Hola, hola :D! He traído otro fic xD.
Muy bien, que decir, esto es algo que me pidió especialmente HelenaBl, una fiel lectora y seguidora de mi fic "Una torpe caída". (Helena, te adoro!)
Fue así, al principio ella me salió con eso del Omegaverse y la verdad no entendía ni un pito a la vela xD.
Pero cómo me había llamado la atención lo investigue... Y después de tanto tiempo, me llegó una especie de inspiración, ya que me era perfecto para poder poner en contexto un montón de ideas que ya había tenido previamente para un riren, así que aquí estamos, intentando hacer un Omegaverse en medio de, básicamente, mi propio AU.
Quiero aclarar principalmente que esto poseerá principalmente humor, y que para ello utilizaré un Eren más o menos canon, pero que en determinadas situaciones, lo pondré a propósito en OoC.
No estoy segura de que tan largo será, ni tampoco demasiado qué tipo de historia voy a escribir, solo tengo una base de ideas específicas que me harán ir improvisando una historia sobre la marcha. Pero, de lo que sí estoy segura, es que a partir de lo que ya tengo, algo más o menos bueno va a salir... (creo, sean buenos conmigo T.T)
Cómo advertencia, también debo agregar que esto será para mayores de 18 años (MA), y dudo que sea un típico mundo Omegaverse, pero es lo que me ha salido realmente con esta temática.
Al ser principalmente un U creado por mí, encontraran muchas cosas que quizá iré explicando sobre la marcha, y por supuesto por las cuales tendrán todo el derecho de preguntar. De todas formas, ya con este primer capítulo me asegurare de dar un buen pantallazo de este AU... Vale decir que es la primera vez que "creo" uno, lo cual no es más que un montón de cositas sacadas de todos lados (supongo que luego recordaré de donde habré sacado ciertas o cuales ideas, pero todo sucederá a base de una lógica que yo más o menos invente), algo así cómo un gran rompecabezas, y bueno, todo ocurrirá en base a la vida cotidiana de este U.
Es básicamente un realismo mágico, osea, nuestra realidad con unas cuantas cosillas agregadas...
Solo espero que sea de su agrado, sobre todo para tí, mi querida Helena!
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Aclaraciones:
Pensamientos/Palabras o frase significativa: (Curve) inserte pensamiento/ inserte frase.
Diálogos: -Inserte dialogo.-
Palabras importantes/ ideas importantes/ énfasis: (Bold) Inserte palabras.
Sobre énfasis: -...*dialogo*Inserte énfasis*sigue dialogo*...-
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Disclaimer: Shingeki no Kyojin y sus personajes no me pertenecen, pertenecen al señor Hajime Isayama.
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Sufriendo mi rareza:
...PIP! PIP! PIP! PIP!...
Que tortura…
Otro puto día, con otra puta mañana, con el mismo puto pitido de mierda despertándome, en el mismo puto mundo.
Si, odiaba levantarme temprano. Siempre lo hacía de mal humor.
La noche anterior me la había pasado estudiando hasta tarde, y es que por ser un puto Alfa, mi vagueza no estaba permitida...
Ni por mi mismo...
Nuevamente puteaba a mi naturaleza de Alfa.
Me encantaría poder decir que disfruto de la suerte de mi genética, pero no es el caso... Yo ya era un caso especial, era un caso raro entre los raros, ya que por supuesto, los Alfa entre los humanos eran los menos.
Habían más que nada Betas y Omegas, pero bueno, volviendo a lo mismo de siempre, yo ya era un caso raro.
Era un Alfa Omega.
Tan ridículo que soy único en el mundo, y no, no por eso me siento especial.
Al contrario... A pesar de que mi naturaleza de Alfa y mi naturaleza de Omega se complementan muy bien, muchas veces tenía batallas en mi fuero interno entre mis dos personalidades...
Y no, tampoco es que sufra de trastorno de personalidad múltiple. Es que hay momentos en los que mis instintos de Alfa son más fuertes, y hay otros que son los de Omega... Pero seguía siendo yo, ya que usaba eso siempre a mi favor, aunque no venga al puto caso...
Si, adoraba putear mentalmente durante las mañanas.
Aún así, nadie sabía sobre mi naturaleza.
El único que lo sabía era mi padre, para los demás yo solo era un Alfa, y gracias a mi fuerte Aura, era capaz de esconder mi aura de Omega...
Los únicos que podrían detectar mi naturaleza de Omega irremediablemente serían únicamente otros Alfa, y solo en mi época de celo.
Pero por suerte, fui muy cuidadoso con eso, y gracias a que no era un Omega regular, podía faltar los dos o tres días que me duraba el celo, alegando alguna enfermedad. Tener de padre a un médico, que encima también era un Alfa, por más raro que suene, tenía sus beneficios, ya que me cuidaba y me celaba más que a nada.
También me hacía el favor de no estar en casa por esos días, la idea para nosotros de hacer incesto únicamente por culpa de las feronomonas nos asqueaba.
Y bueno, gracias a todo eso, hasta ahora mi naturaleza de Omega no había sido notada.
Y realmente debía tener mucho cuidado, porque no quería que alguien de por ahí venga y quiera reclamarme, mucho menos terminar siendo una puta insaciable…
El día que tenga pareja, por ahí si voy a ser puta insaciable sin culpa, pero por ahora, no estoy interesado… Aparte, quiero tener la posibilidad de elegir. Mi mamá la tuvo… ella lo eligió a él, no al revés, y la verdad, recuerdo que la historia de ellos era todo un melodrama, ya que había comenzado justamente como un amor unilateral… Por suerte las cosas habían terminado bien, y el resultado de eso, fui yo…
Aún así, si tengo que decir la verdad, por más que lo nieguen estoy más que convencido de que soy un forro pichado, pero bueno, estoy tranquilo de que no me querían menos por eso, jeje.
