Aclaración: Esta fantástica historia no es mía le pertenece a Imraven, yo solo la estoy traduciendo y cuento con su autorización para hacerlo. Los personajes por supuesto son propiedad de L.J Smith, CW, Summit y Stephenie Meyer quienes crearon dos increíbles historias que ahora se entrelazan gracias al ingenio de Imraven.

Disfruten la lectura!

Resumen: toma lugar al final de New moon pero se cambio el año para que concordara con la segunda temporada de Vampire Diaries. ¿Qué pasaría si Bella Swan fuera la reencarnación de Isabella Salvatore, la querida hermana de Damon y Stefan que murió trágicamente. Ella no solo luce igual sino que gracias a un hechizo lanzado años atrás, comienza a recordar su vida anterior. ¿Qué pasara cuando los hermanos Salvatore se enteren de su existencia? ¿Cómo afectara esto a las relaciones de Bella, especialmente con Edward?¿Cómo entran en el juego Katherine, Victoria, Klaus y los Volturi?

13 de Septiembre de 2010,

Diario,

Ella murió en un día como hoy, 145 años atrás. Todavía puedo verla de forma clara en mi mente. Un recuerdo perfecto. Ella era tan tierna y pura, con un travieso brillo en sus ojos. La única luz de mi vida y de la de Damon... Hasta ese nefasto día... el día que nuestra luz se extinguió dejando nuestro mundo sumergido en completa oscuridad. Haber sido transformados por Katherine no fue nada más que una cruel formalidad luego de eso. La muerte hubiera sido una bendición que ninguno de los dos merecía. Después de todo, ella murió por nuestra culpa y esta media vida que llevábamos era nuestro castigo y sin posibilidad de redención.

Incluso ahora puedo escuchar su voz, su risa, ver en sus grandes ojos cafés cada emoción que alguna vez sintió. Todavía puedo escuchar el rugido lleno de rabia que emanó de la garganta de Damon mientras acurrucaba su cuerpo roto y sin vida. Podía sentir mi propia devastación apoderarse de mi cuerpo apenas mi mente salió del shock y reconoció lo que estaba ocurriendo.

Ninguno de los dos tenía como saber que gracias al intercambio de sangre que hicimos con Katherine, esa última pelea que tuvimos como humanos nos transformaría en las criaturas que somos hoy. De haber sabido, las cosas habrían sido muy diferentes. Los dos habríamos aceptado la muerte, Damon sobre todo. La rivalidad por el amor de Katherine Pierce no es la razón real del rencor que existe hoy entre mi hermano y yo. Es solo una fachada que esconde la dolorosa verdad, la muerte de nuestra hermana...

Stefan dejó el lápiz sobre la mesa y posó su cabeza entre sus manos. Las emociones que sentía en esos momentos lo imposibilitaron de seguir con su tarea. Durante todos los años desde hace un siglo y medio que escribía lo mismo en su diario esperando, que de esta manera, su dolor y sufrimiento disminuyeran, pero esto nunca ocurría.

De su billetera sacó un retrato en miniatura que siempre llevaba consigo. Se lo había encargado a un artista para su cumpleaños número 16. La pintura retrataba a los tres hermanos justo antes de que Katherine apareciera en sus vidas, justo antes de que todo cambiara para mal. La pintura representaba sus momentos felices aunque Damon apareciera con su sarcástica sonrisa que tanto lo caracterizaba. Después de todo, era su escudo contra la decepción que su padre sentía hacia él. Contra el hecho que Stefan era el hijo favorito. ¿Quién podría culparlo? Stefan odiaba a su padre por eso, por poner esa brecha entre él y sus hermanos. Damon nunca fallaba en echarselo en cara, como si de alguna manera ese favoritismo tuviera algo de culpa en la muerte de su hermana. A decir verdad, Stefan siempre se había preguntado si eso era cierto.

El jamás había compartido las memorias de su hermana con nadie, ni siquiera con Elena. Había preferido guardárselas para si. Mantenerlas puras. Pero tal vez era tiempo de dejar eso atrás y compartirlas con alguien, ya que a lo mejor, si hacía esto, podría de tener algo de paz.

