Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.
Capitulo 1
Este día había sido lo peor para ella o bueno él. ¿Qué dice? Este día ha sido el más raro de su vida desde que despertó, o más bien desde que entro al baño y se vio en el espejo. De la desesperación encontró ropa en el closet que fue del papá de su amiga Ukyo. Hasta eso, tenía muy buen gusto y pudo al menos combinarlo. Pantalón negro, camisa blanca de vestir, solamente que por el frió, traía un abrigo largo de color negro y bufanda roja.
Se pegó a un árbol porque no podía soportar el dolor en esa parte que distinguía de un hombre a una mujer. Jamás pensó que un golpe ahí doliera demasiado. ¿Eso sufren? Que horrible ser hombre, bueno… no tanto. No, si lo era. Su rostro entristeció, ha tenido una vida tan difícil y la razón por la que no ha dejado de amar a cierta persona era por algo inexplicable y además, ni siquiera debe de recordarlo o recordarla…Bueno ¡Era muy confuso!
Al sentir que ya no le dolía tanto, comenzó a caminar por el parque hasta que ya lo hizo con facilidad. Paso algo por el que estaba así, debía de pensar en una solución ¿O no?
Miro a dos personas más adelante y no los distinguía muy bien, pero era un hombre y una mujer. Ella tenía la mirada hacia abajo y él parecía como si estuviera molesto. Fue cuando se dio cuenta de quién era, ¿Por qué en este día tan lamentable tenía que verlos? Las dos personas que hace muchos años le destrozaron la vida y por quien maldijo a la vida por haber nacido como mujer, así es, nació como mujer y extrañamente despertó siendo un hombre.
Tenía diecisiete años e iba al instituto más caro y prestigioso de Japón. Eran la 7:57 de la mañana y ya era tarde. Ukyo y Ranko estaban corriendo lo más rápido posible para llegar antes de que cerraran la puerta porque después ya no podrían entrar. Al llegar eran las 8:01 por lo que ya estaba cerrado.
—Llegamos tarde, otra vez. —Gruñó Ukyo viendo a su amiga.
—No me culpes, tú fuiste quien se quedó dormida. —Contestó Ranko.
Los papas de Ukyo y Ranko se habían casado hace dos años por lo que ellas eran hermanastras. Ya habían sido amigas casi toda su vida y un día presentaron a sus padres y fue amor a primera vista. Tenía poco que el papá de Ranko había muerto y la idea de que su madre se casara no le agradaba mucho, aunque fuera el papá de su mejor amiga. Pero después viendo que lo quería mucho y el dolor de haber perdido a su primer amor, entendió y acepto al papá de Ukyo.
Era un amor tan hermoso que tuvieron sus padres que soñaba con tener algo así, encontrar a la persona indicada. Solamente vivía con el papá de Ukyo porque hace poco murió su mamá.
Ukyo por otra parte, le dio gusto que su papá se enamorara de la mamá de Ranko, además de vivir con su mejor amiga era lo mejor, siempre se quisieron como hermanas y ahora lo eran. Su verdadera madre se fue y los abandono a su padre y a ella y tener a una mamá y más si era la de su mejor amiga fue como si estuviera en un sueño en donde al fin tenía una familia. Aunque duro poco cuando ella murió y ver a su padre perder a otra persona amada fue muy difícil para ellas.
—¿Entonces qué hacemos? —Preguntó Ranko.
—No lo sé. —Respondió Ukyo.
Sin que se dieran cuenta apareció una chica de cabello corto azulado que respira con dificultad, tenía sus manos agarradas de los tubos de fierro de la puerta de la escuela y traía su uniforme gris de falda corta con dobladeses, saco del mismo color y corbata negra.
—¡Rayos! —Maldijó la chica.
—Son las 8:02 por lo que llegaste tarde. —Habló Ranko.
—¿En serio? No me había dado cuenta. —Dijo la chica con sarcasmo.
—Ay, perdón. —Dijo Ranko con una mueca.
—No, disculpa es que no había faltado en todo el año y con esto rompo mi record de asistencia perfecta. —Dijo con tristeza. —Me llamo Akane Tendo.
—Yo me llamo Ukyo Kounji y ella es Ranko. —Se presentó y luego a su amiga.
—Saotome, me llamo Ranko Saotome. —Terminó Ranko con una sonrisa.