Bueno, saliendo de mis pensamientos felices, recordé lo que tenía que hacer el día de hoy,y a decir verdad, era todo muy tedioso.
Lo peor es que tengo examen de genética y de psicología… justamente tiene todo que ver con lo anterior, y cómo es todo la misma mierda pero con diferentes olores, es una lata tener que estudiar básicamente lo mismo, dos veces.
Y no es cómo si no entendiera mi propia sociedad, maldita sea, me costaba entender el hecho de que haya gente que aún no entienda lo fácil que funcionaban las cosas... Pero bueno.
Lo que si odio son las putas mil quinientas clasificaciones y subclasificaciones que tenemos...
Dejate de joder… ¿Por qué la raza humana tenía que ser tan complicada?. Pensé involuntariamente mientras rodaba los ojos.
Me arrastre desde mi cuarto hasta el baño, preparándome para darme una ducha.
Mi cara estaba hecha un desastre por el sueño, y mis ojos verdes rebosados en lagañas... Oh, mira qué bonito, dos enormes ojeras me saludaban desde el espejo, dándome los buenos días, y recordándome que no había dormido nada.
Ya aseado y con mi típico uniforme negro puesto, me dirigí a desayunar.
Lo hice solo, rápido y en silencio, ya que mi padre, "el gran doctor Jeaguer", en estos momentos ya estaba en el hospital. Y éramos solo una pequeña familia de dos.
Antes de que se haga tarde, agarre dinero y me fui a la preparatoria. En el camino me encontré con Armin, mi mejor amigo, el cuál era un beta. Y un par de cuadras más adelante estaba esperándonos Mikasa, una Alfa.
Nos saludamos, y al llegar, entramos todos juntos al colegio, pero en lo que estabamos a punto de ingresar, justo Armin tropezó, haciendo que todas sus cosas vuelen por los aires...
Y no pude evitarlo al ver a mi amigo en peligro.
Por innercia y por reflejo, automaticamente frené con mi mente la caída de Armin y todos sus objetos.
Los maniobré con la mirada, para que Armin pueda acomodarse y recoger del aire una a una sus cosas de forma ordenada.
Armin me sonrió y me agradeció apenado, alegando que siempre lo salvaba y que lo sentía por ello.
Yo le dije que cierre el culo (la boca) y que camine, que era estúpido agradecerme por algo así. Cómo si fuera a dejar que un estúpido piso le haga daño a un amigo mío.
Si, supongo que me había olvidado de mencionarlo, pero bueno, tiene que ver con todas las clasificaciones de porquería que me tuve que estudiar.
Los Alfas estábamos divididos en muchísimos grupos, con respecto a nuestra personalidad y capacidad, pero todos poseíamos una facultad física y mental en especial, esa era nuestra característica y naturaleza.
Según la naturaleza de nuestro poder mental y nuestro desarrollo de este, estábamos divididos en Armas/Escudos, Caballeros y Espejos.
Por ejemplo, Armas son aquellos que la naturaleza de su poder sea de ataque, cómo lo sería la manipulación de objetos, o la canalización de energía propia en proyectil. Escudos son aquellos que poseían facultades de naturaleza defensiva, cómo el poder proyectar una parte de la energía de tu cerebro para crear un campo de fuerza, o la neutralización de los ataques. En una batalla de Arma contra Escudo, dominara quien posea un mayor porcentaje de dominación de su facultad, siendo el 100% lo mayor generalmente, y lo que te disponía para ascender de nivel, teniendo que sobrepasar significativamente ese punto.
Yo era un caballero. Ser un caballero significaba el haber dominado por encima del 100% nuestra habilidad natural, y gracias a ello, desarrollar una facultad de naturaleza contraria. Básicamente, se nos decía caballeros ya que poseíamos armas y escudos. Cuando dominábamos muy por encima del 100% ambas facultades, es cuando podían adquirir la máxima facultad.
Ser Espejos...
Los Espejos eran capaces de llevar estas facultades al máximo, y mezclarlas. Mientras que un Arma solo puede atacar, y un Escudo solo podía neutralizar y dispersar, un Espejo podía reflejar. Eso quería decir que no solo rechazaba un ataque, sino que lo volvía en tu contra con un propio ataque integrado, llegando así a fuerzas que superan el 300%, en un uno contra uno claro. Ese porcentaje podía aumentar, ya que el Espejo también podía absorver y retener, llegando así por ahí a canalizar los ataques de varios oponentes, y los porcentajes podían subir por encima del1000.
Lo único que podía detener a un Espejo era otro Espejo, y actualmente, solo existían 63 Alfa Espejos en el mundo.
Mi habilidad natural había sido la de ser un Arma... Sin embargo, ahora ya poseo un Escudo desarrollado a un 90%, por lo tanto tenía muchas esperanzas de poder alcanzar el otro nivel pronto.
Mi capacidad especial era la de manipular con la mente la materia a cómo se me dé la gana... Lo más sencillo era hacer manipulaciones físicas, ya que para poder llevar a cabo las manipulaciones químicas, debía conocer primero cómo llevar a cabo tal reacción y disponer de los componentes, y también distinguirlos entre ellos...
Era más complicado, pero con práctica y estudio, ahora se me daba bastante natural. Lo que me estaba sacando canas verdes era tratar de controlar las reacciones químicas del cerebro para poder llegar al control mental… Pero bueno, eso ya es otro tema.
Así mismo, mi escudo lo desarrollo a base de endurecer mi piel, o bien, mi estructura ósea. Concentraba el hierro y el cobre de mi cuerpo, junto con demás materiales que obtengo del mismo aire, y a todo esto lo sellaba con grandes cantidades de energía de mi cerebro, teniendo como resultado una especie de impenetrable cristal, preparado para cubrirme de ataques físicos y psíquicos.
Bueno, impenetrable hasta que un Arma que este desarrollada por encima del 100% lo golpee.
Pero para eso me bastaba hacer un contraataque con mi Arma que ya está por encima del 150% y no tendría demasiados problemas con ellos, no por nada soy Caballero.
