0o0o0oo0o0o0 Lazos o0o0o0oo0o0o0
NaruHinaSasu
Nuevos Amigos
Chiiiachan
Apenas tenia 6 años y ya tenia a casi todo una villa en su contra, no sabia porque sentían tanto odio y rencor de un niño que no comprendía nada…
Vagaba la mayor parte del día buscando una explicación del porque le hacían algo como eso, necesitaba y requería del cariño de alguien, de alguien quien le dijera que no estaba solo, que pudiera por las noches arroparlo… quería algo de compañía.
Se acercaba el día en que tendría que entrar a la academia y sentía como su estomago se arremolinaba, estaba nervioso, no sabia si podría encontrar algún amigo. Después de todo cuando trataba de acercarse al parque siempre lo miraban feo, veía como los adultos del lugar secreteaban y se llevaban a sus hijos… al final siempre tenia que jugar solo.
"Que se siente tener un amigo, que es lo que provoca aquí adentro"
Cuantas veces se lo había preguntado y nunca había podido respondérselo, cuantas veces había tratado acercarse a algún niño de su edad, pero estos lo rechazaban o solo no lo hablaban…
No quería por ningún motivo seguir solo, quería y necesitaba de alguien que no fuera el Hokage, que no fuera un deber cuidarlo y soportarlo… se había tenido que alejar de todos…
seguía preguntándose el porque de esas miradas de rencor, se había preguntado muchas veces si merecía lo que le hacían los adultos, el había sido malo, había dañado a alguien sin saberlo… odiado.
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-Mañana te presentaras en la academia como todos los niños de tu edad Naruto, ya tienes edad para asistir, se que te convertirás en un gran ninja.- decía un viejo sentado detrás de un escritorio, mientras le sonreía y acariciaba su cabello, el niño permanecía mirándolo con una enorme sonrisa, creyendo que todo iría bien, después de todo el adulto mas importante de la villa se lo garantizaba.
-Claro que iré dattebayo, y me convertiré en Hokage.- su sonrisa se apago y la cambio por una mueca de determinación.- las personas me respetaran.- dijo dirigiéndose hacia la puerta.- viejo, are mi mayor esfuerzo.- y salió corriendo fuera de la oficina.
El Hokage sabía que no la pasaba bien, sabia que mas de una noche lo había encontrado tirado en la calle herido, el le había dicho que solo era torpe y por eso había caído y se había golpeado. El viejo sabia que eso no era verdad, sabia que alguien lo había golpeado, quizás aldeanos furiosos, ignorantes llenos de rencor hacia un niño que lo único que había hecho era salvarles la vida.
Pero quien seria tan inteligente de darse cuenta de algo así…
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-Vamos a ver…- decía el pequeño dentro de su apartamento, metía un cuaderno y unos cuantos lápices para ir mañana, arreglaba unos pantalones negros limpios que tenia en uno de sus cajones al lado de la cama.- esto me sirve.- y ponía un poco de confort, después de todo tenia que estar preparado para todo.
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Daban las 8 de la mañana y se encontraba de pie mirándose al pequeño espejo que colgaba en su habitación, se miraba por todas partes y ensayaba una sonrisa. Tenia que estar a las 9 en el salón de 1er año, estaba nervioso y no sabia como tendría que decirles "hola" a sus compañeros, no sabia si debía o no hacerlo…
"Y si nadie me quiere hablar"
-No me importa, yo seré Hokage.- dijo y agarro sus cosas y salió rápido para ir a la academia. Se habría dado cuenta de la hora.
O0o0o0o0o0o0
Tenia 6 años y ya era una vergüenza, tenia 6 años y su madre ya no estaba con ella, tenia 6 años y se ganaba el respeto de la rama secundaria solo por el hecho de ser quien era, tenia 6 años y su padre no iría con ella hasta la academia, tenia 6 años y en su corta vida ya habían intentado matarla, tenia 6 años y su hermana menor era la consentida, tenia 6 años y no la dejaban juntarse con ningún niño, tenia 6 años y ya no quería su vida. Tenia 6 años y ya sentía admiración por alguien… tenia 6 años y su único primo la odia y, no sabia el porque.
-Vámonos Hinata-sama.
-H-Hai.- su vos era tan dulce, sus pequeñas manitos eran sujetas por un hombre de la rama secundaria, su guardián.
Caminaron en silencio por las calles de Konoha, los ojitos perla de la pequeña iban de un lado a otro mirando a todos lados, esperaba encontrar a ese niño que la ayudo hacia unos días atrás, esperaba poder agradecerle lo que había hecho por ella. Al llegar a la academia la pequeña esperaba que la fuera a dejar hasta el mismo salón, pero solo la dejo hasta la entrada y se despidió de ella con una reverencia.
