Quiero pensar que es "Placer", visto desde la perspectiva de Kiyoshi, aunque quizás pueda estar un poco OOC, pero extrañamente me gustó como quedó. Y sí, esta pareja es mi obsesión. No es necesario leer Placer para entender este intento de drabble, pero si tienen tiempo, ¡se los recomiendo!


Pasión

by SKM

[Kiyoshi Teppei x Hanamiya Makoto]

Adoraba verlo sonrojado. Pero adoraba aún más saberse motivo de esos sonrojos. Sí, de vez en cuando estaba bien ponerse un poco arrogante y presumir de ser el único capaz de ver la gran variedad de reacciones que la persona con quien ahora compartía una cama podía mostrar. Después de todo, Makoto era solamente suyo, ¿cierto? Y sí, podía sonar muy posesivo pero era así como se sentía en ese momento.

Y era en ese momento, también, que Hanamiya se veía tentador, mostrando su amplia y tonificada espalda, completamente a su merced. Oh y ni qué decir de ese cuello, cubierto por algunos mechones negros de cabello rebelde, ese cabello que a él le gustaba tener entre sus dedos. Entonces, notando que el otro se había quedado quieto – dormido ya, ¿quizás? – Kiyoshi extendió con cuidado su mano, paseando sus dedos por la espalda ajena.

—¿Pero qué rayos…?

Antes de que Makoto pudiera quejarse – y de paso incorporarse para estrellar el puño contra su rostro – Kiyoshi se inclinó y comenzó a repartir besos por el cuello ajeno. Sintió al de cabellos negros estremecerse. Sonrió, con una "mueca" que no sabía que era capaz de poner. Casi podía decir que tenía ese toque sádico que parecía más típico de Makoto.

Kiyoshi paseó sus manos por aquel cuerpo que lo volvía loco, viendo cómo el otro aferraba las manos a las sábanas. Sonrió de nuevo, complacido con las pequeñas reacciones que obtenía de Makoto. Ah, sí, ahí estaba. Pocas veces era capaz de escucharlo ronronear como un gato, pero le encantaba.

—Idiota, ya detente —replicó Makoto, ladeando el rostro para fulminar a Teppei con la mirada. Teppei simplemente sonrió y volvió a besarlo en el cuello. Ah, dulce punto débil que él conocía tan bien.

—¿En verdad quieres que me detenga?

A modo de respuesta, Makoto se dio la vuelta y enredó sus brazos en el cuello ajeno, prácticamente estrellando, con el impulso, sus labios contra los de Teppei quien, sorprendido, tardó un poco en corresponder. Pero, cuando lo hizo, fue con tal intensidad que poco tiempo después tuvieron que separarse, por falta de aire. Teppei se quedó mirando fijamente a Makoto, con tal intensidad que el otro desvió pronto la mirada.

—Te amo, Makoto —dijo el castaño, depositando un casto beso en aquellos labios que eran su perdición.

—Sí, eso, lo que dijiste —contestó Makoto y cuando Teppei volvió a besarlo, supo que le esperaba una larga pero placentera noche. Ah y muy probablemente un dolor punzante en las caderas al día siguiente.


Sólo algo corto, sin mucho sentido, pero que necesitaba escribir. Si te gustó, los comentarios son agradecidos, y ¡mil gracias por leer!