Akane sonrió al verla y extrañamente Ranko sintió un cosquilleo en el estomago.
—Bueno ya que estamos aquí sin poder entrar podemos ir por comer algo. —Sugirió Ukyo.
Akane lo pensó un momento y acepto.
A partir de ese momento comenzó una linda amistad entre las tres, salían, comían y estaban juntas en la escuela a pesar de que Akane fuera a una clase diferente.
Ukyo y Akane platicaban en un árbol mientras comían su almuerzo.
—¿Dónde está Ranko? —Preguntó Akane.
—No lo sé. —Respondió Ukyo.
Del otro lado de la escuela estaba Ranko y enfrente de ella una chica que estaba con las mejillas sonrojadas. Ranko suspiro porque últimamente era muy seguido.
—Lo siento. —Contestó Ranko. —Pero yo no puedo aceptar tu propuesta.
La chica tenía los ojos llorosos.
—¿Es por qué a ti no te gustan la mujeres? —Preguntó la chica.
Ranko no sabía que decir, extrañamente nunca se había puesto a pensar en eso. Pero ahora que lo pensaba, nunca se ha interesado en un hombre, pero tampoco en una mujer que no sea… Agrando los ojos, ¿Cómo podía pensar en eso?
—Siempre te veo con Kounji y con Tendo, pero sé que Kounji es tu hermanastra y Tendo… ella te gusta ¿No?
Ranko nunca había pensado en eso, últimamente convivían mucho, aunque también Ukyo, pero ella tenía una sonrisa tan linda y cada vez que le sonreía se ponía nerviosa. Le gustaba estar con ella, si y mucho.
—Si no me contesta es que así es. —Habló la chica. —De ser así, yo te quiero y lo que importa es que seas feliz y eso me pondría también feliz. —Sonrió la chica. —Suerte.
Ella se retiró dejando pensativa a Ranko. ¿Era así?
Por otra parte, Ukyo estaba con la boca abierta. Akane tenía una sonrisa.
—No puedo creer que te le hayas declarado Shinosuke. —Dijo Ukyo con felicidad.
Akane tenía las mejillas sonrojadas, pero con una sonrisa.
—¿Soy la primera en enterarme? —Preguntó Ukyo.
—Sí, es por eso que quería que Ranko estuviera aquí para decírselo a las dos. —Dijo Akane con una gran sonrisa.
—Me da mucho gusto por ti. —Sonrió Ukyo.
Ranko se dirigía al salón y el de Akane estaba a un lado. Ukyo apareció abrazándola con una gran sonrisa.
—Oye te tengo un chisme. —Habló Ukyo.
—No estoy de humor para chismes, Ukyo. —Dijo Ranko sin mucho ánimo.
—¿Te sucede algo? —Preguntó Ukyo. —Te veo triste.
—No es nada. —Ranko miro hacia el frente y se quedó seria.
Ukyo miro y estaba Akane y su novio agarrados de la mano mientras se miraban con un brillo en los ojos.
—Eso era lo que te quería decir, Akane ya tiene novio. —Dijo Ukyo con una sonrisa.
Ranko no sonrió y no dejaba de observarlos, fue cuando se dio cuenta de que esa chica quien se le declaro tenía razón, estaba enamorada de Akane o eso creía.
Ranko no quiso seguir viendo y se fue. Ukyo se quedó extrañada y la siguió hasta el patio.
—¿Qué sucede Ranko? —Preguntó al ver que se detenía.
Ranko le daba la espalda porque no quería que la vieran llorar. Ella nunca quería mostrarse con debilidad ante los demás y eso era algo que aprendió de su papá. Sin tan solo él estuviera vivo y se enterara que estaba enamorada de una mujer se muere nuevamente, y de su madre ni se diga, ambos eran muy conservadores.
—Espera… ¿No me digas que te gusta Shinosuke? —Intuía Ukyo y de ser así, las cosas se pondrían muy mal.
—No. —Respondió Ranko.
Ukyo suspiro.
—Pero si de Akane. —Confesó.
Ukyo se quedó seria. Sabía que varias chicas se le declaraban y eso le molestaba porque ningún hombre lo hacía.
—No sabía que a ti te gustaran…
—Créeme que yo tampoco lo sabía hasta que vi a Akane con ese. —Ranko se dio la vuelta para mirar a su amiga a los ojos.