Damon Salvatore se sirvió otro trago, ya había perdido la cuenta de cuantos llevaba horas atrás. De todas maneras no importaba, no había nada que anestesiara el dolor y el remordimiento que estaba sintiendo. Tal vez si dormía hasta el día siguiente, dejando este día atrás. Sin embargo el sueño sólo traería pesadillas, cada una peor que la otra. Todas terminaban de la misma forma...con la muerte de su hermana. Aunque esas no eran las peores. A veces tenía sueños donde lograba salvarla. Estos eran aún más terribles ya que apenas despertaba se daba cuenta que no eran verdad, que ella seguía muerta.

Miró hacia el techo, girando el líquido ambarino que yacía en su vaso. Stefan debía estar encerrado en su pieza escribiendo en su adorado diario. Se preguntó, con un aire de desdén, si eso le traía algún consuelo. Si, buena suerte con eso, pensó. Él ya habría escrito libros completos si es que hubiera pensado que eso ayudaría. Después de todo, mañana él estaría en algo completamente distinto, y lo que haya ocurrido hoy hace tantos años atrás quedaría encerrado en su pequeña caja de Pandora que guardaba en lo más profundo de su mente, sólo para abrirla nuevamente el próximo año. Pero el mañana no era tan rápido.

"¿Saliste de tu escondite?" Se burló Damon con una sonrisa desdeñosa, apenas escuchó a su hermano bajar las escaleras.

Stefan suspiró tristemente "Ella no habría querido esto para nosotros".

Damon volteó la cabeza y lo miró desde su posición en el sofá. "¿Y desde cuando decidiste convertirte en Dr. Phill hmmm? preguntó arqueando una ceja.

"También era mi hermana, Damon" respondió Stefan con una voz sombría que ocultaba todo lo juvenil de su aspecto.

El mayor de los hermanos decidió ignorar esas palabras, terminó su bebida y se levantó al bar a rellenar su vaso. Mientras realizaba esto, se quedó contemplando a Stefan. "Es gracioso, luego de todos estos años...tú sigues pasando este día encerrado en tu habitación, escribiendo en tu preciso diario tratando de recordar, mientras yo bebo hasta caer en el olvido y así no acordarme de lo que ocurrió". Se encogió de hombros. "mmm... suena a cualquier otro día. ¿No lo crees?" Damon levantó el vaso como si estuviera brindando y se tomó su contenido.

"Excepto que no es así" Dijo sombríamente Stefan. "Diferente, digo".

Por primera vez en el día, Damon miró a su hermano sin ninguna barrera que escondiera sus sentimientos. Su mirada mostraba una desolación y un dolor inimaginables. "Si lo es" contestó apenas logrando sacar esas palabras de su boca.

Un golpe suave en la puerta principal que anticipó la llegada de Elena. Ella entró hasta el gran salón, tratando de acostumbrar sus ojos a la poca luz que tenía la habitación. A primera vista no había nada que saliera de lo común, pero al acercarse sintió la angustiante atmosfera que reinaba ahí.

"¿Stefan, Damon?" llamó su suave voz "¿Qué está pasando aquí? Parece como si hubiera un funeral.

Damon rió sin gracia. "Es más un tipo de memorial, pero agradecemos el esfuerzo"

Stefan se acercó a Elena y la sostuvo en sus brazos. Necesitaba sentirla, su vida, su calor, era lo que precisaba en esos momentos. Fingiendo nauseas Damon interrumpió el momento. Elena se soltó del abrazo de su amado para mirar a los dos hermanos con preocupación.

"No entiendo, ¿Un memorial?"

"Ya que Stefan tiene ganas de compartir sus emociones dejaré que él te cuente los detalles morbosos. Ta, ta…" Dijo Damon saliendo de la habitación con un portazo.

Elena miró a Stefan esperando respuesta. "Bueno, él si que está de humor. ¿Qué pasó ahora? Por favor no me digas que tiene que ver con Katherine otra vez."

Él le brindó una pequeña pero triste sonrisa. "No, esta vez no es Katherine. No directamente de todos modos".

"¿Y entonces? ¿Puedes ser menos críptico? En serio Stefan tú también estas sufriendo. ¿Qué está pasando?"

El joven vampiro la guió hasta el sofá que su hermano había dejado. Ella se sentó y lo miró preocupada.

"¿Vas a terminar conmigo?" Preguntó asustada.