-Que tenga un lindo día Hinata-sama.- dijo su guardián inclinándose.
-Adiós… ¿vendrás por mi?.- pregunto tímidamente la pequeña.
-Claro que si, Hinata-sama, usted solo espéreme a la salida y ahí estaré.
Con pasos nerviosos se dirigió hasta la entrada, estaba muy nerviosa, su respiración se volvió seca y sus manitos aferraban su pequeño bolso con fuerza. Miraba de un lado a otro tratando de encontrar esa mirada fuerte y a veces llena de soledad, camino sin darse cuenta de nada, habían muchos niños corriendo por todos lados y ella un no lo encontraba…
O0o0o0o0o0o0o0o0o
Tenia 6 años y su nombre era Uchiha Sasuke el hijo menor de Fugaku Uchiha el jefe de la policía de la aldea de Konoha, tenia 6 años y su padre idolatraba a su hermano mayor, tenia solo 6 años y su padre lo comparaba con Itachi Uchiha por sus habilidades, tenia 6 años y hoy era su primer día de academia, tenia 6 años y le demostraría a su padre que el también podría ser tan bueno o mejor que su hermano mayor que tanto quería.
-Sasuke llegaras tarde si no te apuras.
-Hai Oka-san.
Dándole un ultimo beso en la mejilla a su hermosa madre, el pequeño azabache salió corriendo para llegar a tiempo a su primer día, tenia muchas ganas de ver a sus nuevos amigos, quería que lo reconocieran como el gran Sasuke Uchiha que era, esperaba no ser comparado con el genio de la familia… quería llegar pronto.
Corrió a todo lo que sus pequeñas piernas le dieron, corría y su sonrisa se hacia aun mas ancha, era su primer día de academia y estaba feliz por ser mas fuerte como su hermano, esta feliz por poder hacer nuevos amigos. Al llegar a la entrada paro unos segundos y miro a su alrededor, respiro profundamente y continuo su camino hasta las aulas.
Mientras llegaba vio a una pequeña niña parada a la entrada del salón, tenia una de sus manos abajo apretando su polera manga larga, su otra mano esta puesta delicadamente sobre sus labios, parecía nerviosa. El pequeño azabache camino preocupado de que pasara algo dentro del salón por verla de esa manera…
-Que haces parada ahí como las tontas… muévete niña ciega.- dijeron dos chicos que la empujaron para poder entrar al salón.
-L-lo siento.- haciéndose aun lado ella solo bajo la cabeza avergonzada de lo que le habían dicho esos chicos.
"Estúpidos niños no tenían porque empujarla de esa manera, es solo una niña".
Se acerco a la puerta y la chica aun estaba de pie con la cabeza gacha, parecía avergonzada de permanecer inmóvil, pero aun así no parecía que quisiera entrar.
-Un Uchiha.- dijeron a sus espaldas y por solo instinto se giro y vio a un Ninja que imaginaba que seria su nuevo sensei.
-Hai!.- dijo el pequeño con una sonrisa en sus labios.
-Y miren aquí tenemos a una Hyuga.- dijo acercándose a la pequeña junto al azabache. La ojiperla miro avergonzada a ambos y solo pudo bajar la cabeza.
-H-hai!.- su voz era temblorosa, al pequeño niño le pareció raro que una niña hablara con tanta timidez.
-Este año si que tengo buenos alumnos.- dijo el moreno sonriéndoles y haciéndolos pasar a la sala.
Al entrar el moreno miro hacia todos lados buscando algún sitio vacío donde pudiera sentarse, pero espero a que la pequeña Hyuga tomara asiento primero. Ella miraba hacia una dirección en concreto, el lugar donde ella le gustaría estar estaba situado al lado de un chico rubio que miraba hacia todos lados… pero era tan vergonzosa y penosa que no fue capas de ir y tomar asiento a su lado, sin poder acercarse a el de frente fue y se sentó en la fila detrás de el.
El azabache no había notado para donde había mirado la chica, tampoco noto que la chica había tomado asiento en ese lugar por alguien en especial… el pequeño solo la siguió con la convicción de poder hablar con ella y quizás, solo si lo necesitaba la protegería.
-Hola!.- saludo el pequeño antes de sentarse, ella con sus grandes ojos perlas lo miro y se avergonzó, sus mejillas lucían un rosa pálido que la hacían parecer una muñequita.
-H-hola.
-Soy Uchiha Sasuke.- dedicándole una tierna sonrisa.