Ukyo miraba el rostro triste de ella y le dolía, pero jamás paso por su cabeza que ella sintiera algo por Akane.
—Me siento mal, iré a la enfermería. —Dijo Ranko y se fue.
Ranko decidió irse para no verlos, pero mientras caminaba encontró un café y decidió entrar. Sentado en su mesa y con café caliente en la mano quiso disfrutarlo y olvidar todo, aunque sabia que no lo lograría. Pero vio que ella entro y por sus ojos rojos estaba llorando. Se sentía mal porque estaba disfrutando eso, pero era lo que merecía si era lo que estaba pensando, por no escucharla y verla después de diez años hacia que siguiera sintiendo algo por ella, aunque no de esa manera en la que pensaba. Pasaron más cosas en los últimos años que prefirió no pensar.
Ranko estaba molesta porque escucho a Shinosuke que no solamente tenía a Akane a sus pies, sino a otras más. Antes que estar enamorada de ella, primero estaba su bienestar. Sin embargo, antes de entrar al salón estaba Shinosuke y la miraba con una sonrisa.
—¿Qué quieres? —Preguntó Ranko con agresividad.
—No es la manera de tratar al novio de tu amiga. —Respondió acercándose a ella. —No le dirás nada a Akane o sino yo le diré que estás enamorada de ella.
—Has lo que quieras, pero prefiero que este lejos de ti a sentir vergüenza de estar enamorada de una mujer.
Él se acercó a ella y la besó, pero era una trampa porque Akane los miraba. Hizo que ella pusiera sus manos en sus mejillas y las de él arriba de ella para que Akane pensara que ella se atrevió a besarla… y así fue.
Ranko seguía observándola desde lejos hasta que ella se alejó y dejo a Akane llorando. Se sintió mal por verla así y no es porque aun sintiera algo por ella, sino porque no soportaba ver a alguien triste. Después de ese suceso, su reputación en la escuela fue afectada, tanto que decidió irse a estudiar a otro país. Akane la odio e incluso la cacheteo en más de una ocasión.
Incluso creyó lo que él le dijo, que estaba enamorada de ella y quería separarlos para tenerla e hizo eso para que ella pensara que la besó. ¡Es absurdo! Tardo en superar eso, pero lo hizo y gracias a su amiga Ukyo. Ambas se fueron porque ella no quería dejarla sola.
Pero ahora al presente, ¿Cómo paso lo que le estaba pasando? Actualmente era la dueña una de las empresas más importante de publicidad en el país y no podía aparecer así como esta, pero ¿Cómo sucedió esto?
Estaba descansando después de trabajar toda la noche con una nueva campaña en el que estaba emocionada porque le dejaría una gran ganancia que beneficiaría a la empresa. Al sentir la luz en su rostro despertó. Miro el reloj y eran las siete de la mañana. Se sentó en la cama y se estiro.
Su cuarto estaba oscuro ya que la gran ventana que está a lado derecho del cuarto tenia las cortinas cerradas. La puerta estaba enfrente de él y en la esquina izquierda estaba la puerta del baño. Las paredes eran de color claro, su cobertor era verde con dorado y la alfombra era roja. Se puso sus pantuflas y camino al baño.
El baño era grande, era más luminoso por el color del azulejo que era blanco. Tenía al fondo de lado derecho la tina y en izquierdo la ducha que era tapada con una pared y del otro lado tenía una puerta transparente. En la otra esquina estaba el tocador que tenía dos lavados y un gran espejo que abarcaba todo el tocador. Se dirigió ahí y se lavó la cara, aunque sintió un poco extraño al pasar su mano por su rostro ¿Eran más grandes? Se miró al espejo y agrando los ojos, tardo cinco minutos en gritar lo más que podía.
A dos habitaciones de él, una chica cayo de su cama al escuchar ese grito. Ukyo se levantó adolorida y se sobaba la cabeza en donde recibió el golpe. ¿Era la voz de un hombre? Salió de su habitación y fue al cuarto de Ranko.
—Ranko. —Llamó Ukyo tocando la puerta. —¿Sucede algo?
Ranko salió del baño con pánico, ¿Cómo le explicaría a Ukyo? Ni siquiera sabía lo que pasaba. Debía ser un sueño, era eso, es un sueño y uno muy feo.
—¡Ranko! —Gritaba Ukyo.
