Verano de cigarras
"Hasta ahora no he dejado de culparte por todo, perdóname por este acto pero si no lo hubiera hecho mi alma se hubiera convertido completamente en añicos. En nuestro primer encuentro, recuerdo, tenía tu vida en mis manos, tú no has intentado dejar tu espada pero has cambiado y soy el responsable, no sabes hasta qué punto me desprecio por eso, debería hacer eso de lo que me he contenido desde hace ya tanto tiempo. Hasta ahora he sido cobarde y débil por no haberme dado muerte, te hecho sufrir lo suficiente".
Kusaka corría desesperado. Tenía que encontrar a Akizuki antes de que el hiciera una tontería.
Lo miro a lo lejos tirado en la nieve y corrió hacia el.
-¡Akizuki-san!
"Sólo unos momentos más cerca de ti, quería que entendieras que no quería más que eso".
-¡Akizuki-san, Akizuki-san! - gritó Kusaka está acercándose a él pero ya era tarde, Akizuki se había ido.
"Pero ahora sólo me arrepiento de que el tiempo que he permanecido cerca de ti se acabe así, después de haber sido tan corto, porque incluso en este tiempo en el que reina el invierno, ese tiempo que hemos vivido juntos no fue una quimera".
-¡Ahh! -Kusaka gritó lleno de dolor abrazando el cuerpo de Akizuki cubierto de nieve y de sangre.
Entonces lo miró.
-Este colgante, nunca te lo quitaste, ¿Que guardas aquí? -dijo tomándolo y abriéndolo despacio, cuando vio el contenido se asombro –¿Una crisálida de cigarra?
Entonces su mente recordó aquel día, un tiempo en el que aún la guerra entre ambas familias no era tan fuerte, el día que por primera vez estuvieron juntos en el río y observaron a esa cigarra en la corteza de aquel árbol.
"Desgraciadamente para ella el otoño ya esta aquí -había dicho Akizuki -si lograra salir seguramente moriría en el invierno -y luego con tristeza añadió -si se lo hubiéramos podido vivir en otra época tal vez hubiéramos estado juntos".
"Probablemente ese tiempo llegará, debemos creer" Le había contestado.
Kusaka sonrió tristemente y cogió el cuchillo con el que Akizuki acabó con su vida.
-Sí y mientras esperamos a que tal época llegué...
Tomó el cuchillo y lo colocó en su corazón, mientras abrazaba el cuerpo de Akizuki
-Sólo nos queda a dormir como esta cigarra"
Y tras un respiro se clavó el cuchillo en el corazón y lo último que pienso antes de cerrar los ojos fue que muy pronto estaría con Akisuki.
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Iwaki salió de la grabación cansado lo único que quería era llegar a su casa donde Katou seguramente ya había vuelto y lo esperaba.
Al entrar lo primero que vio fue su amante recostado en el sillón, durmiendo plácidamente, seguramente esperando que él volviera.
No lo culpaba pues ya era muy noche y seguramente Katou estaba cansado, se aproximó a él y apartó los cabellos de su rostro dejándolo ver y acariciándolo delicadamente.
En ese momento una frase de aquel libro que había leído, Fuyu no semi, vino a su mente.
"El futuro es parecido a una hoja de loto, que esta hoja, que flota en las aguas, los lleve a su futuro, hacía ese verano radiante en el que vuelan las cigarras".
He inconscientemente sonrió, dándose cuenta que para Katou y el, esa vida era como un verano eterno.
Se quedó dormido junto a Katou abrazándolo en el sillón y en alguna parte de su sueño a lo lejos miró a Akizuki y Kusaka abrazados y sonriéndole y supo que Katou y él desde mucho antes habían estados destinados a estar juntos, cumpliendo así el sueño de sus vidas pasadas de estar juntos sin importar la política, la familia, ni las guerras.
"Llegará un momento en el que ni la familia ni las guerras nos separarán, un verano para siempre".