Así mismo, no es cómo si no pudiera usar mi escudo y contraataque al mismo tiempo, por lo tanto, en caso de encontrarme con un Arma al 180% (lo cual es raro), bastaría con lanzarle un contraataque a un 100%, deteniendo ya gran parte del ataque, e impactando contra mi escudo el 80% restante, lo cual no me sería ni una cosquilla.
Bueno, cabe aclarar que el 100% es una media de cantidad de energía que el gran grueso de los que poseen alguna facultad mental o física puede utilizar, pero había casos especiales cómo el mío y los Alfas que se entrenan, donde podemos utilizar cómodamente muchísima más energía que la del grueso de esas personas.
Y el porcentaje de los escudos estaba marcados por hasta dónde resistían sin verse afectados, ya que los Escudos podían resistir o neutralizar un poco (bastante) más, pero ya por encima de ese porcentaje recibido, comienzán a presentar algunas fisuras, solo quebrándose al recibir aproximadamente entre un 15 y 20% más de la energía que pueden soportar.
Ahora… ¿Para qué servía todo esto en un mundo completamente pacífico, donde hacía más de 200 años que la sociedad no estaba estamentada por la condición genética, y las guerras?
Mayormente por solo una simple cosa.
Para el amor y/o la reproducción.
Estos eran útiles esencialmente para cuando dos Alfas queríamos reclamar a un mismo Omega, y así mismo los Betas, ya que hay un tipo de beta que también poseía una facultad especial, pero estas eran solo físicas, no mental. Aún así, básicamente, era por la lucha por los Omegas. Era lo único que se discutía realmente.
Aún así, la importancia de tu clasificación en general era grande, ya que todas esas facultades genéticas te brindaban ciertos dones y dotes naturales, y traían consigo todo un comportamiento y personalidad…
Básicamente marcaba quién ibas a ser en la vida, bueno, en realidad es al revés, básicamente ya naces con una vida más o menos marcada y así se reflejaba en tus cualidades, pero no desde el status ni la posición social, nada que ver tenía eso, sí no de algo mucho más profundo, desde tus gustos y personalidad, a también cómo te desenvolverías en tu círculo social y familiar.
Salí del trance de mis pensamientos, lo cual era usual y mis amigos están acostumbrados a ello, y me di cuenta que ya era horario para entrar.
Me dirigí con mis amigos hacia el salón, y ya en la primera hora tuve el examen de genética.
Contesté todas las preguntas sin dificultad, no fue nada difícil el examen. Aparte, de todas formas había estudiado un poco para ello, debo admitir que soy algo duro conmigo mismo, y no me perdono ni los fallos ni los errores.
Ya en la tercera hora, tuve el de psicología. El cual también pude completar sin dificultades gracias a que los temas eran algo que mi padre hace muchos años se había encargado de inculcarme.
Sobre todo el tema de las Auras.
Mi Aura ya de por si era bastante especial, debido que entre los Alfa, mi clasificación completa sería Alfa Caballero Sumiso/Súper Dominante (Supra).
Sumiso no significa tímido o dominado. Sumisos eran aquellos que normalmente tenían una personalidad tranquila y agradable, por lo general compresiva y alegre. Eran los Alfa que se relacionaban bien socialmente, aunque también podría decirse que "alegre" estaba medio de más, los Alfa de por sí no son así.
Las personalidades de los alfa, así como de los betas y los omegas, pueden venir combinadas. Entre los Alfa, existe el Sumiso, Dominante y Superdominante.
El dominante es una personalidad seria y fuerte, aquellos que son solo Dominantes no son personas muy alegres que digamos. Suelen ser fríos y calculadores. Y de ingenio bastante corto.
El superdominate es una personalidad fogosa, y aquellos que son solo así, son personas que suelen vivir enojadas, son violentos y explosivos. El ingenio que tienen es muy malo, y son muy violentos en sus "momentos rojos". No toleran para nada el desacato de su autoridad.
Aún así, la gran diferencia radicaba en las auras. Y aura es una sola, siempre la más fuerte.
Bueno a excepción de la mía, que poseía dos, mi Aura de Omega también era potente, gracias al cielo que podía esconderla.
Para darse una idea, el Aura de alguien que sea sumiso necesita de una acción física para hacerse respetar (afectar), al no ser tan fuerte, necesita aplicarse de forma directa. En cambio, el Aura de un dominante, alcanzaba solo con dar una orden con palabras, o sea, también necesita de un medio para llegar a la otra persona (las ondas sonoras), pero esta abarcaba más distancia.
El Aura de un superdominante es aplastante, y, a diferencia de las otras dos, solo una mirada basta para hacerte doblegar por completo, tanto física como psicológicamente. El Aura de un superdominante se irradiaba.
Mi Aura al ser tan potente, no solo era llamativa, si no que también me ayudaba a esconder perfectamente mi Aura de Omega. Más adelante explicaré como funcionan sus Auras.
Por ahora, por fin, era la hora la hora de almorzar.
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Llegando la hora de almorzar, Eren, Armin y Mikasa se dirigieron juntos al bufet.
Ahí tenían encuentro con todos sus demás amigos, un grupo bastante variado, donde había dos Omegas neutras, las cuales eran Sasha e Historia, dos Betas especiales, Ymir y Jean, y luego Betas neutros, que esos eran Connie, Marco, y por supuesto, Armin.
Eren ingresó en compañía de sus dos amigos inseparables, y el resto de su grupo, bueno, el resto de la cafetería, habían notado llamativamente la presencia de Eren y Mikasa.
Automáticamente, su grupo se vio atraído por el Aura de Eren y se dirigieron hacia ellos.
Al sentarse, el Aura de Eren se disperso como una onda expansiva, y recorrió toda la cafetería, afectando directamente a todos los presentes, cómo si en ese momento una ráfaga de calor intenso les hubiese chocado… Era algo completamente involuntario, pero también era natural, ya que eso era algo que su cuerpo hacía involuntariamente para reconocer si había otro Alfa en el lugar donde se estaba asentando.