Tenía que responder, pero no podía hablar. Si su cuerpo cambio era obvio que también su voz. Ukyo giró el picaporte y Ranko nuevamente entro al baño y se encerró. Ukyo entro y no vio a su amiga.
—¡Ranko! ¡¿Dónde estás?! —Preguntaba Ukyo buscando por la habitación. —¿Estas en el baño? —Preguntó estando atrás de la puerta.
Ranko estaba pegada a la puerta y pensaba una manera para escapar de ahí, pero era absurdo, ella era su amiga, no, era su hermana ¿Por qué no confiaría en ella? Ukyo vio que un pedazo de papel salió de debajo de la puerta. Ranko siempre tenía un cuaderno en el baño, en caso de que se le ocurriera una idea para una campaña. Ukyo lo levanto y leyó.
"Sucedió algo muy extraño"
Vio otro papelito saliendo debajo de la puerta.
"Voy a salir pero no te asustes por favor"
Otro papel salió.
"¡Desperte siendo un hombre y estoy asustada!"
—¡¿Cómo un hombre?! —Chilló Ukyo. —¿Estas drogada?
Ranko abrió la puerta con lentitud y salió del baño. Ukyo agrando los ojos y se alejó caminando para atrás sin dejar de observar a ese hombre que según era su amiga.
—¡No sé lo que me paso Ukyo!
Ukyo agarro un jarrón y lo rompió. Apunto a Ranko con él y su mano temblaba.
—¡¿Quién eres y que le hiciste a mi amiga?! —Exigió Ukyo estando a la defensiva.
—¡Soy yo! ¡No te dije por los papelitos que no te asustaras! —Exclamó Ranko.
—¡Ranko! —Gritó Ukyo entrando al baño.
Tenía miedo de encontrar a su amiga lastimada o muerta. Además, ese hombre podría hacerle daño. Pensaba de diferentes maneras para torturarla, hasta violarla. Lo apunto nuevamente con el jarrón.
—¡¿Dónde está mi amiga?! —Exigió Ukyo.
—¡Yo soy tu amiga! —Respondió Ranko con pánico.
—¿Crees que soy estúpida? ¡Es obvio que no eres mi amiga! —Contestó.
—¿No me crees? —Zapateó Ranko. —Te diré unas cosas que yo solo sé.
Extrañamente Ukyo se tranquilizó, pero no bajo la guardia.
—Cuando tenías seis años te comiste un gusano porque te rete para que lo hicieras. —Comenzó a contarle. —Diez años, me caí en un pozo que estaba en la casa de nuestra tía y para consolarme me disté una hoja de un árbol en forma de corazón que te encontraste en la tierra.
Ukyo estaba asombrada, nadie sabía de eso.
—Otra cosa…—Siguió Ranko. —Cuando entramos a la universidad quisiste hacerte un tatuaje en el dedo y te asustaste porque a la primera puntada te dolió y te quedo un lunar.
Ukyo se miró su mano izquierda y así fue. Bajo la otra mano en donde tenía el jarrón y recorría a Ranko de pies a cabeza.
—¿Qué fue lo que te paso? —Preguntó asustada.
—¡No lo sé! —Gritó Ranko. —¡Desperté así!
—¡Debe de ser un sueño! —Sonrió Ukyo. —Sí, porque esto no pasa en la vida real. A veces existen los sueños compartidos.
—¡Es cierto! Corremos a la pared y así despertaremos del sueño.
—Oye, eso es muy cliché y al final resulta no ser un sueño. —Se quejó Ukyo.
—Tienes razón. —Se convenció Ranko.
—¿Qué hiciste anoche? —Preguntó Ukyo, tal vez así podría saber qué habría pasado para que estuviera en ese estado.
—Fui a tomar. —Respondió Ranko. —Lo mismo que hago los viernes.
—¿Y que más? —Pidió más detalles.
—¡Solo eso! —Exclamó Ranko con desesperación.
Ukyo hacia unas muecas como si estuviera a punto de hacer un berrinche. No sabía que era lo que pasaba y se imaginaba como Ranko se debe de sentir. No… no sabía cómo se sentía, pero definitivamente no quería estar en sus zapatos.
Por otra parte, Ranko estaba a punto de volverse loca o bueno loco, ¡Pero que decía!
—Necesito salir. —Pidió Ranko.