Stefan miró al amor de su vida impactado. "¡¿Qué? No Elena, por supuesto que no" negó vehementemente. "Tú no tienes nada que ver en esto. Es sobre algo que ocurrió 145 años atrás en esta misma fecha".

Él se sentó a su lado y sacó el pequeño retrato para mostrárselo, reacio a separarse del. Elena miró el retrato y reprimió un grito. Eran Stefan y Damon luciendo una felicidad que ella nunca antes había visto. Entre ambos hermanos se sentaba una muchacha con cabellos castaños y grandes ojos cafés.

"¿Quién es ella?" Preguntó.

"Mi hermana, Isabella" dijo Stefan forzando su nombre en sus labios. Era la primera vez que decía el nombre de ella en voz alta en mucho tiempo, y dolía solo escucharse decirlo.

"Nunca me habías hablado de tu hermana" dijo mirando a Stefan quien se estremeció. Elena no quiso que sus palabras sonaran acusatorias. "Lo siento. Pero pensé que ya no habían secretos entre nosotros".

"Está bien. Perdón por no contarte".

Ella puso su mano tiernamente sobre las de él y preguntó suavemente. "¿Me contarás sobre ella, ahora?"

Stefan tragó saliva posando su mirada sobre el retrato en sus manos y con mucha dificultad comenzó a hablar con una voz temblorosa.

"Le pedí a un artista que viniera a la casa a pintar esto". Inició despacio. "Damon se estaba yendo a la confederación para pelear y yo me preparaba para ir la universidad y cumplir las expectativas de mi padre. Quería que Isabella tuviera algo para recordarnos cuando ninguno de los dos estuviéramos. Verás, mi padre la resentía, apenas toleraba su presencia. Mi madre murió dando luz a mi hermana. Yo era muy pequeño pero Damon tuvo que tomar las riendas y se convirtió en su padre subrogante con tan solo ocho años. Eran muy unidos. No había nada en este mundo que él no hiciera por ella, era todo para él y él todo para ella, sobre todo porque nuestro padre apena toleraba a Damon. Isabella y yo también éramos unidos considerando que ella era dos años menor". Stefan frunció el seño al sentir que el dolor se apoderaba de su cuerpo. "En fin… este retrato fue pintado un mes antes que Katherine apareciera en nuestras vidas…Antes que todo se arruinara y se volviera retorcido. Planeaba dárselo para su cumpleaños, pero nunca tuve la oportunidad" su voz se quebró.

"Oh Stefan" murmuró Elena con una voz llena de simpatía y acarició sus mejillas. "¿Qué pasó?"

Él se paró y comenzó a pasearse por la habitación sin poder quedarse quieto para contar lo que venía. Sus recuerdos, que nunca habían estado lejos de la superficie de su mente, lo golpearon con fuerza.

"Era su cumpleaños. Los tres íbamos a salir a festejarlo esa noche, sin Katherine" Stefan sonrió compungido "A Isabella no le agradaba…mejor dicho la aborrecía. De alguna manera ella veía algo en Katherine que nadie más veía. Estábamos cegados por su belleza y su falsa naturalidad. Sin embargo, Isabella vio a la malvada, fría y calculadora mujer que yacía bajo esa careta, por lo que acordamos que ella no iría". Contó.

"Damon y yo estábamos esperando en la escalera que se terminara de arreglar, cuando comenzamos a discutir, sobre Katherine por supuesto. Todos nuestros argumentos eran sobre ella últimamente. No recuerdo como partió, solo que escaló rápidamente".

Stefan se perdió en sus recuerdos mientras contaba la historia. Las imágenes de esa noche pasaban por su cabeza como una película.

13 de Septiembre, 1864

"Que ingenuo eres si piensas que ella te elegirá a ti" Damon gruñó apretando sus puños.

"¿Y tú crees que te elegirá a ti? Se burló Stefan "Yo por lo menos puedo hacer algo de mi vida. Tú no tienes nada"

"Yo tengo más de lo que tú podrías llegar a tener. Tú, querido hermano eres un autómata de primer orden. No hay chispa en ti. Sigues ciegamente a nuestro padre y haces todo lo que él te pide. Katherine pronto se aburrirá de ti, si no lo está en estos momentos. Pensándolo bien, esa debe ser la razón por la cual visita mi cama"

Stefan se abalanzó contra su hermano, pero se detuvo cuando Isabella corrió hacia ellos, colocándose en el medio. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

"Deténganse los dos. ¿No pueden ver que ella se ha interpuesto entre ustedes, entre nosotros? Esta debía ser una ocasión llena de felicidad y ustedes lo está arruinando.