Efectivamente, el Aura de Eren había recorrido toda la cafetería, chocando suavemente con un par de bultos, y luego, sufriendo una gran colisión en uno de sus puntos…
Ah… Ahí estaba…
Ese era Rivaille.
En el mismo momento en el que nuestras Auras chocaron estrepitosamente, no pudimos evitar voltear a vernos.
Nos miramos a los ojos, y por un ínfimo segundo, nuestras auras habían empezado a pujar la una contra la otra y competir.
Eso sucedía cuando chocaban dos Auras Superdominantes. Era algo involuntario de parte de ambos, pero eso era porque a pesar de todo, nos reconocíamos como rivales.
Después de unos segundos, donde nuestras miradas se apresaron la una a la otra, y nuestras auras chocaran bastante, nos dimos cuenta y nos relajamos al instante. Le sonreí y él me devolvió el gesto con un asentimiento de cabeza, así era cómo nos saludábamos todos los mediodías.
Nos respetábamos, y para ser sinceros, también nos llevábamos muy bien. Podría decirse que éramos amigos.
Pero eso no significaba que nuestra naturaleza no fuera a hacer lo suyo… Si, aunque le tenía todas las ganas a Rivaille, y entre ser gay y omega no me la ponía tan fácil, aún así repito, no significaba que la naturaleza no fuera a hacer lo suyo.
Pero bueno, la razón por la cual llegamos a ser amigos se debía a que cómo ambos también poseíamos una personalidad Sumisa, podíamos convivir más que tranquilamente.
Para ser sinceros, yo respetaba y admiraba a Rivaille. Es más, debo añadir que para ser más exactos, la clasificación de Rivaille completa era Alfa Espejo Sumiso/Superdominante.
Si, exacto. Rivaille era un Espejo. Era claramente más fuerte que yo.
Y condenadamente sexy.
Si, está bien, vale aclarar que ya en esta época hace rato que no existe prejuicios con la sexualidad, por algo existían también los Omegas hombres, o las Alfa mujeres, y vale reafirmar nuevamente que yo soy más gay que un poni rosado.
Pero, volviendo al tema, aún así y por algún motivo, Rivaille me reconocía como un rival digno. No sé ni cómo ni por qué, pero el respeto era mutuo.
De hecho, había que agregar que él estaba dentro del ranking de los 50 espejos más fuertes en el mundo, y la verdad que me sorprendía que así y todo el tenga ese respeto hacia mí.
Ahora seguro se preguntan que putas es ese ranking… Que a quién le estoy hablando? Pues a ti, presencia omnipresente que de alguna forma estás viendo todo lo que está dentro de mi cabeza, de alguna forma tengo la necesidad de hablarte.
Ahora te voy a explicar la necesidad de ese ranking.
Para empezar, recordemos que estamos hablando de los seres humanos, por eso.
Naturalmente que aún existían los malditos terroristas y corruptos alrededor del mundo, y entrando a ese ranking, te solicitaban especialmente para unirte a las asociaciones de Inteligencia y cazarlos.
También es por eso que ansío tanto ser un Espejo. Esos malditos mafiosos, esos hijos de puta, habían sido los que habían asesinado a mi madre.
A mi padre no le agrada la idea, el también lo era y formó parte de esa organización, donde conoció a mi madre, pero desertó a penas ella me tuvo a mí.
En cambio Rivaille me había apoyado, y lo sigue haciendo.
Incluso él ya estaba apuntando para allá cuando termine la preparatoria, y yo, con ojos de aprendiz cómo lo estoy viendo, muero por seguirle el paso y superarle… Sé que aunque sea con esa meta fija, algún día pueda alcanzarle, aunque no pueda más que eso.
De todas formas decidí dejar mis cavilaciones por un rato y prestar atención a lo que se estaba dando en mi mesa.
Mikasa y Armin estaban sentados a mi lado, comiendo en silencio. Mire a Mikasa de reojo con curiosidad ya que había algo que siempre me había intrigado… Cómo carajos ella siendo Alfa terminó formando parte de mi "manada" bajo mi "mando".
Si, no se me ocurren términos mejores, ni más adecuados… "Séquito" me sonaba a sectas y rictus que la verdad, nada que ver con migo. "Grupo"… No queda muy bien, no se entiende, y si bien si puede decirse que soy el leader, en ese caso sería ya más un equipo, y no es cómo si hiciéramos básquet, rugby o futbol.
Por lo tanto, manada, era la mejor. Ya que los grupos sociales alrededor de un Alfa se convertían en una segunda familia. Y si, yo como tal, estaba en la cabecera de la mesa.
Pero aún así, siendo Mikasa una Alfa Dominante/Dominante, me sorprendía. Ella era toda una Alfa, de personalidad más que difícil, y aún así era sumisa ante mi mando…
Había escuchado que cuando una cosa así sucedía, podía ser debido a muchas razones, una de ellas era que en algún momento con ese Alfa compartimos sangre, y quien haya quedado al mando de los dos, había sido en ese momento el hermano mayor.
Cuando en una casa había más de un Alfa, la autoridad se la disputaba por la vejez, por lo tanto de los dos, automáticamente el sería quién "dominaría"…
También, el hecho de que esa relación de sangre prevalezca tan fuerte a través de las generaciones, hasta el punto de ya ser de dos familias completamente diferentes, se debía a que en ese momento, les abrían hecho casarse. Era una tradición antigua, de que si había en la familia dos hijos alfas de sexos diferentes, estos automáticamente estaban destinados a casarse, ya que creían que el hijo de estos dos juntaría la fuerza de ambos padres, y obviamente, sea él o ella, estaban destinados a la milicia.
Era una tradición bastante cruel, y la verdad, para ser sinceros, la idea de que en algún momento con Mikasa habíamos sido un par de hermanitos incestuosos me daba escalofríos.
