estaba. Suspire con alivio por tal susto que había pasado, aunque claramente fui yo mismo quien quiso besar a Yukio.
Nuevamente de pie frente a el, inicie mi marcha de retirada, deseaba asegurarme que no me descubriera Yukio. Di media vuelta, llegando a mi cama me recosté en silencio sobre este, cubriéndome con las tibias cobijas que conservaron mi calor durante mi ausencia. Cerré mis ojos lentamente soltando a la vez un suspiro, me había salvado por esta noche de ser descubierto.
Abrí mis ojos lentamente, los suaves rayos de luz atravesaban la ventana golpeando directamente mi rostro. Me levante totalmente somnoliento, mire el reloj sin mucha importancia, aunque claramente debería ser lo contrario. Solamente faltaban Diez minutos para entrar a clases, me vestí lo mas rápido que pude y tome dirección al instituto.
Corría apresuradamente por los pasillos, sin duda alguna acababa de sonar el timbre, Diablos llegue tarde. Abrí la puerta del salón de golpe, percatándome después de unos segundos de mi brutal entrada, Yukio que se encontraba claramente comenzando las clases, suspiro. Solamente sentí el claro reflejo de sus lentes contra mis ojos, dándole un claro toque tétrico.
- Lamento el retraso - Di por dada mi disculpa mientras caminaba a mi pupitre lentamente, sintiendo la fuerte mirada de Yukio. Ah, como apreciaba tener su atención, sin duda estaré loco pero era feliz sintiendo solamente la mirada de Yukio posada sobre mi. No me importaba si fuera de Odio u Enojo, simplemente me alegraba tener su atención.
- Bien, como decía, los tipos de demonios que se encuentran en la cueva de... - Yukio continuo diciendo cosas que para mi eran totalmente inútiles, sin duda alguna lo mio no era el estudio.
Debes en cuando prestaba atención a Yukio pero la sola sensación de sentir su mirada conectada con la mía me aterraba, era inexplicable, así que solamente respondía evitándolo. Si, díganme raro o estúpido. Me encantaba sentir su mirada sobre mi, al igual que me incomodaba. Mi escape era evitarlo, como siempre lo hacia, todo bien cierto?, podría continuar de esta forma por siempre, Por... Siempre. La idea retumbo en mi cabeza, evitarlo por siempre?. Imposible. No podría negarme a hablarle por siempre, tal vez durante el día asi, pero por siempre?. Borre tal idea de mi mente, tal vez debería decirle todo lo que siento de una vez, decirle que... Lo amo. Sentí mi rostro arder por tal pensamiento, Algún día me confesare?, Podre estar con Yukio?. Desparrame mi cuerpo sobre mi pupitre, no sabia que hacer.
A la hora de almorzar, claramente me moría de hambre, nos retiramos al patio: Shiemi, Suguro, Shima y Konekomaru.
- Ahhggg... muero de hambre - Replique mientras tiraba todo mi cuerpo sobre el suave césped, los demás solamente tomaron asiento, todos nos encontrábamos bajo la sombra de un árbol.
- Tu siempre tienes hambre! - Alego Suguro, Konekomaru y Shima rieron mientras que Shiemi sonreía.
- Cállate - Contraataque mientras le lanzaba una bola de papel que guardaba en mi bolsillo, Golpee su cabeza con esta, cabreandolo aun más. Me gustaba fastidiarlo. De pronto mi teléfono comenzó a sonar, era Yukio, Que pasaba?.
- Yukio? - Conteste mientras posicionaba el teléfono en mi oído derecho, me puse de pie en el proceso, era raro que Yukio llamara.
- Nii-san, estas con los demás? - Refiriéndose a los chicos con los que me encontraba, respondí que si - Hubo un problema de demonios en el lado oeste de la ciudad, Exorcistas y Profesores tendremos que ir, por lo tanto pueden retirarse del instituto por lo que resta del día - Avise a los chicos, mientras que me alejaba del grupo para hablar con Yukio.
- Yukio, puedo ir? - Pregunte dejando salir mis ganas que tuve comprimidas hace unos segundos, Yukio al otro lado de la linea suspiro, sabia claramente la respuesta.
- Nii-san, preferiría que no lo hicieras - Dijo Yukio mientras en su voz se notaba preocupación, Dude un momento sobre insistir.
- Porque Yukio? - Pregunte un tanto enojado.
