Narrado por Daisuke:
Me baje de mi deportivo y acomode el cuello de mi chaqueta, para luego dirigirme a la entrada de la enorme casa que estaba frente a mis ojos.Estaba a punto de poner la llave en la cerradura, pero justo en ese instante la puerta se abrió.
-¡Daisuke!-Chilla una pequeña de ojos turquesa y cabello platinado atado en dos coletas.Traía puesto un vestido de tirantes rosa crema que contrastaba con su piel pálida.
-¡Reiko!-Exclame correspondiendo al abrazo de mi hermana menor.
Bruscamente nuestro abrazo se vio interrumpido por una pequeña idéntica a Reiko que la hizo a un lado.Mi hermana Mei, eran gemelas.La único que las diferenciaba era el color de cabello y ojos, mientras Reiko heredó los ojos de mi madre y cabello de mi padre, Mei era al revés.Sus ojos eran dorados y su cabello azabache.
-¡Te extrañe, Daisu!-Se arrojo a mis brazos y por poco casi caigo.Sonreí divertido al notar la mirada fulminante de Reiko hacia su hermana.
-¿Dónde se encuentran mama y papa?-Les pregunté mientras cerraba la puerta de entrada.
-Están en la piscina-Me dijeron al unísono.
Juntos fuimos hasta el jardín, estaba todo mejor que la última vez.Al parecer mi madre se tomó muy en serio el comentario de mi abuela con respecto a llenarlo de flores.Allí, en medio de la piscina pude ver a mi padre besando a mi madre apasionadamente, sujetando delicadamente su mejilla.
-¡Calmen las aguas, no querrán traumar a sus hijos!-Les grité divertido, recibiendo una mirada fulminante por parte de mi padre.
-¡Bebé!-Gritó mi madre alegremente haciendo a un lado a mi padre, provocando que este se hunda en el agua.Rápidamente nado hasta la punta de la piscina y me abrazó sin importar que mojara mi ropa.Correspondi a su abrazo.Mi madre era muy atlética, tenía el cuerpo de una mujer más joven y en forma.Era idéntica a las gemelas, sólo que en versión adulta.
-Al final decidiste pasar el verano con nosotros, ¿no es así?-Pregunto mientras se sentaba en una reposera para secar su cabello con una toalla.
-Claro, no hay nada mejor que unas vacaciones en familia-Dije sonriente, sentandome en una reposera a su lado.
-¡Papa se parece a la niña de la llamada!-Grita Mei divertida y comenzamos a reír al ver a mi padre salir de la piscina con su cabello mojado cubriendo su rostro.
-Muy graciosa, hija-Dijo este escurriendo su cabello.
-Bien, dijiste que cuando el idiota llegue a casa, nos darian una noticia-Una albina hizo presencia delante de nosotros.Frunci el ceño al ver su vestimenta.
-Pareces una ramera con clase-Dije al ver su corta falda púrpura y aquel top blanco que resaltaba su pecho.
-Y tu un homosexual con esos pantalones ajustados, ¿no te duele el trasero?-Se burló y la fulmine con la mirada.
-Himari-La regaño mi madre y esta rodó sus ojos.
-¿Y bien cual es la noticia?-Pregunte y mi padre se acercó para abrazar a mi madre.
-La noticia es que...
-¿Se van a casar?-Pregunta interrumpiendo de repente Reiko.
-¡Tonta!-Mei jaló una de sus coletas-¡Ya están casados!
-No peleen, pequeñas-Mi madre sonrió-La noticia es que..
-¡Ya se!-Exclamó mi hermana Himari emocionada-¿Daisuke es adoptado?
La fulmine con la mirada-¿O tal vez se trata de la noticia de que Himari perdio su...AH!-Ella se apresuró en pisar mi pie.
-¿Perdió su que?-Pregunta mi padre con interés.
-Volví a perder mi celular.-Se encogio de hombros fingiendo pena.Y rodé mis ojos.
-No te compraremos otro, busca y encuentra ese...
-¿¡Pueden cerrar sus malditas bocas un segundo y dejarme hablar!?-Chilla mi madre con molestia, provocando que todos cerremos nuestras bocas de inmediato.-Bien-Sonrió- La noticia es que...¡Tendremos un bebé!-Gritó emocionada, pegando su cabeza en el pecho de mi padre.-¿No están contentos?-Mi padre sonrió divertido ante nuestras miradas incredulas.
-¿Es una broma, verdad?-Cuestiona Himari cruzandose de brazos.
-Claro que no-Le respondió mi padre posando su mano en el aún plano vientre de mi madre.
-No puedo creerlo, tienes más de treinta, mama-Se quejó.
-¿Y eso que tiene que ver, estúpida?-Golpee su hombro-Pueden seguir teniendo hijos.
-¿¡Y si son gemelos!?-Pregunta aterrada-¡Oh no, dos pesadillas más!
-No, esta vez se trata de un bebé-Hablo mi madre.
Himari parecía que estaba a punto de tener un ataque al corazón, si hay algo que ella odiaba, eran los niños.Por otra parte, yo estaba contento.Estaba a punto de articular unas palabras, y entonces una de las gemelas hizo una pregunta muy...común.
-¿Como se hacen los bebés?-Pregunto la dulce e inocente Reiko.
Mi madre se acercó lentamente a las pequeñas, les hizo unas señas con las manos diciéndoles que se sienten cerca de ella y obedecieron.-Bueno, niñas, ¿recuerdan lo que hablamos sobre Manuel y Manuela con el primo Kenai?-Asintieron con la cabeza-Luego que Manuel estornude dentro de Manuela, eh...Los mocos comienzan a correr en una carrera intentando llegar...
-¿Manuel es el pene, verdad?-Pregunto Mei levantando la mano como si estuviera en clase.
El silencio invadió nuevamente el ambiente, comencé a toser en un torpe intento de ablandar la situación.Sin embargo, Mei seguía firme esperando la respuesta.Mi madre se quedo pensativa intentando buscar una respuesta coherente para la pequeña.
-Mei, ¿recuerdas a Pinocho?-Pregunta Himari rompiendo el silencio.
-Si, se convirtió en un niño de verdad-Respondió sonriente Mei.
-Si, se convirtió en un niño de verdad, se le cayó una teta y murió por andar haciendo ese tipo de preguntas-Himari sonrió mostrando su perfecta dentadura.Tanto mi madre como mi padre pusieron cara de espanto.-Así que en este momento quizás estén a punto de caerse esas picaduras de mosquito que tienes como senos.-Ante eso Mei abrió como platos sus ojos cubriendo su boca con la palma de su mano.De inmediato se levantó y camino rápidamente dentro de la casa.
-¿A donde...?-Le iba a preguntar, pero entonces Mei salió de la casa con dos naranjas en sus manos.Se paró delante de nosotros y las colocó dentro de su sostén.Llevo sus manos a su pecho y grito;
-¡Viviré con estas naranjas el resto de mi vida!