Pero bueno, que se le va a hacer. Ya está.
La hora del almuerzo terminó, y nos dirigimos juntos a clase. A la pasada, fui junto a Levi, porque tenía que ir a hablar con él.
Nos dieron a todos los cursos un trabajo de a parejas, y teníamos que hacer pareja con alguien de un año diferente al nuestro... Aparentemente el fin de todo eso era a que aprendiéramos a "traspasar" barreras psicológicas impuestas por la edad, el sexo o la cultura, y aún así lograr resultados satisfactorios.
El fin no era malo, de hecho, estaba bueno, pero dudaba que esa sea la razón, desconfío mucho de esa profesora... Está loca.
Bueno, al fin y al cabo, al darnos ese trabajo ayer en la última hora nuestra profesora de biología, automáticamente pensé en él. Era rápido para hacer las cosas, y responsable, sería conveniente hacer de pareja con él porque no tengo mucha paciencia que digamos como para hacerlo con otra persona, que no fueran Armin y Mikasa, que de hecho, ellos ya estaban haciendo el trabajo juntos (traidores).
Llegue rápidamente al pasillo con él y lo detuve, mi grupo siguió caminando y el de él igual.
-Rivaille-san…-le llamé no demasiado alto, porque sabía que podía escucharme perfectamente y a él no le gustan los gritos… De hecho, a mí tampoco, en todo caso el único que puede gritar soy yo, y aunque sea injusto, no es como que pueda evitarlo. No era muy gritón, pero perdía los estribos muy rápido para mi gusto, y bueno, grito.
-Hmm?.-me preguntó al voltearse y detenerse. Note como su mirada me recorrió de arriba abajo en un segundo, como si algo en mi uniforme le hubiera llamado la atención, no con la típica mirada sobradora de fulana.
-¿Ya te dieron el trabajo ese de biología?- le pregunté directamente, yendo al punto.
-Sí, por?- me dijo con simpleza.
-P-Porque te quería preguntar si ya tenes pareja para hacerlo.-le hable con bastante seguridad sin dar vueltas. No iba a balbucear, a veces me preguntaba como había gente que le costaba tanto hasta pedir una cosa como esa. Pero bueno, siempre hay un poquito de nerviosismo.
-Tsk, dale me ahorraste un trabajo.-me dijo con una media sonrisa de las suyas.- La verdad no tenía ganas de andar preguntando.-me dijo con su típica expresión de aburrimiento.
-Uy, cuídado, al señorito siempre hay que buscarlo.-le dije yo jodiéndolo, mientras una enorme y estúpida sonrisa se me escapa por mi propio chiste. Sorprendentemente, el bufó con una media sonrisa clavada en la cara, parece que también le había causado.
-Nah, solamente soy cómodo…-me comenta en su defensa, a lo que yo sin poder evitarlo, me río.- Igual, ya te tenía en mente, dentro de todo para estas cosas eres el más soportable... Creo que me hubiese volado de un tiro un huevo si tenía que terminar haciéndolo con esa loca.-me comentó mientras empezábamos a caminar de nuevo.
-Bueno, entonces después en gimnasia arreglamos bien?.-le propuse, íbamos a llegar tarde si nos atrasábamos mucho más.
-Dale mocoso, que ahora tengo a la pesada de Política y Derecho.- me dijo con mala cara, cómo si fuera toda una historia tener que fumarse a esa profesora, que claramente, no se la quería ni cruzar.
-Ei!- le dije molesto por volver al "apodo".- Me sacas dos años nada más, querido ancestro fósil viviente de la humanidad.- le digo cínico, haciéndome el molesto. Siempre disfruto de estas idílicas charlas con él.
Rivaille me miró fijamente, otra vez con una de sus medias sonrisas que me vovían loco. ¡No! ¡Aura de omega, no! ¡No te excites!
-No seré un ancestro fósil, pero aunque seas un alfa, tienes la cara de una NENA de cinco años.-Me dice con un tono burlón.- Agradece que te digo mocoso y no mocosa.- Me contestó con el mismo cinismo.
Quise hacerme el molesto e intentar fruncir el ceño como si estuviera ofendido... Pero no me salió.
No pude evitarlo y otra vez me comencé a reír. Si ya sé, me debería enojar, pero no podía! La verdad es que hace tiempo que ya no me molesto con él por esas causas, hace un par de años, me hubiese atrevido hasta a insultarle, pero ahora, simplemente lo acepté como una parte de él y aprendí a reírme de ella.
Antes, al rato también terminaba riéndome, ya que era su forma de hacer humor, pero había un par de moretones de por medio. Ahora, simplemente me embarque en su cause de chistes negros.
Así que simplemente le negué con la cabeza y rodé los ojos, como diciendo "que mierdas dices", y me aleje mientras le saluda con la mano, dirigiéndome al salón. Él me correspondió el gesto y se fue al suyo.
Llegó la hora de gimnasia, que para ser sinceros no era mi favorita, y encima solíamos hacerla compartida con otro curso, el de Rivaille.
Si bien, Rivaille y su grupo me caían bien, el restante del curso no me iban mucho (Que va, para mi eran unos minusválidos mentales). Especialmente el rubión grandote ese, Steven.
Aparte, en cuanto a actividad física, ya hacía bastante con mi trabajo y profesión escondida, gracias.
Si, si. Si alguien llegara a enterarse de que soy bailarín y profesor de danza, mi naturaleza de omega quedaría totalmente expuesta. Es más, para empeorarla, soy un comodín: bailarin y bailarina, trabajaba cubriendo ambos roles, y lo peor, me encantaba...
...Jamas admitiré públicamente que adoraba usar tacones.
Y obviamente, si se llega a saber, mi reputación de Alfa quedaría… "taconeada".
Encima esta era la hora más peligrosa para mi secreto. No podía lastimarme y tenía que tener cuidado de no hacer movimientos demasiado gráciles o lo notarían.
