Ok, hoy estuve de ganas de subir nuevas historias (a pesar de que dejé unas inconclusas) pero es lo que ocurre cuando escribo mucho de una sola pareja, de pronto quiero cambiar el ritmo.

Me inspiré por otra historia jelsa, que de hecho, está en mis favoritas por si desean leerla y me dije: 《Cielos, esto es hermoso》 y ZAS! quise escribir algo de esta pareja :) Sé que ni siquiera están en la misma película pero... SON TAN LINDOS QUE DEBERÍAN TENER UNA!

en todo caso, es mi primer crossover y aún no ne decido si hacer la historia larga o de unos pocos capítulos, supongo que dependerá de cómo sea recibida. Este es el primer capítulo! Por favor, no lo abandonen si ya han comenzado. Denle su chance, brillará. Me aseguraré de ello~

DISCLAIMER: NINGUNO DE ESTOS PERSONAJES ME PERTENECEN. PERTENECEN A DREAMWORKS Y DISNEY, YO SOLO LOS HE JUNTADO Y ALTERADO LA HISTORIA.


Capítulo 1: Más frío que el invierno

Cuando un viento helado; el más frío que se halla visto en 100 años, llegó hasta los sentidos de Jack, supo que algo estaba mal.

-Esto no me gusta. Jack, esto no me gusta- ululaba Viento Frío, el búho más veloz que jamás había conocido -El frío proviene de los países del Mirth. Jack, se supone que es verano en el Mirth.-

Jack Frost, quien viajaba junto a su amigo de la vida: el viento, le sonrió con calma. -Lo sé. No debes preocuparte. Iré a ver lo que ocurre a la primera oportunidad-

El búho no pareció convencido de sus promesas, más dejó de mirarlo con un toque de salvajismo en sus ojos. -Apúrate. Mirth no puede tener invierno. No ahora. -

Frost asintió, el búho voló en dirección contraria.

El pequeño búho tenía razón, era extraño. Mirth no debía tener vientos tan monstruosamente fríos en esa época. Jamás había escuchado de un país del Mirth, incluso los que se encontraban al Norte, más allá de las montañas de Goohun, sufrieran un cambio climático tan repentino.

Y Jack Frost no tenía nada que ver con esto. Él mismo se encargaba de enviar al viento al mundo entero, le decía dónde debía enfriarse y dejar los copos caer, le decía dónde debía calentarse y apartar las nubes, dónde y cuándo. Siempre. Y esa vez, le había dado órdenes al viento de calentarse en el Mirth, ya el invierno había culminado.

Entonces porqué estaba tan helado? La curiosidad del chico de cabello de nieve lo tentaba a investigar, más ya había hecho una apuesta y perdido, ahora debía no solo masajear patas de conejo, sino también ayudarlo a esconder huevos en Pascua. Esos seis días sería un esclavo de Conejo, ya que al parecer ni siquiera el gran Jack Frost puede hacer reír al canguro cuando se estresa, y esa apuesta la veía ganada. Lamentablemente, el conejo en vez de reír le lanzó su boomerang a la cara.

-Por qué tan inquieto chico? - le preguntó el conejo reprimiendo una burla- No ha terminado tu tercer día. Tan pronto te quieres ir?-

Jack bufó, como si cargar los huevos de Pascua especiales y pesados del canguro no fuera nada. Más tarde le daría una lección, pero eso no era una prioridad. Lo único que quería hacer era viajar a Mirth y descubrir el origen del hielo, que parecía cobrar fuerza con cada hora que pasaba. El primer día, en el que Viento Frío le advirtió de él, pareció extenderse con velocidad, más se detuvo al amanecer del día siguiente. Conejo no le dio chance de investigar, así que esperó que todo se hubiese calmado. Más ese tercer día, el sol se ocultó por completo, podía sentirlo.

Para el anochecer, apenas el reloj marcó las doce, Jack voló hacia Mirth ignorando por completo las maldiciones que Conejo gritaba detrás suyo por llenar de nieve su guarida. Voló con ayuda del viento, más rápido de lo que solía hacerlo y bien que debía, el hielo parecía hacerse más fuerte en sus entrañas. Cuando lo vio con sus propios ojos, había congelado por completo uno de los lagos más importantes y grandes de Mirth.

"Qué demonios pasó aquí? " Jack estiró una mano y tocó la lisa superficie del lago, para su sorpresa, el hielo estaba hecho de miedo, temor y sufrimiento. No podía ser un hielo natural, este tenía sentimientos. Alguien lo había creado.