-S-soy H-Hyuga H-Hinata, mucho gusto Sa-Sasuke-kun.- era la primera persona que le hablaba, quizás no era el rubio que admiraba, pero era un posible amigo… su primer amigo.
-Seremos amigos Hinata-chan.
-Hai!
Sasuke pensaba en las mil manera de decirle a su Onii-san de su nueva amiga, contarle a su Oka-san la idea que tenia de poder protegerla, decirles que su nueva amiga era una Hyuga, que tenia los ojos mas hermosos que había visto en la vida… estaba ansioso de poder contárselos.
Mientras que Hinata pensaba que su primer día de academia no había sido del todo lo que esperaba, sus ojitos se posaron en la melena rubia que permanecía aun solitaria, por que nadie quería acercarse?, porque nadie podía ser gentil con el?, porque tenia que ver que nadie hiciera nada? …
"Yo tampoco hago algo para poder ayudarlo… si tan solo pudiera tener algo mas de valor… si tan solo fuera mas segura de mi".
Necesitaba valor, requería un pequeño empujón para poder hablarlo y darle las gracias por ayudarla aquella vez… pero ella no tenia nada de eso, ella carecía de todo lo que el resto tenia.
Aun no era hora de salir al patio y estaba nerviosa, había pensado en decirle a su nuevo amigo si era posible invitar a que comiera con ellos, que no podía soportar al verlo así de solo y que quería darle las gracias por ayudarla… pero no sabia si el querría hacerlo.
Habían pasado barios minutos y aun no era capas, miro el reloj que estaba colgado en la pared del frente al lado de la pizarra y se altero. Habían pasado casi una hora y solo quedan unos minutos para poder interferir, tenia miedo era evidente, sus manos comenzaron a sudar frio, su respiración era mas rápido y pausada, miraba de reojos al azabache pensando si era o no correcto pedirle ese favor.
Eran solo unos niños de 6 años y ella ya tenia problemas con relacionarse, tenia problemas en comunicarse.
-E-etto, S-Sasuke-kun.- trago saliva dolorosamente y trato de seguir hablando cuando el volteo y prestaba atención.- Y-yo… etto.- cerro los ojos por un segundo respiro profundamente y lo soltó todo rápidamente y lo mas bajo que su voz podría llegar a ser.- Podemos invitar a comer con nosotros, a el.- y lo apunto por debajo de la meza para que nadie pudiera notar que lo hacia. El pequeño azabache no sabia de quien se refería hasta ella bajo la vista hasta sus piernas, el niño vio que su minúsculo dedo apuntaba hacia delante al único chico que se encontraba sentado delante de ellos.
Solitario… que hubiera pasado si el que estuviera solo fuera el?
"Me hubiera gustado que alguien me dirigiera la palabra, que me hablara"
Sus ojitos perla lo miraban suplicante, quería negarse, su idea era que ella estuviera pendiente solo de el… el la hablo primero porque tenia que invitar a otro… pero claro que no pudo negarse.
Iruka-sensei anuncio a los alumnos que podían salir del aula para que tuvieran su hora de almuerzo, cuando eso paso la pequeña Hyuga puso una cara triste, no lo había logrado, no logro que su nuevo amigo fuera quien le dijera al rubio que los acompañara a comer.
-Hey tu.- dijo desde su asiento el azabache, el se giro y le sonrió a la niña.
-Gracias Sasuke-kun.
O0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o
Cuando llego al aula no había nadie, miro el reloj de la pared y se dio cuenta que había llegado demasiado temprano, escogió al azar donde sentarse. Su primer día de academia y había llegado temprano.
Los minutos pasaban y no había rastros de nadie…
Solo faltaban unos 15 minutos para que fueran las 9 de la mañana y sintió como se abría la puerta, giro rápidamente y vio que entraban dos chicas, una de cabello rosa y la otra de cabello rubio, ambas lo usaban corto… ambas lo miraron y rieron, el chico se sintió herido, destrozado, ofendido.
"Aunque fueran niñas lindas… no es lo que busco"
Comenzaron a llegar mas niños, había visto a mucho de ellos en el parque y casi ninguno le había dirigido la palabra.
Sus ojos se habían comenzado a nublar, tenia mucha pena, sentía que su pecho se oprimía, necesitaba gritar o quizás golpear a alguien… pero lo que mas anhelaba su corazón era un abrazo, necesitaba sentir que tenia algún lazo con alguien… pero estaba solo, desde que nació no recordaba ninguna figura paterna, no recordaba nada… solo nació siendo el niño odiado por todos en la aldea.