—¡No puedes salir así! —Chilló Ukyo.
Ranko volteo a ver a su amiga.
—¿Aun tienes ropa de tu padre? —Preguntó Ranko.
—Si. —Afirmó Ukyo.
—Problema resuelto. —Sonrió amargamente.
Salió de la habitación y fue al sótano sabiendo que debía estar en ese lugar.
Ranko llego a su departamento y vio que no estaba Ukyo y se sintió aliviada porque así no sentiría vergüenza y más porque no podía sacar de su cabeza a Akane. No pensaba verla nuevamente, pero a la vez le daba gusto y no porque siguiera enamorada de ella, sino que vio como ese desgraciado que arruino su amistad con ella la había cortado y hecho llorar. Sonaba cruel de su parte, pero por culpa de ellos todos estos años había sufrido de amargura y destruyo su relación con mujeres e incluso con hombres, aunque eso era más estable.
Pasaron los días y estaba sentada en el sillón con la mirada perdida preguntándose la misma pregunta de todos los días ¿Qué debía hacer para volver como una chica?
Ukyo estaba sentada en la mesa trabajando y estaba molesta porque Ranko no la ayudaba y era trabajo de ella o de él más bien.
—¡Suficiente! —Explotó Ukyo y lanzo el lápiz.
Se volteó junto con la silla para ver a su amiga.
—No voy hacer tu trabajo toda mi vida. —Aclaró Ukyo. —No te quedaras sentado ¡Digo! ¡Sentada! —Corrigió Ukyo.
—Ya me acostumbré a que me digas así. Como si fuera un hombre. —Contestó con una mueca. —Eso es lo que soy ¿No?
Ukyo se sintió mal, pero eso no quería decir que siguiera enojada.
—Ya están preguntando mucho por ti. —Comentó Ukyo. —Les tuve que decir que saliste de viaje por un asunto familiar urgente y eso que no tienes familia de sangre. Lo bueno es que no saben ese detalle porque si fuera lo contrario estarías perdida.
Ranko no respondió y siguió sin mirar a Ukyo.
—¿Y qué quieres que haga? —Preguntó Ranko. —Que me aparezca y les diga, yo soy Ranko Saotome y desperté siendo un hombre. —Dijo con sarcasmo.
—No, pero…—Fue cuando Ukyo pensó y sonrió. —De hecho, si aparecerás, así como estas.
Ranko la miro con una mueca.
—Disculpa. —Gruñó Ranko.
Ranko y Ukyo estaban en el elevado del edificio donde estaba su empresa. Ranko pensaba que era una mala idea, ya había avisado lo que pasara en la empresa y se indignó saber que todos gritaron de felicidad porque su jefa no estaría.
—Cuando los vea los voy a hace…—Rechinó sus diente Ranko.
—Cálmate. —Interrumpió Ukyo arrugando el ceño. —Te lo ganaste, siempre los tratas mal.
—Y ahora entiendo por qué querías que regresara, la junta de la presentación de la nueva crema Aki Aki se adelantó porque el presidente saldrá de viaje al extranjero. —Murmuró Ranko apretando sus labios al terminar lo que menciono.
—De por si estabas así y no quería darte más problemas. —Se defendió Ukyo. —Además, recuerda que hay vacantes en la empresa y tenemos que revisar los curriculum. —Le recordó. —Ahí si tenías que estar presente.
—Confió en ti. —Confesó.
—Sí, pero te molestara saber que…
No pudo terminar porque las puertas del elevador se abrió y entraron dos mujeres. Ranko se dio la vuelta para no verlas. Las chicas estaban tan distraídas viendo un catalogo de zapatos que no se fijaron quienes estaban ahí. La primera chica era de cabello morado y largo, vestía falda azul de tela gruesa, blusa de botones color blanca con rombos pegados cada uno del mismo color de la falda al igual que su bufanda de seda que tenía en su cuello. La otra chica vestía igual y su cabello era castaño con un mechón rosa.
Ranko se alejó un poco de Ukyo para que no vieran que estaban juntas o juntos.
—Oye. —Habló la chica de cabellos morados. —Obviamente sabes que hoy llegara el primo de la jefa, me pregunto si será guapo.
—Bueno, Ranko es bonita, pero espero que no tenga su estúpido mal humor. —Comentó su compañera.
Ranko hizo una mueca y sus dedos se movían, pero soportando de no desgreñarlas en ese momento.
