Prólogo.
Caminaba con tranquilidad, desde el comienzo su viaje han pasado tres años, miró al frente, aquel árbol frondoso lleno de flores de cerezo. Sonrió ladinamente, caminando hasta este, sentándose al pie de su tronco. Alzando la vista al cielo, observando la tan conocida águila de Konoha.
Suspiró suavemente, Kakashi nunca le mandaba cartas seguidas. No tenía mucho que había recibido una del sexto Hokage. El ave poso sobre su hombro, con sutileza, tomo la carta que hacia amarrada a la pata del animal.
Sasuke.
Naruto me ha pedido que se te informe de lo que ha acontecido en Konoha la ultima noche. Varios bandidos entraron para saquear el almacén de pergaminos. Sakura se dio cuenta de esto. Enfrentando a los bandidos, ella tenía la ventaja, pero uno de ellos abrió y recito las palabras de uno.
Sasuke, Sakura desapareció.
Hatake Kakashi.
El Uchiha arrugó aquella carta, frunciendo el ceño, mientras volvía a colocarse de pie. Emprendiendo su camino a aquella aldea que lo vió crecer, la aldea que el dejo en busca de su viaje de rendición. La aldea donde la dejó a ella.
—Sakura—nombró.
