Las mujeres de Byakuya
Ya han pasado dos años desde que Nii-sama contrajo matrimonio con Sumire-sama, ella es una mujer muy fina, inteligente y honesta. Su cabello es muy largo, de un tono violeta claro, con muchas ondas. Los ojos se asemejan a un atardecer, son marrones, casi rojo.
Casi nunca habla conmigo, pero puedo notar que sabe mucho sobre flores y plantas, también cocina muy bien, es la mujer ideal para Byakuya Nii-sama.
Hoy particularmente se acercó a mí con cara de preocupación
-Rukia-chan, tengo que preguntarte algo.
-¿Si? dime Sumire-sama
-Es una acusación muy grave lo que estoy pensando, júrame que no le dirás a Byakuya.
-Lo juro, cuéntame.
-¿El ve a otras mujeres?
¿En que estará pensando esta mujer? ¿Que mi hermano la engaña? ¿Está diciendo que no es un hombre decente?
-Voy a fingir que no oí nada.
No puedo dormir. ¿Qué habrá llevado a Sumire-sama a desconfiar de Nii-sama?
No debí contestarle de ese modo. De todos modos, estaré vigilando cuando pueda a Byakuya.
Un desconcertado día en que varios escuadrones habían sido enviados a una junta por unos cambios a efectuar, Rukia noto que su hermano no se encontraba en la reunión y discretamente se retiró para encontrarlo.
La sorpresa que iba a llevarse no tenía lugar en su confiado corazón, en su honor hacia su hermano, y en su valor.
¿Esas son voces? Vienen de la oficina de Nii-sama
Acercándose cada vez más a la oficina del capitán Kuchiki, Rukia oyó claramente
-¡Byakuya-sama! ¡Ah!
Asomando su cabeza a través de la puerta que apenas se encontraba abierta vio, lo que nunca había pensado:
Su hermano se encontraba acariciando y recorriendo el cuerpo de una joven shinigami, que se encontraba totalmente desnuda, desplomada sobre el escritorio del capitán Kuchiki, gimiendo de placer.
Rukia se volvió para atrás, comenzando a correr, claramente su reiatsu se alteró, provocando que Byakuya notase su presencia.
No puedo creer lo que vi, Nii-sama estaba con otra mujer. No sé qué hacer, no, no puedo contarle a Sumire-sama. ¿Qué hare? ¿Por qué Nii-sama?
Tras haber visto eso, Rukia perdió gran parte del respeto que sentía por Byakuya, pero lo peor aún no ocurría.
En la cena, se sostenía un ambiente muy tenso, Byakuya solicito a su hermana:
-Rukia, cuando terminemos la cena debemos ir a mi oficina, nos espera Renji.
¿La oficina de Nii-sama? ¿Habrá ocurrido algo? Pero estoy muy nerviosa para ir, no podre mantenerme seria y calmada.
-No me siento bien, Nii-sama
-Cumple con tu trabajo y has lo que te digo.
Al llegar a la oficina de Byakuya, no se encontraba Renji, Byakuya se medio sentó en la mesa y haciendo un gesto de aproximación le dijo a Rukia:
-Ven, Rukia.
No podre aguantar mirarlo de cerca, apenas resisto estando en la misma habitación que él, no dejo de pensar en su infidelidad.
-Estoy bien aquí, veo que Renj…
-Dije que vengas para acá.
Muy temerosa y algo enojada, Rukia se aproximó a su hermano, sintiendo a los pocos segundos las manos de el sobre su cintura.
-¿Nii-sama?
-Ya se que me viste con aquella mujer, lo siento, debiste de ponerte muy celosa.
Rukia sin comprender las palabras de Byakuya, rogo que llegara Renji, pero claramente era una mentira lo de la junta.
Y sintiendo como ese ejemplar y honesto hombre, que en realidad no lo era, la besaba en el cuello y en sus senos comprendió que no podía contra él, se podía decir que era y siempre será irresistible.
-No podemos, Nii.-sama… por favor...
-No hables, aún hay gente aquí.
Recostó a Rukia y comenzó a besar sus delgadas piernas subiendo lentamente hacia su zona más íntima.
No puedo creer que no pueda negarme a él. ¡En este mismo lugar le hace el amor a otra mujer! Quisiera gritarle tantas groserías.
-Por hoy me detendré, estas alzando demasiado la voz. Y sé que no lo puedes evitar.
Dejo a Rukia paralizada por la vergüenza y el rencor ¿era la verdadera personalidad de Byakuya?
Al pasar unos días Rukia se despertó muy agitada tras tener una pesadilla, y a su lado se encontraba Byakuya, preparándose para lanzar una exclamación, él se adelantó y cubrió su boca con las manos.
-No te alteres Rukia, Sumire nos podría oír, aún está dormida.
-¿Pero qué haces aquí, Nii-sama?-susurro.
Optando por responderle con un beso, Byakuya se aproximó más a ella.
Y aquí voy otra vez, dejándome llevar por él.
Byakuya noto que Rukia estaba mucho más tensa que aquella vez en su oficina, así que se colocó encima de ella y se quitó la parte de arriba de la prenda.
Dejando ver ese hermoso pecho, Rukia ve que es un hombre tan delicado, tan fuerte, y sobre todo apasionado.
Desasiéndose rápidamente de la ropa de su hermana Byakuya siguió con el juego que empezó el otro día.
En el momento en que Byakuya estaba por robar totalmente la inocencia de Rukia, se oyó un ruido. Separaron rápidamente sus cuerpos, volviéndose a colocar la ropa.
Alguien estaba allí afuera
-Rukia-chan. ¿Estas despierta? ¿No sabes a donde fue Byakuya?
-N-No, no lo sé.
-Oh bien, gracias.
Acercándose rápidamente a los oídos de Rukia, ese hermoso hombre semi desnudo le susurro:
-Gracias por no decir nada, Rukia.
Cuando Byakuya estaba en su habitación, Rukia observo que muy triste Sumire entro seguido de él. Sabía que no era educado de su parte oír, pero se aproximó de todos modos.
-Byakuya, sé que no debería, y espero que me perdones. Pero… ¿tu estas con alguna otra mujer?
-¿Acaso quieres que te eche de mi casa?
-N-No, yo...
-En tanto me vuelves a hablar de ese modo, te enviare al peor lugar posible, retírate, ahora.
Salió rápidamente de la habitación la bella shinigami, llendo hacia el jardín. Comenzó a llorar sin parar. Rukia se sentía muy responsable, y se acercó a ella.
-Sumire-sama. ¿Ocurrió algo con Byakuya Nii-sama?
-Rukia-chan… no... Nada-dijo tratando de dejar de llorar
-Escucha… yo…
En ese momento, se presentó Byakuya, observando con desprecio a Sumire.
-Voy a pedirte que te retires de esta casa, y no vuelvas a verme.
-¿Nii-sama? ¿Que ocu…?
-Silencio, Rukia. Y tú... Apúrate, al menos se considerada de que solo te eche.
-Ss-sí, lo lamento mucho.
Rápidamente fue a recoger sus cosas y se marchó.
Recostándose sobre las piernas de Rukia mientras estaba sentada Byakuya soltó su pensamiento libremente:
-Ahora serás mía siempre, sin esa mujer. Cada noche, cada día, en cada momento.
Al final, nunca me pude resistir a Byakuya, pero fue como él dijo: Siempre seré de él.
Y aunque vea a otra mujeres, aunque sea solo una más, seré la que marque su vida. Algún día, el también será solo mío.