Se había cansado de mirar hacia la puerta y esperar que alguien realmente quisiera tomar asiento junto el… solo miro hacia el frente y espero paciente a que todo acabara…
Pasaron los 15 minutos y nadie se había sentado a su lado, pasaron los 15 minutos y el sensei estaba de pie frente a ellos.
-Buenos días niños y sean bienvenidos a la academia ninja de Konoha.- todos los niños pusieron una gran sonrisa y el corazón del pequeño rubio se encendió al escuchar las palabras de quien seria su mentor mientras estuviera en la academia, ya no dolía tanto como lo había hecho desde un comienzo, ahora en su corazón albergaba la esperanza de salir de la academia siento el mejor ninja de la hoja…- yo seré su sensei, veré y me are cargo de que cada uno de ustedes sea preparado para ser un guerrero, quiero que todos ustedes sean los mejores. Mi nombre es Umino Iruka.
La clase se trato de teoría básica, Nadia había echo algún comentario hacia el pequeño rubio, al igual que nadie se le acercaba… pero no le importaba, estaba atento a todo lo que hablaba su sensei, no quería que sus penas lo llevaran a deprimirse y no querer lograr sus sueños, si eso significaba aguantar las miradas pesadas he hirientes de algunos niños.
Valiente.
No comprendía muchas cosas de las que su sensei hablaba, no entendía que significaban esas líneas sobre la pizarra. Pero algo si lo tenia muy claro, se convertiría en un hombre algún día… y cuando eso pasara el seria el líder de la aldea y todo el mundo se retractaría de las palabras y actos crueles que le proporcionaron…
-Ya chicos es hora de que salgan a comer y jugar un rato… conózcanse.- dijo mirando como el rubio se ponía de pie, el sabia quien era ese pequeño, estaba al tanto de cada uno de los acontecimientos que estaban detrás de el… su familia murió a causa de lo que el lleva guardado dentro de su ser… Iruka lo miro y no pudo aunque trato, no pudo sentir odio hacia el… después de todo ni el pequeño sabia lo que tenia en su interior.
Odio profundamente el termino de la clase, todo significaba quedar solo.
-Hey tu.- se escucho a sus espaldas, no sabia si girar a mirar quien lo llamaba, tenia miedo de que otro niño lo mirara feo o peor… que lo insultara.- Hey tu el rubio.- llamo de nuevo el que se encontraba aun en incógnita, el pequeño Naruto trago fuertemente y se propuso a dar media vuelta.
Sus ojitos azules no comprendían lo que estaba pasando, había un niño y una niña mirándolo con una sonrisa, la primera sonrisa que había recibido de otros niños de su edad. El pensaba que quizás podría ser solo su imaginación desesperada por obtener la atención de otros de su clase… pero no.
-Hola.- dijo el pequeño rubio sonriendo al igual que los otros dos.
-Hola, soy Uchiha Sasuke.- el azabache saludo y miro a su amiga nueva que aun no podía decir nada.- Ella es Hyuga Hinata.- la pequeña se sonrojo y comenzó hablar.
-H-hola… m-me preguntaba si tu querías comer con nosotros.- dijo nerviosa mientras jugaba con sus dedos.
-Claro que me gustaría ir a comer con ustedes… soy Uzumaki Naruto.- su sonrisa era radiante, llena de esperanzas y amistad.
-Bueno vamos entonces a comer.- hablo el pequeño azabache que al igual de estar un poco dolido de no ser solo ella y el, mostro una sonrisa porque no solo había conseguido una amiga si no que también a un amigo.
Los otros dos pequeños respondieron en alegre Hai!
A veces las personas he incluso los pequeños niños tienen preferencias en cuanto al momento en el que viven, algunos niños desean ser amigo de los mejores, pero ¿porque?... algunos quisieran encontrar a una persona especial para no sentirse solos en la vida que dentro de su familia no han podido encontrar, algunos prefieren solo rendirse a la soledad que fueron confinados al nacer, otros solo quieren dejar de existir… pero a que se debe el pensamiento de esas mentes que recién comienzan a formar criterio de lo que es su vida…
Sigue tu camino con la frente en alto que en algún momento sabrás que todo lo que has pasado será recompensado con lo que siempre anhelaste.
Solo tienen 6 años y sin querer encontraron lo que buscaban dejando de lado la soledad.
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Olas!...
A ki les traigo un nuevo fic que había querido hacerlo hace bastante tiempo… espero que les guste de alguna manera…
Si tiene mas de 10 view subiré la continuación… y si no bueno simplemente kedara en esto…
Gracias… de todas maneras… :3