¿Por qué tampoco podía lastimarme? Porque lo único que los Alfa y los Omega tienen en común es la regeneración. PERO, son muy diferentes.
La regeneración de los Alfa es rápida y deja cicatrices. Sin mencionar que solo pueden curarse heridas, no enfermedades. Ahora bien, la de los Omegas es diferente. Es instantánea y no deja cicatriz. Y aquellos que, cómo él que lo heredó de su madre, eran Omegas curanderos, además tenían la capacidad de curar a otros y de controlar y curar enfermedades simples y venenos.
Lamentablemente, enfermedades terminales como el lupus o los diferentes cánceres existentes no las podían curar completamente, ya que eran mucho más que difíciles y requerían de mucha energía vital. Podían controlarlos y hacerlos más pequeños, con suerte y al menos entre dos.
Pero ya que las cirugías serían siempre sí o sí necesarias, las cosas se hacían diferentes.
Es más fácil que usen su energía para mantener al paciente vivo mientras se le va extirpando el tumor, y luego ir sanando las suturas, a tratar de eliminar al cáncer por medio de la curación en sí.
Pero bueno, por suerte, desde que se les permitió sus derechos a los Omega y el entrenar sus facultades, bueno, aquellos que sean omegas curanderos, ya no existe enfermedad que sea mortal.
Volviendo a la clase.
Ya me estaba saltando la térmica mientras enlongaba y escuchaba las estúpideces que hablaban los del otro curso. Eran simplemente tan... insulsos. No se como explicarlo. Pensándolo mejor, creo que "incultos" sería la correcta, si, esa era la palabra.
Jamás podría mantener una conversación de más de tres minutos con alguno de ellos.
Para terminar de empeorarla, de compañero, oh casualidad, me pusieron a Rivaille, de quien más me debo cuidar.
Un par de veces ha sospechado que algo raro tengo, y una vuelta, cuando estaba cuatro días antes de mi celo que ya se empieza a percibir, habíamos terminado en una situación medio extraña en el baño. Por suerte, no supo decir que era, pero debo estar muy atento a lo que hago. Y nuevamente, en esta hora es cuando estoy en verdadero riesgo de que se sepa mi segunda naturaleza... Sin mencionar que si por algún motivo llego a tener demasiado contacto físico con él, su aura estaría demasiado cerca de mi aura de omega y podría sentirla.
Por todo eso no me gusta gimnasia.
Sobre las auras, estás tenían propiedades físicas muy extrañas, y como toda emanación de energía, no podía ser ni cortada, ni atravesada, ni destruida. Pero poseían mucha fexibilidad, y las superdominantes, tenían la propiedad de extenderse hasta 100 veces sobre su tamaño original.
Por lo tanto, en una distracción mía, mi aura podría correrse y almodarse mutuamente con la otra, y así poder llegar a dejar un hueco que le permitiría a Rivaille estar en contacto con mi otra aura, aunque este no lo quisiera... Y ahí no hay tu tía, no pasaría desapercibido por él. Y por más que confíe en él, yo no quiero que NADIE sepa.
Cómo actividad tuvimos resistencia, y la última media hora, vóley. Fue divertido, pero como siempre tengo suerte para la desgracia, al desayunar poco y a las apuradas, me descompuse.
Rivaille me acompañó hasta la enfermería, y se quedó conmigo. Ofreció a modo de chiste cargarme hasta allá, pero yo ni de chiste lo dejaría. Cómo alfa, me serían ciento setenta y tres centímetros de humillación. Y a Rivaille se le inflarían ciento setenta centímetros el ego. Si, era tres centímetros más alto que él.
Aún así, me ayudó y me vigiló que no caiga cómo un saco de papas al piso. Y amablemente, me ayudó a acostarme correctamente en la cama de la enfermería, ya que todo me daba vueltas.
Rápidamente llamaron a mi papá para que me venga a buscar. La enfermera me preparó un té digestivo, y me dio unas consoladoras palabras de alivio al decirme que pronto me vendrían a buscar, y que con reposo, esa descompostura infernal se me pasaría.
Mi morocho favorito decidió tomar asiento mientras esperaba a que vengan a buscarme. Me sorprendí que lo haga, ya que si quería, podía volver a la clase. Me le quede mirando confundido, y él en respuesta también me miró así. Suspiré.
-Che, ya sabías que te podías ir si tenes ganas, no?- le dije de forma directa, ya que bueno, lo conocía bastante bien, y esa era la mejor manera de hablarle.
- Ese es el asunto justamente…-me respondió.- No tengo ganas, de hecho, tengo ganas de saltarme la clase, no los soporto más.-se quejó conmigo, aunque luego volvió a clavarse en el su típica media sonrisa.- Y de paso, quedo cómo el compañero de oro que se quedo preocupado cuidando al pobre inválido estomacal hasta que le vengan a buscar.- me explicó con un aire de suficiencia.
Yo, a pesar de que aún me sentía débil, me reí quedamente. Me voltee pansa abajo y me acurruque en la almohada mirándole, mientras aún me reía, y por algún motivo note que de pronto su postura y su aura se tensaron. Decidí pasarlo por alto.
-Ejeje… Sos malo, malo. Muy mala persona.-le decía en chiste mientras aún me reía, y le saque la lengua. Vi como apretó suavemente su puño y desviaba la mirada por un segundo, mientras esa sonrisa ladina volvía a aparecer.- Mira que usar de excusa la invalidez de un pobre enfermo para tus fechorías hijo de puta...-le dije con un poco de dramatismo.
-Sí, y disfruto siéndolo…-me contestó con cinismo.- Aparte, ya te dije, si me quedaba un minuto más ahí aguantándome a los descerebrados de mis compañeros, corría sangre.- me dijo y yo volvía a reírme.
