Disclaimer: ningún personaje me pertenece.
Esta historia participa en el reto #95 "Bueno, bonito y barato" del foro Alas Negras, Palabras Negras.
Personaje: Viserys Targaryen.
Domar al dragón
La princesa se inclina para servirle el vino, y sus ojos se clavan en el nacimiento de sus pechos. Viserys se relame los labios inconscientemente, y el significado de su oscura mirada no se le escapa.
—Más vino para mi futuro esposo —susurra.
Sus dedos acarician los suyos cuando le tiende la copa. Dany musita un suave «no» cuando le preguntan si desea probar y baja la cabeza; teme despertar al dragón. Se pregunta si la dorniense será igual de complaciente: espera que sí, por su propio bien. El lustroso cabello negro se sacude cuando se da la vuelta y enseña su espalda desnuda, que clama por unos dedos que la acaricien (y marquen).
Es guapa, reconoce: piensa en las heridas que dejaría sobre su piel morena, y en las que dejaría en su mente, porque él desea entrar en ella; y se pregunta si unos ojos negros que lo mirasen asustados serían más bonitos que unos color violeta.
La princesa hace un comentario que obliga a su hermana a mirarlo buscando respuestas —porque no ha comprendido el doble sentido de sus palabras— y él esboza la más atrayente de sus sonrisas, celebrando el dulce ingenio de su futura esposa.
—Cariño, no seas tímida —dice Arianne con una sonrisita, apoyando el mentón en la palma de su mano; sus dedos acarician sus labios por unos segundos—. Te aseguro que mi hermano no tendrá ningún… problema.
Las mejillas de Dany se encienden con furia, y se estremece cuando él pone una mano sobre su hombro descubierto. Pero ya nadie se fija en ella: la princesa lo está mirando nuevamente, y él comprende; aquel pensamiento hace que hunda las uñas en la delicada piel de su hermana.
—V-Viserys… —se queja, aunque tiene el suficiente sentido común de hacerlo en voz baja—. M-me estás haciendo daño…
Aparta la mano con suavidad; la osadía que ha tenido la pequeña idiota lo enfurece… pero sabe disimular bajo la mirada de su prometida. Cree estar en camino de domar al dragón, y doncella o no, pronto aprendería a temerle.