- Porque... no quiero que te lastimes - Su voz fue casi un susurro, casi inaudible. Mi corazón se acelero de sobremanera, me pecho dolía, se estrujaba. Mordí mi labio inferior mas fuerte de lo que normalmente lo haría, sentía en mi oreja la suave respiración de Yukio - Yo... te protegeré... Nii-san - Fui casi como una suave brisa que golpeo mi rostro aquellas palabras. Inmóvil apreté con fuerza el teléfono, Yukio tenia dos caras. El Extricto y Enojon Yukio y el Protector y Amable. Sin duda alguna estaba... enamorado. Sonreí para mi mismo, no pudiendo ocultar mas mi reluciente felicidad.
- Yukio... - Dije débilmente, casi como un gemido, inmerso en mis pensamientos, pensé en voz alta, me avergonze de mi mismo, sentía ganas de enterrarme en un hoyo. Sin mas escuche el claro pitido del teléfono, Yukio corto. Quise gritar al cielo. Destruir un par de cosas, estaba enfadado conmigo mismo por mi actitud, Yukio me descubriría, soy un idiota.
Todos los estudiantes se retiraron del Instituto, me despedí de los chicos y camine dirección a los viejos dormitorios. Llegando, un tanto intrigado, camine en dirección la cama de Yukio, Sin mas que esperar deje caer mi cuerpo sobre esta.
El cielo, allí sentía que me encontraba. Toda la cama de Yukio estaba impregnada totalmente de su olor, su aroma, su ser. Estiraba todo mi cuerpo sobre la cama de Yukio, estaba envuelto en el, me estaba abrazando, Pegue aun mas mi rostro contra las cobijas de su cama. Oh, estaba completamente extasiado, quería mas, perdí totalmente la cordura, comenze a oler desesperadamente la almohada, donde yacía todas las noches el cabello de Yukio, me recosté sobre esta aspirando profundamente. Abri mis ojos lentamente los cuales estuvieron cerrados durante todo mi acto de placer. Tome asiento en la cama de Yukio, con mi mano derecha posada sobre esta comenze a acariciar la tela que cada noche cubría el semidesnudo cuerpo de mi hermano. Regresando a la normalidad, me percate de tal posición en la que me encontraba, Espantado totalmente, trataba de razonar porque me puse así al oler el aroma del hombre que amo, la respuesta era obvia pero claramente era algo nuevo para mi, la primera vez que me enamoro. Me puse de pie, tome ropa de mi closet ademas de una toalla y me dirigí al baño, necesitaba una buena ducha.
Era de anochecer, comenze a preocuparme un tanto de Yukio. Mi cola, la cual estuvo toda la jornada enrollada a mi cintura, salio a flote, sintiéndome totalmente libre, expuesto. Observe la hora, 23:50. Me quede los 10 minutos restantes mirando oscura ciudad siendo iluminada por grandes cantidades de luces, una vista hermosa. Seria mejor si Yukio estuviera a mi lado, conmigo, para siempre. Sonreí torpemente, sin duda seria algo genial, pero difícil. Siendo las 12:00 am. me introduje en mi cama, mientras que giraba mi cuerpo en dirección a la de Yukio, esta claramente se encontraba vacía, sin el cuerpo de mi hermano. Que raro se sentía dormir completamente solo en una habitación desde que comenze a sentir algo por Yukio. Realmente me sentía solo, necesitaba saber que Yukio estaba al otro lado de la habitación dormitando apaciblemente. Me acurruque fuertemente por mis pensamientos, no es como si Yukio no fuera a volver.
Unos minutos después, cuando estaba apunto de ir al mundo de los sueños, senti como se abría la puerta de la habitación a la vez que se prendía la luz, Yukio había llegado. Agradecía estar completamente cubierto, ya que la luz seria como mirar el sol, Respire ligeramente entre las cobijas, mientras mi ultimo pensamiento fue Yukio para luego quedarme completamente dormido.
- Buenas noches... Yukio - Susurre fuera de mi subconsciente, casi llegando a abandonar mi cuerpo.
- Buenas noches Nii-san - Escuche la voz de Yukio a lo lejos, casi repitiéndose en mi mente, el suave eco llego a mi mente haciéndome sonreír aun mas, podría dormir sabiendo que Yukio había llegado a salvo. Sin duda lo necesito conmigo, Siempre.