-Neh… no está bueno eso. Es mejor humillarlos por un rato, eso se disfruta más.-le dije yo, sonriendo con malicia, sacando mi escondido lado sádico por un momento. Pero no mentía, amaba hacer eso… Y ese Steven, que ya se sacó todos los numeritos conmigo, para un día de estos que se la dé de machito de vuelta, le tengo una buena preparada para poner en juego su hombría, y dudo que sea en un futuro lejano.
-No lo discuto… Pero realmente si no llego como mínimo a romperle el cuello aunque sea a uno, mi ira no se calma, y es molesto. No es como si quisiera terminar siendo un criminal.- me aclaró.
-No se le puede hacer nada.-contesté suspirando y torciendo mi gesto.- Para los que son como nosotros es normal, no le des mucha importancia... Ya se pasará-le dije para tranquilizarlo, restándosela.
Cuando termine apenas de decirlo, la enfermera por fin apareció por la puerta para avisar que al fin había llegado mi padre a buscarme, y como ya me sentía mucho mejor, me levante con ganas de mi cama. Todavía sentía una pequeña molestia en mi vientre, y mi cara fría, pero no era tan grave.
Apenas traspasé la puerta de la enfermería, con Rivaille pisándome los talones y cuidándome de que no caiga, pude divisar en el pasillo a mi padre.
Usualmente, al ser de personalidad Dominante, y su aura la de un Superdominante, su expresión por lo general era dura y fría. Pero eso no significaba que aquellos con esas características no puedan sentir cariño o demostrar afecto… De hecho, lo eran mucho, pero única y exclusivamente con su familia. Pero bueno, la realidad era también que primero tenían aprender a hacerlo.
Y mi papá hace mucho que lo había aprendido.
Aparte, los padres Alfa eran irremediablemente amorosos con sus hijos Omega. Los cuida y los cela hasta la muerte.
Muy diferente es con sus hijos Alfa, con los cuales suelen ser mejores amigos.
Con los Beta, también sucede esto, pero tienden a ser más estrictos con ellos, ya que son los más desprotegidos, y por todos los medios querían que sus hijos Betas también puedan ser triunfadores.
No por ellos, si no, por el bien de sus hijos.
Se imaginaran entonces que con mi padre tengo una relación muy especial...
Somos mejores amigos…
Y me cela hasta la muerte.
Es por todo esto que al verme salir de la enfermería, se permitió mostrarme una mirada preocupada acompañada de una cálida sonrisa… Qué expresión más complicada, no?
-H-Hola papá.-le dije con algo de dificultad, al estar de pié me sentía más débil.
-Hola hijo.-me respondió en un tono afable, mientras mantenía su sonrisa.
Obviamente guardamos las apariencias, y al mostrar potente mi aura de Alfa, mi padre me trataba como se trata normalmente a un hijo Alfa. Con camadería.
Al menos fue así hasta que vió quien venía detrás de mí. Apenas cruzó miradas con Rivaille, su rostro volvió a ser el frío de siempre, siendo acompañado en expresión por el de Rivaille, y su Aura se explayo de forma demandante y competitiva.
Mi padre no odiaba a Rivaille.
Pero para él era también otro pulpo que buscaba hacer ve-a-saber-cuantas-cosas-pervertidas conmigo, y sentía la necesidad de marcar ampliamente su territorio sobre mí.
Me pregunté que pasaría si me papito supiera que era completamente al revés. Dudo que me meta en un convento de monjas, pero bueno… Quizá si sea capaz.
Rivaille no se quedó atrás, explayó su Aura de forma explosiva y comenzó a pujar con la de mi padre, mientras entre los dos se fulminaban ambos con la mirada.
Rivaille me tomo de mi muñeca repentinamente y se me acercó aún más, sorprendiéndome. Mi padre frunció aún más el ceño, pero no hizo nada… Solamente se enojo tanto que su aura se había tornado visible, y hacía temblar a todos los vidrios de la ventana del pasillo.
Naturalmente, Rivaille lo hizo igual, y ahora todo a nuestro alrededor se alejaba y comenzaba a temblar.
Me estaba enojando.
Se estaba volviendo completamente asfixiante para mi y mi aura, y si este numerito seguía un poco más, Rivaille podría descubrir algo.
Me pregunté por qué le seguía la corriente a mi padre cuando de la nada este se ponía a pelear por mí. También, por un segundo, me pregunté si en caso de un enfrentamiento quien sería el ganador, pues ambos eran espejos… Estaba seguro que sería de lo más sangriento.
Sacudí la cabeza y deseché rápidamente esos pensamientos, dispuesto a separarlos.
Mi ceño se frunció con mucha molestia e hice algo que pocos podían hacer, ni siquiera Rivaille.
Hice con mi aura una nebulosa alrededor de mí, y como si fuera una bomba de tiempo, la hice explotar de forma que se dispersara como un filo arrasante, del grosor de un dedo, la cual debido a la increíble cantidad y velocidad de energía disparada, la hizo visible como un gran horizonte de luz.
Lamentablemente, destrulló ambos extremos del pasillo, pero aunque sea al haber separado radicalmente el contacto en sus auras, entendieron que me había enojado, y pararon de discutir con sus auras.
Me sentí mucho más aliviado, había sido tan asfixiante…
-Buenos días.- saludó Rivaille un tono de voz seco y frío a mi padre.
-Buenos días.-respondió con la misma actitud.
-Ne, Eren.-me llamó Rivaille, que ahora que lo recuerdo, aún me estaba tomando del brazo.
-Hmm?.-le pregunté.
-¿Haces algo a la tarde?-me preguntó simplemente, a lo cual intente hacer un poco de memoria.
-Mmm… N-No que yo sepa.-le respondí al final con algo de duda. No sabía a donde quería llegar. Aparentemente al verme proablemente confundido, soltó un bufido y se decidió a explicarme.
-Tsk, tarado, recuerda el puto trabajo de Biología.-me respondió con su tono de voz de siempre solamente que algo molesto. Suspiró.- Bueno, entonces ya que estas libre, prefieres que nos juntemos a las cuatro en tu casa o en la mía?-Me preguntó.-A mi me da igual.