Las palabras de Isabella apenas fueron registradas por Stefan, quien solo podía escuchar la traicionera confesión de Damon dando vueltas por su cabeza. Tal vez esa fue la razón por la que atacó cruelmente a su hermana.

"Deja de ser una mocosa egoísta" la retó "Sólo quieres a Katherine fuera de nuestras vidas para que vuelvas a tener la atención sobre ti"

El dolor se dejó ver claramente en los ojos de Isabella. Ella reprimió un grito y se apartó del camino apenas pudiendo dar crédito a las palabras que salieron de la boca de su hermano.

"¡No le hables con ese tono!". Los instintos protectores de Damon salieron a la superficie y fue él quien se abalanzó contra a su hermano. Isabella se movió para detenerlo. Stefan se anticipó a lo que iba a ocurrir ya que Damon no sería tan rápido como para detenerse sin golpear a su hermana. Stefan rápidamente la empujó hacia el lado para que el golpe cayera sobre él. Pero no salió como lo tenía planeado. En un segundo Bella estaba ahí y al otro rodando escalera abajo. La cara de Damon palideció. Su atención inmediatamente se alejó de su hermano a quien el golpe lo había dejado en el suelo.

"¡No, no, no!" repitió en letanía mientras bajaba las escaleras, deteniéndose en seco cuando vio el cuerpo sin vida de Isabella.

"¡NOOOOO!" Gritó desconsoladamente, cayendo de rodillas al lado de ella, frenéticamente buscando su pulso, sabiendo que era inútil. Las lágrimas corrían por su cara mientras la acurrucaba en sus brazos. Al escuchar los gritos de su hermano, Stefan se recuperó inmediatamente y bajó al primer piso, donde se encontraban. Se acercó a ellos lentamente…

Damon giró su cabeza para mirarlo. Sus ojos solo mostraban devastación y odio. Odio hacia su hermano.

"¡Tú!" Gruñó acusadoramente mientras Stefan caía a su lado. "Aléjate de ella. No tienes derecho de estar cerca"

"Lo siento…lo siento tanto" Sollozó Stefan destrozado.

"Tus disculpas no la traerán de vuelta". Susurró Damon con vehemencia, enfocándose nuevamente en su hermana. Sus temblorosas manos acariciaron su cara quitando los cabellos que caían sobre ella.

Presente

"Y estaba en lo cierto. Las disculpas no la traerían de vuelta" Stefan tragó saliva tratando de evitar que sus lágrimas cayeran. Elena se acercó para besarlo, pero él no la dejó. No merecía su aceptación ni su perdón. "En la noche antes de su funeral, Katherine fue a verme pretendiendo simpatía…yo estaba tan destrozado que la acepté sin pensarlo. Necesitaba un escape al dolor que sentía. Esa noche hicimos el amor e intercambiamos sangre aunque ella me forzó a olvidarlo. Después del entierro descubrí que también había ido con Damon y que a ambos nos prometió la eternidad" Stefan se rió irónicamente. "Damon y yo apenas nos aguantamos a que la tierra cayera sobre su ataúd para pelear nuevamente. Fue nuestra última pelea vivos…esa noche nos matamos el uno al otro.

"¡Oh Stefan! Lo siento tanto, no tenía idea. Pero fue un accidente…un muy trágico accidente.

"No lo hagas por favor" dijo apretando sus ojos cerrados. "No muestres simpatía por mi. No puedo soportarlo"

TOMR

Damon corrió sin rumbo aparente cuando, sin ni siquiera planearlo, se encontró en la parte antigua del cementerio de Mystic Falls. Un gran follaje cubría caprichosamente la mayoría de las tumbas, salvo una que sobresalía de las demás. Sobre la lápida que maraca el lugar donde descansaba el cuerpo de Isabella Salvatore, se posaban unas bellísimas flores. Damon le pagaba a los cuidadores desde hace años para que atendieran su tumba y la mantuvieran limpia. Además todas las semanas compraba flores frescas para adornarla.