—Lo más probable es que sea de familia, Xiam Pu. —Siguió la chica.
—Ojala y no, Akari. —Suplicó Xiam Pu. —Yo no entiendo como Kounji la aguanta. Digo, sé que son familia, pero…
—Ella si es linda, pero de lejos se nota que su cabello esta maltratado. —Rio Xiam Pu.
Ukyo alzo una ceja, miro a Ranko que asentía estando de acuerdo con ellas.
—Y a Saotome se nota que su piel es muy seca, tal vez deberíamos ofrecerle unas cremas. —Comentó Akari.
Ranko endureció el rostro. Miro a su amiga y asentida estando de acuerdo con ellas.
—Como sea, estaría bien que Saotome se encontrara a un hombre que la haga feliz para que se le quite lo amargada y su mal genio que es peor que satán. —Rio Xiam Pu.
Ranko se aguantaba y en serio quería lanzarlas desde un balcón.
—Siempre me he preguntado esto, ¿Sera que Ranko y Ukyo tengan ese tipo de relación? —Se cuestionó Xiam Pu.
Ranko y Ukyo abrieron la boca, se miraron y se alejaron un poco más.
—Pues si es así, Ukyo no está haciendo un buen trabajo porque ni así le quita el mal humor. —Bromeó Akari.
—Eso explicaría porque nunca ha tenido novio. —Rio Xiam Pu.
Eso ya fue el colmo para Ukyo.
—Y a ustedes por chismosas y venenosas. —Exploto Ukyo.
Xiam Pu y Ukyo brincaron del susto. Voltearon lentamente para ver a su jefa y le sonrieron.
—Era mentira lo que decíamos. —Se justificó Xiam Pu.
—¿En serio? Se nota porque según yo no estaba aquí. —Sonrió Ukyo.
Xiam Pu y Akari bajaron la cabeza por la vergüenza porque Ukyo jamás había sido malas con ellas a diferencia de la bruja de Ranko.
—Si las escuchara el nuevo presidente las despediría. —Habló Ranko volteando a otro lado para que no vieran su rostro. —Quiere tanto a Ranko que si la ofende, a él también lo ofenden.
—Él no tendría derecho por más que sea el primo de la presidenta. —Señaló Xiam Pu con una sonrisa victoriosa.
—¿Y si ella autorizo despedir a quien él quiera? —Indagó Ranko.
Las puertas del elevador se abrieron y las primeras en salir fueron las recepcionistas de la empresa. El lugar era muy colorido, las paredes que separaban las diferentes áreas eran de diferente color y enfrente del lugar de la recepción había una pared transparente en donde estaba una gran pecera con gran variedad de peces. Había dos pasillos y en la de la izquierda era para ir a presidencia y vicepresidencia que eran los puestos de Ranko y Ukyo, además de la sala de juntas y en el otro pasillo eran las otras áreas correspondientes.
Las recepcionistas lo volvieron a ver y se dieron cuenta de algo, ese chico se parecía mucho a su jefa. Ranko salió después de Ukyo. Caminaba con las manos hacia atrás y sonriéndoles hasta estas enfrente de ellas. Ranko levanto la mano dirigiéndose a Ukyo y ella entendió.
Pensaba que era una mala idea cuando hacia el documento, pero ahora se convencía que era necesario. Le dio el folder y rápidamente saco la hoja y la mostró a todos dándose la vuelta para que todos la vieran.
—En esta hoja esta la autorización de Ranko Saotome para despedir a quien fuera necesario. —Reveló a todos sin dejar de ver a Xiam Pu y Akari que tenían un rostro de pánico. —¿Y saben quién tiene la autorización?
Akari y Xiam Pu negaron con la cabeza.
—Ranma Saotome y ese soy yo. —Confesó sin dejar de sonreír.
He vuelto y con una historia un poco cliché en cuestión de que un hombre se convierte en mujer o una mujer se convierte en hombre, pero quería escribir algo divertido jajaja Esta es la historia romántica bizarra que había mencionado en mi anterior historia, pero en fin. Apenas es el principio y espero que este primer capítulo les guste n.n No lo juzguen antes de tiempo -_- Para los que me han leído saben cómo actualizo, dos capítulos a la semana y el próximo se publicara el viernes ;) Nos vemos el viernes, adiós :D