-En la nuestra.-Se metió repentinamente mi padre, aún mirándolo molesto. Le miré con el ceño fruncido, pues me molestaba que se metiera en donde no debía. Pero entendía que quería tenerlo vigilado... Y tenerme vigilado.
Había veces en las que pensaba que como siga así, mi padre me haría llegar virgen a los 30. Dios, que triste.
Como sea, me moría por decirle que deje de desconfiar tanto de Rivaille, más allá de todo, las posibilidades de que él se fijara en mi eran cercanas a 0. Si bien el es bisexual, se perfectamente que no entro en sus morochas preferencias. Lo entendía... A mi también me encantaban los morochos.
-Cómo sea.-dije sin más.-A las cuatro te estaré esperando.¿Sabes donde vivo?-le pregunté, ya que no sabía si alguna vez lo había invitado a mi casa.
-Si, si sé. Dios, mocoso dile a tu padre que te revise un poco la memoria.-me dijo con el ceño fruncido, gesto el cual le devolví, aunque no pensaba responder.- Tsk, da igual, a las cuatro estaré ahí.-me dijo simplemente.
-Okey, un minuto tarde, y juro que solo abriré la puerta para cerrártela en la cara.-le dije haciéndome el molesto. Aunque una pequeña sonrisa traicionera me delató. Levi bufó a modo de risa y me mostró una de sus geniales sonrisas torcidas.
-Si claro, me encantaría ver si tienes los huevos de hacerlo.-me retó.
-...-Lo mire con molestia fingida, y luego le sonreí de forma pícara.-No.-le dije seco, y me reí un poquito. Cosa a la que él se unió.
-Bueno, nos vemos mas tarde mocoso, espero y te mejores.- Me dijo mientras se marchaba y se despedía con su mano.
-Si, si gracias.-le conteste simplemente mientras correspondía su gesto.
Me mordí el labio, mientras seguía a mi padre que había salido caminando para la otra dirección.
A pesar de que me lo tomaba con calma y lo solía negar, una de las razones más importantes por la cual no quiero que Rivaille sepa de mi condición, es porque no quiero ser cercano a él y tener más confianza de la que ya tengo, menos, terminar acostandome con él por calentura y despecho.
Y la más grande verdad de todo eso es por que tenía miedo. Tenía miedo de enamorarme de él. Lo se, se que si no tengo cuidado, todo esto que ya siento se agradará de forma incontrolable, y Rivaille no es conocido por ser alguien afectuoso y de una sola persona.
Al contrario... Y sabía que si me enamoraba, me iba a doler. Demasiado. Porque los Omegas tenemos un problema:
Cuando nos enamoramos, nos enamoramos una sola vez.
Y yo quería tener cuidado de quien me enamoraba, es por eso que luchaba tan desesperadamente al igual que mi madre por ser YO el que pueda elegir.
Aún así había un sentimiento muy contradictorio dentro de mi:
A pesar de todo...
Ya no podía esperar porque fueran las cuatro y verlo venir.
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Muy bien, se perfectamente que esto es más corto que lo que suelo escribir, pero es solo un capítulo piloto. Tengo pensada toda una historia por supuesto, pero dependerá de como tomen este fic.
Se que es raro, y de repente se han encontrado en un AU donde hay humanos con super poderes, Auras, clasificación estamentada en Alfa, Beta y Omega como si fuera un fic de licántropos, y muchas cosas raras más. Pero espero que no las haya perdido mucho.
Trate de hacerlo tan claro como pude, y este es solo el primer pantallaso. Planeo intentar dejar planteadas absolutamente todas las condiciones de este AU y lo que serán los argumentos de la historia, en los primeros tres capítulos. Aca ya deje uno, faltan dos. Luego sera bien bien pura historia, pues ya no deberán leerse todas las explicaciones XD.
Espero que les haya parecido cómodo, y que no haya quedado pesado. La verdad, en realidad disfruté mucho escribiendo esto.
A tí mi querida Helena! Espero que te haya gustado ! No sé si es lo que esperabas, pero bueno, es lo que me salió =3.
Sobre los C's de Eren y Levi se que no están 100% canon, al menos no de Eren... Sin mencionar que le haré un OoC algo especial, el cual disfrutaran en el próximo capítulo xD. Pero bueno, volviendo a lo principal, para ser sinceros al imaginarlos a ellos, como ellos, como esencia, en este AU donde sus historias de vida son diferentes, y a lo que se deben enfrentar aún más, no los veo actuando de otra forma, si bien, quizá no se haya visto mucho de su comportamiento en general xD.
Ah si, no es ningún mundo futurístico, estamos en el siglo XXI xD.
Bueno, ahora sí, les explico, para armar este AU me inspire en HunterxHunter (las Auras surgieron pensando en los NEN de ellos, pero únicamente en la característica de la presion que puede generar) en la película de El aprendiz del mago (la forma en la que Eren puede usar su poder, y el usar la química y la física molecular para ello) y en lo básico del Omegaverse en sí. Las Psicologías se las invente, obviamente, la explicación del uso de las habilidades también, PERO, el clasificar las habilidades y que se puedan adquirir más de una de ellas, así también como lo de medirlo en porcentajes, fue idea sacado de HunterxHunter también, aunque obviamente, hay mucha diferencia.
Por eso dije que esto era medio raro, es una mezcla de haber agarrado un poquito de cada cosa y mezclarlo bien bien con mi imaginación xDD.
Bueno, ya saben, cualquier cosa, me la preguntan. Y adoraría saber que les pareció, me sentiría muy feliz de recibir sus reviews, aunque estos solo digan: "deja de perder tu tiempo escribiendo mierdas". Como siempre, en el próximo cap seran contestados xD.
Bueno, les mando un abrazo muy muy grande, nos vemos en la próxima actualización :D!
Bye~.
Atte: Allen-chan.