El miró la piedra gris que mostraba el deterioro de los años. No era la original, su padre no había mostrado mucho interés más que dejar su nombre y las fechas de nacimientos y muerte en la lápida. Damon la reemplazó anónimamente años después. Ahora se leía "Isabella Salvatore amada hermana 1848-1864. Era simple, pero ninguna otra palabra lo describía mejor. Ella fue amada.

Para Damon era más fácil culpar a Stefan de los eventos ocurridos esa noche, pero no era así. Él sabía que tenía parte de culpa en esto. Si no hubiera provocado a su hermano con esa última pelea… si no hubiera intentado golpearlo… él debió haber sabido que Isabella, siempre la pacificadora intervendría de alguna forma…Aún así pasó.

Todavía podía ver a Stefan empujando a Isabella a un lado, verla tropezar con su vestido y desplomarse por las escaleras. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

De repente sintió una rama quebrarse atrás de él, el ruido lo sacó de sus pensamientos y levantó la cabeza.

"Debí saber que estarías aquí" Dijo Stefan.

"El buffet "Todo lo que puedas comer" del Mystic Grill se encontraba muy pobre". Respondió mordazmente. "¿Dónde está Elena? ¿Te vio como el bastardo asesino que eres y te abandonó?"

Stefan hizo una mueca de dolor al escuchar esas palabras tan duras. "Bastardo asesino es más tu descripción. ¿No lo crees?" respondió no queriendo jugar este juego con Damon.

"Lo siento hermano pero ese titulo es exclusivamente tuyo. Como vampiro solo hago lo que mi naturaleza me pide…en ese momento ¿Cuál era tu excusa?"

"No puedo traerla de vuelta Damon" Dijo Stefan sintiéndose muy cansado.

Damon lo miró duramente "Bueno eso realmente apesta"

TOMR

13 de septiembre Forks Washington

Bella Swan odiaba ser el centro de atención y en estos momentos la familia de su novio miraba ansiosa como ella incómodamente abría el próximo regalo. Deslizó sus dedos lentamente debajo del papel, con cuidado para no romper la linda envoltura cuando sintió un pequeño pinchazo en uno de ellos.

"Ouch, me corte con el papel" anunció despreocupada esbozando un intento de sonrisa.

Se quedó observando su dedo sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor. De un minuto a otro fue lanzada por su novio contra una mesita de cristal, para prevenir que Jasper la atacara.

Normalmente un corte con papel no es señal de alarma…a menos que estuvieras rodeada por una familia de vampiros.

Ese fue el inicio y el fin para ella y Edward. Dos días después, el hombre que continuamente le había dicho que la amaba. Que aseguraba que ella era la razón de su existencia y que no podía vivir sin ella, la dejó destrozada en el bosque cercano a su casa.

Las palabras de Edward penetraron su cuerpo como cuchillos. "No eres buena para mi Bella"

"Mi especie, somos muy fácil de distraer"

"Prométeme que no harás nada arriesgado… por Charlie"

"Esta será la última vez que me verás…va a ser como si nunca hubiera existido"

"Se fue" Bella repitió una y otra vez hasta que su garganta se irritó y la oscuridad la envolvió. En su estado de delirio unas visiones atacaron su mente que le recordaron a los libros de las hermanas Bronte que tanto le gustaba leer. Era extraño, pensó. En su mente se vio a ella misma vestida con ropa de algún siglo antiguo, sus facciones y su cuerpo eran de una persona menor y su cabello estaba peinado con abundantes rizos que enmarcaban su cara de corazón. Antes de poder formar completamente la imagen, sintió un fuerte dolor de cabeza. Desde su posición fetal intentó agarrarse la cabeza buscando que la molestia llegara a su fin… segundos más tarde el dolor desapareció dejándola con un hilo de sangre saliendo de la nariz.

No supo cuanto tiempo estuvo tirada en el bosque antes que Sam Uley, miembro de la tribu Quileute, la encontrara y la devolviera a su padre, quien se eoncontró con su hija convertida en una sombra de la chica que había dejado la casa el día anterior… que lo tenía todo.

Katherine Pierce observó toda la escena con una expresión maliciosa. Ni ella misma se esperaba que su plan fuera a funcionar tan perfectamente, incluso mejor de lo que esperaba. Sus ex amantes nunca sabrán que los golpeo.

"Finalmente ha comenzado" Se dijo a si misma antes de salir silenciosamente del bosque de Forks.