Título: Amiga mía

Pareja: Cleon/Weskerfield (Insinuaciones)

Rating: K

Resumen: En su vuelo a otro país, Leon decide confesarse en una carta lo que sintió al ver a Claire con otro hombre y cómo su corazón empezó a caer pedazo por pedazo.


Amiga mía, lo sé, sólo vives por él
que lo sabe también, pero él no te ve
como yo, suplicarle a mi boca que diga
que me ha confesado entre copas,
que es con tu piel con quien sueña de noche
y que enloqueces con cada botón que
te desabrochas pensando en su manos.
Él no te ha visto temblar, esperando
una palabra, algún gesto un abrazo.
Él no te ve como yo suspirando,
con los ojitos abiertos de par en par,
escucharme nombrarle.
¡Ay, amiga mía! lo sé y él también.


" 15 de Noviembre del 2013

Querida Claire:

Amiga mía, te escribo esto desde el aeropuerto del cual partiré en menos de media hora. Puesto que ahora tengo el valor suficiente como para escribirte semejante confesión, quería pedirte sólo una cosa; por más diminuta que sea, me alegraría mucho verte feliz. Aunque siempre quise ser yo quien te haga sonreír, sin embargo, no pudo ser así desde que aquel hombre logró conquistarte ciegamente.

Quería dejarte en claro, aunque me fuese, que siempre contarás conmigo, porque, al fin de cuentas, sigues siendo mi amiga tras tantos años. Hoy no tengo la dicha de poder decírtelo a la cara; me hubiese gustado aprender a hablar sin dar tantos rodeos, pero no. Tengo un viaje importante por delante y, por mucho que duela de esta manera de decírtelo, no puedo seguir siendo tu sombra. El confidente de tus confesiones entre copas cuando me hablas de él y yo me derrumbo por dentro. Que me dices que es con su piel con quien sueñas de noche, la que enloquece con cada botón que te desabrochas pensando en sus manos. Pero él no te ha visto temblar esperando por él. Siquiera algún gesto, o un abrazo.

Mientras yo busqué miles de formas para que fijaras en mí, terminaste con ese engreíd, el cual no te da la mínima parte de atención que yo ofrezco. Perdóname si uso esas palabras, no caben otras mejores para describirle. Siento mucho tu ausencia y me pesa tu enamoramiento con ese hombre.

Sé que en parte fue mi culpa por no explicarme. ¿De qué hubiese servido de todas maneras? Si ya supe desde que nos conocimos que él tenía tu corazón amarrado. Fue muy de cobarde mi pensamiento mas no me arrepiento. Al igual que no me arrepiento el haberme guardado tu historia, esa que me contaste de cuando eras niña, porque hubiese resultado conmovedora. Y de toda esa historia, me importa porque eres mi amiga.

Ahora el tiempo me corre a cuenta gotas al escribirte esto con la mano temblorosa y un nudo en la garganta. Cabe destacar la presencia de lágrimas también, mas intento ocultarlas porque también sé que no llorarías por mí, ni cuando leas este escrito. Porque, para ti son sólo palabras; para mí, sentimientos.

En algún momento pensarás que estoy celoso; la verdad es que no, porque nunca me perteneciste y nunca lo harás mientras él siga allí. Ahora me despido con un abrazo y un beso a la distancia.

Espero comprendas mi situación y que seas feliz,

Suerte con Albert, Claire. Cuídate.

Leon S. Kennedy"

Tras doblar el papel y depositarlo en un sobre el cual había escrito el destinatario, caminé hasta el correo presente en el aeropuerto. Minutos más tarde de haber dejado la carta, enjugué mis ojos con la manga de la chaqueta. Suspiré y caminé, con mi maleta a cuestas, hasta la entrada al avión. Me dije a mí mismo que ese amor que tantos buscan, no había llegado aún para mí.


Saludos,

Ronald B. Knox