La luz del sol entraba por la ventana triangular de cierta habitación en la cabaña del misterio, junto con la suave brisa fresca que movía las pequeñas motas de polvo sobre las páginas abiertas de un libro, y una chica de cabello color café intentaba concentrarse en aquella historia. No era muy fanática de leer después de todo cuando niña prefería jugar en el bosque y divertirse con su gemelo, pero luego con el paso de los años comenzó a interesarse un poco más en las historias que se escondían entre las páginas; sus ojos café se movían conforme pasaba las líneas.

Minutos más tarde se había cansado un poco, con una sonrisa cerro el libro y se coloco de pie junto a la cama para mirarse en un espejo, a veces no podía creer como habían cambiado las cosas desde ese primer verano, desde el raromageddon mas especifico, cuando la despedida fue lo más duro del verano, pero el año siguiente volvieron era obvio que volverían, como no regresar a el lugar donde se vivieron tantas aventuras y misterios. Mabel sonrió un poco al ver como había cambiado su cuerpo, ya era más atractiva para los chicos e incluso secretamente para su hermano quien a sus 15 años de edad se había acostumbrado a los múltiples pretendientes que le regalaban flores, o chocolates pero si eras lo suficientemente listo sabrías que esas cosas no la conquistarían. De repente el ruido de la puerta detrás de ella la saco de sus pensamientos y la chica giro su vista un poco.

- ¡Hey Mabs! - su hermano sonrió un poco al encontrarla en la habitación que compartían ambos.

- ¿pasa algo Dip? - pregunta Mabel con algo de preocupación en su voz.

- pues...me preguntaba si ¿querías dar un paseo con el tío Stan y conmigo? - pregunto algo animado Dipper aunque en el fondo sabía que no sería un paseo como cualquier otro, ya que muy en el fondo sabía que terminarían huyendo de la policía como las veces anteriores.

- oh, lo siento Dip - sonríe un poco - pensaba quedarme a ordenar un poco - murmura.

- no te preocupes Mabs, regresare pronto para ayudarte - le da un beso en la mejilla a su hermana - adiós.

- adiós Dip, diviértete - con una sonrisa su hermano se va.

La castaña dio una sonrisa y bajo a la cocina, una pequeña merienda antes no estaría nada mal, para su sorpresa justo sobre la mesa había medio pastel, sus ojos se iluminaron y partió un pedazo para ella - ummm delicioso - la chica comía sintiendo ese ligero placer en el paladar, pero luego un pensamiento la detuvo - tal vez el tío Ford quiera una rebanada - sonrió y partió otro trozo de pastel para su tío, justo después camino en direcciona la máquina expendedora, ya no necesitaba que alguien abriera por ella, pues ya se sabía la contraseña para llegar al sótano, minutos después el ascensor la dejo en el sitio indicado - ¿Tío Ford? - Dijo en un tono de voz algo elevado - ¿¡estás aquí!? - camino por el lugar pero no hubo respuesta del misionado - ¡Tío Ford, te traje un trozo de pastel! - grito buscándolo - creo que no está -se dijo a sí misma y coloco el mencionado postre sobre la mesa con algo de desdén "¿A dónde habrá ido?" pregunto en su mente caminando entre los experimentos desconocidos para ella. ¿Que tantos secretos ocultaba su tío bajo esas sabanas blancas?, después de todo a pesar de haberse relacionado mas con su tío de seis dedos en los últimos veranos sentía que su tío-abuelo ocultaba cosas, tal vez lo hacía por el bien de su gemelo y el suyo, aunque sabía que su tío siempre buscaba su bien, así que confiaba en el con los ojos vendados. Sonreía al pensar en su tío, el siempre fue tan cerrado y a ella la curiosidad la mataba, como era su tío Ford a su edad, después de todo estaba bien conservado para su edad ¿no? ni siquiera ella podía negarlo, cuando tenía su edad ¿era lindo?, ¿que tan callado?, ¿era misterioso como ahora?, o quizá tal vez era más abierto, tal vez tierno...o hasta ¿atractivo? Un suspiro risueño salió mientras tenia la mirada en un objeto sobre la mesa, al mismo tiempo que sus manos se movían algo nerviosas. De repente abrió los ojos un poco no creía apropiado pensar en su tío de esa forma, así que negó un poco con la cabeza para sacar esos locos pensamiento.

Intentando distraerse se fijo un poco más en el objeto, parecía un reloj de arena más bien un adorno, sabía que no debía tocar los experimentos de su tío, ya que en varias ocasiones termino desatando monstruos o hasta cambiando su aspecto como esa vez que termino con cara de jabalí. Ese simple pensamiento le hizo correr un escalofrió, sus delicadas y blancas manos se acercaron al objeto pero antes de hacer contacto sintió una leve voz en su cabeza que le decía que no debía hacerlo, pero ella no era la mejor siguiendo reglas al igual que su tío Stan.

-no pasara nada - se dijo a si mima con un toque de confianza y curiosidad en su voz, mientras que con una sonrisa tomaba el objeto en sus manos "es lindo" pensó y vio que toda la arena estaba de la parte inferior, así que para ver la arena correr decidió girarlo, pero al hacerlo el objeto brillo y emitió un calor que casi le quema la mano a la chica, causando que Mabel lo lanzara al piso luego de un grito suave. -¿que fue eso? -pregunto agachándose para recoger el objeto de nuevo pero antes de tocarlo una luz similar a la del objeto salió de su cuerpo y con brillo la chica se esfumó del lugar.

Hola! gracias por leer, me gustaría saber que piensas?, te invito a dejar tus comentarios (me ayudarías mucho) esta es una pareja algo extraña pero en mi opinión es muy interesante, eso me motivo a hacerlo.