Pero eso era imposible. .. solo él podía hacer nevadas y congelar objetos en segundos, la luna le dio ese poder a él! No podía ser posible. .. cierto?

El chico de cabello nieve levantó su bastón y trató de destruir el hielo. La superficie helada cedió y dejó al agua fluir libremente de nuevo, solo para volverse a congelar dos segundos más tarde. Jack lo intentó de nuevo, y una, y dos y varias veces mas no importaba lo que hiciera, el hielo volvía a cubrir el agua. Qué tipo de persona era capaz de generar un frío más poderoso que el suyo? Fue entonces cuando descubrió la gravedad de la situación.

Cuando se elevó con el viento de nuevo y pasó la cordillera Goohun, sus ojos le mostraron la distancia que el hielo alcanzaba: más de la mitad del continente Mirth. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Fuera lo que fuera que hubiese provocado el frío, no era nada bueno y debía detenerlo, antes de que fuera tarde.

Apropiadamente, un viento frío y demasiado espontáneo surgió de los países en los que se ocultaba el sol a esas horas, aunque con tantas nubes dudaba que pudiesen ver el ocaso. Jack se dirigió a esa dirección, buscando entre la nieve algún indicio de su creador. La nieve y el viento lo llevaron a un país que solía ser verde, productivo y vasto en esa época: Arandelle. Completamente blanco, cubierto por el hielo y atrapado en una tormenta, una sombra de lo que era en el verano.

Jack dejó escapar aire por la sorpresa. Qué demonios había ocurrido ahí? Varios barcos estaban atrapados en el lago congelado que rodeaba a Arandelle, y no podían escapar por el puente puesto a que el viento soplaba amenazante y sin dejar a ningún alma escapar. Arandelle estaba completa y totalmente blanca, un humor gris invadiendo a sus habitantes.

A Jack le hubiera encantado poder preguntarle a alguien lo que había sucedido, más no había ni un alma en la tierra que pudiese verlo.


Jamás había entendido, porqué se le había dado ese poder, a ella, de entre todos los habitantes de Arandelle e incluso el mundo entero, ella debía de llevar ese poder. Si es que eso es lo que era, un poder, y no una maldición.

No lo había entendido, hasta ese día. Cuando Anna se sacrificó por ella, algo en su corazón se rompió, como si le susurrara que había fallado en el propósito de su vida. Para qué había guardado en secreto sus poderes? Había sido para proteger a su hermana pequeña. Estando cerca le hacía daño. Alejándose de ella le hizo daño.

Ya no sabía qué era correcto. Qué decisión debía tomar si todo acababa mal? El rostro asustado de Anna, para siempre congelado, la miraba sin vida. Una muñeca de hielo que recién había dado su último aliento. Y todo había sido su culpa. Si tan solo no hubiera creído en las mentiras de Hans. .. si hubiera escapado. .. si hubiese nacido sin ese poder...

Si ella no hubiese existido.

Las lágrimas que corrían sin parar en sus mejillas le prometían escapar de sus ojos por un largo tiempo. Una eternidad de culpabilidad, miedo. Sin un descanso de su soledad y tristeza. El más cruel de los finales.

Era su destino, hasta que sintió un corazón palpitante bajo su piel, un corazón distinto al suyo. Y antes de que pudiera entender lo que pasaba, su hermana pequeña, su tesoro, su familia, estaba sonriendo. Respiraba y latía, como si nada hubiera pasado. Vivía!

Elsa cerró sus brazos alrededor de su hermana, lloraba, aunque ahora era de felicidad.

-Pero cómo. ..?- preguntó a Anna entre sollozos.

-Te amo.-

Y ahí fue cuando comprendió que, el único modo de detener al miedo era mostrarle que su amor era más fuerte.

Así fue como la paz regresó a Arandelle, de la mano con el verano. En segundos los países del Mirth regresaron al hermoso color verde que les pertenecía en esa época. Así regresó la justicia, así culminó la época de miedo de Elsa.

Y así empezó su nueva vida, como una reina. Le tomó unas semanas acomodarse y arreglar ciertos destrozos que había causado en su dramática huida, así como convencer a los aldeanos de que no volvería a cometer sus pasados errores ni regresar el invierno cuando no le correspondía.

Ese no era su trabajo. No podía quitarle el trabajo a Jack Fro...

A... a quién? Su cabeza de pronto le dolía, así como su corazón.

Qué era lo que deseaba decir hace unos momentos?